ELIGIO DAMAS
Ante posiciones tan descaradas, por ellas mismas y quienes las hacían, los cumaneses solíamos, decir:
-“¡Estas si son vainas!”
Doce perritos, los mismos de la perrera del presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, se han vuelto a reunir en torno a la bandeja de perrarina y entre dentellada y dentellada, han pedido se auditen los resultados de las elecciones regionales de Venezuela.
-“¡Estas si son vainas!”
La lista de animalitos es la misma que antes cuestionó la Constituyente. De donde es evidente que ellos se creen con derecho a meterse en cualquier asunto, hasta doméstico nuestro, sin que nos metamos en sus perreras y cosas perrunas. Nos tienen en la mira y examinan en detalle, como perro o mejor “mono que no se ve su rabo”.
Fue la nuestra, la de este domingo, sólo una elección regional, donde se escogían 23 gobernadores. Porque nosotros elegimos en buena medida nuestras autoridades, primer punto de ventaja que le llevamos a los doce perritos.
Nuestro proceso electoral, calificado por el ex presidente Carter como el mejor y más seguro del mundo, es absolutamente ajeno a la manipulación, pues aparte del voto electrónico, dentro de un sistema que se audita varias veces antes y después del proceso con observadores de todas la tendencias y hasta internacionales, que deja una constancia en la máquina y otra en la urna donde el votante deposita constancia del voto, el cual el mismo audita y comprueba por quién votó, es otra de las ventajas frente a los doce perritos. En donde ellos habitan y mandan, se vota como cuando se amarraban los perros con longanizas o como decimos los cumaneses, “como en los tiempos de María Castaña”, donde la lógica es hacer trampa. Segundo punto este que le sacamos a los doce perritos.
Siendo estas unas elecciones regionales la participación sobrepasó el 70 por ciento; lo que es lo mismo, 28 por ciento aproximadamente, por distintas razones no acudió a votar o se abstuvo. Igualmente, en las recientes elecciones por la Constituyente del 30 de julio próximo pasado, pese a la abstención del sector opositor, de lo que todo el mundo sabe y el por qué, que no es otra cosa que quieren tumbar al gobierno violentando todo la legalidad que falsamente dicen defender, la participación llegó al 42 por ciento, votaron 8 millones y más de venezolanos, lo que tomando en cuenta lo dicho, fue abundante y hasta exitosa, si juzgamos con criterio cuantitativo. Tanto que paralizó a los violentos y desbarató, por lo menos en lo inmediato sus planes. Sería este el tercer punto a favor nuestro y contra los perritos.
Pero este cuadro pintado hasta aquí quedaría insuficiente, si no le añadimos las muestras de proeza dadas en el Táchira por cientos de venezolanos que remontaron montañas, atravesaron ríos, para eludir los acechos de paramilitares, venezolanos y colombianos, que intentaron impedir que ellos acudieran a votar. ¡Esto no es frecuente verlo!
Cuarto punto de ventaja a favor nuestro
Si uno se toma el cuidado de revisar la lista de los doce, donde por razones de táctica y disimulo no aparece EEUU, pues serían trece, número pavoso, por cierto encabezada por Canadá que en ningún sentido tiene nada que ver con nosotros y menos autoridad moral tiene para hablarnos de soberanía, independencia y democracia electoral. Luego siguen, entre otros, Brasil, Chile y Colombia. Volviendo sobre Estados Unidos, a raíz de la conversación entre Macri y Trump, con posterioridad a las elecciones regionales nuestras, interrogado el funcionario del Departamento de Estado que divulgó los pormenores, en virtud que no se habló sobre la actitud de ese país en lo relativo a la solicitud que aquí se comenta, respondió “no hay más nada que añadir”.
Brasil, el país de los cariocas, de Jorge Amado, Carlos Luis Prestes y Lula, ahora bajo la usurpada presidencia de Temer, aparece en esa lista. ¿Pero qué autoridad moral, aparte que es un asunto que no lo compete, pues eso sólo atañe a los venezolanos, tiene Temer para dudar de nuestros resultados electorales y pedir auditoria? Es él un presidente expureo, producto de un golpe de Estado planificado y ejecutado por políticos corruptos que destituyeron a la presidente electa por una montaña de votos, como unos 35 millones, para ponerle de monigote y tapar corruptelas y amparar delitos. ¿De qué votos, votación y hasta auditoría puede hablar Temer, quien como él, cual ladrón que entra subrepticiamente a un espacio, puede reclamar legalidad y hasta auditoría? Quinto punto a nuestro favor.
Chile, con la señora Bachelet al frente, también pide auditoría. En su país todavía se aplica la Constitución dictatorial de Pinochet, donde parte de los integrantes del Poder Legislativo, no los elige nadie. La señora Bachelet misma, si a ver vamos, como decimos acá en la patria de Bello, es hasta presidente dudosa. La abstención en su país, donde los pobres casi no votan, cuando ella resultó electa, pasó del 65 por ciento. Es decir, que entre ella y la señora mandada por Piñera que se le opuso, sacaron apenas un 25 por ciento, tocándole a ella quizás, catorce por ciento. Pero ella tiene el “tupé”, ¡miren qué vainas!, de aparecer en la lista que quiere que aquí auditemos. Sexto que les llevamos por encima.
Voy a finalizar con Colombia. Si usted lector, quiere saber, dónde hay presidente y hasta legisladores sin apoyo popular, revise las cifras electorales de Colombia. En ese país la abstención, tradicionalmente es descomunal, uso esta palabra porque si dijo gigantesca, me quedo corto. Allá hay cifras cercanas al 70 por ciento. Los porcentajes sacados por Santos y el candidato de Uribe, sumados uno con otro, no llegan al treinta por ciento y un poco más de la mitad le tocó al ganador, el señor Santos. No es difícil al lector comprobar lo que decimos buscando en la red esos resultados. Si las cifras de abstención son grandes, más la de los humildes asesinados por el paramilitarismo y de los falsos positivos del gobierno. ¿Qué autoridad moral, política ampara al gobierno colombiano para dudar de nuestro sistema electoral? ¡Cónfiro, con esto llegamos a siete puntos! Justo mi número mágico.
Si quiere saber alguien de algún país donde se vota en masa, ese es Venezuela. Estas de ahora fueron apenas regionales y la abstención fue menor del 30 por ciento y eso es una constante. Cada elegido cuenta con respaldo respetable, aparte de la pulcritud del proceso.
Pero…..¡Estas si son vainas!
Los doce perritos, porque eso de perritos, como sabe el lector no es una calificación peyorativa nuestra, sino así les llama Pedo Pablo Kuczyinski, presidente de Perú, están pidiendo con retraso una cosa que ya solicitó el propio presidente Maduro, porque confía, como el venezolano mayoritario en el sistema electoral. Y es más, para desconsuelo de los doce canes, su petición no se quedó en eso, sino fue más exigente y radical, pidió se auditase el 100 por ciento de los votos. ¿Dónde se ve eso, en Chile de Bachelet, Brasil de Temer y Colombia de Santos?
Pero para muestra basta un botón, el lector pude cerciorarse, siguiendo el link al final, como Henry Ramos Allup, jefe del partido AD, de la MUD, que se alzó con cuatro gobernaciones, reconoció los resultados e informó que en la tarde del domingo ya lo sabían por la poca afluencia de sus electores en determinados espacios. A los perritos, Ramos Allup “mató la perra”.* Y, al final, llegamos a los ocho puntos.
*En Venezuela, “matar la perra o ahorcar la cochina” quiere decir dejar al adversario, en la mesa de dominó, con el doble seis en la mano al final de la partida que se tranca. “Matar la perra”, también se dice, cuando se demuestra contundentemente que alguien miente.
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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 10/20/2017 03:28:00 a. m.
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