Falleció el Cardenal Jaime Ortega
Su incansable trabajo pastoral y su amor a Cuba le llevaron a fortalecer decisivamente las relaciones entre la Iglesia Católica Romana y el Estado
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Ha fallecido Su eminencia reverendísima Jaime Lucas Cardenal Ortega Alamino, Arzobispo Emérito de San Cristóbal de La Habana.
En horas del amanecer de este viernes 26 de julio expiró el Cardenal Ortega Alamino, a la edad de 82 años. Su vocación sacerdotal, su formación académica y sensibilidad humana le permitió acceder a la más alta dignidad eclesiástica.
Su incansable trabajo pastoral y su amor a Cuba le llevaron a fortalecer decisivamente las relaciones entre la Iglesia Católica Romana y el Estado.
Su funeral tendrá lugar en la Catedral de esta ciudad de La Habana, que fue su sede.
A continuación Juventud Rebelde comparte la nota del Arzobispado de La Habana.
Monseñor Juan de la C. García
Arzobispo de La Habana
Jaime Lucas Ortega Alamino
Cardenal de la Iglesia
(18 de octubre de 1936 – 26 de julio de 2019)
Nota Necrológica
El Cardenal Jaime ha fallecido y al comenzar a sentir su ausencia física reviven, junto al afecto agradecido, los recuerdos de su calidad personal y su infatigable celo pastoral.
“Este tesoro lo llevamos en vasos de barro” II Cor 4,7
“Te basta mi gracia” II Cor 12,9
Han sido los lemas de ordenación sacerdotal y episcopal, respectivamente, escogidos por Jaime como inspiración de su sacerdocio, que comenzó en la Catedral de Matanzas el 2 de agosto de 1964 y se le concedió en plenitud en esa misma Catedral el 14 de enero de 1979.
Ambos lemas, además de sus innumerables acciones y obras pastorales, nos permiten acercarnos a la semblanza espiritual del pastor cuya ausencia hoy padecemos.
No es oportuno, ni posible dada la naturaleza de esta nota, abarcar la obra fecunda de sus años sacerdotales en la Diócesis de Matanzas y como Obispo en la Diócesis de Pinar del Río y en la Arquidiócesis de La Habana.
Al pensar hoy con cariño y gratitud en el Cardenal Jaime nos anima saber que él permanecerá entre nosotros acompañándonos con el recuerdo de su amable sonrisa, su inteligencia clarividente y el testimonio de un sacerdocio entregado y en ocasiones sufrido.
A quienes fuimos sus amigos y a los fieles en las tres Diócesis en las que ejerció su ministerio nos consuela la promesa del Señor, que se hace particularmente real y cumplida en el Cardenal Jaime:
“La vida de los justos está en las manos del Señor” (Sab 3,1)
“Descansarán de sus fatigas porque sus obras lo acompañarán” Apoc 14,13
Jaime Lucas Ortega Alamino
Cardenal de la Iglesia
Descanse en paz
Monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez
Arzobispo de La Haban
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