El científico que en 2015 advirtió
sobre el nuevo coronavirus está buscando una cura y evalúa el actual brote
Publicado:15 mar 2020 19:30 GMT
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Ralph
Baric, veterano investigador que lleva décadas estudiando los virus, hace cinco
años ya tenía la certeza de que un nuevo brote de coronavirus iba a producirse
tarde o temprano.
Imagen ilustrativaDado Ruvic /
Reuters
En 2015, Ralph Baric, profesor
de la Escuela de Salud Pública Global Gillings de la Universidad de Carolina
del Norte (EE.UU.) e investigador veterano de los coronavirus, pudo
demostrar junto con sus colegas que los coronavirus similares al que causa SARS
(síndrome respiratorio agudo severo), y que provienen de los murciélagos de
herradura chinos, representaban una amenaza de un nuevo brote. En
2002 y 2003, el SARS, que se originó en estos mamíferos voladores, se
extendió por China y otros países, cobrándose la vida de unas 800
personas.
El estudio de hace cinco años, del que informó RT en Español, sugería "un
riesgo potencial de la reaparición del SARS-CoV de los virus que
circulan actualmente en poblaciones de murciélagos" y subrayó que el nuevo
virus sería capaz de transmitirse directamente de murciélagos a humanos.
En aquel entonces, Baric dijo: "Los
estudios han pronosticado la existencia de casi 5.000 coronavirus en
poblaciones de murciélagos y algunos de estos tienen el potencial de emerger
como patógenos humanos". "Entonces, esta no es una situación
de 'si' habrá un brote de uno de estos coronavirus, sino más
bien cuándo aparecerá y qué tan preparados estaremos para
abordarlo", advirtió.
A principios de este año, al
percatarse del nuevo brote del virus de la misma familia, Baric dijo que
"se sorprendió" al ver lo rápido que se estaba propagando.
En febrero, recibió una muestra del virus en su laboratorio cerrado en
la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.) y empezó a trabajar
para probar posibles fármacos para inhibir el virus dentro de
las células pulmonares humanas en un tubo de ensayo.
Linda
Kastleman / University of North Carolina Chapel Hill
Posibles fármacos contra el coronavirus
En los últimos cinco años, Baric, en
estrecha colaboración con Mark Denison, especialista en enfermedades
infecciosas de la Universidad de Vanderbilt, probó casi 200.000 medicamentos
contra el SARS, el MERS y otras cepas de coronavirus de murciélago, y
encontró al menos 20 fármacos que mostraron su efectividad para
obstaculizar el virus.
"El objetivo de nuestro
programa es encontrar inhibidores de base amplia que funcionen contra todo en
la familia de los virus", dice Baric, citado por Bloomberg.
De momento, los investigadores de la
Organización Mundial de la Salud han señalado que el remdesivir de
la empresa estadounidense de biotecnología Gilead Sciences, desarrollado con la
ayuda de Baric, es el agente más prometedor identificado hasta ahora contra
el nuevo virus.
Esta semana, The Guardian publicó que muchos
expertos consideran el remdesivir como uno de los pocos medicamentos que tiene
una perspectiva razonable de ayudar a los pacientes. Los primeros
ensayos clínicos de ese medicamento antiviral en pacientes
diagnosticados con covid-19 revelarán sus resultados el próximo mes, según el
fabricante.
Además, Baric aboga por
realizar pruebas más amplias por el coronavirus y advierte que habrá "cientos
de miles de infecciones adicionales" debido a la propagación
incontrolada si no se aumenta el número de pruebas. "Probar solo los casos
más graves es una desastrosa decisión de salud pública", dijo
Baric, que explicó que eso se debe a que las personas con pocos o ningún
síntoma pueden transmitir fácilmente el virus.
Preguntas sin responder
Vineet Menachery, virólogo de la Universidad de Texas (EE.UU.), que
también fue uno de los líderes del estudio de 2015 sobre la potencial
transmisión de diferentes tipos de coronavirus de murciélagos a humanos, ahora
está estudiando en ratones si la infección del covid-19 tiene que ver con la
manera en que el sistema inmunológico cambia con la edad.
Resulta que las crías de roedor
expuestas al virus SARS —muy parecido al nuevo coronavirus— no se ven afectadas por
la infección, mientras que los animales viejos acaban devastados por la
enfermedad.
"Con infecciones respiratorias
como esta, generalmente vemos una curva en forma de U sobre quién
recibe los golpes más fuertes. Los niños pequeños están en un extremo de la
U porque sus sistemas inmunológicos aún no están desarrollados, y las personas
mayores están en el otro extremo porque sus sistemas inmunológicos se
debilitan. Con este virus, un lado de la U falta completamente", dice
Menachery, citado por The Washington Post.
El científico descubrió que
los ratones más viejos mueren no solo porque sus sistemas inmunes son
débiles, sino también porque existe una 'desregulación' que
causa una exagerada respuesta inmune al coronavirus SARS.
"Es
la agresiva respuesta de su sistema inmunológico lo que los está dañando,
incluso más que la infección en sí", opina Menachery. "Es como si la
Policía respondiera a un delito menor con un equipo SWAT derribando la
puerta", explica.
Sin
embargo, este y otros investigadores no pueden de momento explicar por qué las
crías de ratón no sucumben al virus.
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