domingo, 2 de septiembre de 2012
EN BUSCA DE LA PLENITUD DEL SER COMO META SUPREMA
El desarrollo de la vida misma desde un estado inconciente hasta lo cùspide del pensamiento conciente es una activida humana incuestionable.Nuestro desarrollo progresivo nos lleva a un estado de conciencia exsistencial que habla muy claramente de una dimensiòn màs allà de la comprensiòn temprana de nuestro ser y sus correspondientes relaciones con el mundo donde estamos situados.
Somos màs que "algo" en e devenir dela vida.Eso lo percibimos muy claramente a mediida que vamos tomando conciencia del mundo que nos rodea y que existe independientemente de nosotros mismos.Percibimos un cierto fin teleològico que nos hace avisorar un futuro màs importante que un ahora que a la ve es parte integral de nuestra realidad exclusiva y personal.Nos damos cuenta,que nuestro ser es una realidad,que nuestra existencia es tangible y permeante capàz de dejar su impronta de manera clara y perceptible por otros seres que nos acompañan en el fluir continuo del tiempo que nos conforma como entes activos en espacio que nos envuelve.
En esta dimensiòn tangible se desarrolla un ser inconcluso y perfectible que està llamado a no solo conocerse asì mismo,sino tambien a dejar las huelllas de su paso por este infinito mundo que nos sostiene y nos conforma.
El ser que es de un aquì y un ahora,pero que se sabe asi mismo un a vida trascendente por la conciencia que le instuye un orìgen superior por razòn de su pertinencia lògica por encima del caos y de la nada .Siendo esto asì como se demuestra por la vida misma,no queda otra conclusiòn racional que afirmar categoricamente, que la bùsqueda de la plenitud de ser es la meta incuestionable para el logro de la felicidad completa.
Rev Leonides Penton Amador
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