ELIGIO
DAMAS
En veces uno cree estar solo y hasta viendo visiones. Dice lo que dice y
escucha a los del gobierno hablar como si estuviesen del lado de lo que fueron
o mejor son nuestros sueños, pero “achantaos”, dejando que todo el mundo los
golpee y hasta cambiándose de bando, mientras hablan, cuanta pendejada se
les ocurre, conscientes de lo que hacen pero intentando cubrirse con un manto
de dignidad; ese del discurso romántico, con dejo de epopeya y grandeza de los
libertadores. Pero al ver a otros y, hasta gente que uno ha tenido como
respetable, en actitud contraria a la de uno, nos sentimos mal, nos llenamos de
dudas y llegamos a creer que se nos rompió la brújula. Ayer mismo, como
cada vez que nos reunimos, lo que ocurre con frecuencia, un académico amigo y
yo volvimos a discrepar al evaluar la coyuntura y la conducta del gobierno. En
veces me produce malestar o mejor complejo de culpa, pues por el peso de la
opinión de mucha gente valiosa y trayectoria en el campo militante y el trabajo
intelectual, dudo acerca de mis razones y la validez de mis discrepancias con
ellos.
Cuando leo o escucho analistas muy respetables como Eleazar Díaz Rangel, José
Vicente Rangel y tantos otros que sólo miran las dificultades en el campo
opositor y pasan por alto las que el venezolano confronta, como que un cartón
de huevos rebasó los cuarenta mil bolívares, y al gobierno eso pareciera
importarle un comino, la desatada especulación, marramuncias con cuanta cosa
entra al país, como está sucediendo con las medicinas y la harina rusa que han
llegado y por lo cual hubo fanfarrias del bando oficial, pero no se ven en el
mercado nacional y ya hay denuncias que andan por Colombia, uno termina como
sintiéndose solo, como Rondón y con la sensación que nos estamos
construyendo un mundo paralelo distinto al real. Advierto que sí, supongo que
al gobierno eso le preocupa, es natural, pero no lo manifiesta, como si con esa
actitud aminorara las penas. ¿Las de quienes de él forman parte o las nuestras?
De repente suenan campanas o a uno le pellizcan y comprobamos que estamos en la
vida y percibiendo el transcurrir tal como es. Esto mismo he sentido ahora
mismo cuando he leído el artículo de mi viejo amigo y compañero del MIR de los
tiempos clandestinos Julio Escalona, quien ahora es Constituyente. Julio ha
sido un hombre, dentro de su habitual discreción, de enorme capacidad y agudeza
para captar el movimiento, bastante vinculado a figuras importantes de las que
ahora gobiernan. Si bien es de una generación anterior, la misma de quien esto
escribe, ha estado muy vinculado a aquellos, pues se encontraron en esos
partidos como la Liga Socialista, de la izquierda, nacidos en los tiempos de la
decadencia o final de la lucha armada. Aunque es verdad que, salvo su
participación en nuestra delegación en la ONU años atrás, ha estado fuera de la
estructura gubernamental, no obstante su opinión generalmente ha coincidido con
el proceder de quienes si están adentro y se ha esmerado en explicarnos muchas
cosas, sobre todo aquellas que nunca hemos entendido. Creo que a Julio lo ha
movido la comprensible intención de alumbrarnos el camino y procurar no
olvidemos la jerarquía de las contradicciones o lo que es lo mismo, no nos
confundamos al intentar identificar o tener presente al enemigo principal. Pero
por encima de todo percibo a Julio como empecinado en mantener la unidad entre
revolucionarios y antiimperialistas.
Pero es verdad que todo tiene un límite. Los venezolanos en número de más de 8
millones votamos el 30J por la paz, eso es cierto. Y fue exitoso. La oposición,
la de dentro y fuera, acusó el rudo golpe. Pero también votamos para que la ANC
no se pusiese a definir una estrategia a largo plazo, como quien se prepara
para invadir planetas al otro lado del sol, sino para solucionar problemas
agobiantes de ahora que nos están hasta acortando la vida y ponen al borde de
un estallido social sin precedentes y en peligro hasta la existencia de ella
misma. Como los opositores se decepcionaron de la AN que ofreció de todo y nada
hizo, ahora quienes votamos el 30J, percibimos que la ANC fuese por el mismo
camino. Eso es un clamor nacional. Cada día, los precios de la comida,
medicinas suben hasta tres veces y no hay quien haga nada para mejorar eso y,
lo que es peor, ni siquiera hay señales que en algún sitio u organismo se esté
haciendo algo para por lo menos detener esa tendencia. El gobierno, con eso de
los “precios acordados”, parece estarse burlando de los
venezolanos igual que cuando habló de “Sacudón y Revolcón”. Lo
que hace Tarek William Saab en materia de corrupción, por lo que merece nuestro
aplauso, no es sino un gesto como obligado, porque ya no se puede seguir
ocultando los cadáveres putrefactos de compañeros del camino. El gobierno le da
como luz verde al Fiscal, para ganar indulgencias con su escapulario y hasta
con su propia vida. Pero uno duda hasta llegará eso por lo que podría haber a
lo largo de la cabuya; advierto, ya hay rumores, según los cuales, los
personajes señalados como corruptos y presuntos presos, andan por las calles.
Como dije, todo tiene un límite y el hombre una capacidad de aguante. Anteayer
viernes 6-9 apareció en Aporrea un artículo de Julio Escalona titulado “Rondón,
salve Ud. La patria”. En ese artículo, Julio comienza por recordarnos que en
Venezuela “Rondón se ha hecho sinónimo de pueblo”. De donde del
mismo título uno concluye que llama al pueblo a salir a reclamar sus derechos
porque pudiera ser no tiene quién por él lo haga.
Dice, como uno que, “el pueblo centró su expectativa en la ANC”. Pero,
esto lo decimos nosotros, pese que él también lo dice de otra forma, la guerra
contra el pueblo se ha acentuado y gobierno y ANC misma parecieran
eludir la tragedia, como si eso nada les importase. Por eso dice Julio “Se
siente que no ha habido hasta ahora medidas públicas efectivas para
derrotar la especulación, arma clave de la guerra imperial”.
Pone énfasis, como arriba comentamos, en la injerencia “imperial”,
pero reconoce la ineficacia del gobierno y la ANC.
Llama a derrotar la abstención, fenómeno que si bien es
verdad que amenaza al bando opositor, como reconocen Eleazar Díaz Rangel y José
Vicente, también lo hace en el campo del gobierno. La frustración por la
actuación de la ANC, que más parece un espectáculo de vodevil y el estado
como de alelamiento del gobierno, han incrementado el descontento; los aumentos
de precios son descomunales y por eso Julio dice con preocupación alarmante “No
se trata sólo de derrotar a los candidatos opositores. Es a la política
de Trump”. Trata de volver a la contradicción fundamental sin olvidar
el rol que le corresponde al gobierno.
Por último, hace un llamado urgente a la puesta en práctica de un programa
urgente que contenga la publicación de “lista de quienes han
recibido dólares preferenciales para importar bienes esenciales; de
importadores que luego han vendido esos bienes a dólar-today; investigar a
instituciones públicas que hayan importado bienes con dólares
preferenciales y luego los han entregado a cadenas de distribución
privadas que organizan el bachaqueo”. Sigue la lista de
proposiciones que Julio hace al gobierno y la ANC como de manera angustiada. En
buena medida contiene algunas de las cosas que muchos de nosotros hemos venido
reclamando ante la actitud como indiferente o de combatiente entregado que
pareciera caracterizar al gobierno. ¿No es esa acaso la del SUNDEE ante la
descarada especulación y de SUDEBAN con respecto al dinero efectivo? ¿Acaso no
es verdad que este gobierno que uno no sabe si es izquierda o de derecha, nos
ha aplicado un corralito en materia de dinero efectivo, tal como usualmente
recomienda el FMI?
Después de leer aquello escrito por Escalona, como dije antes, uno siente como
si lo hubiesen pellizcado y con ello convencido que estamos despiertos y hasta
viendo con claridad la realidad.
Estoy de acuerdo con Julio, cuando dice que de ponerse en práctica lo que él
propone y nosotros también, “Rondón, la ANC y el presidente Maduro
estarían salvando la patria”, pero me pregunto, ¿hasta cuando la
gente, como Julio y Rondón, deben esperar que los demás, justamente quienes
gobiernan, despierten y procedan en todos los sentidos como debe ser? ¿Y
revolcones y Sacudones de verdad perdieron vigencia o no?
De todos modos me alegra que Julio haya hecho sonar o mejor tañer esa fuerte
campana. Hacía falta. Por lo menos me entra un fresquito.
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