viernes, 11 de noviembre de 2016

TRADUCIDO DESDE EL MAS ALLA POR MAX LESNIK


Traducido del más allá por  Max Lesnik
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 Los voceros de la extrema derecha cubana de Miami están atribuyendo   la victoria electoral  del candidato Republicano Donald Trump en el  Estado de La Florida  al apoyo que ellos le dieron en las urnas. En realidad nada  de ello está más  lejos  de la verdad.campaign-2016-trump-florida
Yo no sé si Donald Trump  se tragará  esa  mentira de conveniencia  fabricada por  el Lobby cubano de Miami, pero si el  nuevo Presidente de Estados Unidos no  es  tonto- y nada  de un pelo de eso parece tener  en su  rubicunda  cabeza-sabrá a ciencia cierta que su contrincante Demócrata   en las elecciones prudenciales   le ganó de calle por  amplísima mayoría  el Condado Miami-Dade  y  todo  el sur  del Estado  Floridano,  que  es precisamente  donde  está  concentrado   todo el voto de los cubanoamericanos,  lo que hace  suponer que buena parte  de  ellos  votaron por  Hillary Clinton y  no por  Donald Trump,  de acuerdo  a lo que   arrojan los  resultados electorales.
Otra prueba  de ello mas contundente aún, es  que  el Senador  Marco Rubio campeón del anti-castrismo  furibundo y niño lindo de la extrema derecha cubana  de Miami sacó  muchos  menos  votos  en el  Condado  Miami-Dade  que su contrincante Demócrata  Patrick Murphy quien abiertamente  proclamaba  su apoyo  a  la  política  de  relaciones  con Cuba  instaurada  por el Presidente Barack Obama. Dos pruebas  contundentes  de  que  la victoria  de Trump en La Florida nada tiene  que ver  con el  voto de los  cubanos de la extrema derecha.
Donald Trump  ganó La Florida  por  el  apoyo  que le dieron los  electores  blancos  conservadores del norte  del Estado,  que tienen más  en común  con los  otros  Estados  sureños- donde  impera todavía  el  racismo-  que con la  zona  más urbana del sur  de La Florida que es donde  se concentra  el voto  de los  cubanos de derecha.
Eso  explica entonces por qué  Hillary Clinton y Patrick Murphy sacaron más votos- abrumadoramente  miles- en el Condado Miami- Dade- que es donde  está  el foco  de los  cubanos en La Florida- que los  sufragios  que  obtuvieron  Marco Rubio  y Donald Trump.
¿Qué por qué entonces  resultaron  electos  los  Congresistas cubanoamericanos  del  sur  de La Florida Mario Díaz Balart, Carlos  Curbelo e  Ileana  Ros?  Eso habría que preguntárselo  a la Congresista Demócrata  Debbie Wasserman-Schültz  gran amiga  de  ellos, que por  razones  inconfesables nunca quiso darle recursos  de la tesorería democrata – que  ella  tenía bajo su control- a candidatos  de su Partido  dispuestos a darle una seria  batalla  a los  Congresistas  cubano-americanos  del Partido Republicano. El pacto con ellos estaba basado en que  la Wasserman-Schultz-  gran  amiga  de Hillary Clinton-   no apoyaría con dinero del Partido   a ningún contrincante serio  contra  los Congresistas  Republicanos  de origen cubano,  a  cambio de  que ellos no apoyaran a Donald  Trump. Pudiera  llamarse el pacto  de la  doble traición.
Decía Joseph Goebles  el jefe de la  propaganda  del  nacismo hitleriano que una mentira repetida  mil veces se convertía en una verdad  aceptada por  todos. Y parece  que  en eso  anda  la extrema derecha cubana  de Miami cuando afirma  que  la victoria  de  Trump  en La  Florida  se  debió  al  voto de ella en las pasadas elecciones presidenciales.
Si Donald Trump  se va  con la “podrida”  de que  ganó  la  presidencia   de su país gracias  al  voto de la extrema  derecha cubana  de Miami, estaremos  de nuevo en presencia de un regreso al pasado de confrontaciones  entre  Estados Unidos  y Cuba en la  que nada tienen que ganar los pueblos de ambas naciones.
Todo es  posible si la gran mentira “gobeliana” de la  extrema derecha cubana de Miami  se transforma  en verdad  para  la Casa Blanca  de Donald Trump. Ahí se las  dejo y los  pongo a pensar.
Y hasta el próximo lunes amigos  de El  Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.

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