Y esto ultimo nos cuesta un precio inmenso pues iremos de crisis en crisis ya que no hemos superado el factor del odio y la competitividad enfermiza.Es grave lo que nos espera si no tomamos los mensajes de Cristo y dedicamos nuestro intelecto a pensar en todos como un todo.La verdadera lucha empieza por uno mismo que se desconoce bastante y sigue por los seres humanos en general quienes lamentablemente padecen de una ignorancia ciega.
Los pocos ejemplos que nos llegan con la tragedia del coronavirus muestran una descriminacion y rechazo a personas mayores de 50,60,70,80,90 etc.y muchas otras situaciones en las nuevas relaciones sociales.Esperemos que no se agudizen las faltas de salud mental de la que tampoco nos hemos ocupado la cual esta silenciosamente matando mas que el coronavirus.
Es hora de aprender y crecer,de saber lograr una sociedad y un mundo que no este ajeno a nuestras necesidades biologicas,psicologicas,sociales,religiosas y humanistas.
De esta manera responderemos triunfante a estas plagas para las cuales estaremos siempre unidos y bien preparados.
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