LA MUERTE DE NICETO PĔREZ, UN CRIMEN QUE NO DEBE SER OLVIDADO.
Por el Dr. Pablo LLabre Raurell.
“ Los mártires son el altar más hermoso de la honra"
José Marti
En horas de la mañana del 17 de mayo de 1946, en el realengo el Vínculo, ubicado en la actual provincia de Guantánamo, Cuba, fue asesinado el líder campesino Niceto Pérez. Un conocido terrateniente de la zona, Lino Mancebo Rosell, ordenó su muerte por una disputa territorial. Las autoridades judiciales no lo encausaron, pero nueve meses después, la justicia revolucionaria se encargó de él.
HIJO DE INMIGRANTES.
Según consta en el Registro Civil, Aniceto Pérez García nació el 27 de marzo de 1908, en el poblado de Güira de Melena, la Habana. En 1920, debido a la precaria situación económica, sus padres – oriundos de Islas Canaras - se trasladaron a Guantánamo, en el Oriente de Cuba, y se asentaron en la zona de Juan Jutía, perteneciente al realengo el Vínculo, en calidad de precarista. Niceto tenía 12 años de edad.
ABUSOS LEGALES.
En la década de 1940, un 9 % de los propietarios poseían el 73 % del área total de fincas en todo el país. Eran los grandes latifundios. El deshaucio estaba vigente en el Código Civil, y muchos propietarios de bienes inmuebles hacían uso y abuso de ésta figura jurídica.
En las zonas rurales, el deshaucio o desalojo campesino era más dramático. Las familias eran lanzadas a los caminos vecinales y sus bohíos incendiados por la guardia rural en cumplimiento de una orden judicial . Al tramitar una demanda de deshaucio, la mayoría de los jueces fallaban a favor de los grandes intereses. Hubo excepciones, como el caso del magistrado Riera Medina, quien jamás firmó una orden de deshaucio durante su carrera judicial.
EL REALENGO..
Los Realengos eran espacios de terreno sin dueño, técnicamente propiedad del estado. Cuando los españoles colonizaron la isla, la tierra fue repartida en grandes haciendas circulares. En el sitio donde coincidían los linderos de tres grandes fincas, quedaba un espacio en forma de triángulo. A ésos espacios libres se les llamó realengos, y en ellos, durante la colonia, se autorizó a blancos pobres, negros y mulatos libres, a que se establecieran. Con el paso del tiempo, algunos campesinos lograron legalizar su permanencia en ésos lugares, y tenían sus títulos de propiedad inscriptos en los juzgados correspondientes.
Cuando un realengo colindaba con la finca de algún terrateniente geófago, sus pobladores eran obligados a desalojar el terreno sin mandamiento judicial en su contra, simplemente coaccionados por la guardia rural, que se vendía a los intereses latifundistas.
Hubo casos de rebeldía campesina. El más conocido fue el del realengo 18, en Guantánamo, durante el año 1934. Los campesinos fueron lidereados por Lino de las Mercedes Ălvarez. En uno de sus trabajos, el periodista Pablo de la Torriente Brau, narró el suceso. La rebeldía de los habitantes del realengo 18 frente al desalojo, fue embrión del futuro movimiento campesino contra los abusos del poder.
UN TIBURŎN GEŎFAGO..
La finca María Luisa, donde Niceto levantó su humilde bohío, formaba parte del realengo el Vínculo. Los terrenos que rodeaban al realengo pertenecían a poderosos latifundios: La compañía Ermita, SA, la Guantánamo Sugar Company, y el latifundio del terrateniente Lino Mancebo Rosell, conocido como el Tiburón, o el Virrey de la Maya.
Los instintos geófagos - sin límites- del Tiburón lo llevaron a practicar múltiples desalojos. Lidereados por Niceto Pérez, los campesinos de la zona comenzaron a oponerse a sus prácticas abusivas y a las de los demás terratenientes de la zona.
El 24 de abril de 1944, la Confederación Campesina de Oriente - a la que Niceto pertenecía - informó al Ministro de Agricultura sobre una amenaza de desalojo contra 128 familias por parte de la compañía agrícola MACA, SA, la que envió varios de sus empleados a cercar los terrenos de las fincas, para apropiárselas.
LA INTIMIDACIŎN COMO MĔTODO.
El Virrey de la Maya quería apoderarse de los terrenos del realengo a toda costa, y utilizando varios subterfugios, intentó desalojar a sus habitantes. Pero la tenaz resistencia de los campesinos, dirigidos por Niceto Pérez , impidió la maniobra.
Lino Mancebo envió sus matones con una pareja de guardias rurales al bohío de Niceto para amenazarlo. Pero la acción no surtió los efectos deseados.
Posteriormente lo citó a una entrevista, donde intentó que claudicara en su posición, utilizando frases intimidatorias. Niceto Pérez le respondió: “ Para quitarme la tierra hay que matarme”.
Tiburon envió de nuevo a sus matones al domicilio de Pérez.. En ésta oportunidad le destruyeron sus cultivos. Antes de marcharse, los hombres de Mancebo le dejaron un mensaje escrito : “Díganle a Niceto que lo vamos a picotear como a sus viandas”
El 26 de abril de 1946, Niceto Pérez presentó una acusación contra Lino Mancebo por las reiteradas amenazas de muerte recibidas, pero la guardia rural no le dio curso.
EL CRIMEN,.
Niceto Pérez se levantaba temprano cada mañana para atender los cultivos de plátananos y maíz que rodeaban su bohío. El 17 de mayo de 1946, en horas de la mañana, cuando limpaba de hierbas el sembrado de plátanos, en compañía de uno de sus hijos, escuchó una voz que lo llamaba, al levantar la cabeza, recibió un balazo en el pecho. Una hora después falleció. Su hijo de siete años presenció el crimen.
Al oir el disparo, su esposa corrió hacia el lugar y logró ver cómo Lino Mancebo, en compañía de su hijo y dos guardias rurales, enfundaban sus armas y huían montados a caballo.
LA DENUNCIA.
La Federación campesina de el Vínculo se movilizó, y con el testimonio de la viuda, presentaron la correspondiente denuncia ante las autoridades competentes.
Pero Mancebo, con el apoyo del Partido Liberal, y la ayuda de jueces corruptos, logró que no lo arrestaran, y huyó hacia La Habana.
LAS PROTESTAS.
Las organizaciones campesinas, los Institutos de Segunda Enseñanza, y la Federeación Estudiantil Universitaria, iniciaran una ola de protestas. Las del Instituto de Guantánamo se tornaron violentas, teniendo que intervenir la policía.
El líder campesino Lino Ălvarez declaró a los diarios: “ si ésto nos pasa en el realengo 18, los asesinos ya hubieran sido ajusticiados ”. Por su parte, un miembro de la Fedeación Estudiantil Univesitaria declaró a un medio de prensa: “Si el gobierno no actúa, tarde o temprano su muerte sera vengada “.
Todo hacía presumir que el delito quedaría impune. Una mañana, en la pared de un edificio de la capital, apareció un letrero : “ Se ofrecen 100 pesos por la captura de Lino Mancebo, el Tiburón de la Maya, asesino de Niceto Pérez”. El arrogante latifundista respondió : “ A mí no me asustan los letreros”.
LA ACTUACION DE LINARES.
La Federación Estudiantil Universitaria ( FEU), a propuesta de su presidente, Manolo Castro, y la Confederación Campesina de Cuba, designaron al abogado Ricardo Linares, ex- miembro del Comité Estudiantil de Superación Universitaria (CESU) , para representar a la viuda del campesino en una acusación privada contra los asesinos.
Linares se trasladó a Guantánamo y logró tomarle declaración a varios testigos de importancia. Su gestión recibió el apoyo de un nativo de la zona, el estudiante de Derecho, Armando Torres Santrayl.
De regreso a la capital, el abogado trajo a la viuda con todos sus hijos y la presentó a los medios de prensa. Las fotos en primera plana de la mujer con sus cinco hijos sensibilizó a la opinión pública, incluyendo a los grupos revolucionarios.
LA JUSTICIA TARDŎ, PERO…LLEGŎ.
La organización revolucionaria Joven Cuba, fundada por Antonio Guiteras en 1934, en su nueva estructura contaba con una sección campesina. La impunidad de los asesinos de Niceto Pérez motivó que los principales dirigentes de dicha sección se reunieran con los miembros del secretariado, Lauro Blanco Muñiz, Aquilino Ălvarez, y Ăngel Yergo, y acordaran aplicar la justicia revolucionaria.
El 26 de febrero de 1947, frente al edificio de la Lonja del Comercio, en la calle oficios, Habana Vieja, Lino Mancebo cayó abatido por cinco impactos de bala calibre 45.
En el atentado - junto a Lauro Blanco y Aquilino Ălvarez - participó Adrián Rodríguez, un ex-miembro del grupo Alianza Nacional Revolucionaria, a quien Lauro utilizó por ser un gatillero poco conocido, y por tanto, " con mayor posibilidad de acercarse a la víctima sin ser identificado."
Al publicar la noticia del atentado, los medios de prensa dijeron que “a pesar de lo concurrido del lugar, nadie pudo identificar a los atacantes”.
EL DĬA DEL CAMPESINO..
La Federación Estudiantil Universitaria ( FEU) y la Federación Campesina de Cuba, erigieron - utilizando fondos propios - un sencillo monumento a la memoria del líder campesino en el mismo lugar donde cayó asesinado.
En el tercer aniversario de la muerte de Niceto Pérez, el 17 de mayo de 1949, por iniciativa del abogado Ricardo Linares, organizaciones campesinas apoyadas por la FEU, acordaron instituir el 17 de mayo como el día del campesino.
En ésa oportunidad, Antero Regalado, destacado dirigente campesino, declaró: “ Ĕsa fecha dolorosa fue designada por las masas como símbolo de las luchas campesinas por la tierra y contra las injusticias en las zonas rurales “.
El 17 de mayo de 1959, en el poblado de la Plata, en la Sierra Maestra, se firmó la primera ley de Reforma Agraria, que entre otras medidas, abolió el latifundio en Cuba. Invitado por el Gobierno Revolucionario, Ricardo Linares asistió al histórico evento, junto a los comandantes Fidel Castro y Humberto Sorí Marín .
Niceto Pérez, a quien el poeta Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, una vez llamara “Campesino por vocación y tradición “, merece ser honrado por las futuras generaciones, pues supo defender los derechos del campesino al precio de su propia vida.
PABLO LLABRE RAURELL. Investigador Histórico. Abogado Criminalista, Universidad de La Habana. Máster en lengua y Literatura Española, Universidad de Salamanca, España. jabaylla@yahoo.com
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