¿Trump, y Guaidó como que pierden debate en oposición? ¿Será un espejismo?
Eligio Damas
No creo necesario hacer ningún esfuerzo para demostrar que quienes menciono en el título han estado en posición contraria al diálogo y si por una acción de fuerza. Abundan las pruebas para ello y sería como llover sobre mojado. Pero como lo que abunda no daña, vamos a tomar dos muestras recientes, entre las más nuevas para insistir sobre la validez de esa afirmación.
Después de la reunión de Oslo de la semana pasada, Juan Gauidó señaló que fueron allí “engañados por el gobierno”. Fue ese un mensaje a una parte del universo opositor contrario a toda salida que no sea por la violencia y de inmediato, de acuerdo a los parámetros que allí se han venido configurando.
No obstante, casi inmediatamente, fue desmentido por los hechos. Pues Stalin González, al parecer como la cabeza visible de la comisión que por la oposición participa en las jornadas de Oslo, dio unas declaraciones que hablaron un lenguaje diferente. Dijo que ellas habían cumplido su objetivo y se manifestó esperanzado que condujeran a buen arribo y además anunció que, como prueba de eso, estaba previsto que en breve continuarían.
En medio de esto, diversos sectores se han venido manifestando alrededor del asunto. Para el 16 de mayo pasado, Mike Pompeo, Jefe del Departamento de Estado, informó que descartaban toda posibilidad de negociar con Maduro. El lector puede comprobarlo siguiendo el link: https://www.costadelsolfm.net/2019/05/17/stalin-gonzalez-en-oslo-no-hubo-contacto-directo-con-el-oficialismo/
Una semana después de la anterior declaración, el señor John Bolton, declara que la única opción para Venezuela “es la salida de Maduro”. Dicho eso, queda claro que está afirmando que no aceptan ninguna conversación posible puesto que pone de antemano un cierre definitivo a las mismas. Nadie se sentaría a conversar bajo esas condiciones. Es una manera nada sutil de negarse a conversar o contraria al diálogo. El siguiente link sirve para leer lo dicho por Bolton:https://www.costadelsolfm.net/2019/05/17/stalin-gonzalez-en-oslo-no-hubo-contacto-directo-con-el-oficialismo/
El 23 de mayo, hace cinco días apenas, la Casa Blanca anuncia haber colocado a Venezuela en la lista de países que representan una amenaza para su seguridad, equivalente a aquellos que tienen armas nucleares.https://www.aporrea.org/tiburon/n342301.html
Tal mensaje, además por lo tendencioso, está muy lejos de un deseo de paz, entendimiento y diálogo. Por el contrario, revela hasta dónde, entre quienes manejan la diplomacia de Estados Unidos, están predispuestos, si las circunstancias les favorecen, a intervenir militarmente en Venezuela.
Mientras tantos, aparte del mensaje implícito en la actitud y la palabra de Stalin González, portavoz de buena parte de la oposición, otras voces del mismo universo han venido hablando en la misma dirección.
Un día antes de la anunciada decisión de la Casa Blanca de colocar a Venezuela en esa como “lista negra”, el señor Guaidó declaró a la prensa que se disponían volver a la mesa de negociación en Oslo, aunque dejó sentado que su propósito inmediato era“sacar a Maduro del poder”. https://www.nytimes.com/es/2019/05/21/oposicion-guaido-dialogo-maduro/?action=click&clickSource=inicio&contentPlacement=3&module=toppers®ion=r
No es trabajoso comprobar como el personaje intenta como establecer un equilibrio entre los deseos de la Casa Blanca y lo decidido por el universo opositor venezolano.
Para hoy domingo 26 de mayo, Guaidó anuncia que han decidido retomar las conversaciones con el gobierno que se reiniciarán en Oslo la próxima semana.
Si nos tomamos el trabajo de comparar las declaraciones dadas por los representantes de la diplomacia estadounidense y el señor Guaidó acerca de la opción venezolana, no es tarea difícil comprobar cómo ha habido perfecta coincidencia entre unas y las otras. Es más, no es aventurado asegurar que lo que Guaidó anuncia como meta y práctica del universo nacional que representa suele coincidir con lo que las autoridades estadunidenses dicen primero. No creo necesario aportar pruebas para esto, proceda el lector a revisar las declaraciones de ambos, de los voceros del señor Trump, de él mismo y de Guaidó, y comprobará cómo ha habido perfecta coincidencia entre unas y otras.
Pero también es evidente que a última hora la actitud de Guaidó ha variado con respecto a la que ha asumido el vocerío estadounidense. Mientras el señor Mike Pence, vicepresidente de EEUU, declara hoy domingo 26 de mayo que en Venezuela “se acabó el tiempo para el diálogo y “es momento para la acción” http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/politica/mike-pence-insiste-en-otra-via-distinta-al-dialogo/, este mismo día, se hizo público, por intermedio del Ministerio para Relaciones Exteriores de Noruega, una nueva convocatoria para continuar dialogando en Oslo. https://www.europapress.es/internacional/noticia-gobierno-venezuela-oposicion-citan-proxima-semana-noruega-segunda-ronda-contactos-20190526122355.htm.
Ante esa convocatoria, Guaidó ha emitido un comunicado en el que ha anunciado su decisión de "seguir avanzando tanto en la construcción de una fuerza de cooperación como en la mediación internacional para lograr una salida de la dictadura y, por ende, de la crisis".
Vale la pena resaltar que, aparte de la incorporación de Vicente Díaz, quien según se dice ejerce la representación de Guaidó, los demás son los mismos de la vez anterior, es decir, Stalin González, quien la preside, Fernando Martínez Mottola y Gerardo Blyde.
Es significativo resaltar ese hecho, en buena medida, la representación fue ratificada. Por supuesto, como para dejar su impronta o huella, el comunicado de Guaidó, señala que la meta es “lograr la salida de la dictadura”. Pero además agregó algo novedoso como que "Para evitar un uso engañoso que se pueda dar a este proceso y generar desconfianza, dividirnos y aliviar presión, informaremos oportunamente sobre los pasos que se den en esta instancia".
Observe el lector, como el comunicado atribuído a Guaidó que habla de la próxima reunión en Oslo, no obstante se cuida al decir de seguir avanzando en la “construcción de una fuerza de cooperación”, lo que alude discretamente al plan invasor.
Y además para seguir en sintonía con lo que había venido haciendo y no romper los lazos con sus aliados del norte, en el mencionado comunicado agrega que “todas las opciones siguen estando sobre la mesa".
Estando en esta instancia, es muy saludable tomar en cuenta lo que ha dicho el comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores del país nórdico, según el cual "los representantes de las principales fuerzas políticas en Venezuela tomaron la decisión de regresar a Oslo la próxima semana para continuar el proceso (de diálogo) auspiciado por Noruega".
Según ese importante vocero, al cual mañana no podrían desmentir con éxito, la decisión de la asistencia a esa reunión fue tomada “por los representantes de las principales fuerzas políticas”. No se trata de un grupo que se apareció por su cuenta a Oslo a hablar con la gente del gobierno. Aparte que el propio Guaidó se ha encargado de informarlo.
Y hay algo más, el comunicado de Guaidó habla que informarán oportunamente de los pasos dados para “evitar un uso engañoso” de lo derivado de esas reuniones y mantener la unidad.
De todo lo anterior uno concluye, sin que esto sea determinante por razones obvias, que en la oposición en su conjunto pareciera haber hoy una posición uniforme frente al diálogo de Oslo, como que toda ella participa en concordancia, lo que contradice lo dicho en último momento por Mike Pence, quien recordemos y perdonen repita, pero hace falta, ha dicho que “no hay tiempo para el diálogo, es momento para la acción”.
También ahora mismo, el 25 de mayo, hablando desde el Estado Lara, Guaidó, ante una reunión pública de sus partidarios, se vio obligado a defender la presencia de su representación en Oslo, de manera muy significativa, tanto que deja entender los desacuerdos derivados de la persistente prédica extremista: “El que no entienda que tenemos que jugar en todos los tableros, que tenemos que tener presencia activa en todos los lugares, (…) entonces está cooperando con otra causa”.
No ha sido frecuente en estos últimos veinte años que la oposición al oficialismo haya dado muestras como esta, la de estar en discrepancia con lo que pareciera ordenar la Casa Blanca. Y esto, para los venezolanos es un gesto muy significativo. Pareciera indicar que dentro de ese universo venezolano las fuerzas partidarias de la paz, búsqueda de la concordia y una salida honorable y generosa a nuestra crisis, se fortalecen.
Otro hecho significativo y hasta novedoso es como Guaidó pareciera preocuparse ahora por la unidad interna, circunstancia que antes pareció haber preocupado muy poco a quienes se exhibían al frente de ese universo. Vale decir, ¡amanecerá y veremos!
Si uno se guía por esas señales se podría pensar que la opción violenta, la principal puesta sobre la mesa, en este momento pudiera estar perdiendo adeptos en la oposición; y la paz, como ha sido siempre, aumenta sus respaldos. Pero ese debate para su mejor destino, desenlace, también requiere prudencia y sensatez de parte de quienes esto de verdad desean.
Entonces también el momento demanda, del lado del oficialismo primordialmente y todas las restantes fuerzas, una lectura apropiada de la coyuntura, como tomar acciones que fortalezcan a quienes impulsan ese cambio y adapten su conducta, lenguaje y hasta aspiraciones de manera que puedan neutralizar a los violentos, la guerra, injerencia y por ende a los enemigos de nuestra soberanía.
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