martes, 24 de octubre de 2017

INDIFERENCIA


Pero el gato siguió con su paso lento, inalterable.
Era un gato viejo, suave, misterioso,superior:
que no le importaba la vida ni la muerte.
Ayer ví un gato Viejo,
que lo dijo todo con su paso indiferente.
Ya no tenía ojos de fuego
sino una sabia mirada de luz.
Entonces, intenté aparcar para darle un poco de comida:
pero desapareció en la noche.
El señor que iba detrás de mi
y que siguió tocando la bocina con furia:
No entendió nada.

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