“La ceniza, Senador”
Del archivo de mi memoria recuerdo gratamente a un personaje de ficción que llegó a ser muy popular entre los televidentes cubanos en la época anterior a la Revolución. El actor interprete del programa era Carlos Moctezuma y a su personaje le llamaban “Ñico Rutina”, la estampa viva del cubano pícaro, dicharachero y “guatacón” que no desperdiciaba tiempo ni ocasión en su oficio innoble de alabardero de los ricos y poderosos de entonces, representados en la comedia televisiva por un deshonesto Senador de la república, interpretado por un conocido actor cubano de la época.
La frase pronunciada con gracia por Ñico Rutina, “la ceniza, Senador”- a la vez que colocaba su mano abierta cerca del tabaco encendido del camaján politiquero- se convirtió entonces en la estampa viva del buen humor criollo que retrataba a la par a dos personajes que debieron formar parte también de la republiquita cómica de “San Nicolás del Peladero”.
Traigo esta historia folclórica de la Cuba de ayer a colación por la noticia que acaba de publicarse en la prensa norteamericana informando que el próximo día seis del cercano mes de septiembre el Senador Demócrata de origen cubano Bob Menéndez tendrá que presentarse ante un tribunal de justicia que le juzgará por el delito grave de corrupción política relacionando su caso con el de un médico dominicano acusado de estafar al sistema de salud de Estados Unidos de más de 60 millones de dólares.
Bob Menéndez a través der toda su carrera política ha sido un acérrimo partidario del bloqueo económico a Cuba haciendo causa común con el resto de los legisladores de origen cubano que en el Capitolio de Washington han mantenido una política de agresión contra su país de origen, algo que los retrata a todos ellos como odiosos enemigos del pueblo cubano.
No creo que esta vez aparecerá en la escena un “Ñico Rutina” que le diga a Bob Menéndez en tono sonoro de guataca incondicional: “La ceniza Senador”.
Les habló para Réplica de Radio-Miami su director Max Lesnik.
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