Por Pablo Llabre Raurell.
La dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en la República Dominicana(1930-1961),se caracterizó por la represión política, el anticomunismo, el culto a la personalidad, y la persecución a los opositores fuera del territorio nacional,como los casos de Jesús Galíndez, Mauricio Báez y Pipí Hernández,entre otros.
El ex-presidente de Venezuela,Rómulo Betancourt, fue un acérrimo crítico del dictador Trujillo. En más de una ocasión solicitó de la OEA el no reconocimiento de su régimen. El Sátrapa del Caribe lo intentó asesinar en más de una oportunidad. El último atentado fue el 24 de junio de 1960, durante la celebración de un aniversario de la Batalla de Carabobo, cuando un auto cargado de dinamita explotó al paso de la caravana presidencial. La explosión cobró la vida del coronel Ramón Armas Pérez. El presidente recibió quemaduras en el rostro y una mano. El primer intento fue durante el exilio de Rómulo en Costa Rica, en el año 1953.
El 7 de diciembre de 1948, una junta militar, dirigida por los oficiales Delgado Chalbaud y Pérez Jiménez, depuso al Presidente de Venezuela,Rómulo Gallegos. El Partido Acción Democrática fue declarado ilegal, y su fundador, Rómulo Betancourt, marchó al exilio. Luego de una estancia por los Estados Unidos se estableció en Cuba. El 10 de Marzo de 1952 se asiló en la embajada de Guatemala, producto del golpe militar de Batista contra el Presidente Prío. Finalmente, en febrero de 1952, viaja con su familia a Costa Rica.
A mediados de 1953, un amigo de Rómulo Betancourt en la misión diplomática de Venezuela en Costa Rica le alertó sobre la presencia en el país de dos sicarios, pagados por Trujillo, para aseinarlo. Según la información, los individuos arribaron procedentes de Honduras, acompañados de una mujer, propietaria de un burdel en Tegucigalpa, y se nombraban Manuel Orive Fernández y Jesús González Rodríguez,ambos de nacionalidad cubana.
Manuel Orive Fernández y Jesús González Rodríguez, alias el Panaderito, fueron miembros de la organización gangsteril,Acción Revolucionaria Guiteras(ARG),dentro de la sección dirigida por Rubén Aldama. Ambos participaron en atentados contra líderes sindicales y en asaltos a locales obreros. Luego del golpe del 10 de marzo desertaron de ARG y se unieron a la pandilla de Rolando Masferrer. Fueron reclutados para el atentado por el gángster perteneciente al Servicio de Inteligencia Trujillista, Policarpo Soler Cruz. Un ex-miembro del grupo de Policarpo en Cuba, Arnaldo Márquez Martínez, alias el Muñeco, hizo el enlace. Orive y González se reunieron en Nicaragua con Policarpo, donde recibieron instrucciones y un adelanto de 10,000 dólares.
Betancourt informó sobre los planes de atentado al Presidente José Figueres, quien de inmediáto ordenó medidas de seguridad.El líder de Acción Democrática analizó la situación con su secretario, Carlos Andrés Pérez, quien opinó que dada la peligrosidad de los individuos, las medidas tomadas por Figueres no eran suficientes para impedir el hecho. Carlos Andrés buscó la colaboración de dos cubanos,exiliados en Costa Rica, expertos en materia de atentados, Orlando García Vázquez y Raúl Hernández Rodríguez.
Orlando García Vázquez fue veterano de la II Guerra Mundial y uno de los 20 asesores que la Legión del Caribe envió a Costa Rica en apoyo del Ejército de Liberación Nacional de José Figueres, durante la rebelión contra Calderón Guardia,en 1948. Colaboró con la organización, Unión Insurreccional Revolucionaria(UIR), e integró el comando de ésa agrupación que asesinó al ex- Ministro de Gobernación, Alejo Cossío del Pino,el 12 de febrero de 1952. Fue miembro de la Triple A, organización antibatistiana que dirigió en Cuba Aureliano Sánchez Arango.
Raúl Hernández Rodríguez, alias el Patato, fue destacado gatillero de ARG (Acción Revolucionaria Guiteras)y uno de los principales lugartenientes de su Secretario General, Jesús González Cartas(a)el Extraño. Militó en la Triple A. Por sus actividades subversivas contra la dictadura de Batista se asiló en la Embajada de Guatemala, y posteriormente viajó a Costa Rica.
Carlos Andrés Pérez se reunió en su domicilio con Orlando García y Raúl Hernández,para analizar la situación. El Patato expresó conocer a los individuos por su militancia en ARG, y añadió que Orive trabajó como inspector de los tranvías. Orlando y Raúl opininaron que la única garantía para la vida de Betancourt era la eliminación física de ambos.En una reunión posterior asistió Rómulo Betancourt,quien exresó que el pueblo de Costa Rica era valiente, pero que era un valor colectivo,que a diferencia de los cubanos,los costarricenses no se disponían a realizar atentados. Al día siguiente García y Hernández comenzaron la búsqueda de los sicarios.
Al segundo día los vieron en un bar de la capital. Al producirse el encuentro los masferreristas reconocieron al “Patato” y lo saludaron afectuosamente, éste les presentó a Orlando García, y comenzaron a beber juntos y recordar “ los viejos tiempos“. A partir de ahí se estableció una relación de “amistad” en la que compartían casi a diario.
En uno de los encuentros, Orlando fingió estar disgustado con Figueres, alegando que era un mal agradecido, pues le había virado la espalda ahora que estaba sin dinero. Raúl expresó también su disgusto y añadió que estaban dispuestos a “cualquier cosa”. Los sicarios les comentaron sobre el atentado a Betancourt, y les insinuaron que eran bienvenidos a participar. No hubo respuesta.
En la siguiente reunión Orlando dijo que él prefería atentar contra Figueres,el protector de Betancourt. La sugerencia fue discutida, pero finalmente aceptada. La idea del cambio era facilitar la ejecución de los matones, pues el camino que conducía a la hacienda de Figueres era ideal para ésos fines, por lo apartado. Al final del encuentro Orive dijo que necesitaban un vehículo y Orlando aseguró que él podía conseguirlo. Al siguiente día habló con Carlos Andrés y éste le dió un jeep.
Raúl y Orlando hicieron un recorrido en el jeep a la hacienda de Figueres para escoger el lugar de la ejecución. El sitio seleccionado era conocido por“ El cerro de la Muerte”,a una hora de San José.Un lugar alto y frío, próximo a un volcán. De regreso vieron a las presuntas víctimas y les mostraron el jeep, acordando realizar un viaje de exploración a la finca de Figueres, para “ver si existían condiciones” para atentar en el lugar.
El día acordado se dirigieron a la hacienda la Lucha, en la Provincia de Heredia. Luego de una hora de camino, al pasar por un precipicio, Hernández dijo:-“vamos a parar para orinar”, y descendieron del auto. Pero Orlando, que viajaba en el asiento trasero,bajó detrás de los individuos pistola en mano y les disparó por la espalda.En el suelo el Patato los remató. Luego les registraron los bolsillos y tomaron algunos documentos que traían. Posteriormente,lanzaron los cuerpos por la ladera del precipicio y regresaron al apartamento que ambos compartían en San José.
A la mañana siguiente recibieron la visita del líder de la oposición contra Trujillo en el exilio, Juan Bosch, quien les comunicó que Figueres quería reunirse con ellos, y los llevó en su auto al encuentro con el Presidente. En la reunión, Figueres pidió que le contaran en detalle lo sucedido. Escuchó pacientemente. Concluído el relato, expresó una preocupación. Dijo que la mujer podía denunciar a las autoridades la desaparición de sus compañeros, y que la prensa aprovecharía la noticia para crear un escándalo. Agregó que ella podía identificarlos, pues habían compartido en varias ocasiones.
En un tono amable, Figueres les pidió que entregaran sus pistolas, “para evitar sospechas”, en caso de ser detenidos.Raúl gritó:-“yo no entrego mi arma a nadie”. Una fuerte tensión reinó en el ambiente. Entonces intervino Bosch, quien ofreció una solución Salomónica. Dijo que ambos se escondieran en la hacienda de Figueres, por ser lugar seguro, hasta que desapareciera el peligro. En cuanto a la mujer, sugirió que fuera deportada a Honduras por las autoridades de inmigración, dado sus antecedentes. La solución fue aceptada. El fundador del Partido de la Liberación Dominicana los condujo en su auto, esa misma tarde, a la hacienda de Figueres.
En el camino, Orlando viajó al lado del chofer, y Raúl detrás,junto a Bosch. En la carretera, casi al final del recorrido, un guardia que portaba un arma larga ordenó detener el vehículo. Pensando en una posible encerrona,Raúl encañonó a Bosch, quien exclamó:-¡Raúl,que haces!, pero el chofer aclaró que se trataba de un escolta, pues habían llegado a la hacienda presidencial. El guardia reconoció el auto y los dejó pasar. Raúl guardó la pistola y se disculpó con Bosch. Fue necesario pasar otras dos postas antes de llegar al chalet de la finca.
Durante varios días permanecieron en la hacienda de Figuertes. Juan Bosch permaneció junto a ellos.Pasaron el tiempo haciendo prácticas de tiro y montando a caballo. A menudo platicaban con un venezolano que operaba una planta de radio clandestina hacia Venezuela,ubicada en la planta baja. Transcurridos 10 dias sin vislmbrarse peligro regresaron a San José.
Raul Hernández marchó a Panamá. Al triunfo de la Revolución regresó a Cuba. En 1960 fue sentenciado a 20 años de prisión acusado de atentar Contra los Poderes del Estado.Fue puesto en libertad varios años antes de cumplir la sentencia. En 1992 visitó Miami. Murió en Marianao, Cuba, a finales de los años 90.
Orlando García ingresó clandestinamente a Cuba y participó en el primer intento de asalto al Palacio Presidencial,dirigido por la Organización Auténtica(O/A), donde iba a disparar con un mortero. En 1955 regresó a Costa Rica.Figueres lo nombró oficial de la guardia presidencial. En 1957 detuvo en San José a Herminio Díaz García, Jesús González Cartas(a)El Extraño, y un tercer individuo,apodado el Francesito. Los acusó de querer matar a Figueres por órdenes de Trujillo. Un hermano de Herminio exiliado en Miami,Rubén Díaz García,viajó a Costa Rica y logró su liberación. A principios de los 60 fue a Venezuela. Durante sus dos mandatos presidenciales, Carlos Andrés Pérez lo nombró Jefe de Operaciones de la DISIP(Servicios de Inteligencia Policial). Murió en Miami,en el año 2003.
Sobre Orive y González la revista Bohemia realizó un reportaje al ser hallados los cadáveres,varios meses después, por un cazador. El lugar era tan frío que los cuerpos aún no estaban descompuestos. Algunas personas atribuyeron la responsabilidad a Eufemio Fernández,otras,a Jesús González Cartas, el Extraño.
En la década del 60, durante una conversación con otro recluso en la prisión de La Cabaña, éste le dijo a Raúl Hernández, que él, y un individuo apodado “Casquillo”, fueron los autores de la muerte de Orive y Fernández.– “Fue el día más feliz de mi vida”, le confesó el Patato a un amigo cercano.
ENTREVISTAS.
1- Raúl Hernández Rodríguez. Habana. Miami 1992.
2- Orlando García Vázquez. Caracas,Venezuela 1991.
3- Rubén Díaz García.
4- Guillermo García Ristra(a)Billiken.
BIBLIOGRAFÍA.
Manuel Caballero. Vindicación de Rómulo Betancourt. Letras Libres. 2008.
Héctor Bencomo Barrios. Rebeliones Militares contra el Presidente Rómulo Betancourt. Boletín de la Academia Nacional de la Historia.Caracas. Octubre-Diciembre. 2001.
Juan Bosch. Reaccionarios y Comunistas lo persiguen por igual. El Diario de Caracas. 3 de Octubre 1981. Pag 25-26.
Alberto Bayo Giraud. Tempestad en el Caribe. México. 1950.
John Patrick Bell. Costa Rica.The 1948 Revolution.University of Texas Press.1971.
José Figueres.El espíritu del 48.Editorial Costa Rica.San José. 1990
Carlos María Jiménez. Legión del Caribe(Hazañas y Gloria) Editorial Borrás. San José.1948.
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