CON ALAS CORTADAS NUNCA PODRAS VER TU CIELO.
Muy profunda y lacerante es la herida de la angustia de la vida que suele ser vivida por un profesional de la palabra.
Esa angustia terrible de una vida minimizada lleva al hombre a una situación de impotencia capaz de suprimir en él toda la potencialidad que como individuo la vida ha introyectado en su persona.
Ese mundo que se lleva dentro y que quiere salir, y no pudiendo, lleva al hombre a un estado deplorable y lastimero. Porque el hombre ha sido creado para vivir la vida en plenitud, conscientemente en un estado de hombría y de hombridad qué le hace ver las cosas desde la cima del conocimiento con ansias de proyección hacia el futuro como un ente capaz de cambiar las cosas y alcanzar una nueva realidad que le conforme y le haga ver el verdadero sentido a las cosas y sobre todo de la existencia humana..
Vive Pues el hombre esa agonía del ser donde fuerzas ocultas tratan de matar toda idea nueva y aniquilar el hombre las fuerzas que son capaces de crear un mundo mejor para una humanidad infeliz que cual masa amorfa viene a ser instrumento pasivo del poder entronizado como fuerza bruta en una sociedad de hombres que se les niega el derecho a pensar por sí mismos y a crear su propia manera de ser en el mundo que también a él le pertenece..
Creo yo que quién más sufre este dilema conflictual interior es el periodista a quién por razón de su profesión se le cortan las alas y no se les permite volar en ese cielo que tanto le pertenece para Desde allí viabilizar todo el acontecer de la sociedad y buscar una respuesta adecuada para arreglar entuertos y para destruir sofismas e ideas estereotipadas que hacen del hombre un esclavo y un robot social negandole en todo su poder la riqueza espiritual que ser hombre significa.
Este derecho a volar por uno mismo ha de ser reclamado con todo empeño porque ese cielo nos pertenece. Volar sin alas cortadas,volar en ese espacio azul y recorrer todo espectro de horizonte que se nos quiere velar es un derecho consustancial a nuestra existencia y por lo tanto como periodistas lo reclamamos porque nadie tiene derecho a usar las tijeras, la censura, la minimización de nuestra existencia profesional para dar las órdenes de qué cosa debemos escribir, qué tema debemos abordar y qué cosas son Intocables para nuestra profesión. Ser periodista es ser hombre por encima del temor y las imposiciones sociales e ideológicas o de un momento determinado, porque la profesión no tiene compromiso si no solamente con la verdad y con la justicia y, no recibe órdenes que quebranten nuestra conciencia. Si la conciencia es atacada inmisericordemente, seremos cualquier cosa menos periodistas. Seremos periodista con alas cortadas y sin derecho a nuestro propio vuelo y perdemos el derecho a nuestro pedazo de cielo y un periodista verdadero jamas lo podrá permitir.
Esa angustia terrible de una vida minimizada lleva al hombre a una situación de impotencia capaz de suprimir en él toda la potencialidad que como individuo la vida ha introyectado en su persona.
Ese mundo que se lleva dentro y que quiere salir, y no pudiendo, lleva al hombre a un estado deplorable y lastimero. Porque el hombre ha sido creado para vivir la vida en plenitud, conscientemente en un estado de hombría y de hombridad qué le hace ver las cosas desde la cima del conocimiento con ansias de proyección hacia el futuro como un ente capaz de cambiar las cosas y alcanzar una nueva realidad que le conforme y le haga ver el verdadero sentido a las cosas y sobre todo de la existencia humana..
Vive Pues el hombre esa agonía del ser donde fuerzas ocultas tratan de matar toda idea nueva y aniquilar el hombre las fuerzas que son capaces de crear un mundo mejor para una humanidad infeliz que cual masa amorfa viene a ser instrumento pasivo del poder entronizado como fuerza bruta en una sociedad de hombres que se les niega el derecho a pensar por sí mismos y a crear su propia manera de ser en el mundo que también a él le pertenece..
Creo yo que quién más sufre este dilema conflictual interior es el periodista a quién por razón de su profesión se le cortan las alas y no se les permite volar en ese cielo que tanto le pertenece para Desde allí viabilizar todo el acontecer de la sociedad y buscar una respuesta adecuada para arreglar entuertos y para destruir sofismas e ideas estereotipadas que hacen del hombre un esclavo y un robot social negandole en todo su poder la riqueza espiritual que ser hombre significa.
Este derecho a volar por uno mismo ha de ser reclamado con todo empeño porque ese cielo nos pertenece. Volar sin alas cortadas,volar en ese espacio azul y recorrer todo espectro de horizonte que se nos quiere velar es un derecho consustancial a nuestra existencia y por lo tanto como periodistas lo reclamamos porque nadie tiene derecho a usar las tijeras, la censura, la minimización de nuestra existencia profesional para dar las órdenes de qué cosa debemos escribir, qué tema debemos abordar y qué cosas son Intocables para nuestra profesión. Ser periodista es ser hombre por encima del temor y las imposiciones sociales e ideológicas o de un momento determinado, porque la profesión no tiene compromiso si no solamente con la verdad y con la justicia y, no recibe órdenes que quebranten nuestra conciencia. Si la conciencia es atacada inmisericordemente, seremos cualquier cosa menos periodistas. Seremos periodista con alas cortadas y sin derecho a nuestro propio vuelo y perdemos el derecho a nuestro pedazo de cielo y un periodista verdadero jamas lo podrá permitir.
Leonides penton Amador de la Agencia de Periodismo Independiente Continental México Estados Unidos de América.
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