En recuerdo de un sembrador de simientes de vida…
Jaime Crombet Hernández-Baquero,
a quien nunca olvidaremos.
Crónicas cubanas

Por Félix Sautié Mederos
Hay ocasiones en que es imprescindible dejarlo todo a un lado y hacer un alto en el ritmo vertiginoso de nuestro peregrinaje terrenal para cumplir con el deber ineludible de la recordación activa y dinámica de las personas que nunca deberíamos olvidar porque han sido como se proclama en el Evangelio luz del mundo y sal de la vida.
Esa es la circunstancia a la que me convocaron este pasado 24 de mayo 2014 mis camaradas “veteranos juveniles orientales” que conviven en La Habana, capital de todos los cubanos, de los cuales me honro en ser un veterano juvenil habanero, para realizar de conjunto una recordación activa y dinámica de quien fuera ejemplo, amigo, compañero y hermano de lucha en el primer aniversario de su partida física.
Me refiero al inolvidable Jaime Crombet Hernández- Baquero quien ya habita para siempre en la “Casa que no se Acaba” desde donde pervive su ejemplo de hombre sencillo pero hombre en toda la extensión de su significado y de la virtud que puso en práctica sin hacer ruido, pero siempre ejercitando el bien para los demás sin pensar en él, con una actitud incorruptible de reciedumbre para su vida que fue su principal arma de combatiente por la verdad, por la justicia, la equidad y la paz.
A pesar de encontrarme de reposo médico lo dejé a un lado, porque no podía faltar a ese llamado, ya que nunca podré olvidar ni mucho menos negar que fui un compañero muy cercano a Jaime Crombet y que crecimos juntos en la lucha por un mundo mejor al que con su ejemplo le dio luz y sabor de vida combatiente; eso tengo que decirlo como validez de mi labor de un cronista de mi época que siempre debe poner a la verdad por delante.
Tampoco podré olvidar que Jaime me comprendió aún en los momentos más complejos de mi vida cuando algunos, para no buscarse problemas, me echaron a un lado por pensar yo con cabeza propia; y eso como testimonio de vida para quienes me lean, también tengo que proclamarlo a los cuatro vientos como se dice en una expresión muy popular, en cada ocasión que el recuerdo vivo de su ejemplo se proyecta sobre sus compañeros que lo hemos sobrevivido y nos recuerda con la mística de su vida la obligación que tenemos de ser consecuentes más allá de cualquier estructura temporal pasajera con las ideas socialistas de justicia social y de equidad distributiva, por las cuales hemos luchando junto a él y tenemos el deber moral ineludible de continuar luchando hasta que nos toque marchar a donde pervive para siempre con su ejemplo imperecedero.
Mis compañeros veteranos juveniles orientales, se ha propuesto realizar un programa de encuentros para recordar y difundir el ejemplo que Jaime Crombet significó y que estamos en la obligación moral de legar a los que vienen detrás de nosotros, para que sus virtudes fructifiquen en terreno fértil y den frutos imperecederos. Saludo con toda las fuerzas que aún me quedan esa iniciativa en la que participaré activamente en la medida de mis posibilidades y de las que daré testimonio de vida en mis Crónicas Cubanas.
Reitero finalmente que Jaime Crombet pervive en la Casa que no se Acaba y que desde ese espacio místico, su ejemplo de sembrador de simientes de vida, ilumina y da sabor para siempre a nuestro existir cotidiano como única realidad verdadera que trasciende en el tiempo, porque todo lo demás tendrá su final, pero allí brillan y brillarán los que iluminaron y dieron sabor a la vida con luz de aurora como dijera José Martí.
Con todo mi sentimiento más profundo sensiblemente afectado por tantos recuerdos de lucha, así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
fsmederos@gmail.com 
Publicado en la Sección de Cultura, periódico Por Esto! el lunes 26 de mayo 2014.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=33&idTitulo=328123
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