A Trump hay que ponerle en cuarentena. Lo de Texas, por un loco que no coge el paso
Eligio Damas
“Quien escupe para arriba….”. Trump está en eso, escupiendo para arriba. Anda difundiendo odio por el mundo. Tanto que hasta genera divisiones entre quienes antes habían apoyado a Estados Unidos. El mundo de hoy es distinto, hasta aquel de cuando Gorbachov aceleró la disolución de la URSS. En el mundo capitalista, después de la segunda guerra mundial, Estados Unidos no había encontrado nadie que con él compitiese. Aquellos países de Europa que llamaron “los aliados”, más que eso, se convirtieron en satélites del poder económico y militar de la gran nación americana. Por eso esta pudo acabar con el Estado Soviético y sus respectivos aliados del Este de Europa, lo que incluyó el derrumbe del muro de Berlín y la unificación de Alemania y hasta fundamentar se hablase del final de la historia. Todavía pudo seguir promoviendo el accionar como “rueda libre” de Israel, el acoso al pueblo Palestino y las invasiones de Irak, Afganistán, desatar la guerra en Siria, acabar con Libia y mantener en sobresalto al pueblo iraní. El poder de Estados unidos, aunado al de sus aliados de la OTAN parecía no tener contrapeso. Pero “el mundo siguió andando” y la Rusia surgida del derrumbe del régimen de los soviets se convirtió rápidamente, más rápidamente de lo que uno podía imaginarse, en una potencia capitalista que empezó a pensar con libertad y diseñar sus propios planes. China reformuló los de Mao Ste Tung, un asunto al que todavía los izquierdistas del mundo parecen no darle la pertinencia que eso demanda y, en poco tiempo, se convierte en la economía que más crece, tanto que una leve desaceleración en el primer semestre de este año prendió las alarmas en el mundo y apunta a ser, si ya no lo es, la más importante del planeta. Y con esto emergió un nuevo poder militar determinante.
En Europa están prendidas las alarmas, por ejemplo, información reciente confirma que París y Berlín, no están dispuestos a apoyar a Trump en su ánimo belicista frente a Irán. Y sus razones tienen. El país de los persas les queda cerca y no hay duda que tiene como golpear duro y la segunda guerra mundial dejó en aquel espacio mucho horror para volver a eso y menos ahora en la era de la energía nuclear. Es pertinente pensar que el resto de los gobiernos de las naciones de Europa estén pensando en lo mismo. No es sólo Irán, lo es también Nor Corea.
Pero Trump no para. Insiste en generar conflictos con Irán contando que ese país de Estados Unidos queda lejos y por ello no podría llegar a allá con sus recursos ofensivos. Pero los europeos, que son también unos cuantos, no estarían dispuestos a correr esos riesgos. Están relativamente cercas y al alcance de las armas del país persa.
Pero Trump no para. Acabando de entrar en un período de negociaciones con China por asuntos arancelarios, y estando los negociadores en la mesa, anuncia nuevos aranceles y la reformulación de esa guerra. Hasta sus aliados de acá del sur, como Macri y Piñera, pese su disposición a no meterse en peleas donde los combatientes tienen tanto peso y menos a contradecir a EEUU, quizás por aquello que dijo Pedro Pablo K., ex presidente peruano, pegaron el grito en el cielo y pidieron a Trump que no siguiera agitando ese avispero que los está llenando de picadas.
Y se vino la masacre de Texas. Un manifiesto aparentemente escrito por el joven agresor está impregnado de odio contra los migrantes. Y por su propia voz, el joven al momento de ser detenido, manifestó que se proponía aniquilar cuantos mexicanos pudiese. Y en el manifiesto habla de “Si podemos deshacernos de suficientes, entonces nuestra forma de vida puede ser más sustentable”.
https://www.nytimes.com/es/2019/08/04/manifiesto-antiinmigrante-el- paso/?action=click&clickSource=inicio&contentPlacement=1&module=toppers®ion=rank&pgtype=Homepage
Y habla el manifiesto de una invasión a Texas y de gente ocupando los lugares de la gente blanca. No se necesita mala intención para entender que el joven está inspirado en el señor Trump. Además de lo anterior, podemos recordar cómo el presidente de Estados Unidos, con xenofobia, se ha referido a los representantes demócratas de origen distinto al suyo y recientemente con racismo contra un pastor afro-descendiente del mismo partido.
La reacción del joven que baleó de manera indiscriminada a una multitud en Texas, según su propia confesión y el convencimiento de las autoridades de Texas, está sustentada en el odio y este sentimiento ha sido el ingrediente de las políticas de Trump frente al mundo entero. Los demócratas de Texas acusan al presidente de Estados Unidos de ser “un nacionalista blanco” que “está alentando el racismo abierto”. https://www.panorama.com.ve/mundo/Democratas-culpan-a-Trump-por-tiroteos-en-Texas-y-Ohio-20190804-0035.html
La particularidad de la coyuntura mundial que a él le ha tocado enfrentar es como para volver loco a cualquiera que estuviese en su lugar. Según muchas opiniones y de personas de mucho peso intelectual y científico, EEUU es una potencia en decadencia, mientras que frente a ella se levantan otras con vigor. Por esto su prestigio frente a sus aliados decae, no por puro sentimiento, sino por la realidad del mercado mundial, enorme capacidad de China y Rusia de intervenir en este, aportando capitales y tecnología, lo que, dicho de otra forma, significa que ahora EEUU no es el único gallo que canta en la cuerda y la gallera. Y por esto mismo, los de la OTAN, toman distancia frente el asunto relacionado con Irán y en el sur también se oyen voces discrepantes por la “guerra comercial con China”.
Y el asunto no termino con lo dicho, pues ahora con la actitud de Boris Johnson, quien pareciera determinado a sacar como sea y prontamente al Reino Unido de la UE, Trump ha optado por manifestarle su apoyo, con lo que aumenta su discordia con los otros países de la Otan.
Y estando el avispero en ese grado de excitación sucede lo de Texas y hasta lo de Ohio y un periodista pregunta a Trump, o mejor le pone en la boca una respuesta, como “¿usted no está pensando en poner a Venezuela en cuarentena?” y él, después de mirarle de frente, da la vuelta como quien huye y responde “si lo estoy”. Mientras a Venezuela, sin fingimiento alguno, el gobierno norteamericano, tiene ya tiempo en cuarentena; un cerco y unas constantes y profundas agresiones que han causado enorme daño. Y quien es ahora el responsable de eso, viéndonos en medio del cerco, del bloqueo y hasta de la angustia que eso genera, responde a la prensa como si eso no supiese. “Si lo estoy”, dijo como quien estuviera pensando, no ponernos en cuarentena, que lo estamos, sino en estrecharnos el cerco hasta asfixiarnos.
Mientras que el moderno pensamiento americano del norte ahora se expresa convencido que esas sanciones, que nada nuevas son, pues se trata de las mismas que desde hace más de cincuenta años aplican a Cuba, no servido para nada importante. Y lo dicen porque ven que en Venezuela más el daño y el resentimiento que ocasionan, sobre todo cuando el mundo no es el mismo de cuando existía el Estado Soviético y China se debatía entre “ser y no ser”.
El mundo de hoy es muy complejo; no se parece en nada aquel cuadro ya explicado en los manuales, como sencillo, de buenos y malos, comunismo contra democracia, libertad contra opresión, el mismo que algunos ilusos, engañadores y hasta desinformados, dicho así para no herir, parecieran recrear a falta de comprensión de lo que sucede por habérseles roto el molde y sus manuales no recogen nada de lo real. Y nada de eso no sirve para explicar lo que sucede. El capital, ese que China y Rusia traen, con sus reglas, es lo que desorganiza a mucha gente y por eso hay que reinventarse y no hacerse el loco ni ponerse a sacar respuesta de un manual gastado
Creo que en Estados Unidos deberían estar pensando en poner al señor Trump en cuarentena, antes que cause más daños.
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