xamsel (xamsel@aol.com)
Como la venganza del “Coquí”
Entre las grandes desgracias ocasionadas por el paso del ciclón “María” por la isla de Puerto Rico hay una de ellas que entristece el alma de todos los puertorriqueños donde quieran que se encuentren, ya estén en su devastada isla de Brinquen que en la cosmopolita New York, que en la ciudad de Orlando o el mismo revuelto Miami, puesto que se trata de que se cuentan por cientos de miles las ranitas “Coquí” que han desaparecido de sus campos, muertos a consecuencia de los vientos, las aguas y la inundaciones del malhadado desastre ciclónico que arrasó allí con “las quintas y con los mangos” dejando a su paso una estela de dolor y espantosa tragedia humana.
Se dice que los puertorriqueños están emigrando por miles todos los días hacia territorio continental- son ciudadanos con derecho al voto en este país- y que vienen también en busca de una vida mejor, puesto que la que tenían en su tierra natal- que no era del todo buena- forma ya parte de “Lo que el viento se llevó”, que viene bien a este desastre el título de la famosa película de Hollywood sobre la Guerra Civil norteamericana.
Y como bien dice un popular refrán, “que no hay mal que por bien no venga”, la emigración puertorriqueña a Estados Unidos, especialmente a La Florida- puesto que en su inmensa mayoría son Demócratas de Partido- esto cambiará radicalmente el ajedrez político de este Estado, especialmente en lo que se refiere al Gran Miami, donde hasta ahora la fuerza dominante entre los hispanos es la de la extrema derecha cubana, con su “Trumpismo “ oportunista de nuevo cuño que encabeza el “pequeño” Senador Marco Rubio como lo bautizara despectivamente el propio Donald Trump.
Los puertorriqueños están que trinan contra el Presidente y los Republicanos, como hace el Coquí en las madrugadas, puesto que a la poca atención a su tragedia se añade el insulto, al decir el mandatario que la actuación de su administración en Puerto Rico, después del desastre ha sido “excelente”, aunque todavía a estas alturas la isla no tiene ni agua potable ni hay electricidad.
Bienvenidos los hermanos boricuas a Miami. Será para la historia como la venganza del Coquí.
Y hasta la próxima entrega de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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