Cómo se
fraguó el golpe contra Nicaragua
Por
Hedelberto López Blanch
Resulta ya
una constante que detrás de todos los actuales golpes de Estado blandos, de
acusaciones y enjuiciamientos a presidentes, ex presidentes y líderes
progresistas de América Latina, se hallan las fuerzas más reaccionarias de la
derecha dirigidas desde los Estados Unidos que cuentan además con el control de
los potentes medios de comunicación.
En estos
días han aparecido en los medios alternativos, la verdadera explicación de lo
que está ocurriendo en Nicaragua donde fuerzas dirigidas por la oligarquía han
desatado una bien tramada conspiración que han dejado más de 170 muertos,
alrededor de 350 heridos y millonarios daños materiales.
El
reconocido escritor estadounidense, Max Blumenthal, publicó recientemente un
amplio reportaje donde destapa el plan de financiamiento del organismo National
Endowment for Democracy (NED), para ejecutar el golpe de Estado en Nicaragua, a
través del Movimiento Estudiantil 19 de Abril (M19), el Instituto de Estudios
Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) y la llamada Alianza Cívica por la Democracia.
Informa Blumenthal que la sangrienta historia comenzó cuando a
principios de abril un reducido grupo de activistas opositores de Nicaragua
fueron a reunirse a Washington con la derechista institución de defensa
estadounidense Freedom House. El grupo opositor, conocido como M19, estaba allí
para suplicar a Donald Trump y otros funcionarios de derecha del gobierno de
los Estados Unidos que los ayudaran en su lucha contra el presidente
nicaragüense Daniel Ortega.
En la capital del imperio los integrantes del M19 se reunieron
con altos funcionarios del Departamento de Estado, con el director de la archigolpista
organización USAID, y con los neoconservadores de origen cubano, los senadores
Ted Cruz y Marco Rubio y la representante Ileana Ros-Lehtinen con quienes se
tomaron fotos, mientras se les aseguró que contarían con el apoyo rotundo de
Washington.
Afirma Blumenthal que un mes antes de
las reuniones del M19 con legisladores ultraconservadores en Washington, una
publicación financiada por la NED ,
informó sin rodeos que las instituciones respaldadas por esta organización han
pasado años y entregado millones de dólares "sentando las bases para la
insurrección" en Nicaragua.
El artículo en cuestión publicado en el sitio Web Global
Americans explica abiertamente la intromisión de Estados Unidos y fue escrito
por el académico de derecha estadounidense Benjamin Waddell, director académico
de la Escuela
de Capacitación Internacional en Nicaragua. Después de la publicación, Global
Americans reemplazó el término "insurrección" con la palabra más
inocua "cambio".
Waddell ofrece una evaluación del impacto del capital invertido
por el National Endowment for Democracy en la sociedad civil nicaragüense y
asegura que "cada vez es más claro que el apoyo de los Estados Unidos ha
ayudado a desempeñar un papel en el fomento de los levantamientos
actuales".
A la par, la prensa occidental lanzó una contundente campaña
contra el gobierno sandinista y describió la rápida escalada de disturbios
civiles en Nicaragua como una explosión espontánea de descontento colectivo,
desencadenada por los cambios al sistema de seguridad social que más tarde
fueron revocados por Ortega.
Waddell informó que la
NED ha gastado 5,1
millones de dólares en el país desde 2014, ayudando a que 54 grupos se
conviertan en actores importantes en la escena política y "sentando las
bases para la insurrección".
Desde que comenzaron los disturbios, la NED tomó medidas para ocultar
los nombres de los grupos que financia en Nicaragua con el argumento de que
podrían enfrentar represalias del gobierno. Pero los principales receptores de
respaldo de Washington ya eran bien conocidos en el país.
Por ejemplo, Hagamos Democracia (Let's Make Democracy), es el
mayor receptor de fondos NED, con más de 525 000 dólares en subvenciones desde
2014. El presidente del grupo, Luciano García, que supervisa una red de
reporteros y activistas, ha declarado que Ortega convirtió a Nicaragua en un
"Estado fallido" y exigió su renuncia inmediata.
El Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas
(IEEPP) de Managua, cuyo presidente es Félix Maradiaga, ha recibido al menos
260 000 dólares de la NED.
Las subvenciones se destinaron para apoyar el trabajo del
IEEPP en la capacitación de activistas para "fomentar el debate y generar
información sobre seguridad y violencia”.
Tan pronto como se iniciaron las violentas protestas contra
Ortega, Félix Maradiaga, sacó a la luz su agenda. Ex líder global del Young
World Forum educado en Yale y Harvard, fue elogiado por el derechista diario La Prensa por "sudar,
sangrar y llorar junto a los jóvenes estudiantes que han encabezado las
protestas en Nicaragua".
Cuando La Prensa
le preguntó si había alguna forma de salir de la violencia sin un cambio de
régimen, Maradiaga fue franco: "No puedo imaginar una salida en este
momento que no incluya una transición a la democracia sin Daniel Ortega".
Recordemos que en 1990, los sandinistas fueron derrotados en las
urnas por la candidata derechista Violeta Chamorro, cuya familia era dueña de La Prensa. La victoria de
Chamorro representó la entrega de casi 16 millones de dólares en subvenciones
de la NED a
partidos políticos y medios de comunicación antisandinistas.
Muy aleccionadoras son las declaraciones de Mark Green, fundador
de la NED en 1991,
cuando aseguró: "Mucho de lo que hacemos hoy fue hecho encubiertamente
hace 25 años por la CIA ".
En conclusiones, detrás de los golpes parlamentarios,
acusaciones fraudulentas contra líderes nacionalistas, políticas de bloqueo y
cerco económico para derrocar gobiernos progresistas en la región, se
encuentran organizaciones creadas y
dirigidas desde Washington para tratar de mantener a la América Latina como
su patio trasero.
El caso de Nicaragua demuestra que la derecha oligárquica y la
administración estadounidense están dispuestas a ensangrentar a un país con tal
de lograr sus objetivos. El pueblo dirá la última palabra.
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