112 años de República
Félix Sautié Mederos
Y la historia no se puede negar
Cuando el 20 de mayo del 2002 se cumplieron cien años de la proclamación de la República de Cuba, publiqué una Crónica titulada EN EL CENTENARIO DE LA REPÚBLICA de la cual quiero citar un párrafo que considero mantiene toda su vigencia, quizás más aún en este 2014 cuando han transcurrido 112 años de aquel controvertido acontecimiento, ahora en medio de las incertidumbres, los desencantos, las contradicciones y las lentitudes del denominado proceso de actualización del Sistema Económico cubano aprobado por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y de las intenciones de cambiar todo lo que deba ser cambiado, según se ha planteado públicamente por la dirección del país.
Cito, pues, mis consideraciones de entonces sobre el Centenario de la proclamación de la República de Cuba: Fue el estado nacional que pudieron legarnos nuestros abuelos y nuestros padres, en un tenaz enfrentamiento contra las apetencias anexionistas de los Estados Unidos que emergían con gran fuerza como potencia mundial en aquellos momentos. La República en 1902 fue un paso muy importante, no el definitivo pero fue un avance hacia el futuro que según sabemos después casi de inmediato, fue mediatizado, pero que si lo comparamos con la situación que aún hoy presenta Puerto Rico, territorio implicado en el final de la guerra de Independencia en 1898, nuestra República constituyó una notable diferencia sobre la cual después y a cien años vistos hemos podido continuar avanzando los cubanos, en un largo proceso de luchas, frustraciones y logros que hacen que hoy seamos considerados en todo el mundo como un país realmente independiente y con personalidad propia indiscutible. Por eso no pueden ser comprensibles las actitudes dogmáticas y esquemáticas, que hoy desestiman la importancia histórica de aquel 20 de mayo de 1902, a pesar de todo lo que justamente pueda colgársele a este acontecimiento. (Fin de la cita)
Pienso hoy que lo expresado en aquellas consideraciones de hace 12 años que he citado, puedo reiterarlo de nuevo en este 112 Aniversario sin necesidad de mayores añadiduras porque lo esencial es que tenemos República y somos libres para tomar las decisiones económicas y políticas que sean necesarias para la solución de nuestros problemas, así como para el desarrollo de la Nación Cubana y la paz de todos los cubanos, y, para lograrlo, tener una República es la base existencial que necesitábamos para realizar todo lo que nuestros antepasados no pudieron resolver además de solventar nuestros propios errores añadidos que no son pocos. Ello es una realidad consustancial: Tenemos República y a los cubanos de los siglos XX y XXI nos ha correspondido la lucha para liberarla de las ataduras con que nació y seguir desarrollándola en una continuidad histórica que se ha reiterado con insistencia por la Dirección del país, de ser los continuadores de los mambises y próceres de nuestras luchas de independencia.
En este orden de cosas, nos encontramos que durante mucho tiempo interna y contradictoriamente se ha mantenido la vigencia de un tabú que ha formado parte de las prohibiciones absurdas que tanto daño nos han hecho en lo espiritual y en lo material. Me refiero al cuestionamiento de la conmemoración del Aniversario de la República por considerarla mediatizada y espuria. Mientras tanto el tiempo ha continuado transcurriendo, un año tras otro, de manera imperturbable; y, a pesar de todo, reitero que tenemos República, incluso para haber realizado una de las Revoluciones más drásticas y profundas de la Historia Americana; y que diría yo, que se pudo hacer a partir de que se tenía una República con todas las mataduras que pudieran señalársele, pero que fue precisamente el legado y el paso adelante en la Historia de quienes lucharon en los albores de nuestra nacionalidad por la libertad y la independencia de nuestro país en contra de la esclavitud y de la sojuzgación de todos los cubanos.
En consecuencia, quiero expresar en este 112 Aniversario de aquel 20 de mayo, que considero absurdo continuar negando la Historia, porque lo que tenemos por delante los cubanos como obligación esencial del momento histórico, es la necesidad de actuar sin miedos y con decisión para resolver los muchos problemas que hoy nos aquejan: los que pudieran comenzar a solventarse a partir de la insoslayable necesidad de dialogar todos con todos, para encontrar los consensos necesarios que nos permitan desarrollar una república en la que quepamos todos con paz y justicia social sin exclusiones onerosas. Así lo pienso y así lo afirmo con mis respetos para las opiniones diferentes y sin querer ofender a nadie en particular.
E-Mail: fsmederos@gmail.com
Publicado en por Esto!, el martes 27 de mayo del 2014.
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