Chile, Los medios internacionales y miopía de dirigencia venezolana
Eligio Damas
Revisando medios uno encuentra, sin dejar de asombrarse, pese lo persistente, como factores de la oposición venezolana siguen empeñados que los acontecimientos se acomoden a sus percepciones y no que transcurran como son. Ese creer que pueden imponerle a la realidad su dictado y empeño en soñar que todo sucede tal como ellos desean, les lleva de fracaso en fracaso. Todo lo que acontece intentan explicarlo con fórmulas ya gastadas e instrumentos inservibles. No acaban de entender que en eso está la causa fundamental de su fracaso y hayan pasado cerca de 20 años dándole cabezazos a la misma pared.
Ante los acontecimientos de Ecuador primero y luego ante los de Chile, pese ver el desarrollo de los mismos, haberse ventilado las causas reales de ellos, las particulares características de aquellos fenómenos y acomodos de los gobiernos respectivos ante la contundencia de las protestas, optaron por dar las mismas explicaciones simplistas, pre elaboradas en un laboratorio para intentar que su propia realidad se reconstruya en base a ellas.
Cometieron disparates enormes como los de ignorar las causas y motivaciones de ambos acontecimientos, que no son otras que la precariedad de la vida de las mayorías en esas naciones y el carácter anti popular de las medidas que actuaron como detonantes, lo del precio de los combustibles en Ecuador y el del metro en Chile. Y los ignoraron como ignoran en Venezuela los graves problemas que aquejan al venezolano, como los relativos al salario, el alto precio de los alimentos y la precariedad del sistema de salud, por sólo mencionar esos, porque es una manera de no comprometerse con el pueblo en supuesto que lleguen al gobierno.
Pero el disparate mayor fue el de asignarle a Maduro ese como rasgo de Fantómas, aquel personaje, no el de las novelas policiales de los franceses Marcel Allain (1885-1970) y Pierrre Souvestre(1874-1914), sino el de Julio Cortázar, el que lucha en todas los espacios del mundo contra las multinacionales, al asignarle la responsabilidad y liderazgo en la promoción, inspiración de aquellos acontecimientos, que pese su lamentable y hasta censurable carga de violencia, sin determinar aún, el verdadero origen de la misma, hoy son vistos con interés, por sus rasgos populares y poner de manifiesto las injusticias que los inspiraron, puestas de bulto por los medios internacionales.
Justamente, ahora en adelante, vamos a señalar lo que medios internacionales, como El País de Madrid, la agencia AFP, por intermedio del diario venezolano El Carabobeño y hasta El Comercio, diario chileno, de estrechos vínculos con el oficialismo, dijeron sobre los acontecimientos suscitados en la patria de Pablo Neruda.
Para “El País”, para entender lo que pasó allá en la nación sureña donde gobierna Piñera, hay que tomar en cuenta que “El aumento del costo de la vida y la desconexión de los políticos con la ciudadanía explicarían en parte el estallido social que tiene el país bajo el control de los militares.”
Pero no se queda el diario madrileño en eso solamente, pues sostiene que también hay que introducir en el análisis lo relativo a “Pensiones indignas, salud precaria, sueldos miserables, educación de mala calidad, licencias médicas por depresión, deuda universitaria vitalicia, sueldos de la élite política, delincuencia sin control, empleos precarios.”
Antes de continuar quiero resaltar como no hace falta digamos nada por cuenta nuestra, sino dejamos que sean otros, ajenos a nuestro parecer, quienes opinen y suministren elementos para interpretar los hechos, o como decíamos los cumaneses de mi tiempo, “dejémosles se maten por su propio pulso”. En efecto, sigue “El País” diciendo: “Pero vivir se ha vuelto caro, sobre todo en Santiago, donde el precio de la vivienda ha aumentado hasta un 150% en la última década, mientras los sueldos apenas un 25%, según un estudio de la Universidad Católica.”
Y continúa el mismo diario español, “El mes pasado se anunció que las cuentas de luz aumentarán hasta un 10% y las alzas del precio del transporte –justificadas por la guerra comercial y el aumento del precio del dólar.”
Y para más señas, leamos lo que sigue, sacándonos de la cabeza la insensata idea que “El País” se buscó a una “madurista” para reproducirle estos comentarios, como que la analista política y académica de la Universidad de Santiago, Lucía Dammert, sostuvo que las protestas son “un fenómeno que se ha incubado por mucho tiempo”. “De partida, es protagonizada por una nueva generación de chilenos, de menos de 30 años, que no conocieron la dictadura, abiertos para expresar sus angustias y que, desesperanzados, sienten que no tiene nada que perder, por lo que sus reclamos fácilmente pueden llegar a la violencia”.
Dejemos “El País”, ya es suficiente, y vayamos a la agencia de Noticias AFP o France Press, que como lo indica su nombre es francesa y tiene su sede en Paris. El diario venezolano “El Carabobeño”, bajo el título “Cinco detonantes de la furia de los chilenos”, aparece eso, lo que sugiere el título, un balance de las causas de ese estallido social, hecho por la agencia francesa.
“Una desigualdad social crónica, bajas pensiones, alzas en las tarifas del Metro, la electricidad, los costos de la salud; sonados casos de corrupción en la Policía y el Ejército y una creciente criminalización del movimiento estudiantil incubaron un cóctel que alentó las mayores protestas sociales en décadas en Chile.” https://www.el-carabobeno.com/cinco-detonantes-de-la-furia-de-los-chilenos/
Pero para mayor convencimiento de quienes le otorgan a Maduro tanto mérito y liderazgo en América Latina, para explicar fácil, cómodamente y eludir sus responsabilidades de no haber podido armar un movimiento popular para promover un cambio en Venezuela, lo que no quiere decir que haya que tumbar al gobierno, meta fundamental o esencial de factores ajenas a la integridad e intereses nacionales, que no es como ellos inventan para quedar bien, con lo que otra vez logran el efecto contrario, fortalecer a quienes dicen combatir, leamos el diario chileno “El Comercio”, vocero del gran capital de esa nación y defensor de la dictadura pinochetista.
En efecto, dice el diario chileno, "las protestas se han ampliado para reflejar el descontento general sobre el alto costo de vida en uno de los países más estables de América Latina".
Y agrega el medio, coincidiendo con lo antes dicho por otros órganos informativos aquí citados “Existe consenso en que el sistema de pensiones requiere de una transformación profunda, porque son bajísimas respecto del nivel de vida que tienen los ciudadanos en su etapa activa".
Días atrás, es decir un poco antes del estallido social, el presidente Piñera declaró que estaban pensando retirar las pensiones a los “enfermos en estado terminal”, lo que sin duda es una crueldad, desde el punto de vista de ellos y sus familiares. Se intenta encubrir tamaña injusticia alegando que con el retiro de pensiones ellos podrían cubrir los gastos de sus enfermedades, lo que revela no hay por parte del Estado ninguna intención de responder por ese reclamo social y popular, pues como sabemos, en buena medida, a partir de cierto límite, todo enfermo debe cubrir los gastos que demanda su mal.
Hoy lunes 21-10, el diario El Mundo, de Madrid, reseña, “Las clases medias chilenas -sería un error pensar que esta protesta se centra solo en las clases bajas- vienen sufriendo y quejándose del creciente costo de la vida. "Se acumularon una serie de problemas sin resolver, como la salud y la educación, y se sumaron alzas de precios consecutivas este año en la luz, el agua, el transporte, los medicamentos, las cosas del diario vivir de la gente", destacó el periodista Federico Grünewald. "Cerca del 74% de las familias además está sobre endeudada, la luz subirá de nuevo en enero y pagas un pasaje como si estuvieras en Londres. Los sueldos no aumentan y el gobierno dilata una reforma para rebajar la cantidad de horas laborales. Así, el malestar desborda".
Hoy mismo, Piñera, pese intenta justificar lo acontecido con razones ajenas y distantes de las ya expuestas dijo, “entiendo a los que protestan por las carencias, porque no les hemos dado lo que se merecen”, y prometió que se aumentarán las pensiones, sin dar más detalles, según reportó el diario mexicano La Jornada.
Y para rematar, Piñera ha declarado “estamos en guerra contra un poder enorme”, intentado imponer la matriz de opinión que factores ajenos a Chile promueven los acontecimientos, pero, según el diario chileno “La Tercera”, el propio ministro de la defensa ha declarado “soy feliz, no estoy en guerra con nadie”.
En suma, pareciera que los medios citados, todos siempre alineados en el bando opuesto al presidente Maduro, no convalidaran los análisis y declaraciones de personajes del “gobierno de Guaidó”, como este mismo y su “canciller” Julio Borges. Lo que nos lleva a resaltar que es una muestra de cómo esa dirigencia no presta interés alguno a las demandas de las mayorías, sino sólo atienden a las premuras por hacerse del poder por la vía que sea.
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