De: Yoe Suárez yoe90habana@gmail.com
Para: lpenton@my.com
Fecha: jueves, 08 agosto 2019, 00:21a. m. -04:00
Asunto: Nota sobre libro de Yoe Suárez
En prisión primeros ejemplares de El soplo del demonioANA LEON VARGASEl libro El soplo del demonio. Violencia y pandillerismo en La Habana, del joven periodista y escritor Yoe Suárez, tuvo su primera presentación este 23 de julio en la prisión 1580.En ese centro carcelario del municipio capitalino San Miguel del Padrón, el autor compartió sobre el proceso investigativo y la construcción de los perfiles que conforman el volumen con una decena de personas entre reclusos, familiares y capellanes de iglesias evangélicas que atienden prisiones en la ciudad.La Capellanía de la Liga Evangélica de Cuba invitó a Suárez a departir de manera informal con los internos, a quienes obsequió los primeros ejemplares de El soplo del demonio, editado por el sello Boca de Lobo, especializado en no ficción.Se trata de la primera investigación periodística sobre el tema en Cuba, un país que no ha mirado suficientemente hacia el pandillerismo y la violencia quizá porque es de los que menores índices negativos muestra en Centroamérica y el Caribe, un área geográfica con altísimos niveles de criminalidad.El libro de Suárez, a la vez que reconoce este contexto, prueba que el fenómeno también se produce en la isla, y que a contrapelo de lo enunciado por la oficialidad, en Cuba sí existen pandillas.Sobre la presentación, el autor publicó en su cuenta de Facebook algunas impresiones: “Fue discreta. Fue en el sitio donde mejor puede entenderse lo que narra el libro, donde más puede hablar: la Prisión. Pasé parte de la tarde conversando de la investigación, y escuchando de los sueños truncos por el presidio y los que en él han nacido.“Diez personas, entre reclusos de la 1580, familiares y líderes de ministerios evangélicos que trabajan por la reinserción social de los internos, me invitaron a compartir lo publicado sobre violencia y pandillerismo tras un año de trabajo”, contó.“‘Cuando regrese al pueblo y le diga a mi familia que el escritor vino acá, me firmó el libro y hablamos así de cerca, no se lo van a creer’, me dijo un prisionero que purga una condena de más de tres décadas. En cuatro años sale y está lleno de metas; aprendió inglés en la cárcel y se licenció en una carrera. Aprovechó su tiempo, e intuyo que logrará todo lo que se proponga”, narró Suárez.A los capellanes evangélicos que atienden a la población penal el joven escritor se refirió como “héroes” que “pasan semana a semana iendo a recónditos lugares para verse con los reclusos. No tienen un auto para moverse hasta allá, preparan los alimentos y las provisiones para ‘las jabitas’ con ayuda de las iglesias, y también con sus recursos”.“Abrazan a los de uniforme gris como si fueran padres y hermanos, los hermanos y los padres que a algunos hace años dejaron de visitarlos”, continuó.“Ha sido un regalo obsequiar y dedicar los primeros ejemplares de #ESDD en este sitio, y conocer hombres que cayeron, pero han sido restaurados en un altísimo Amor”, concluyó.Al post en Facebook de Suárez siguieron los comentarios de varias figuras públicas, entre ellas la periodista Laura Weffer, quien por más de veinte años reporteó para los principales diarios de su natal Venezuela y en Londres trabajó en la agencia de noticias EFE.“Qué Bonita historia, qué bello gesto! Un abrazo!”, escribió Weffer, merecedora del premio a la Investigación Periodística de Latinoamérica y el Caribe otorgado por Transparencia Internacional e Ipys en el año 2006.También reconocieron el trabajo de Suárez el artista visual cubano Luis Manuel Otero Alcántara, quien contribuyó con imágenes para el libro, y el antropólogo salvadoreño Juan Martinez, una de las principales voces sobre pandillas en Centroamérica.El académico, en sus palabras de contraportada para el libro, subrayó que El soplo del demonio es “una lectura obligada para quienes quieran entender qué hay detrás del paraíso tropical y revolucionario de una de las ciudades más complejas en nuestra América”.Enviado desde mi iPhone
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