A la atención de Frank
A LA ATENCIÓN DE LUCÍA SARDIÑAS
EL PESIMISMO ES LA PEOR OPCIÓN…,
LA ESPIRITUALIDAD PROHIBIDA No. 527.
De lo que he visto, de lo que he vivido, de lo que pienso y creo
Aunque la caña está a tres trozos, todo puede cambiar positivamente (1)
He sido y soy un defensor de la crítica objetiva y necesaria; pero una crítica diría yo en buena lid, sin trampas de palabras ni empecinamientos ciegos que se niegan a ver la realidad cruda y dura tal cual es; de la que tenemos que partir siempre, aunque, no nos guste personalmente. Un ejemplo de ello, es que cuando se analiza la Economía cubana, nunca se debería realizar ese análisis, para que sea objetivamente práctico y constructivo su planteamiento, obviando al Bloqueo y sus consecuencias sobre nuestros procesos económicos. Mi compromiso con la verdad me obliga moralmente a plantearme esta cuestión seriamente junto con otros criterios al respecto de una polarización crítica que en mi criterio a nada bueno puede conducirnos.
La crítica verdaderamente justa y útil, en mi opinión muy personal, tiene un ángulo esencial de superación y perfeccionamiento de lo que consideramos justo y amamos. En este orden de pensamiento es esencial criticar constructiva y objetivamente lo mal hecho, reconocer lo bueno, así como nunca ocultar y/o no considerar los que los enemigos hacen en contra de lo que consideramos lo correcto, apoyamos e incluso amamos; que en mi caso es la Revolución por la que he entregado toda mi vida, que ya alcanza la cuarta edad. Así de altos y claros mis criterios en este LEP 527.
Un análisis de la economía cubana, sin tener en cuenta al Bloqueo en mi criterio, sería injusto en el mejor de los casos, así como desleal y/o quizás tramposo en otros posicionamientos que también pudieran plantearse. No obstante su falta de objetividad, esa omisión la veo reflejada en diversas ocasiones en artículos, intervenciones y opiniones que se publican incluso con un enfoque desde dentro de la Revolución (¿?), en las que se contrastan lo que se hace en la Economía Cubana por la Dirección del país y sus resultados con un concepto siempre culposo hacia el Gobierno, al que se le imputan todas las carencias que tenemos de conjunto sin la necesaria discriminación de las que son consecuencia del Bloqueo y de la guerra económica, que constituyen nuestro principal obstáculo para el desarrollo; y de las que crean los burócratas desde dentro con sus constantes desmanes que hay que rechazar siempre. Deslindar las consecuencias del Bloqueo de las consecuencias de nuestros propios errores y de lo que hacen los burócratas bajo las cobijas que muchas veces encuentran dentro de la Revolución, es un ejercicio complejo, pero a la vez responsable e imprescindible especialmente en momentos en que el Gobiernos de los Estados Unidos recrudece el Bloqueo y la guerra económica contra nuestro país.
En este sentido nuestro Presidente Miguel Díaz Canel, durante su visita en segunda vuelta a la provincia de Mayabeque (22 de febrero 2020) expresó en la Universidad Agraria de La Habana a alumnos y profesores textualmente que:
Vivimos tiempos difíciles, se han recrudecido el bloqueo y la persecución financiera de los Estados Unidos hacia nuestra Isla, pero el país no se ha parado. “A nosotros no nos para nadie y mucho menos la prepotencia yanqui”
Por otra parte, coincido con que el planteamiento de comparar a ultranza los logros económicos de China y Viet Nam con los de Cuba, lo que confieso que en algunas ocasiones me ha logrado seducir, no es lo verdaderamente objetivo, porque en realidad esos dos países no han sufrido el Bloqueo permanente y sistemático a que estamos expuestos los cubanos casi desde el principio de la Revolución. No acepar como válidas completamente esas comparaciones; en definitiva, me parece muy justo e importante, porque considero imprescindible dejarlas claramente deslindadas en sus orígenes y características esenciales. En mi opinión muy personal, considerar las realidades de nuestro Bloqueo con su no aplicación a China y a Vietnam debería ser base para esas reflexiones críticas en todo momento, antes de plantearnos una consideración que implique comparar nuestras debilidades y problemas en la economía cubana con lo que sucede en China y en Viet Nam.
Naturalmente, que tampoco puedo coincidir con los que no admiten ningún criterio divergente, crítica y/o proposición distinta a sus opiniones al respecto de la Economía cubana; y siempre lo encuentran todo bien, tanto lo que se hace como lo que se plantea al respecto, considerándolo como lo único posible sin buscar todo lo que deba ser cambiado para cambiarlo tal y como nos planteó Fidel en su Legado, lo que siempre deberíamos hacer.
Ambos posicionamientos, en sus extremos conceptuales, resultan dañinos para un proceso en el que nos va la subsistencia y la vida misma. Pienso que en ese sentido, lo que se impone es la responsabilidad y la profundidad con lo que se dice, con lo que se propone y con lo que se pone en práctica, para nunca coincidir con los extremos comparativos que no admiten otras alternativas como posibles y/o necesarias.
Aunque, no obstante, creo que algunos aspectos de la comparación con China y especialmente con Vietnam podrían ser relativamente útiles, en tanto que en su concepción total no se ajustan con nuestra realidad bloqueada y atacada sin cuartel por el Imperialismo más poderoso que haya existido, que por demás está ubicado geográficamente a 90 millas de nuestro pequeño país, pero que en lo referido a iniciativas, métodos novedosos, disciplinas y persistencias en las tareas siempre podremos encontrar experiencias que pueden resultarnos de efectivas posibilidades de aplicación adaptadas a nuestras características y circunstancias específicas . Los que comparan estos enfrentamientos con la guerra de cuarta generación que nos tiene aplicada el Imperio más poderoso que haya existido con la ancestral historia de David y Goliat son verdaderamente objetivos al respecto.
Tampoco me planteo ocultar o pasar por alto, la existencia de una burocracia altamente dañina, retardataria y como mínimo “conservadora” que se encuentra enquistada en nuestro proceso revolucionario, con un accionar errático, secretista, autoritario y anti crítico que quizás es la más importante amenaza interna que tiene nuestro proceso económico, social y político, aparte del gran daño que nos hace el Bloqueo del Norte revuelto y Brutal que nos desprecia; porque en lo externo no debe haber duda de que nuestro principal enemigo de estos procesos es el criminal Bloqueo norteamericano y la guerra económica que en todos los sectores nos tiene declarada el Imperialismo norteamericano. Los que constituyen el principal obstáculo que tenemos que vencer para alcanzar nuestro desarrollo económico social.
Al respecto de la presencia dañina de la burocracia el Presidente Miguel Díaz Canel durante la visita de Gobierno efectuada a la provincia de Sancti SpÍritus en enero 18 del 2020, expresó un concepto que considero lapidario y cito textual:
“Hay burocracia al lado de nosotros, frente a nosotros, detrás de nosotros y, a veces, cuando uno se pone a buscar, se da cuenta de que estaban los recursos, estaba la voluntad, estaban las posibilidades y no se hacen las cosas porque alguien las trabó…”
En esa ocasión planteó expresamente algo que en otras oportunidades ha reiterado en diversas formas de expresarse: “Hay que eliminar las trabas y la burocracia…”
Me estoy refiriendo a dos frentes de guerra que tenemos que enfrentar y valgan las redundancias del término, con inteligencia y sobre todo con lealtad plena a nuestros principios socialistas y revolucionarios. En este orden de pensamiento, quiero expresar que observo actitudes extremas y complicadas que se están desarrollando de manera preocupante, junto con las consecuencias en las conciencias y las mentes que son creadas en las personas con mayor o menor intensidad por las campañas de difamación contra nuestro país repetidas hasta el cansancio con el propósito de convertirlas en verdades virtuales. Algunas de las cuales, son profundamente sofisticadas y elaboradas con el objetivo de lograr un mínimo generalizado de credibilidad posible que en ocasiones alcanza a confundir a quienes se dejan llevar por las imposibilidades que de momento se les presentan cual si fueran murallas imbatibles. Ahí en esas situaciones y posibilidades es donde pienso que debe especializarse el trabajo político e ideológico entre la población en general.
Del conjunto de las campañas abiertamente enemigas, junto con las encubiertas con sus pieles de ovejas que ocultan sus verdaderas intenciones, quizás las más numerosas, son las que se originan especialmente proyectadas desde Miami y los Estados Unidos en general, sin excluir las que están diseminadas en sus orígenes por otros países del mundo y que se manifiestan con una alta dosis de rencor y de odio.
Hay quienes están a la caza de todo lo que se proyecta y se hace dentro del país, para siempre plantearle alguna crítica acerva, destructiva y muchas veces tergiversar, falsear y proyectar negativamente el hecho. Incluyendo también que inventan problemas y acciones que nunca se hicieron, plantearon y/o sucedieron, así como falsos criterios expresados en el interior del país. Todo ello encaminado a desprestigiar a la Revolución y en especial al Gobierno Revolucionario al que siempre presentan como victimario de las consecuencias que crea el Bloqueo y la guerra económica, cuando en realidad es víctima junto con todo el pueblo; sin negar que tiene sus propios errores y deficiencias.
La otra tendencia preocupante que también se está manifestando con fuerza, es la que como ya he expresado más arriba, que se manifiesta por quienes no admiten ningún criterio diferente a los suyos, así como contra toda crítica por objetiva y necesaria que sea. Incluyendo a cualquier planteamiento que no coincida con sus esquemas y opiniones. Esta tendencia ataca con especial saña al “mensajero” con descalificaciones que a veces se convierten en insultos, junto con criterios sin fundamento y acciones que procuran anularlo públicamente y obviar a todos los que piensen distinto a ellos. En esta tendencia aparecen como sus impulsores esenciales los dogmáticos, los extremistas de izquierda, los autoritarios y los conservadores entre otros más que se me escapa su cita; los que con quizás otros propósitos coinciden sin saberlo en ocasiones con los que se manifiestan y desarrollan en la otra alternativa externa y agresiva encaminada a procurar enfrentamientos que en ocasiones llegan a ser contrarrevolucionarios.
En realidad, ambas alternativas son especialmente dañinas para la Revolución y muy específicamente para el pueblo de a pie. En este sentido, hay algo que en mi criterio los cubanos debemos tomar muy en consideración y que lo califico como de vida o muerte. Me refiero al hecho del relevo de continuidad y no de ruptura, que están desarrollando las nuevas generaciones formadas por la Revolución con el Gobierno presidido por Miguel Díaz Canel que, evidentemente, está en combate sistemático y permanente contra todas estas manifestaciones negativas vengan de donde vengan; lo que requiere de la máxima comprensión posible y de un apoyo decidido de todos.
Como expreso desde el principio, además, quienes hayan leído muchos de mis artículos publicados en tantos años de ejercicio del periodismo podrán comprobar que de acuerdo con mi leal saber y entender he procurado propiciar y ejercer la crítica objetiva, oportuna y necesaria; y que no me he callado mis criterios muy personales. Lo he hecho con toda franqueza y lealtad con independencia de que hayan gustado o no.
Las extensas informaciones de prensa que se están publicando, sobre las visitas de Gobierno a las provincias y sectores de la economía, así como al respecto de los chequeos que el Presidente de la República y el Consejo de Ministros están realizando con una frecuencia que en mi opinión es muy importante y que de seguro será cada vez más efectiva, constituyen un ejercicio de transparencia y una muy eficaz rectificación al secretismo que dificultaba la participación extendida de la población en los esfuerzos de conducción del país. Esta es una opción, que quiero especialmente destacar, de enfrentamiento activo y efectivo a las acciones y desinformaciones, que el enemigo realiza al respecto de nuestro país. Son en definitiva una opción real de optimismo para enfrentarnos al barraje de desinformaciones, amenazas, “fake news” y tergiversaciones que el Imperialismo pone en práctica a diario, en lo que constituye una guerra de cuarta generación contra nuestro país.
Todo ello en mi opinión, es un muy efectivo método de trabajo político e ideológico que se fundamenta en las experiencias de Fidel durante los primeros años de la Revolución en que usó la Televisión y la Radio como mecanismo fundamental para llegar a la población y aleccionarla sobre lo que es la Revolución, movilizarla y prepararla para el enfrentamiento inevitable con los enemigos del proceso.
Estoy consciente que en la actualidad, sin que Fidel esté presente en vida con su genialidad táctica y estratégica que tantas victorias nos cosecharon, muchas circunstancias se han vuelto más complejas y menos propicias, porque las agresiones contra nuestro país y nuestro proceso revolucionario, se han arreciado y agudizado en su concreción con el objetivo final de plantearnos un jaque mate definitivo dirigido a la destrucción de la Revolución. Realmente estamos atravesando por momentos muy especiales que, en mi opinión, exigen máximos esfuerzos y especiales tensiones.
Debo decir que en las actuales circunstancias que estamos viviendo, he comenzado a observar que las campañas mediáticas del enemigo contra nuestro proceso Revolucionario, se están extendiendo con mayor intensidad y que se están configurando con más precisión en el uso de nuestras debilidades, deficiencias e incluso penurias que nos causa el Bloqueo criminal con el objetivo expresamente declarado de crear en el pueblo desesperación, hambre y penurias. No es ocioso en mi criterio volver a citar lo que al respecto de los objetivos del Bloqueo planteó expresamente el 6 de abril de 1960, Lester D. Mallory, Vice Secretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, en un memorándum secreto del Departamento de Estado desclasificado en 1991, que fue incluido en la página 885 del Volumen VI del Informe del Departamento de Estados de Estados Unidos de 1958 a 1960 que textualmente dice:
“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno".
Pienso que el estudio en detalles de estos planteamientos tiene un valor extraordinario porque a veces algunos olvidan los verdaderos objetivos criminales del Bloqueo a Cuba; el más largo que se haya planteado en la Historia Universal encaminado a la destrucción total de nuestro país. Expreso esto porque a veces me da la impresión, que cuando se habla del Bloqueo por algunos se hace de manera rutinaria, como para solo cumplir con un compromiso cuando en realidad con el Bloqueo nos va la vida misma.
En esta dirección, quiero alertar que la persistencia en los comercios minoristas del robo del engaño y de la alteración de precios, así como el maltrato de la población en los servicios que debe acudir, como si fueran algo normal todos estos males. Junto con la economía informal que muchos ponen en práctica concreta a los ojos de todos, están dañando sensiblemente al trabajo que he señalado que se está realizando en la actualidad por el Gobierno de las nuevas generaciones formadas por la Revolución, porque dan base al pesimismo de algunos que plantean que nada va a cambiar y que todo va a seguir igual ya que en el socialismo no es posible erradicar esos males que le son endémicos.
Yo pienso que esos son problemas de primer orden que a diario se le presentan al pueblo de a pie; y que deben ser enfrentados con tolerancia cero y con todo el peso de la Ley, creatividad e inteligencia porque dan base a una especie de pesimismo manifiesto en muchos en el sentido de que esos son males que aparecieron para quedarse en nuestro Socialismo. Estos criterios son sembrados en muchas conciencias de quienes en su día a día, el principal problema que tienen que solventar es su subsistencia en un medio que cada vez le es más hostil por el recrudecimiento del Bloqueo que con persistencia nos atenaza.
Al respecto de este muy complejo problema considero que no debemos darnos el lujo de relegarlo a segundo plano, porque es como un cáncer que cuando aparece es persistente en los daños que va causando si no se le enfrenta adecuadamente con las terapias que puedan detener su acción nociva.; y en mi opinión ese cáncer ya lo tenemos adentro y no nos queda más remido que salirle al paso a su metástasis.
Aquí quiero retomar finalmente un tema que ya he planteado más arriba, porque la acción negativa que se va creando en las mentes de algunas personas, tiene su origen esencial en los engaños, las corrupciones y el maltrato que el pueblo de a pie conoce y sufre en sus gestiones en el comercio y en otros servicios básicos, que en general afectan su subsistencia violando todo lo que al respecto se plantea por la Dirección del país.
Si analizamos a profundidad estas violaciones y maltratos, en los comercios minoristas, actúan lenta y sutilmente a favor de los criminales propósitos que se le han planteado al Bloqueo y que fueran expuestos en el memorando que cito más arriba en 1960 de Lester D. Mallory, Vice Secretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos en el que plantea provocar hambre y desesperación para derrocar al Gobierno Revolucionario.
Precisamente el Presidente Miguel Díaz-Canel ha planteado con fuerza en el balance de la gestión anual del Ministerio de Comercio Interior (21 -22 de febrero 2020), algo que en mi opinión cabe adaptado a sus características propias a los demás ministerios y órganos en todos los niveles de gobernanza del país y cito “Transformar la gestión del comercio y eliminar las fisuras que las ilegalidades propician”
Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Continuará…
Finalmente les reitero mi correo electrónico con el propósito de que puedan trasmitirme, criterios, opiniones y preguntas: fsmederos@gmail.com,
(1) Expresión muy cubana para significar una situación muy difícil
Publicado en UNICORNIO, Suplemento de Ciencia y Cultura de Por Esto! y en la Sección digital de especiales del periódico Por Esto! de Mérida, Yucatán, México, el domingo 15 de marzo del 2020
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