domingo, 29 de noviembre de 2015
GUERRA DE VIET-NAM (2da PARTE)
a
La ofensiva del Tet[editar]
Artículo principal: Ofensiva del Tet
La Ofensiva del Tet resultó muy dañina para las fuerzas del EVN y el FNL por las pérdidas sufridas, como en la imagen tomada en mayo de 1968, pero lo fue mucho más para la moral de Estados Unidos.
Mujer vendada con una etiqueta pegada a su brazo que dice "VNC Female" que significa civil vietnamita
A finales de enero de ese año, cuando se celebraba el año nuevo vietnamita —la festividad del Tet—, 38 de las 52 capitales provinciales de Vietnam del Sur fueron atacadas, y muchas prácticamente tomadas. Saigón estuvo en estado de sitio, la propia embajada de Estados Unidos fue allanada por un comando suicida que casi llegó al interior del edificio y Hué, la antigua capital del Imperio Vietnamita, cayó en poder de los rebeldes, tardando varios días en ser recuperada, tras lo cual se descubrió la llamada masacre de Hué con miles civiles asesinados sistemáticamente por los norvietnamitas.124
La sorpresa fue total para los estadounidenses y para el ARVN, pese a los informes advirtiendo de la movilización.124 La inteligencia militar no pudo obtener información clara y concisa de lo que estaba pasando ni de lo que se avecinaba. Sin embargo la Ofensiva también guardaba una pequeña sorpresa para el mando norvietnamita: los soldados del Sur resistieron el ataque con pocas deserciones y ganaron varias luchas encarnizadas.
Pronto la situación se invirtió. El poder aéreo barrió casi por completo a los guerrilleros del FNL, unos 40 000 muertos según los estadounidenses, y pocos días después todo el territorio ganado por los guerrilleros era recuperado, habiendo perdido el EVN buena parte de los efectivos que tan penosamente consiguió llevar al Sur.125 La Ofensiva del Tet volvía a ser un fracaso como también lo había sido 16 años antes.126 Pero peor resultó la situación para el FLN. Pese a que lanzaron posteriormente la llamada "Ofensiva del Mini Tet", la mayoría de sus efectivos habían caído muertos o prisioneros debido a las órdenes emitidas por Giap de resistir en sus posiciones. Las guerrillas desaparecieron del campo en los años posteriores y poco después el Programa Phoenix se ocuparía de descabezar el mermado FLN, en ocasiones literalmente.63
Mucho se ha discutido sobre si la orden de resistir dada por Giap al FLN ante un enemigo mucho más poderoso fue un error o un plan preconcebido. Giap había perdido antes muchas batallas contra los franceses y tuvo problemas para conservar su puesto en el Viet Minh tras algunas derrotas, como la del Vinh Yen.39 Sin embargo, el politburó de Hanói siempre consideró al FNL como un aliado poco cómodo,71 aunque solo fuese por el hecho de ser una fuerza potencialmente independiente con base en el Sur. Autores como Guerrero et al. (1988b, p. 356) han indicado la posibilidad de que fuesen órdenes dadas con el fin ulterior de inmolar dicha fuerza. Sin embargo, el hecho de perder a miles o decenas de miles de personas era una práctica ya practicada por Giap y Ho Chi Minh desde la independencia, como asesinar a miles de "terratenientes" o provocar la huida de un millón de católicos. Así lo reconoció Giap con la frase autocrítica: "recurrimos al terror que se extendió en demasía", por lo que implícitamente se admitía un nivel de terror aceptable.127 El recurso de los asesinatos masivos se constató nuevamente tras recuperar Hué, donde descubrieron fosas con 3000 asesinatos perpetrados por el EVN con el fin de terminar con cualquier organización que no fuese la impuesta por ellos. Por lo tanto, no existe consenso sobre si la orden se debió a un plan para terminar con el FNL o fue fruto del desinterés por la vida de sus hombres y la propia ineptitud de Giap en asuntos tácticos.
El derrumbe de la moral[editar]
Aunque las manifestaciones en contra comenzaron casi desde el comienzo de la intervención, como muestra esta fotografía de 1967, Wichita, Kansas, los movimientos contra la guerra de Vietnam tomaron fuerza en 1968.
Paradójicamente, una victoria militar como la del Tet hizo ver a los estadounidenses que sus enemigos no sólo podían dar un buen susto a sus soldados; sino que conservaban la capacidad de atacar cualquier lugar de Vietnam del Sur, incluso su embajada. ¿Habían resultado inútiles tantos bombardeos, tres años de lucha con abundantes muertos, la riada de millones enviados, y la multitud de manifestaciones y contramanifestaciones?123
De poco sirvieron los comunicados sobre el gran número de bajas infligidas al FNL y al EVN, la resistencia que demostró el ARVN o los hallazgos de las Matanzas de Hué. Las manifestaciones de protesta se multiplicaron. Mucho más cuando en 1969 se hicieron públicos los sucesos acaecidos un año antes en el pueblo de My Lai, donde el ejército estadounidense pareció seguir el comportamiento de los nazis en Oradour-sur-Glane.23 . Un acicate que dejaba a pocos indiferentes, especialmente al constatar que el sistema para medir el cumplimiento de los objetivos podía haber convertido al acto de My Lai en la punta del iceberg.128
Pero si en Estados Unidos la población estaba dividida, en el sureste asiático la moral era muy baja, hasta el punto de que autores como Guerrero et al. (1988b, p. 400) lo han denominado «El colapso de la moral» por motivos como:
Los oficiales en ocasiones no sabían leer los mapas, ni guiar a sus hombres por la jungla o daban coordenadas erróneas a la artillería.
Los soldados eran inexpertos en muchos casos por cumplir solo un año de servicio.
Los oficiales de inteligencia quería conseguir puntos y ascensos enviando a la infantería para localizar posibles campamentos y posiciones enemigas, en lugar de informarlos sobre dichos campamentos y posiciones.
Ante oficiales inexpertos con información deficiente, los reclutas no dudaban en matarlos o publicar recompensas por su cabeza en revistas clandestinas si los habían puesto en peligro.
Casi la mitad de los estadounidenses consumían drogas.129
Existían acusaciones de racismo. Pese a que la proporción de negros en la filas era casi la misma que en la sociedad, un 12 % aproximadamente, los oficiales de dicha raza constituían un 2 %, pero en las unidades de combate los afroestadounidenses superaban el 20 %.
Los militares estadounidenses hicieron esfuerzos por atender y cuidar a sus hombres donde quiera que sirviesen. Estados Unidos siempre se ha enorgullecido de abastecer bien a sus soldados llevándoles cervezas frías, regalos de casa e incluso periódicos.95 Dicho esfuerzo se incrementó dándoles semanas libres en el destino de Asia que prefiriesen,130 contratando a investigadores para que analizaran los problemas raciales,131 llevándoles a estrellas de la música y el humos, etc, pero la moral seguía muy baja, por lo que Lyndon Johnson relevó a Westmoreland y ordenó los primeros planes de retirada.131
La vietnamización[editar]
Pese a que este término y esta idea ya la planteó el presidente John Kennedy a principios de los años 1960, no fue hasta la victoria de Nixon cuando comenzó a llevarse a la práctica por el analista Henry Kissinger. La vietnamización perseguía fortalecer y preparar al ARVN, para luego traspasarle la responsabilidad de defender el territorio del Sur. Al mismo tiempo debía crear un contexto para desahogar al régimen del presidente Thieu del acoso constante al que le sometían el FNL y el EVN. Esto se realizó dando instrucción a los vietnamitas y "entregar ingentes cantidades de armas al ejército de Nguyen van Thieu".132 Además, la vietnamización supondría para Washington y Saigón una posición más fuerte de cara a unas futuras negociaciones con los comunistas, ya iniciadas en secreto por Kissinger en París durante febrero de 1969.
Nixon dice cambiar el rumbo[editar]
Nixon realizó la vietnamización del Conflicto pero fue implacable con los bombardeos y la extensión de la guerra. Imagen de un acto de la campaña presidencial de 1968.
Se discute si, tras la Ofensiva del Têt en 1968, el presidente Johnson decidió el progresivo abandono del conflicto o si esta decisión se tomó unos meses después, tras la Batalla de la Colina de la Hamburguesa. Lo que indudablemente sí sucedió fue la percepción de no contar ya con la opinión pública. Pese a todo, los envíos de tropas continuaron y en 1969 se aumentó el número de estadounidenses a más de 500 000; pero para entonces el Presidente ya sabía que aquella guerra le había costado la reelección y anunció su abandono de la política.82
En enero de 1969 y Richard Nixon fue elegido nuevo presidente. Los ejes sobre los que basaría su política vietnamita serían:
Retirada progresiva de tropas.
Mantener el apoyo financiero al gobierno de Vietnam del Sur.
Conseguir una paz con honor, llevando a Vietnam del Norte y al FLN a la mesa de negociaciones a base de bombas, si fuese preciso.133
No extender los bombardeos y las acciones bélicas a ningún otro país.
El segundo punto del proyecto lo fue cumpliendo progresivamente. No se puede decir lo mismo de los demás. Este hecho, el prometer una cosa dentro de un tema de capital importancia, hacer exactamente lo contrario y volver a ganar las elecciones, ha quedado como ejemplo en muchos estadounidenses de cómo un gran "vendedor de autos" puede arrastrar a todo un pueblo.134 También prueba la determinación de Nixon para no ser el primero presidente de Estados Unidos en perder una guerra, incluso con bombardeos superiores a los de la Segunda Guerra Mundial.135
Otro problema pendiente fue la recopilación de abundante información sobre la organización y disposición de las fuerzas enemigas. Hacia 1969 la CIA, cuyos agentes llevaban mucho tiempo insistiendo en que aquella guerra no podía ganarse por medios convencionales,63 ya tenía depurado su Programa Phoenix que había comenzado en 1967. Dicho programa pretendía terminar con sus enemigos de una manera más selectiva que con bombardeos y alto explosivo. Pero, pese a los esfuerzos de varios mandos y oficiales, el Programa Phoenix terminaría siendo más terrorismo de estado que una fuente de información fidedigna, pues los agentes de la CIA tuvieron poco menos que carta blanca para matar a cualquier persona considerada miembro del FLN.133
En Camboya los estadounidenses esperaban encontrar el Cuartel General del enemigo136 y su ansiada batalla campal, donde poder utilizar todo su poderío residente en unidades como estos blindados estacionados en Vietnam en posición de defensa.
Mientras, el Ejército de los Estados Unidos llevó a cientos de oficiales del ARNV a cursos de instrucción para mandos, pilotos y personal de mantenimiento del costoso material que les regalaría. Con todo su fuerza aérea se colocó en la cuarta más grande de Asia.63 Pero los progresos resultaron muy lentos y se veían entorpecidos por la corrupción crónica o la selección de mandos según los compromisos de los dirigentes políticos,no por sus cualidades militares. En esta misma línea los oficiales estadounidenses comenzaron a ver que regalarles helicópteros y sustituirlos cuando fueran derribados no conducía a nada si los pilotos continuaban teniendo una capacitación mediocre a lo sumo. Pese a todos estos fallos, la retirada de tropas comenzó en 1970, empezando por el personal de infantería para terminar con los pilotos de los que siempre estaba necesitado el ARVN.
Al mismo tiempo un problema más estaba creciendo. Los dos neutrales vecinos de Vietnam del Sur, Laos y Camboya, se mostraban incapaces de contener la agresión de sus guerrilleros comunistas ni cortar la Ruta Ho Chi Minh. Si Estados Unidos pretendía que su aliado pudiera sobrevivir a una guerra con el Norte debía cortar esa vía de infiltración y, de paso, terminar con el Cuartel del ejército norvietnamita o del FLN ubicado en Camboya, según suposiciones de la inteligencia estadounidense.
En marzo de 1969 Richard Nixon, recién elegido, inició una campaña de bombardeos secretos sobre Laos y Camboya. Con el nombre en código de Operación Menú, la Fuerza Aérea atacó los dos países con el máximo secreto.137 Los pilotos debían despegar, ir a una posición determinada y esperar órdenes. Una vez allí los controladores les daban las coordenadas que debían atacar. A la vuelta, los mismos controladores deberían destruir todo documento sobre estas incursiones en territorio neutral. Pese a todas las precauciones, en menos de un mes The New York Times ya publicaba noticias sobre estos ataques, filtradas por miembros de la Fuerza Aérea disconformes con estas operaciones.138 Laos fue la nación más bombardeada de la Tierra, con más de 2 500 000 bombas de todos los tamaños.139 Estos bombardeos perseguían cortar la Ruta Ho Chi Minh, pero también demostrar a Vietnam del Norte que la nueva presidencia estaba dispuesta a todo con tal de terminar con aquella guerra, incluso la opción nuclear. Pero los vietnamitas del Norte no se amedrentaron.
La invasión de Camboya[editar]
Las invasiones de Camboya de 1970. Mapa ilustrando las líneas del ataque estadounidense combinado.
El 14 de abril de 1970, el ARVN realizó una primera incursión en territorio camboyano y el 29 de abril el teniente general Do Cao Tri lanzó a sus 12 000 hombres sobre el Pico de Loro (véase mapa). Pero sería el 1 de mayo cuando el general Robert Shoemaker ordenó a los oficiales destacados en la frontera con Camboya avanzar sobre el Pico de Loro y el Anzuelo. Algunos soldados aceptaron con resignación participar en estas incursiones, pero la mayoría vio con regocijo el poder golpear el santuario del FLN y vengar todos los muertos que habían llegado flotando por el río Mecong.140
La incursión estuvo precedida de grandes bombardeos que causaron muchos muertos entre los campesinos, lo que a la larga fue terrible para el gobierno pro-occidental de Camboya. Nixon era consciente de las repercusiones que traerían aquellas acciones; pero, como él mismo había declarado, prefería perder la reelección a ser el primer presidente en perder una guerra.141
Las acciones en El Anzuelo encontraron alguna resistencia del EVN que, como era la costumbre, desaparecía en la selva tras un breve tiroteo. Ni siquiera en el pueblo de Snuol hubo amago de oponerse a la potencia de fuego desplegada por los M60 Patton. Pronto los emplazamientos de artillería del EVN fueron capturados y se enviaron cien M551 Sheridan que sí encontraron resistencia; pero la vencieron pronto. Saquearon el poblado, interrogaron a los campesinos y finalmente lo arrasaron.136 En esos interrogatorios los camboyanos informaron que había toda una ciudad guerrillera en la jungla. Poco después un helicóptero Lonch avistó una casa bien camuflada y comenzó el bombardeo de artillería y aviación. Cuando los infantes pudieron entrar en lo que ellos mismos llamaron "La Ciudad", encontraron 400 cabañas de paja y 180 escondites con suministros médicos, alimentos y ropa, además de 480 fusiles y 120 000 cartuchos.142
El 30 de junio, todos los soldados volvieron a sus bases, dejando graves pérdidas a la 9ª División vietnamita, encargada de la defensa en retaguardia.143 Por el otro bando se contabilizaron 354 estadounidenses muertos y 1689 heridos. El ARNV dijo haber perdido 866 hombres y tener heridos a otros 3274. El Presidente anunció la muerte de 11 349 enemigos y la captura de suficientes suministros y armas para cubrir las necesidades de todo un año,nota 23 aunque la propia CIA calificó ese recuento de altamente sospechoso. Para Nixon era como un regalo de Navidad y ordenó el envío de 31 000 soldados más a Camboya para destruir todo lo que no se pudiera transportar. Sin embargo, el famoso cuartel del EVN para Vietnam del Sur (el COSVN) no apareció y sí fuertes manifestaciones en Estados Unidos, siendo la de Kent State la más dura de todas.142
Por contra, los bombardeos de la Operación Menú y los de la posterior Freedom Deal causaron mucho daño y mucho rencor, colocando a la población camboyana en contra de su gobierno, aliado de los Estados Unidos. La USAF prosiguió los bombardeos en torno a la capital camboyana para impedir a los Jemeres Rojos tomarla, pero la caída de Nom Pen era cuestión de tiempo en cuanto las bombas cesaron.137 Además, el apoyo del depuesto príncipe Norodum Sihanouk a los sanguinarios Jemeres Rojos legitimó a estos en su insurgencia, que databa de 1969 en el norte del país.137 Con esa base de odio hacia un gobierno indolente y corrupto, el terreno estaba abonado para la llegada de Pol Pot, sus genocidas seguidores y los campos de la muerte.
La invasión de Laos[editar]
La operación Lan Som 719 debía castigar a las EVN en lo profundo de sus santuarios en Laos. Las cosas fueron muy diferentes a lo que debíeron ser.
Artículo principal: Operación Lan Som 719
En 1971 Laos era considerado el país más atravesado por la Ruta Ho Chi Minh, por lo que debía ser golpeada con gran contundencia.144 El 18 de enero de 1971, aniversario de una famosa victoria vietnamita sobre los chinos en 1427, el alto mando militar survietnamita ordenó al general de división Le Truong Tan comenzar la Operación Lam Son 719. Tenía como objetivos desbaratar cualquier posible ofensiva comunista sobre Vietnam del Sur durante todo un año y lograr con ello:
Dar más tiempo al ARVN para culminar una preparación que le permitiese derrotar al EVN y al FLN.
Reiterar una vez más a los norvietnamitas que Richard Nixon estaba dispuesto a utilizar todos los medios militares disponibles a su alcance para forzar la paz con el Norte.
La Operación perseguía abrir un corredor de 25 km de ancho por 35 de largo entre la frontera de Vietnam del Sur y la ciudad laosiana de Tchepone. Eso cortaría la Ruta Ho Chi Minh, permitiría incautarse de abundante material y detendría las operaciones de los guerrilleros en el Sur. Se destinaron las mejores divisiones survietnamitas, como los marines, paracaidistas y Rangers, además de vehículos blindados. Todo bajo el mando del general Xuan Lam. Por desgracia para los survietnamitas, el EVN esperaba un ataque así y concentró cerca de la frontera un cuerpo de ejército formado por las divisiones 304, 308 y 320, más un regimiento acorazado y otro de artillería.144
Cuando la ofensiva no había pasado la mitad del camino planificado, las numerosas bajas sufridas en la Carretera 9 y en las colinas al norte de Laos obligaron a detener el avance survietnamita.144 Poco después comenzó una evacuación con helicópteros de apoyo que terminó en una retirada. En este punto hay discrepancias ente los autores. Para Conboy, Bowra y McCouaig (1993, p. 14) ninguno de los dos bandos logró una victoria decisiva, pues los survietnamitas llegaron a Tchepone, pero la encontraron casi desierta. Para Guerrero et al. (1988b, p. 451 y 462) "no hay ninguna duda de que el intento de atacar el saliente laosiano fue un desastre", porque, si la incursión fue mal, la retirada resultó pésima, terminando en una desbandada y en una carnicería.
Las imágenes de decenas de helicópteros regresando a Vietnam del Sur atestados de soldados heridos de gravedad, algunos atemorizados, echó por tierra las esperanzas de poder contar con el ARVN para defender Vietnam del Sur. Lan Som 719 había costado casi 9000 hombres.145 Sin embargo, dos años después, los survietnamitas demostraron que aún les quedaban cartas por jugar frente al mismo enemigo que tan duramente los había expulsado de Laos.146
La ofensiva de Pascua: el ARVN resiste[editar]
La Ofensiva de Pascua falló porque Vietnam del Sur no se desmoronó y los bombarderos y buques estadounidenses estuvieron allí.
Artículo principal: Ofensiva de Pascua
A las 02:00 horas del 30 de marzo de 1972, 12 000 proyectiles de la artillería y misiles del EVN atacaron las posiciones del ARVN en la Zona Desmilitarizada, un bombardeo parecido al de Khe Sanh. Seguidamente las divisiones 304 y 308 junto a 300 blindados se lanzaron contra las posiciones survietnamitas con el fin de arrollarlas cercar Quang Tri y volver a ocupar Hué,147 repitiendo el éxito de 1968. A estas acciones las llamaron la Ofensiva de Pascua.
El cinco de abril, desde Camboya, otro contingente avanzó por la región del Anzuelo y el Pico de Loro, cercando las ciudades de An Loc y Tay Ninh, en el camino a Saigón.148 Una tercera oleada salió del sur de Camboya para infiltrarse en el delta del Mekong. Con todo, esto sólo resultó un señuelo para distraer la atención del ataque principal, lanzado días después en el centro del país, sobre la ciudad de Kontum.
Las imágenes de carreteras inundadas por desplazados, aviones de transporte tratando de levantar sus rampas con hombres colgados de ellas y vehículos atestados de asustados vietnamitas, parecían dar la idea de que aquel régimen terminaría en pocos días. Giap lanzó sobre el Sur la práctica totalidad de su ejército con la intención del aterrorizar a sus enemigos y dar el golpe de gracia al régimen de Saigón. Sin embargo la realidad resultó diferente. Fue necesario una crisis así para que el timorato presidente Thieu relevara del mando al general Giai y al teniente general Ngo Dzu, para colocar al frente de sus hombres a Ngo Quang Truong, calificado por algunos como el mejor oficial de Vietnam del Sur. Este detuvo las retiradas y ordenó que todos los desertores y saqueadores fueran ejecutados.149 Con el nuevo mando y, quizá, con el miedo a nuevas matanzas sistemáticas, Hué pudo ser salvada, al mismo tiempo que Kontum y An Loc resistieron un ataque tras otro. Todo esto aumentó la confianza de los soldados en su ejército.
Al otro lado del Pacífico, Nixon declaró que lanzaría un ataque como el que jamás habrían visto y lo cumplió. Los 700 aviones desplazados al sureste asiático, los buques fondeados en las aguas de Vietnam del Sur y los B-52 de Tailandia y Guam realizaron un bombardeo que detuvo en unas ocasiones y desintegró en otras a las unidades del Norte. Giap volvió a su táctica de lanzar oleada tras oleada cosechando parecidos resultados a los de Dien Bien Phu.150 . El poder aéreo estadounidense aniquiló a buena parte de los efectivos norvietnamitas y los carros de combate recién traídos de la URSS fueron destrozados por los cazas o por los soldados del ARVN con sus lanzadores portátiles.
Finalmente las incursiones del EVN se detuvieron tras haber incrementado el terreno en su poder del 3,7 % al 9,7 %. Las pérdidas para Hanoi rondaron los 190 000 muertos, heridos o prisioneros, por lo que pasó el resto de 1972 tratando de mantener el terreno conquistado.151 Pese a todo, el 15 % de estas conquistas las perdería en los siguientes años frente al ARVN luchando ya en solitario.
El fracaso de la vietnamización[editar]
Pese a la segunda gran derrota de la Ofensiva de Pascua, los guerrilleros del FNL y especialmente el EVN estaban preparados para una nueva ofensiva en 1973. En la imagen, guerrillero y bandera del FNL armado con un fusil AK-47.
Ciertamente el programa de vietnamización había logrado éxitos como:
Infligir un duro golpe a la infraestructura del FLN y el EVN en la vecina Camboya.
Apoderarse de abundante munición, provisiones y suministros destinados al Sur.
Armar al régimen de Thieu con abundantes municiones y equipo, esta misma opción la tomaron los soviéticos antes de su retirada en Afganistán con resultados parecidos.152
Reducir los cuadros de mando de los comunistas por los asesinatos del Programa Phoenix.
Resistir el gran ataque que supuso la Ofensiva de Pascua.
Sin embargo el EVN y el FLN habían logrado por su parte:
Aumentar el territorio bajo su poder.
Causar una seria derrota al ARVN en Laos y retener la meseta de Jars.151
Conservar su capacidad de acción y sus líneas de abastecimiento.147
Mantener la moral de combate de sus tropas, dañada por los bombardeos y la eliminación de sus miembros.
Los logros obtenidos por los vietnamitas comunistas coinciden casi totalmente con lo que la Administración Nixon pretendía evitar. Autores como Guerrero et al. (1988b, p. 422) afirman que Saigón podía resistir, pero necesitaba el apoyo aéreo norteamericano. Esta opinión parece confirmarla las órdenes de Nixon para bombardear masivamente a Vietnam del Norte y minar tanto los puertos como los estuarios, acciones casi desesperadas para obligar a Vietnam del Norte a negociar, frente a unas elecciones cada vez más cercanas. Así Nixon podría presentarse como el "pacificador", término que le gustaba.153
Pese a lo que los acontecimientos demostraron después, en 1972 y 1973 la derrota del Sur no estaba clara para ninguna de las dos partes. Por un lado combatían ya solos, pero por el otro recuperaban territorio y Estados Unidos les había entregado 2500 millones de dólares en armas y municiones, suficiente para resistir varios años.153 Tampoco las circunstancias internacionales se lo ponían fáciles a ninguno de los dos bandos. Pese al generoso arsenal que habían dejado los estadounidenses, su salida de la guerra redujo en dos ocasiones consecutivas las ayudas económicas al régimen de Saigón, primero Nixon las bajó a mil millones de dólares anuales y, tras su dimisión en agosto de 1974, el Congreso las dejó en 700 millones.154 Este recorte aumentó aún más en 1975, lo que obligó a dejar en tierra 200 aviones, la mitad de la fuerza aérea survietnamita.
La crisis del petróleo incrementó el precio de los alimentos y otros productos de primera necesidad en todo el Sur, obligando a muchos soldados a realizar trabajos extras fuera de las filas o a dejar su puesto para poder ganar el sustento de su familia. En cualquier caso supuso una merma de tiempo para entrenamiento y operaciones.155
En el Norte las cosas no marchaban mucho mejor. La política de acercamiento a China emprendida por Estados Unidos, la famosa Diplomacia del Ping Pong de 1971 con la visita del propio Nixon a Pekín al año siguiente,23 hacía pensar en una disminución de la ayuda militar del gigante asiático a Vietnam del Norte. La URSS también bajó los fondos para el armamento regalado. Debía preocuparse de otros temas como la seguridad de su frontera con China, en la que llegaron a darse enfrentamientos esporádicos.23
Las Linebacker: los bombardeos sobre el Norte durante las negociaciones[editar]
Nixon ordenó la mayor campaña de bombardeos de la guerra; pero los resultados fueron pírricos.
Artículo principal: Operación Linebacker
Nixon se mostró implacable con los bombardeos para obligar a los norvietnamitas a sentarse a la mesa de París cada vez que abandonaban la negociación.153 Se negociaron todos los detalles para que pareciera una paz honrosa,nota 24 mientras continuaban los bombardeos y los combates.
El 8 de mayo de 1972 Richard Nixon suspendió las negociaciones de París por los continuos ataques del EVN y ordenó la Operación Linebacker con el fin de minar los puertos, destruir objetivos militares, vías férreas, instalaciones petrolíferas, aeródromos y los muelles de todo Vietnam del Norte. En esta ocasión los Phantom y los B-52 iban equipados con bombas inteligentes guiadas por LASER,32 que tan famosas se harían en conflictos posteriores, y afirmaban atacar únicamente blancos militares o económicos, nunca zonas habitadas por civiles. De esta forma, decían ellos, la ferocidad de las bombas se vería compensada con su precisión. Esta vez se lanzaron 155 548 toneladas de bombas en 41 000 misiones. Las fábricas fueron casi destruidas por completo, lo mismo que las vías férreas, incluido el famoso puente de Thanh Hoa,32 las ciudades aún intactas de Hanói y Haiphong tampoco se salvaron. Sin embargo lo vietnamitas lo veían de una forma muy diferente, como comentaba un miembro de su comunidad:156
Los estadounidenses dicen que bombardeaban objetivos militares o económicos y declararon que nosotros nos colocábamos junto a nuestras escuelas y hospitales. Sólo son excusas para la terrible cantidad de víctimas que ocasionaron entre la población civil. Las escuelas y hospitales fueron construidas en tiempos de los franceses, antes de las hostilidades, y nosotros no éramos tan estúpidos como para atraer el fuego sobre nuestros hijos y nuestros enfermos colocando objetivos potenciales junto a ellos. Su definición de “bombas de precisión” no puede mantenerse a la vista de vecindades enteras destruidas, como la zona densamente poblada de Kham Thien, o el hospital de Bac Mai, de 1 000 camas, ambos destruidos por bombas.
El Presidente tenía muy presente que la Operación Rolling Thunder había desgastado mucho a su antecesor y una campaña mucho más dura haría lo mismo con él; pero era un hombre enérgico y no dudó en ordenar la salida de los B-52. Según las fuentes occidentales los bombardeos no perseguían solo llevar a Vietnam del Norte de nuevo a la mesa de negociaciones, sino demostrar a Vietnam del Sur que les seguirían apoyando pese a retirar sus soldados. Desde el punto de vista estadounidense las operaciones Linebakers menguaron la moral vietnamita y el gobierno de Hanói comenzó a pensar en volver a negociar. Ciertamente la situación en la que los aviones estadounidenses colocaron al pueblo vietnamita fue muy dura, un vietnamita relataba:157
La sirena sonaba en ocasiones hasta 20 veces al día. Las incursiones continuaban de noche, obligándonos a salir de la cama en medio del frío invernal y meternos en los húmedos refugios.
El 23 de octubre los bombardeos cesaron y se retomaron las negociaciones. Cuando los norvietnamitas volvieron a sentarse, Nixon lo presentó como un victoria; pero lo cierto es que Hanoi no cambió sustancialmente sus exigencias que obligaban al Sur, entre otras cosas, a no poder reconquistar territorio ni les exigía a ellos abandonar lo tomado.158 Pese a ello, unos meses después, los jerarcas de Vietnam del Norte se retiraron nuevamente. Por aquellas fechas habían recibido de la URSS misiles SAM (superficie-aire) y confiaban en presentar resistencia a los nuevos ataques. Nixon reanudó los bombardeos, la conocida extraoficialmente como Operación Linebacker II. Entre el 18 y el 29 de diciembre de 1972 cayeron 20 370 toneladas de bombas, matando a 1 000 personas, deteniendo las comunicaciones internas, dañando la red eléctrica y terminando con la totalidad de la fuerza aérea norvietnamita. Sólo se detuvieron el día de Navidad.158 Con todo, el precio fue alto para la USAF. Los norvietnamitas derribaron 26 aviones, quince de ellos B-52, y capturaron a varios pilotos,158 lo que aumentaba algo su margen de negociación en París porque la opinión pública estadounidenses siempre se mostró muy preocupada por el paradero de los pilotos desaparecidos en combate. Para Nixon se habían logrado casi todos los objetivos, para muchos vietnamitas la conclusión fue otra:156
El 30 de diciembre Nixon suspendió los bombardeos y nueve días después, se reanudaron las conversaciones en París. Le Duc Tho, nuestro negociador jefe, no se apartó de la posición que había mantenido antes de los bombardeos. No se aceptaron los cambios estadounidenses. Nixon se derrumbó y se firmaron los Acuerdos de Paz entre Vietnam del Norte y Estados Unidos el 27 de enero, en gran parte en los mismos términos planteados en octubre anterior. La voluntad de hierro de nuestro pueblo y su creencia en el destino había dado sus frutos. Habíamos sobrevivido al poder de Estados Unidos.
El alto el fuego de París[editar]
En París se hicieron muchos esfuerzos por demostrar que ninguna parte había perdido la guerra. En la imagen, varios representantes firmando el acuerdo de paz el 27 de enero de 1973.
Artículo principal: Conferencia de París (1969)
El 27 de enero de 1973 la delegación de Vietnam del Sur, la norvietnamita, la estadounidense y la del Gobierno Provisional de la República de Vietnam del Sur (el FLN o Vietcong) firmaron los Acuerdos de paz de París. El documento se componía de 23 artículos con las misiones de cada bando. Fue arduamente preparado hasta en los más mínimos detalles. Lo firmado suponía:
Implantación del alto el fuego.
El Norte podía mantener 150 000 soldados en el Sur.159
La retirada de los estadounidenses en sesenta días.
La celebración de elecciones en el Sur.
El intercambio de prisioneros.
Desminado de los puertos del Norte.
Estos acuerdos daban a Estados Unidos un respiro. Con el final de su participación en la Guerra ahorraba unos 8100 millones de dólares y una gran tensión interna. Sin embargo para Vietnam, tanto del Norte como del Sur, no era más que una pausa en la lucha. Una survietnamita comentó en Saigón:23
La que ha terminado es la guerra de los estadounidenses, pero la nuestra sigue y nadie sabe ni cuándo ni cómo terminará.
Por su parte, el gobierno de Saigón anunció que no permitiría elecciones en su territorio y acogió la noticia con indiferencia, convencido de afrontar un ataque del Norte. Estados Unidos había prometido continuar ayudándolo económicamente, pero dicha promesa quedó en poco menos que papel mojado tras la dimisión de Nixon por el caso Watergate, ya que Gerald Ford deseaba olvidar la guerra cuanto antes, igual que muchos estadounidenses.159
Vietnam del Sur se queda solo en la guerra[editar]
Pese a que la victoria no se veía a corto plazo y a que los hombres de Giap no podían emprender una gran ofensiva tras las pérdidas cosechadas en la de Pascua,151 sí había indicios de que lo tomado en dicha ofensiva, y fijado en los Acuerdos de Paz de París, constituía una base sólida para el ataque final porque:
A finales de 1974, Hanoi había aumentado sus combatientes de 150 000 a 300 000.
Disponía una red de carreteras desde la provincia de Quang Tri hasta el Mekong, todo en Vietnam del Sur, para permitir la marcha de hombres y máquinas.
El aeródromo de Khe Sanh estaba nuevamente operativo y en su poder.
El oleoducto hasta Loc Ninh quedó abierto para mandar combustible hacia el Sur.
La Ruta Ho Chi Minh, libre ya de bombardeos, era transitada por todo tipo de vehículos.
Hanoi se prepara[editar]
El general Tran Van Tra cerebro de la operación que terminó derrotando al Sur.
Lo que trataba de conseguir Vietnam del Norte era una posición más fuerte hasta recuperarse para la campaña final.160 Sin embargo, el general norvietnamita Tran Van Tra pedía una gran acometida. Él insistía en que se podía conseguir una victoria rápida partiendo de las Tierras Altas Centrales para tomar la ciudad de Pleiku y después cortar su conexión con Ban Me Thuot, algo parecido a lo intentado en 1965.161 En un principio se aplazó la petición, pero finalmente Hanoi decidió comenzar la ofensiva, y el general Van Tieng Dung fue enviado al Sur para preparar todas las actuaciones. Así, a principio de 1974 son atacadas las zonas de Quang Nam y Quang Ngai, en mayo se registraron intensos combates en Ben Cat y en la primavera de 1974 el EVN había recuperado lo perdido en el delta del Mekong; pero Thuong Duc fue reconquistada por el ARVN.162
El 1 de marzo de 1975, el EVN cortó los enclaves terrestres con Ban Me Thuot,163 la ciudad cayó el 13 de ese mismo mes. El ataque hizo tomar al presidente Thieu dos de tantas decisiones equivocadas, pero que en aquellos momentos resultaron extraordinariamente trágicas:
Sacar a sus fuerzas de Pleiku y Kontum para concentrarlas en la ciudad que terminaba de caer.
Abandonar la Zona Desmilitarizada, replegando todos los efectivos junto a los de la ciudad de Quang Tri hacia Hue y Da Nang.
La retirada se convirtió en una desbandada.163 La presión del ejército enemigo, el pánico de los civiles que huyeron aterrados y la ineptitud del mando ante quizá la operación más difícil que se le pueden pedir a un oficial,98 minaron por completo la cohesión y espíritu de lucha de los soldados. Estos huyeron entre la multitud que bajaba despavorida en lugar de defender las ciudades citadas. En un intento de evitar una derrota catastrófica, el presidente del Sur decretó en marzo la movilización general para tratar de contener la ofensiva que muy pocos veían remediable.23 El esfuerzo resultó inútil, Hué cayó el 25 de marzo y Da Nang el 30, perdiendo dos de las mejores unidades del Sur, la División de Infantería de Marina y la 1ª División.163 Las Tierras Altas Centrales cayeron en poder del Norte dos días después tras cundir el pánico en ellas.
Como reconoció posteriormente el general Van Tieng Dung, aquél fue un golpe de suerte con el que no contaban. Ante estas noticias, Le Duc Tho y los militares a las órdenes de Giap enviaron sendos cables aprobando la movilización solicitada por Dung.164 Finalmente se optó por atacar la región de Tay Nguyen al tener el Sur sólo dos divisiones diseminadas; pero ni siquiera estas ofrecieron gran resistencia. Todo el país era un caos.162
Al gobierno de Saigón sólo le quedaba jugar la carta de luchar en las provincias del sur, las más ricas,23 a la espera del monzón que detuviera o ralentizara todo. De aguantar hasta las lluvias Saigón ganaría tiempo para conseguir apoyo aéreo estadounidense; pero en esta ocasión sólo lograron buenas palabras, mientras el FLN organizaba un Gobierno Revolucionario Provisional.
La Ofensiva de Primavera y la rendición incondicional[editar]
En 1975, a los refugiados ya no les quedaban sitios a donde ir. En la imagen, evacuados survietnamitas atravesando la cubierta de un navío estadounidense durante la operación "Frequent Wind" en abril de 1975, para su posterior transferencia hacia Filipinas o la base de Camp Pendleton, California.
Artículo principal: Ofensiva de Primavera
Artículo principal: Caída de Saigón
Aquel desmoronamiento en la parte norte del país y en las Tierras Altas Centrales cambió la percepción de Hanói sobre una victoria para 1976. También lo cambió para Saigón, que trató de entablar negociaciones con los comunistas. Estos exigieron y consiguieron la desaparición de Thieu de la escena política, dejó el poder el 21 de abril siendo sustituido por el general Duong Van Minh.23 A finales de marzo, el Buró Político se reunió nuevamente y decidió lanzar la Ofensiva de Primavera, llamada por ellos Campaña Ho Chi Minh.164 Dung recordó el discurso lanzado tras la reunión:165
Nuestra ofensiva estratégica general empezó en la campaña de Tay Nguyen. Ahora ha llegado una nueva oportunidad estratégica y las condiciones permiten un rápido final para nuestra resolución de liberar el Sur. Decidimos concentrar rápidamente nuestras fuerzas, armas y material para liberar Saigón antes de la estación de las lluvias.
El 22 de abril, varios aviones A-37 capturados al enemigo volaron hasta Tan Son Nhut. Valiéndose de su apariencia, atacaron la torre de control y destruyeron numerosos cazas. El humo pudo verse desde Saigón, con la consiguiente sensación de pánico.166 Mientras, unidades enteras se rendían al paso de los comunistas que avanzaban tomando una ciudad tras otra bajo el lema:
En el mejor momento, con la mayor rapidez, la mayor osadía y la mayor sorpresa, y seguros de la victoria.
A las 00:00 del 29 de abril, la Hora H,167 Saigón fue atacada por todas las direcciones, excepto desde el mar. Por la zona desmilitarizada penetraron más unidades, lo mismo que desde Laos y desde el centro norte de Camboya.
Por la mañana, artillería norvietnamita bombardeó el puente Newport, la última conexión de Saigón con el mundo exterior. Tras horas de intensa lucha, la ciudad quedó completamente aislada.
En un bosque de caucho próximo a Dau Giay, aguardaba una unidad de ataque en profundidad formada por una brigada de carros de combate, un regimiento de infantería y algunas unidades más. Llevaban los vehículos camuflados con ramas, los brazos con cintas rojas para distinguirse y uniformes impecables para tomar la capital, mientas el general Cao Van Vien firmó la orden de resistir con la frase «defender hasta la muerte, hasta el final, la porción de la tierra que nos queda», poco después desertaba de su puesto y huía del país.168
Un infante de marina estadounidense, armado con un M16A1, observa un helicóptero de evacuación.
A las 15:00 del 29 de abril los transportes, los blindados y carros de combate de la unidad de ataque en profundidad salieron del bosque y llegaron a la capital aplastando toda resistencia. Al día siguiente penetraron en Saigón mientras la gente trataba de huir por cualquier medio. Tomaron el cuartel general del Estado Mayor, el Palacio de la Independencia, el cuartel general de la Zona Capital Especial, el Directorio General de la Policía y el aeródromo de Tan Son Nhut. La rapidez del avance sorprendió a los periodistas cuando recibieron la noticia de que habían penetrado en el palacio presidencial, una tripulación nortvietnamita tuvo la cortesía de repetir el acto poco después para que lo pudiesen fotografiar.159 Saigón había caído.
Muchas personas trataron de huir en balsas y botes por mar, creando un problemas para las otras naciones que no estaban muy predispuestas a recibirlos. Algunas se suicidaban para evitar posibles represalias de los norvietnamitas, especialmente las que habían abandonado el Norte por cuestiones políticas o religiosas 25 años antes, mientras otras saqueaban todo lo que podían. Según Jonathan Schell (1988), Vietnam del Sur era un país en descomposición, carente de autoridad o incluso conciencia de país.
Estados Unidos inició la Operación Frequent Wind con el fin de sacar a su personal diplomático, sus ciudadanos y colaboradores vietnamitas, como el presidente Ky. Los dos portaaviones situados cerca de Saigón no daban abasto. Algunos helicópteros survietnamitas aterrizaron en dichos barcos sin que nadie los hubiese invitado. Los marinos tuvieron que arrojar al mar varios aparatos para dejar espacio en cubierta.159 Todo esto fue televisado y fotografiado, "venciendo la prepotencia del ejército más poderoso del mundo".169
Los comunistas subieron las escaleras del Palacio con sus banderas. Llegaron al despacho del presidente y entraron. Con cierta dignidad Minh dijo:170
Les hemos estado esperando para poder transferirles el gobierno.
La contestación fue:
Usted no tiene nada que transferir. Puede rendirse incondicionalmente.
¿Por qué perdió la guerra Estados Unidos?[editar]
Robert McNamara fue uno de los primeros dirigentes en percibir que la guerra no marchaba por buen camino. Aquí junto a Westmoreland en uno de sus viajes a Vietnam (1965).
Al reconstruir el escenario los historiadores se siguen haciendo la pregunta ¿el presidente Johnson arrastró a Vietnam a la guerra o se vio arrastrado por sus consejeros?48 El primer punto de vista es defendido por Schell (1988, p. 28), para quien Vietnam del Sur no quería la guerra, sino la reunificación. Fueron los temores estadounidenses quienes le llevaron a continuar un enfrentamiento hasta la derrota total. La otra línea de pensamiento la soportan autores como el ex consejero presidencial John Kenneth Galbraith para quien Johnson no deseaba inmiscuirse tanto en Vietnam, pero el peso de sus consejeros para que interviniese fue demasiado grande.48
Para Largo Alonso (2002, p. 69) entre otros, Estados Unidos en general y su ejército en particular tuvieron buena parte de culpa. Pese al extraordinario esfuerzo realizado y a la sensación inicial de triunfo, Estados Unidos no comprendió del todo el tipo de guerra y el tipo de pueblo contra quien luchaba. Así aquel atacaba donde su enemigo podía encajar mejor los golpes, en las bajas humanas, mientras se desgastaba un poco más cada vez. Una línea de pensamiento similar la defendió Robert McNamara quien, pese a ser uno los primeros y más fervientes defensores de la intervención, comenzó a tener dudas en 1966 y a plantearse abiertamente la imposibilidad de ganar ya en 1967. Según él, la iniciativa de los combates la llevaban los comunistas; ellos podían elegir cuantas bajas sufrir y cuantas infligir a sus oponentes, de esta forma:
Mantendrán sus pérdidas a un nivel lo suficientemente bajo como para poder aguantar indefinidamente; pero lo suficientemente alto para tentarnos a aumentar nuestras fuerzas hasta el extremo de que la opinión pública estadounidense rechace la guerra.
Robert McNamara
La CIA mantuvo una opinión similar al postular la imposibilidad de ganar el conflicto por medios únicamente militares.
Esta incomprensión se palpa en las continuas estadísticas e informes cuantitativos solicitados y manejados por los mandos, en varios casos exagerando los resultados,171 pero sin prestar excesiva atención a los discursos de los dirigentes comunistas,172 ni ganándose la confianza de los aldeanos, quienes podían proporcionarles buena información. Así los militares estadounidenses se comportaban como en cualquier guerra convencional, donde lo importante son los datos del potencial enemigo, en lugar de una guerra de guerrillas, donde lo vital es separar a los guerrilleros del apoyo popular. Al abandonar este aspecto algunos problemas no disminuyeron sino lo contrario:
La zona desmilitarizada fue un foco de infiltración comunista, pese a los duros combates librados allí, pese a la Línea McNamara con su avanzada tecnología y a las baterías instaladas.
El Triángulo de Hierro, una zona a 50 km de Saigón repleta de túneles llenos de guerrilleros y soldados del EVN, nunca fue conocida del todo ni desmantelada, constituyendo una daga sobre la capital del Sur, a medio camino entre los refugios seguros en Camboya y las poblaciones sureñas más ricas.
La Operación Attleboro, agosto de 1966, resultó el ejemplo de una gran operación montada para localizar y destruir refugios y unidades enemigas; pero un fracaso por no contar con buena información. Los soldados de la 196ª División de Infantería Ligera no lograron cercar a los comunistas que huyeron a Camboya.
La Operación Cedar Falls, enero de 1967, consiguió librar algunos combates; pero el FNL logró desaparecer. Se capturó gran cantidad de material y se destruyeron muchos túneles, pero el grueso de las fuerzas guerrilleras se zafó del ataque.44
El Ejército de Estados Unidos defendió su actuación alegando que había luchado bien. Según ellos, fueron otros factores como las restricciones impuestas por los políticos o la creación de una larga cadena logística las que contribuyeron decididamente a la derrota.173 Por su parte Harry G. Summers (1995) los culpan de la derrota, no tanto por combatir bien o mal; sino por no haber suministrado al ejecutivo estadounidense información precisa de cómo ganar la guerra, además de no haber plasmado correctamente la situación vivida. En este caso Guerrero et al. (1988b, p. 318) hacen ver que muchas veces ni el propio Ejército conocía dicha situación. Pese a las toneladas de documentos incautados al enemigo en las distintas operaciones, a la dispersión de miles de sensores por la selva, al empleo de los muy sofisticados, para la época, ordenadores de tercera generación, el uso masivo de fotografía aérea y por satélite; no se llegó a conocer la situación real. Las distintas agencias de inteligencia, hasta quince a veces,174 no fueron conscientes de los preparativos para la Ofensiva del Tet, ni la magnitud de los complejos de túneles que tanto ayudaron a ella, ni la existencia o no de un cuartel general del EVN en territorio survietnamita... Así se llegaba en muchas ocasiones a situaciones donde los agentes marcaban como blancos importantes lugares que no sabían realmente si lo eran o no; pero que en caso de serlo les haría subir puntos. Naturalmente esos lugares debían ser inspeccionados por la infantería, que se jugaba la vida por los agentes, en lugar de trabajar estos para evitar esos riesgos.
También se ha indicado la diferencia económica entre los combatientes. Para los hombres provenientes de regiones templadas, la jungla les puede resultar un lugar hostil, amiga de sus enemigos y enemiga suya, como creían los británicos en Birmania durante la Segunda Guerra Mundial.92 Los vietnamitas debían alimentarse de serpientes, ratas, lagartos y, cuando había suerte, arroz; por esta razón, podían sobrevivir de la selva cuando los alimentos faltaban sin que se resintiera su moral y cuando aquellos llegaban, se vivían momentos de euforia y satisfacción.nota 25 Mientras, veían a los estadounidenses disfrutar de todo tipo de manjares, disponer de abundante dinero y recibir incluso cervezas frías en pleno campo, lo cual aumentaba la distancia con sus aliados y el odio de sus enemigos.
Otro factor apuntado en varias ocasiones fue la presencia de la prensa y su influencia negativa en la opinión pública.177 En 1965 la mayoría de los estadounidenses estaban a favor de la intervención,124 no fue hasta 1968 cuando los porcentajes comenzaron a invertirse.178 La publicación de las matanzas como la de My Lay, la presencia casi constante de la guerra en los informativos nocturnos, la revelación de los bombardeos secretos, las acciones del movimiento pacifista hablando con conocimiento de causa por tener a veteranos en sus filas o las declaraciones de algunos políticos cambiando de actitud, caso del propio McNamara,179 fueron presentando a la Guerra como algo injusto; siendo la subsiguiente falta de apoyo popular decisiva para la derrota.15 Por su parte, Summers (1995) indica que no se puede perder lo que nunca se tuvo. Según él, las operaciones en Vietnam comenzaron sin consultar al pueblo estadounidense, pues la autorización del Congreso era para intervenir en los "alrededores de las bases", y cuando se solicitó el apoyo de la opinión pública esta se negó a concederlo, sorprendiendo a unos dirigentes convencidos de pisar la antesala de la Tercera Guerra Mundial.180
Schell (1988, p. 21) y otros autores indican que lo determinante fue la voluntad o falta de voluntad del Sur para existir como país. Los soldados del Sur estaban muy poco motivados,181 mientras la moral en el FLN y el EVN era muy alta, pese a ser confundida en ocasiones por los estadounidenses con fanatismo o ejemplos del desprecio de los líderes comunistas hacia su pueblo.171 Aunque es cierto que ambos Vietnam eran dictaduras y que fueron muy comunes los casos de atrocidades por parte del EVN y el FLN,182 tenían un gran deseo de vencer y una fe de hierro en sus sacrificios. Como ejemplo puede servir un testimonio dado al cruzar la Autopista 9, al final de la Ruta Ho Chi Minh:183
Mi piel se está despellejando y estoy extenuada... Llegué cojeando y eran las seis en punto cuando crucé la Autopista 9. La carretera no era ancha, pero tuvimos que aligerar el paso para no llamar la atención de los aviones enemigos. Apareció de repente ante mí, una curva difuminada por el sol de verano y sembrada de guijarros. No obstante parecía lo suficientemente intacta. Así crucé la Autopista 9, una vía cuyo recuerdo se perpetuará en la historia de nuestro heroico pueblo.
Duong Thi Xuan Quy
Otro caso de laboriosidad sin desesperanza lo dieron los habitantes de Vietnam del Norte tras los bombardeos. Un miembro de la comunidad lo relataba de la siguiente manera:
Desde que empezaron los bombardeos de la “Operación Rolling Thunder”, todo el Norte, excepto Hanoi y Haiphong, habían sufrido ataques aéreos de todo tipo: napalm, fósforo blanco, minas antipersonal, alto explosivo, defoliantes. Cada puente, cada encrucijada, cada estación de ferrocarril, cada fábrica habían sido atacados, reconstruidos, camuflados, atacados nuevamente, trasladados y reconstruidos nuevamente.
En el aspecto político el Norte fue más o menos estable mientras en Saigón se sucedían los golpes militares y los deseosos de terminar la guerra cuanto antes, mientras los atentados y ataques se repetían sin que los vietnamitas del Sur pareciesen querer arriesgarse.48 Por supuesto había excepciones entre los soldados y los oficiales, pero constituían una minoría. Para testigos y escritores como Jonathan Schell (1988, p. 33) en este conflicto no es que la voluntad general fuese un factor de gran importancia, es que resultó el factor decisivo. Por tanto, quebrarla debió haber sido el objetivo perseguido por Estados Unidos y no lo consiguió.184
Repercusiones del conflicto[editar]
Probablemente pocas guerras hayan tenido tantas repercusiones en la Historia contemporánea como el de Vietnam y también pocos han atraído más atención de novelistas y cineastas.
En Estados Unidos[editar]
Imagen del Vietnam Memorial en Washington DC, en 2005.
Artículos principales: Protestas contra la Guerra de Vietnam y Síndrome de Vietnam.
Los bombardeos masivos y la crueldad de la guerra retransmitida por vez primera con una libertad pocas veces repetida,177 comenzaron a cambiar la imagen que tenían los estadounidenses de sí mismos. La idea de un país enorme machacando a otro pequeño y la de sus soldados cometiendo matanzas fuera y dentro resultaron demoledoras, dejando aplastado el espíritu del Destino Manifiesto, pero no muerto. En las elecciones de 1968 un presidente dedicado a las reformas sociales como Lyndon Johnson se enfrentó a fuertes desafíos por parte de dos demócratas opuestos a la guerra: los senadores Eugene McCarthy y Robert Kennedy, hermano del asesinado presidente Kennedy y asesinado también al final de la campaña. El 31 de marzo, en vista de una humillante derrota manifestada por las encuestas y de la incesante prolongación del conflicto en Vietnam, Johnson se retiró de la contienda presidencial y ofreció negociar el fin de la guerra. Más tarde, la reelección de Nixon en 1972 provocó un éxodo masivo de ciudadanos descontentos a países como Canadá.185
Manifestante ofreciendo una flor a un policía militar durante una protesta anti-Vietnam en Arlington, Virginia, en 1967. National Archive.
La oposición a la guerra se extendió dentro y fuera de Estados Unidos entre la juventud, avivando el movimiento hippie que había comenzado antes.186 Las universidades estadounidenses fueron escenario de manifestaciones contra la implicación de Estados Unidos en esa guerra no declarada e injustificada en opinión de muchos. Hubo encuentros violentos entre los estudiantes y la policía con disparos y muertos.nota 26 En octubre de 1967, 200 000 manifestantes marcharon frente al Pentágono, exigiendo la paz, siendo uno de los puntos más álgidos del movimiento pacifista. También es cierto que dicha situación coincidió con uno de los momentos de máxima prosperidad económica, lo que confería mucha seguridad a la juventud y posibilidades de cambiar de costumbres. Pero el factor principal de protesta resultó el servicio militar, obligatorio para todos los varones estadounidenses y con él la posibilidad de ser enviado a Vietnam.
El trauma de Vietnam les duró mucho más a los militares que a la sociedad en general. Las referencias a esta contienda en cualquier guion de cine que requiera ayuda del Pentágono son discutidas hasta la saciedad,187 incluso con amenaza de romper la colaboración si no se atiende a sus demandas. nota 27 También lo fueron para los miembros de la administración Nixon que buscaron enemigos comunistas por el mundo para luchar contra ellos tras la derrota en Vietnam, apoyando militar y económicamente a dirigentes poco cualificados, como Holden Roberto, y cuando estos fallaron recurrieron a los mercenarios, alegando razones estratégicas inexistentes, para no reconocer la inquina que tenían por la derrota.190 Dicha derrota fue la principal causa esgrimida por políticos como Chalie Wilson para financiar a los muyahidines afganos en su guerra contra los soviéticos, aunque dicho apoyo se volvería contra ellos cuando uno de sus "protegidos", Osama Bin Laden, organizó los Atentados del 11 S y varios cabecillas más se manifestaron a favor.191
Para Vietnam[editar]
La derrota de Saigon y sus Aliados fue proclamada como fiesta nacional vietnamita bajo el nombre Día de la Paz, pero no trajo la paz al sureste asiático. Pocos años después la nación invadía Camboya y los hombres de las balsas (refugiados) siguieron aumentando sin que ningún país quisiera hacerse cargo de ellos.192 Aunque la invasión de su vecino trajo la liberación de los camboyanos del régimen quizá más sanguinario del Planeta, no logró la paz. Las luchas contra lo que quedaba de los Jemeres Rojos se prolongaron durante más de una década, con continuos anuncios de retirada que se aplazaban o no se cumplían, hasta que en los años 1990 se celebraron elecciones en aquel país (ver Historia de Camboya).
El antiguo Vietnam del Norte perdió el 70 % de su infraestructura industrial y de transportes, además de 3000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales.193 Por su parte, el medio ambiente vietnamita quedó profundamente dañado por la utilización del Agente Naranja y otras armas químicas que defoliaron grandes extensiones de selva, con pocas posibilidades de recuperarse por la invasión del bambú y otras plantas. Pero peor aún fueron los efectos para la población en contacto con esas sustancias, aparentemente inocuas para los humanos, con miles de abortos prematuros, nacimientos con malformaciones, y esterilidad, especialmente dolorosa para las mujeres de medios rurales.194 A esto debe añadirse todos los hijos ilegítimos de rasgos caucásicos y africanos dejados en la pobreza y marginación.193
Asimismo, la Guerra causó muchos daños a la agricultura y los campesinos, especialmente a los niños, debido a miles de municiones, explosivos y minas sin estallar ni retirar de bosques y arrozales. Estos efectos provocaron la bajada de producción en las explotaciones agrícolas y el aumento de la población urbana que huía del campo, convertido en campo de batalla. Se han contabilizado 10 500 000 refugiados generando unas pérdidas estimadas en 200 000 millones de dólares.193
Las enormes infraestructuras de túneles excavados por todo Vietnam ahora forman parte de las atracciones que visitan los turistas. Se pueden ver las entradas camufladas, recorrer sus galerías, sentarse en las salas de reuniones e incluso disparar las AK-47.57 Este "turismo de guerra" ha contribuido a levantar la economía del país, debilitada tras la caída de la URSS.
Para el resto del mundo[editar]
Helicópteros como el Black Hawk con sus dos pares de aspas y blindaje, o la implantación definitiva de los chalecos antibalas y antifragmentos se deben en parte a las experiencias obtenidas en Vietnam.
Pese a ser uno de los conflictos más documentados por no aplicarse la censura militar, en países como España se produjo un olvido interesado durante los años 1980,195 siendo muy escasa la producción histórica. En ocasiones se tiene la sensación, comenta Largo Alonso (2002, p. 5), de encontrarse ante un conflicto muy difícil de analizar, por la enorme cantidad de material existente (traducciones, reportajes, crónicas...). Frente a este fenómeno aparece en contraposición lo poco tratada que ha sido el punto de vista vietnamita para Occidente, creándose así, según Tad Szulc, una visión mitificada ante la falta de análisis de mayor profundidad.
Otra nefasta consecuencia fue la falta de atención prestada por Occidente al genocidio camboyano por ser un pueblo subdesarrollado que había logrado derrotar también a un aliado de Estados Unidos; por lo tanto, en la mentalidad izquierdista/revolucionaria, no podía ser malo y las informaciones aportadas por organizaciones como Amnistía Internacional se calificaban de falsas o manipuladas por los servicios de inteligencia estadounidenses.
La impresión de que un pueblo pobre, pero muy motivado podía derrotar a la mayor potencia mundial empleando la guerra de guerrillas caló muy hondo en la mayoría de los países. Hasta el punto de considerarse el medio definitivo de lucha de los militarmente débiles contra los militarmente fuertes, debieron llegar movimientos como el Sin tierra latinoamericanos para desvincularse de dicha lucha. Esta supuesta invencibilidad de las guerrillas ha quedado también como un mito, pero la Historia posterior ha desmentido este supuesto:
En regiones como Centroamérica, la experiencia obtenida en el sureste asiático sirvió para formar a las fuerzas de Guatemala, El Salvador, Honduras, etc. contribuyendo a vencer los movimientos guerrilleros de ideología comunista en Centroamérica que preocupaban a Estados Unidos.196 En esa región sólo Nicaragua implantó su revolución.197
Dentro del continente africano solo Etiopía cambió a un régimen marxista en 1977.198 La famosa e ineficaz línea McNamara fue puesta en práctica nuevamente en Sahara Occidental para frenar los ataques del Frente Polisario que a punto estuvieron de derrotar por completo a Marruecos. Estos muros de separación entre el llamado Sahara Útil y el resto del desierto emplean la misma tecnología de sensores de movimiento, detectores de personal y baterías tras las barreras de la Zona Desmilitarizada; pero la experiencia obtenida permitió mejorar la táctica empleada en la selva y supusieron una de las razones para que Marruecos lograra contener al Polisario.199
En Europa ni el ELA en Grecia ni el Dev Sol en Turquía lograron imponerse.197
En Asia y Oceanía ningún movimiento marxista alcanzó el éxito de los vietnamitas y Jemeres Rojos.200
Estados Unidos también aprendieron muchísimo de lo vivido en Vietnam. Los políticos de aquel país tuvieron cuidado después en no hacer combatir a sus asesores al lado de las fuerzas locales en ninguna parte del mundo y, cuando estas acciones se llevaron a cabo, los distintos gobiernos reaccionaron con cierta rapidez.nota 28
La utilización masiva del helicóptero en una guerra asimétrica se demostró correcta, pese a la derrota final. Tanto es así que se han empleado masivamente durante las Invasiones de Irak y Afganistán se han demostrado como el mejor método para combatir a un enemigo disperso y extremadamente móvil. Así, la mayoría de los ejércitos de principios del siglo XXI tendieron a reforzar y diversificar sus flotas de helicópteros frente a los llamativos, pero menos eficaces, cazas y bombarderos.202
Influencia en el cine[editar]
Aunque inicialmente la guerra de Vietnam no llamó excesivamente la atención de la industria cinematográfica, desde finales de los 70 y a principios de los años 1980 la producción de películas sobre el tema floreció con títulos muy destacados como Apocalypse Now o Platoon. Esta atención de Hollywood contrasta con el escaso interés mostrado por el cine francés hacia su derrota.203
Al contrario que los historiadores e incluso la propia sociedad estadounidense, el cine sí supo asimilar el fracaso, en opinión de Marc Leppson.204 De esta manera se pasó de la patriótica y poco creíble Los boinas verdes, donde se muestra a unos entregados miembros de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos en su lucha contra los malvados comunistas, soslayando las terribles torturas que el libro original relataba,205 a una más crítica Apocalypse Now, que prefirió alcanzar presupuestos astronómicos antes que rendirse a la censura del Pentágono a cambio de sus helicópteros.206 Otro éxito fue la cinta El Cazador o The Deer Hunter de Michael Cimino con Robert de Niro, Christopher Walken, John Savage y Meryl Streep, de 1978, reflejó la influencia de la guerra en unos trabajadores del metal en Pittsburgh. Obtuvo 5 Oscar.
Por su parte, Oliver Stone realizó entre 1986 y 1993 tres obras sobre estos sucesos: Platoon, Nacido el 4 de julio y Cielo y Tierra. Platoon recibió cuatro premios Oscar y dejó algo descolocados a los veteranos estadounidenses porque no los retrataba como héroes, pues aparece el fragging, las violaciones a niñas, los asesinatos, el incendios de aldeas; pero también los muestra en situaciones muy duras, aceptadas por su condición de pobres, junto a héroes, como el sargento Elias Grodin interpretado por Willem Dafoe. Nacido el 4 de julio sólo obtuvo dos premios Oscar, uno al mejor director, pero arrasó en los Globos de Oro. En El cielo y la tierra, basada en los libros de Le Ly Hayslip, intentó acercarse a la visión vietnamita del conflicto. En el llamado a veces "año de las películas de Vietnam" 207 cabe destacar títulos clásicos como Full Metal Jacket (conocida en España como La chaqueta metálica y en Latinoamérica como Cara de guerra o Nacido para matar) de Stanley Kubrick y La colina de la Hamburguesa, de John Irvin.
Ciertamente los distintos estudios han creado cintas de todo tipo. De esta forma quizá la visión cinematográfica más ficticia de este conflicto sea la dada por Rambo; un héroe que, en palabras de Marc Leppson, se parece tanto a un veterano de Vietnam como Superman a un policía.208 No obstante otras cintas ofrecen análisis más próximos a la realidad, como el mostrado por Francis Ford Coppola en Jardines de Piedra, donde los maduros veteranos le dicen al impulsivo muchacho que aquella guerra no la pueden ganar y él les responde que olvidan su potencia de fuego portada por sus helicópteros contra los arcos y flechas vietnamitas, metáfora sobre una de las causas de la derrota, el pensar que se puede vencer a un pueblo subdesarrollado sólo a base de bombas.38
En el siglo XXI, la mala conciencia estadounidenses quedó limpia, según Largo Alonso (2002, p. 43), estrenándose obras como Forrest Gump o Across the Universe (2007) dirigida por Julie Taymor y situada en Nueva York durante los movimientos antibélicos principalmente formados por jóvenes, al ver amigos y familiares ir contra su voluntad a Vietnam.
Una ausencia en muchos de estos largometrajes es la postura vietnamita, con alguna excepción como Vietnam Vietnam, mostrando la participación australiana y las acciones del FLN en los poblados. Fue en 2002 cuando se estrenó We were soldiers (Cuando éramos soldados en España, Fuimos héroes en Latinoamérica) adentrándose un poco más en la vida en los túneles vivida por los soldados del Norte, al estar basada en la reunión mantenida por Moore y Galloway (2003) con sus antiguos adversarios vietnamitas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario