lunes, 16 de noviembre de 2015
QUIEN NO VIVE PARA SERVIR , NO SIRVE PARA VIVIR
ATENCIÓN FRANK
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QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA
VIVIR.
CRÓNICAS CUBANAS,
Por Félix Sautié Mederos.
fsmederos@gmail.com
En su visita a Cuba
Francisco como Mensajero de la Misericordia, enmarcada
en lo que se ha dado en
llamar la Revolución de la Ternura conforme a un
concepto inspirado en el
Evangelio, junto con sus expresiones de amor por el
prójimo y por la vida fue
drástico en algunos de sus planteamientos
dirigidos a nuestra conciencia. Me
refiero a cuando para terminar su homilía
en la Plaza de la Revolución en La
Habana el domingo 20 de septiembre del
2015, nos recordó con fuerza una
expresión de la santa Madre Teresa de
Calcuta: “...Porque queridos hermanos y
hermanas ‘Quien no vive para servir,
no sirve para vivir’ ” la que podríamos
además, consolidar en sus
similitudes con otras suyas francamente tajantes,
tales como cuando nos dijo
en esa misma homilía que:”…nunca el servicio es
ideológico, ya que no se
sirve a las ideas, sino que se sirve a las personas”.
En este sentido,
también quiero significar una expresión muy clara que nos legó
en el
Aeropuerto José Martí el 19 de septiembre del 2015, al expresarnos que en
su
visita a la Virgen de la Caridad en su Santuario Nacional de “El Cobre”
en
Santiago de Cuba, le pediría, cito textual: “…por su hijos cubanos y
por
esta querida nación, para que transite por los caminos de justicia,
paz,
libertad y reconciliación”.
En la hermenéutica que me propongo plantear
al respecto de sus
intervenciones en Cuba, sobre lo cual comencé a comentar en
mi anterior
crónica publicada en Por Esto! con el título “La Revolución de la
Ternura en
el año de la Misericordia” (1) , significo que las herramientas
espirituales
que nos ha aportado Francisco en su visita a Cuba y durante todo
el tiempo
que lleva como Papa, constituyen muy efectivos medios para los
análisis y
para las correcciones necesarias así como para los cambios que nos
exigen
las realidades que estamos viviendo en la Cuba de hoy. Este conjunto
de
ideas que he citado en mi primer párrafo, extraídas de sus
intervenciones
públicas en Cuba constituyen un verdadero “protocolo”; (y uso
una palabra
muy repetida por Francisco en sus intervenciones en Cuba), que nos
plantea
un camino concreto que va más allá de la política y de la economía.
Un
camino que parte y se enrumba de y hacia la vida misma de los
seres
humanos. En este orden de cosas, quiero añadir además que rechazo
la
“apologética” por lo “establecido” de algunos que se han preocupado
mucho
porque otros hayan expresado sus criterios que son muy suyos en cartas
y
peticiones a Francisco que pueden ser objetivos o no, pero que son
en
definitiva sus criterios muy concretos con pleno derecho a planteárselos
al
Papa, como si a Francisco, después de todo lo que ha hecho, ha dicho y
ha
analizado durante su pontificado se le pudiera influir
extemporáneamente.
Tampoco concuerdo con los que han aprovechado la ocasión
para una vez más,
concentrarse en atacar con cierta saña al Cardenal Jaime
Ortega y sus
esfuerzos por una solución cubana que quizás puedan no ser los
suficientes,
pero que sí son acciones que él en su misión como Pastor ha
tenido el valor
de realizar. Como lo veo yo y uso mi “yo teresiano”
acostumbrado, es que
todos los cubanos sin exclusión alguna tenemos derecho a
expresar lo que
pensamos y lo que sentimos, incluso los que realizan estos
rechazos a que me
refiero, pero con respeto por la verdad y por la justicia.
Eso tiene mucho
que ver muy específicamente con lo que Francisco nos ha
planteado
claramente de “no confundir la unidad con la con la uniformidad, con
un
quehacer, sentir y decir todos lo mismo. Eso no es unidad eso
es
homogeneidad. Eso es matar la vida del Espíritu…La unidad se ve
amenazada
cada vez que queremos hacer a los demás a nuestra imagen y semejanza”
(2).
Estas en mi criterio son cuestiones concretas para abordarlas y
analizarlas
con respeto por la opinión diferente en el diálogo, franco y
abierto sin
represiones ni exclusiones onerosas que necesita la Nación Cubana
de adentro
y de afuera, al objeto de desarrollar una República en donde
quepamos todos,
con todos y para el bien de todos.
Entonces en consecuencia,
reafirmo por mi parte, aunque muy resumidas por
causa del espacio, algunas
consideraciones muy sentidas y vividas en mi
conciencia que me han surgido al
calor del estudio y el análisis de los
planteamientos de Francisco y las
expreso con todo mis respetos por el
pensamiento diferente y en uso de mi
libertad esencial de vida y de pensar
con mi propio pensamiento, valgan las
redundancias, lamentando que algunos
se puedan rasgar las vestiduras por causa
de mis artículos al respecto.
Comienzo por decir que Francisco nos planteó un
orden muy específico en sus
peticiones a la Virgen de la Caridad para que todos
los cubanos transitemos
en el presente y hacia el futuro, que comienza por la
justicia, porque en mi
opinión muy personal sin justicia es muy difícil que
puedan manifestarse la
paz, la libertad y la reconciliación. Y para mí justicia
quiere decir entre
otras cosas, corrección de lo que está mal hecho. Para
corregir realmente lo
mal hecho hay que tener el valor de analizar la realidad
tal cual es, sin
omisiones por causa de una falsa protección a las ideologías y
a una unidad
devenida en homogeneidad. Acepto y saludo que se estén haciendo
ingentes
esfuerzos para la actualización y el cambio de todo lo que haya que
cambiar;
pero creo que además de la macro economía y de la macro política,
es
necesario concentrarse en las burocracias y las mafias que están
surgiendo
en las bases y que le roban en precios y pesajes a la población de a
pie,
que compran a corruptos, maltratan en sus servicios al pueblo e
incluso
intentan imponerse con amenazas y fuerzas de lo cual soy un testigo
de
excepción. Esas manifestaciones que aparecen por todas partes hay
que
atajarlas y liquidarlas a tiempo antes que de que adquieran más fuerza
y
enturbien el futuro que tanto añoramos. Así lo pienso y así lo afirmo
con
mis respetos por la opinión diferente y sin querer ofender a nadie
en
particular.
(1) Ver en Por Esto! sección de opinión el miércoles 11 de
noviembre
del
2015
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=43977
7.
La Revolución de la ternura en el año de la Misericordia.
(2) Discurso
previsto por el Papa para la celebración de las vísperas en
la S: M:I Catedral
de La Habana el 20 de septiembre del 2015, publicado en
la Revista Palabra
Nueva de la Arquidiócesis de La Habana, septiembre
octubre del 2015 No 253,
página 26.
Publicado en el periódico Por Esto! de Mérida, Yucatán , México el
lunes 16
de noviembre del
2015.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan
&idSeccion=22&idTitulo=440746
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