Fecha: lunes, 3 de septiembre, 2012 22:47
Boletin # 149
Sep. 3, 2012
La Reforma .
Auspiciado por la Fundación Cambio Cubano.
Trabajando por el Desarrollo Sostenible
La ayuda brasileña
Por Manuel Alberto Ramy
Progreso Semanal
La Habana, 03/09/2012.El pasado jueves 30 de agosto, el presidente cubano Raúl Castro Ruz recibió a Fernando Pimentel (en la foto), ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior. Los medios nacionales informaron escuetamente de este encuentro: trataron temas bilaterales, etc. En otro trabajo, el diario Granma publicó una reseña de las actividades del visitante. Al leerlo no encontramos una noticia importante de la que teníamos el “run run”, pero no la certidumbre. Esta la encontré en fuentes brasileñas.
Resulta que Cuba recibirá del gobierno carioca, bajo la sombrilla de Más Alimentos, un préstamo de $200 millones de dólares, que no he visto mencionado en los medios nacionales. El memorando fue firmado por el ministro Pimentel y por Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior de la Isla. Los 200 millones serán desglosados en tres partidas: la primera durante el año en curso y el resto durante el venidero 2013.
Según fuentes de Brasil, el aporte será destinado a financiar la adquisición de insumos para el sector agrícola, sector definido como estratégico por nuestro gobierno debido a que debe garantizar la seguridad alimentaria de los cubanos en un mundo en el que los precios de los alimentos están disparados, el país no cuenta con los recursos suficientes y el panorama internacional anda enrarecido. Ciertamente el país necesita insumos para la eficaz aplicación de su política y también precisa renovar su parque de maquinarias para el agro. El actual es obsoleto, pero el costo de cada equipo es alto. Un tractor cuesta alrededor de $100 mil USD y el precio de las máquinas destinadas al corte mecanizado de la caña de azúcar ronda el cuarto de millón. Cuba, repito, no dispone plata para desembolsar. Pero, siempre hay un pero por la falta de información, desconozco si el memorando firmado ampara la compra de esas maquinarias.
Anoto que a pesar de los esfuerzos reales que lleva adelante el actual gobierno en lo relativo a la producción agropecuaria, los resultados aún no se corresponden como deberían.
El desbalance entre las medidas implementadas y los resultados no solamente debe anotarse a la falta de instrumentos de labor y equipos, que en verdad son necesarios pues aumentarían la producción y la productividad del trabajo. Hay otros factores como la no existencia de un adecuado mercado de insumos, la dilación en aplicar las medidas anunciadas que modifican la ley 259, ampliándola; el permiso para que los campesinos arrendatarios construyan sus viviendas en el lugar; el no reconocimiento aún de las distintas variantes de cooperativas agrícolas como empresas autónomas; en fin la dilación en la promulgar las leyes correspondientes. Los anuncios que se hagan son solo eso mientras no se publiquen las leyes que los convaliden.
La misma situación enfrenta el sector azucarero, donde, por cierto aclaro, los centrales no son empresas en sí mismas, sino unidades productoras subordinadas al gran grupo empresarial Azcuba, sucesora del fenecido Ministerio del Azúcar, y a cuyo grupo se someten en cada provincia los verdaderos centros de producción. Si resumiera, ampliándolo a todo el ámbito de la actividad económica del país, diría que nos falta lo imprescindible: la conceptualización integral del modelo que nos diga y defina de qué estamos hablando. Precisamos de la definición clara del sistema a implantar.
Sigo con el tema agropecuario. Recuerdo a los lectores que la empresa brasileña Oderbrecht firmó hace tiempo un memorando de acuerdo para administrar el central azucarero (fábrica) “5 de septiembre” de la provincia de Cienfuegos, en el centro-sur del país. A estas alturas desconocemos sí ya lo administra o no. Otras fuentes serias me señalan que inicialmente Brasil tenía interés en asumir la administración de unas 10 fábricas de azúcar. ¿Qué ha pasado? ¿Durante la visita de Pimentel se concretó al menos lo del “5 de septiembre”? Sería interesante que sucediera, pues el coloso suramericano ostenta un alto grado de desarrollo y de eficacia en la producción de azúcar y en explotar la diversidad de sus derivados. Y hoy el precio internacional de la libra oscila entre los 22 y 24 centavos de USD. A ese precio y calculando que producir cada libra de azúcar nos cueste 0,08 centavos de USD –índice de una baja productividad–, nos sería sumamente favorable.
El paso firme y públicamente conocido de Oderbrecht en Cuba lo dio a unos 50 kilómetros al oeste de nuestra capital en el puerto del Mariel, que lo visitó Pimentel. Allí se acomete la Zona de Desarrollo más importante que se ejecuta en Cuba. La inversión raspa los 900 millones de dólares.
Se trata de asentar en el Mariel, especialmente en la ribera oeste de la bahía, un complejo industrial de grandes proporciones: base para contenedores, industrias manufactureras, complementación de producciones ligeras, y albergará al gran centro logístico para las exploraciones, perforaciones y almacenaje del petróleo que produzca la zona cubana en el Golfo de México. Será el puerto más importante del país.
Obvio decir que ya los trabajos que se vienen realizando en el Mariel han sido puerta de entrada a nueva mano de obra, Cuando concluyan, la cifra de nuevos puestos laborales podrá superar los tres mil. Al menos así me dicen personas comprometidas con el proyecto en ejecución.
“Tenemos todo el interés de colaborar en la definición de ese modelo, para traer el mayor número posible de compañías brasileñas”, declaró la oficina del ministro Pimentel. Esta declaración no debe tomarse como ritual de la visita, sino como la consecución de la política de la presidenta Dilma Rousseff, quien estrenó el año en curso visitando Cuba y también Mariel.
Magnífica la colaboración con Brasil y nuestros hermanos de Latinoamérica, nuestro ámbito natural.
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