lunes, 21 de octubre de 2019

CULPAR A LAS VICTIMAS Y A LOS QUE SE LO CREEN


Culpar a las víctimas y los que se lo creen. ¿Qué hacer?…

La espiritualidad prohibida No. 510


De lo que he visto, de lo que he vivido, de lo que pienso y creo

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Félix Sautié Mederos
DX
Aquello que expresó Carlos Marx referido a que el hombre piensa según vive constituye una realidad que se hace muy evidente cada día que transcurre en nuestro peregrinaje terrenal. Pero como todo lo que se expresa en la filosofía, considero que nunca se debería tomar este planteamiento marxista en su simple expresión literal con una interpretación esquemática, porque entonces no podríamos acertar en un análisis objetivo de las realidades y las conductas de algunas personas, ya sean destacadas por lo positivo o negativo de su comportamiento en la vida cotidiana. O bien, ciudadanos de la base e incluso de los que denominamos como de a pie.
Quiero significar que no uso un concepto, por cierto muy generalizado, que considero peyorativo, que utilizan algunos para expresar a las personas de la base al denominarlas como ciudadanos o personas simples. Ningún ser humano por muy en la base en que se encuentre, así como por muy lejano que esté de las cúpulas del poder, se le puede calificar de simple.
Más adelante me referiré a los motivos por los que comienzo con estos conceptos filosóficos tan generales. No los planteo solo como un giro literario para dar inicio a mi capítulo. Son conceptos filosóficos y antropológicos que tienen que ver con las esencias y el intríngulis básico de lo que pretendo exponer a continuación en este capítulo.
La vida y, por tanto, en primer plano las personas son inherentes de una complejidad máxima. Complejidad que parte de un misterio esencial que es la existencia misma, cuyo develamiento podría darnos a conocer el porqué y el cómo surgió el Universo; y con el Universo, la vida y todo lo que se le cuelga, por decirlo con una expresión más popular.
En mi criterio muy personal, un componente esencial de esta complejidad existencial, entre otros más que sería extenso relacionar y exponer, es la antítesis básica que constituye la existencia y manifestación en contrapunteo permanente del bien y del mal, sin que uno pueda anular definitivamente al otro. Incluso, es posible hacer una agrupación de quienes optan por el bien; y otra, de quienes son esclavos del mal debido a los más diversos motivos que tienen que ver, en definitiva, con el ejercicio personal del libre albedrío que todos poseemos como un don de la naturaleza. Pero este contrapunteo entre los que optan por el bien y los que optan por el mal también se puede inducir desde afuera sin que medie de inicio la voluntad personal, que puede ser decisivamente influida y/o neutralizada. A eso se dedican instituciones de diversa índole ideológicas, políticas, económicas, sociales, religiosas e incluso deportivas, y otras que van apareciendo en la medida que la existencia y la sociedad se complejiza más.
En este orden de cosas, la era digital que estamos viviendo y el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información propias del siglo xxi han revolucionado completamente estos conceptos en momentos que la intercomunicación humana se desarrolla en tiempo real y han convertido al mundo en que estamos enclavados en una verdadera aldea global. Además, el desarrollo de la inteligencia artificial está creando las bases para novedosas fórmulas de control de la naturaleza e incluso de la voluntad, el pensamiento y, en general, la vida humana. Lo que como todo avance y/o enigma de la ciencia y la técnica avanzada siempre podría usarse indistintamente para el bien o por el mal.
En este sentido, el libre albedrío inherente a la condición humana, que como he estado expresando es determinante para el ejercicio de la voluntad humana y la escucha profunda de la conciencia, constituye un don que nos diferencia esencialmente de los animales que actúan por instintos. El libre albedrío, de acuerdo con sus esencias básicas, se puede comparar con una carretera de doble vía, que lo mismo puede ser usada en una dirección u otra. Y esta característica puede ser aprovechada por los poderosos de la tierra para sus acciones encaminadas a controlar la voluntad humana e incluso modelar la conciencia conforme a sus fines específicos.

En estos propósitos, desde tiempos inmemoriales han usado el miedo como un instrumento esencial para el control de los seres humanos. El miedo es un sentimiento natural de todos los seres vivos que en realidad no se puede eliminar, aunque es posible soportarlo y superarlo. Definitivamente existe porque está inscripto en la esencia misma del ser humano. Cuando nacemos, al salir del seno de nuestras madres se conoce que no estamos muertos cuando lloramos.

El origen de ese llanto está determinado por lo que se denomina el “miedo umbral”, que es el que sentimos cuando se nos separa del seno de nuestras madres, en donde surgimos y estuvimos viviendo durante nuestros primeros nueve meses, alimentándonos, obteniendo el oxígeno necesario y donde maduramos hasta que nuestra naturaleza llega a un punto en que somos expulsados del seno materno, por decirlo de una forma más comprensible.
En consecuencia, nacemos con el miedo y considero que nadie puede negar eso porque es un sentimiento instintivo prácticamente animal que no se puede eliminar y que cuando nacemos no estamos en condiciones de ejercer nuestro libre albedrío personal para analizarlo e inhibirlo. Solo se nos puede calmar desde afuera, y muchas veces se logra, cuando se nos pone junto al pecho de nuestras madres. Entonces, sentimos su calor y su presencia que nos recuerda a su seno dentro del cual surgimos y maduramos para poder salir al mundo externo que un primer momento nos provoca el llanto.

Aun las personas más desclasadas e incluso perversas, que por lo general niegan que ellos experimenten el miedo, pueden negar en realidad esto que estoy expresando al respecto. Por lo general, sus expresiones en este particular las podemos comparar con el bluff que se plantea en el póker.
Esto es una característica muy bien conocida y utilizada a lo largo de la historia, que los tanques de pensamiento de los poderosos de la tierra siempre han utilizado. Los hacen en todas sus posibilidades para el ejercicio y desarrollo de sus propósitos de sojuzgación que en la actualidad se manifiestan en las guerras de tercera y cuarta generación. Considero fundamental tener muy en cuenta y estudiar lo que planteo con la mayor profundidad interdisciplinaria que no sea posible, a los efectos de hacer más efectivo nuestros enfrentamientos y nuestra defensa de estas agresiones que estamos sufriendo y que Mr. Trump y sus acólitos están intensificando contra Cuba.

El señor Trump es un hombre de poca cultura e incapaz de comprender el intríngulis de estas cuestiones esenciales del origen de la vida y de la naturaleza, no obstante, en definitiva, su gran poder actual y el dinero, así como los recursos de que dispone, le permiten financiar los más sofisticados tanques de pensamiento y de elaboración de estrategias, así como de armas de nuevo tipo.

Otra cuestión muy importante que estos señores del poder imperial tienen muy en cuenta es la ingenuidad que para muchos constituye un sentimiento muy extendido, pero que en política se paga muy caro. La ingenuidad perfectamente puede ser modelada e incluso estimulada artificialmente; y para eso, el miedo, la cultura light y el consumismo son armas esenciales de quienes pretenden dominar al mundo en estos momentos.

Conozco y tengo información de lo que a diario se expresa en el mundo de las redes sociales, especialmente dominadas por los poderosos de la tierra, en las que algunas personas incluso algunas de origen cubano, principalmente desde el exterior pero también del interior, sin verdadero conocimiento de causa se creen o fingen creerse las campañas contra Cuba, convirtiéndose además en parte activas de las mismas. Campañas que se orquestan por el imperialismo para fundamentar lo infundamentable, que es el bloqueo criminal que nos tienen impuesto desde hace sesenta años y que crea innumerables penurias al pueblo cubano, que son achacadas al Gobierno de Cuba con el objetivo de crear desesperación entre la población para que se rebele. Es culpar de lo que hacen los victimarios a sus víctimas debido a las consecuencias de desinformación que crean los victimarios con sus medidas y acciones agresivas.

El bloqueo efectivamente es el principal obstáculo que tenemos en Cuba para alcanzar nuestro desarrollo y nuestra independencia económica, con un socialismo participativo, democrático, próspero y sustentable en un Estado de derecho y de mercado socialista. Con esto no estoy negando nuestros errores, deficiencias e incluso desviaciones propias de la burocracia y de los detenidos en el tiempo que tenemos dentro. Pero eso es un problema interno que solo nos corresponde a los cubanos resolverlo, sin la intervención alguna de las fuerzas externas que quieren neocolonizarnos de nuevo.

Y son también victimarios quienes se prestan para divulgar y potenciar las inculpaciones que los victimarios principales quieren hacer recaer sobre los que somos las víctimas de todos ellos en la práctica concreta.

Estos victimarios seguidistas de nuevo tipo, aunque no tengan plena conciencia de ello, son los que las plantean abiertamente y se convierten en verdaderos agentes del enemigo. Como tal deben ser tratados en estos momentos de máxima agresión, que pone en juego la existencia misma de nuestro país y de la nación cubana.

Cuando biológicamente transito por la última etapa de mi peregrinaje terrenal, mi conciencia me pone muy alerta de lo que está sucediendo a mi alrededor y el sentido de la dignidad, de la cubanía de mi origen de cubano de pura cepa, así como de la justicia, me indigno con esas agresiones y manifestaciones lacayas que rechazo con todas las fuerzas que puedo manifestar. En este orden de pensamiento, la unidad y el sentido de país con que actuamos son decisivos.
Al referirse a las medidas que se han planteado por el Gobierno cubano para enfrentar la actual agudización de las agresiones contra Cuba, que están perpetrando el señor Trump y sus acólitos, tenemos que en la Mesa Redonda celebrada a la altura del viernes 27 septiembre del presente año, el presidente Miguel Díaz-Canel planteó un concepto que considero esencial al respecto de lo que estoy expresando y de cómo debe ser enfrentado. Cito textual:
[…] Para que estas medidas tengan el impacto esperado, estamos convocando a pensar y a actuar como país, y eso lleva un sentido de responsabilidad social, de participación y aporte de todos. Y donde conjuguemos los intereses personales, familiares, con los intereses sociales, por encima de vanidades, egoísmos, de actitudes irresponsables […].
Las bases filosóficas y antropológicas que expongo en este capítulo, que se utilizan en las campañas a que me refiero, constituyen conceptos derivados en mi criterio de una realidad binaria del todo de lo que conocemos que existe en nuestro mundo y en los otros mundos que aparecen en el universo astral por denominarlo de una forma que se pueda comprender mejor. Realidad existencial a la que venimos sin saberlo y sin que haya mediado nuestra voluntad personal. Solo podemos comenzar a conocerla y cuestionarnos las cosas, a partir de que nacemos a la realidad y obtenemos uso de razón. Ello solo es posible por causa de la determinación de nuestros padres, de acuerdo con la función fisiológica que es la sexualidad inscripta en nuestra naturaleza humana.
Entonces, tenemos que siempre a la expresión del bien en el sentido que sea se le presenta una antítesis intrínseca que es el mal, que se puede expresar y valga la redundancia del término, en una escala que va desde el no bien simplemente hasta la “maliginidad” en el grado máximo de la perversión. Es una escala que en mi criterio, filosóficamente se podría graficar en una línea recta con dos polos, un punto de partida que es el bien y punto final que es el mal y que realizan un contrapunteo de tesis y antítesis.

Esto lo planteo de acuerdo con los conceptos de transmutación del mal en bien que se exponen en algunas teorías esotéricas, desarrolladas por “maestros” que han tratado de explicar las razones que determinan la existencia del bien y del mal. También, el cómo las fuerzas del bien podrían enfrentar a las fuerzas del mal. De ahí es donde surge el concepto de la transmutación por la acción de la voluntad. Concepto que en mi opinión también podría presentar una reversión del bien a la inversa y convertirse en el mal. Porque si la transmutación es posible en este sentido inicial que planteo por la acción directa de la voluntad, entonces esa transmutación y la voluntad de que la determina principalmente puede ser manipulada en operaciones y estrategias de alto nivel diseñada por estos tanques interdisciplinarios que efectivamente funcionan bajo el auspicio y la subordinación de y a los poderosos de la tierra.

En todo esto, tenemos una clave esencial para el análisis que expongo de la cual partir, que es el don del libre albedrío, el pensamiento y la capacidad de creación que son inherentes a la condición humana y que se ejercen en virtud de la voluntad personal de hacerlo. Me refiero, a un factor muy importante a tener en cuenta en los procesos de transmutación del mal en bien, así como en la reversión que es posible. Porque sin la anuencia de la persona en sí misma no hay transmutación que valga. De aquí lo importante que es trabajar sobre la voluntad de las personas. Algo que algunos poderosos de la tierra han comprendido muy bien, y que por mi parte planteo que no se debería menospreciar por quienes nos proclamamos que somos progresistas y/o revolucionarios y nos enfrentamos a las fuerzas retardatarias presentes en la sociedad, que he estado describiendo en el caso de Cuba.

Por otra parte, en lo referido al reconocimiento del bien y el mal en antítesis y la necesidad de actuar al respecto, debo decir que constituye un tema muy amplio que tiene diversos basamentos o vertientes desde donde partir. Precisamente una vertiente fundamental al respecto, se encuentra expresada en las esencias básicas del cristianismo planteadas en el Evangelio. En esta dirección, tenemos que Jesús de Nazaret proclama públicamente que su venida al mundo tiene que ver principalmente con el perdón de los pecados que conceptual y teológicamente constituye la transmutación del mal por intervención divina en bien, algo que esencialmente se refiere a la antítesis del bien en respuesta al mal. Acción primordial en el desenvolvimiento existencial de la humanidad, que en general múltiples religiones se plantean como objeto primordial de su quehacer cotidiano.

En varios pasajes del Evangelio se habla de esto y sería muy extenso de expresar, baste pues citar textualmente a Marcos 2, 17 en adelante cuando expresa en boca de Jesús de Nazaret que: “[…] Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores […]” y en Mateo 15, 24, “[…] No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel […]”.

Al respecto, nos encontramos con que aquello que planteo al comienzo de estas páginas, sobre la expresión marxista de que las personas piensan de acuerdo a como viven y añadiría yo: que también así actúan; se puede expresar que en el análisis práctico y concreto del funcionamiento de la sociedad, constituye en realidad una ley esencial. Pero, como toda ley, siempre tiene sus excepciones, que, en lo concerniente de la conciencia, del pensamiento y de la actuación de los seres humanos, presenta manifestaciones múltiples y muy variadas, consecuentes y/o contradictorias.

Estas expresiones, en mi criterio se pueden calificar y agrupar inicialmente en dos tendencias esenciales “positivas” o “negativas”, denominaciones que deben ser tomadas exclusivamente como una manera de señalarlas e identificarlas para que se pueda comprender a lo que quiero referirme. En mi opinión, en el movimiento de estas antítesis básicas, en ocasiones se desenvuelven dentro de un verdadero y muy específico campo de batalla. Que en estos momentos, como ya he explicado más arriba, es usado con profundidad científica y eficiencia por los tanques de pensamiento de los poderosos de la tierra que analizan a las sociedades de los diversos países y preparan campañas de información y desinformación, e incluso con el uso de las fake news además, para convertir a las mentiras en verdades ampliamente divulgadas al objeto de desprestigiar a los que consideran sus enemigos para debilitarlos moralmente y así facilitar sus acciones contra Cuba, Venezuela, Irán, Siria y otros países que no se les subordinan, y que constituyen un ejemplos evidentes de lo que planteo.

Reitero que nos encontramos en la actualidad inmersos en una etapa en que la profundidad del análisis filosófico y antropológico tiene esencial importancia, para comprender lo que sucede a nuestro alrededor y poder actuar en consecuencia. No podemos tal y como dice la expresión popular, ponernos a dar palos de ciego porque nada o muy poco podríamos resolver frente a un enemigo que prepara a profundidad sus acciones estudiándolas previamente desde el punto de vista conceptual a partir de la naturaleza y de las esencias básicas de la condición humana, entre las que se encuentra la antítesis entre el bien y el mal a que me he referido, así como al libre albedrío inherente a la condición humana.

En resumen, puedo decir que por aquí transita el tema que planteo: las actuaciones de las personas de acuerdo a los conceptos que son determinados en última instancia por la influencia del medio en que viven y especialmente por los resultados que determinan las remuneraciones de sus actividades en la vida ya sean por su trabajo, por su labor económica, por el patrimonio que hayan recibido como herencia o hayan creado y/o participado en su creación por vías legales, no legales y/o de explotación del hombre por el hombre. Bueno son múltiples las posibilidades al respecto, basten estos ejemplos.

Lo concreto es que la riqueza, la no riqueza, así como la forma y/o las condiciones en que se vive, la educación que se recibe, las creencias religiosas que se poseen; y en general, el medio en que se encuentran enclavadas las personas sin las que en última instancia determinan su pensamiento y en general su actuación consecuente, contradictoria o neutra en que cada momento de sus vidas. Los rencores, los odios y las frustraciones son, además, caldos de cultivo que también tienen determinación en las personas que se dejan llevar por estos sentimientos malsanos.

Aunque no siempre es así, e incluso en las circunstancias y coyunturas actuales, porque dentro de lo que se ha dado en llamar las guerras de tercera y cuarta generación se pueden crear patrones y tendencias de pensamiento y de actuación que incluso no estén acorde con la forma en que viven las personas que se plantean influir con sus fines concretos por parte de quienes propugnan y ejercitan estas guerras de nueva generación que, por lo general, siempre coinciden con los objetivos de dominación de los poderosos de la tierra.
Hay personas que no piensan ni actúan de acuerdo a como viven. Unas porque viven muy bien pero que en cambio su conciencia y convicciones las inclinan a condenar a la explotación, la opulencia inmoral; mientras que otras que viven mal o muy mal inclusive también pueden pensar distinto a cómo viven.
Así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a opinar con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Continuará.
Finalmente, les reitero mi correo electrónico con el propósito de que puedan trasmitirme dudas, criterios, opiniones y preguntas: fsmederos@gmail.com
Publicado en el suplemento UNICORNIO de Ciencia y Cultura de Por Esto! y la Sección digital de Especiales del periódico Por Esto! de Mérida, Yucat´n , México, el domingo 13 de octubre del 2019.


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