El presidente saliente de Uruguay se define como “el presidente más pobre del mundo”, defiende que los políticos tienen que “vivir como la mayoría” y que la búsqueda de la felicidad colectiva ha de ser el eje de cualquier política
El presidente uruguayo, José Mujica, ha defendido su modo de vida “sobrio” y su manera de ver la política como “la lucha por la felicidad de todos”, por lo que ha considerado que “a los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política”.
Uruguay celebra este domingo elecciones presidenciales en las que la coalición que respalda a Mujica, el Frente Amplio, parte con ventaja según los sondeos pero no la suficiente como para evitar una segunda vuelta entre su candidato, Tabaré Vázquez, y el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou.
“No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad”, ha explicado en una entrevista concedida a CNN en Español Mujica, al que se ha calificado como “el presidente más pobre del mundo”.
En su opinión, los presidentes “tenemos que vivir como vive la mayoría, y no como vive la minoría”. Por ello, Mujica, que dejará el cargo el próximo mes de marzo ya que no puede optar a la reelección directa, tiene claro que “a los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política” porque “son un peligro”, según él.
Para el antiguo guerrillero, “la política es la lucha por la felicidad de todos” si bien cree que las repúblicas actuales “se han desviado hace mucho tiempo”. “Las repúblicas vinieron al mundo para decirle no a la monarquía, y a los méritos de sangre y suscribir que los hombres básicamente somos iguales… pero si los otros se desvían de la esencia del republicanismo, yo no tengo la culpa”, ha argumentado.
Mujica ha lamentado que el personal que “rodea a los presidentes remeda a la vieja corte” y ha insistido en que “el presidente es un funcionario que eligió la gente para un momento y una etapa” pero “nadie es más que nadie”.
Defensa de la vida
Por otra parte, ha defendido que “nuestra religión tiene que ser la defensa de la vida”. “Hay que luchar y defender esta vida” y tambiér por ser “feliz”. “Tú con plata no puedes ir a un supermercado y decir: véndame cinco años más de vida. No se puede. No es una mercancía, entonces no hay que malgastarla, hay que tratar de usarla y gastarla en las cosas que nos motivan para vivir”, ha añadido.
Aunque no es partidario de hacer balance sobre sus cinco años al frente de Uruguay, sí ha resaltado que ahora hay “menos pobres, menos indigentes, 11 por ciento de pobreza, medio por ciento de indigencia, hace 10 años teníamos 38. Se ha mejorado sustancialmente”.
El presidente, que estuvo en prisión durante los años de la dictadura en el país, ha lamentado que aún “nos falta la verdad” sobre esa etapa y “como nos falta la verdad no se hizo justicia”. “Yo en mi manera de pensar, si me dijeran la verdad, no tengo más nada que castigar, pero eso no es lo que piensa la mayoría de mi sociedad (…) quiere castigo”, ha afirmado.
En su opinión, “que se sepa la verdad es un castigo fuerte, muy fuerte”. “Para mí el camino era el de (Nelson) Mandela, si la gente se hace cargo de lo que hizo, punto, no tengo más nada que cobrar, pero te haces cargo públicamente y ese es el castigo”, ha explicado, en referencia al fin del apartheid en Sudáfrica.
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