El QUIJOTE Y
CERVANTES EN CUBA… ¡nunca deberían ser olvidados!
CRÓNICAS CUBANAS,
Por Félix Sautié Mederos.
Hay conmemoraciones, incluso
centenarias varias veces, que cuando el calendario nos las regresa
ocasionalmente coinciden con circunstancias, angustias y necesidades que ocupan
nuestros anhelos más perentorios; y entonces, su significado adquiere una especial
importancia como resultó ser en mi experiencia muy personal la conmemoración
Cervantina a la que asistí junto con mi esposa hace algunos días en el Palacio
Velasco Sarrá junto a la Avenida el Puerto, entorno de especial belleza y en mi
opinión mágico atractivo de una Habana Maravilla, tan abandonada a su suerte.
Me refiero a la actividad denominada “Jueves Cervantino” como parte de los
Jueves de la Embajada que regularmente realiza la Embajada de España en La
Habana, en la que se expuso el tema “El
Cervantismo en Cuba”, magistralmente desarrollado por el Dr. José
Antonio Baujín, decano de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La
Habana.
Todo lo cual sucedió en ese constante y habitual eterno
retorno en espiral, que la dialéctica de la vida y de la historia nos los
regresa arropado por las nuevas
condiciones y problemas de la “realidad objetiva que realmente es” en
contraposición con la “realidad que se nos quiere imponer que es” por parte de
los poderosos de la tierra, que enfrentamos
con el sueño utópico de la “realidad que queremos que sea” en favor de
nuestros intereses y problemas que nos preocupan y muchas veces nos angustian.
Un contrapunteo que se manifiesta reiterado en el tiempo y que algunos vivimos
con especial preocupación.
Quiero referirme en consecuencia al Bienio Cervantino 2015-2016 en que se
conmemoran el 4to Centenario de la publicación de la Segunda parte de Don
Quijote de la Mancha obra cumbre de las letras españolas y de la literatura
universal, junto con el 4to Centenario el 23 de abril de la muerte y entierro
de Miguel de Cervantes su autor epónimo. Quiero comenzar por decir que aunque
los medios locales cubanos enfrascados en sus grises consignas que muy pocos
creen, lo han ignorado prácticamente; resultó en cambio que mi asistencia a la convocatoria del Jueves
Cervantino confieso que dado el enjundioso análisis expresado por el ponente,
removió en mi Ser Interior sentimientos y recuerdos muy personales que nunca
podré olvidar y que quiero testimoniarles a mis lectores de Crónicas Cubanas en
Por Esto! Fueron remembranzas que desde niño comenzaron a ser cultivados por el
egregio preceptor que por decisión de mi
acomodada familia debido a mi precaria salud guio mis primeras letras. En esas
circunstancias que testimonio, durante
la muy documentada exposición a que me refiero, viví un torbellino
interior de recuerdos de hechos y de personas que incidieron en mi formación y
muy en especial en mi vida, a partir de su marcado perfil quijotesco.
Expreso esto porque si bien García
Márquez dijo en una ocasión y lo parafraseo dado la necesaria síntesis, que con
un recorrido por La Habana él se encontraba con la inspiración de una
generalizada realidad mágica y surrealista, por mi parte quiero atreverme a
manifestar que la Cuba y muy especial La
Habana en que nací en su muy mágico barrio de El Cerro en 1938, he conocido,
admirado y luchado con personajes quijotescos, verdaderos caballeros de una
triste figura externa y un alma acrisolada por el amor a la vida, a la humanidad
y a la justicia social. En este tropel de recuerdos, desfilaron por mi mente
las imágenes de personas muy encumbradas
como el Fidel del Salón de Mayo de los años 60 del Siglo pasado, el Che
en su rocinante de utopías y sueños
revolucionarios cabalgando por Nuestra América; en tanto que más cercanamente
no podré olvidar a mi primer maestro y poeta evangélico a quien ya mencioné
anteriormente, desconocido en su modestia cotidiana y como consecuencia de su
discriminada etnia de origen africano José
Cabrera Rico, al también egregio y en cambio muy popular maestro
artífice de la Campaña de alfabetización y de la Educación de Adultos cubanas
el poeta Raúl Ferrer, a José Luis Posada
maestro de la plástica y la ilustración surrealista que trabajó intensamente
conmigo durante mi época de Director del periódico Juventud Rebelde y de El
Caimán Barbudo, al Maestro Roberto Matta amigo del alma y cómplice de algunos
proyectos surrealistas en la Cuba que lo acogió como hijo de hecho ante la
agresión pinochecista de que fue objeto, al maestro poeta y etnógrafo Samuel
Feijoó amigo de quien atesoro hermosas cartas con sus ingeniosas frases
eruditas cuajadas de un filoso humor que pocos pueden exhibir al gran poeta
Nicolás Guillén junto con el Indio Naborí; y al periodista Mario Menéndez
maestro de la comunicación social que con su inclaudicable Por Esto! mejicano,
latinoamericano y del mundo, lucha cargado de Dignidad, Identidad y Soberanía
en su trinchera yucateca. Me faltan
otros que el espacio no lo permite pero espiritualmente todos revivieron en mi
mente mientras que el doctor José Antonio Baujín estremecía mi conciencia y mis
recuerdos.
Son muchos los Quijotes cercanos a mi
vida y muchos los Quijotes que nunca deberíamos olvidar en esta época cuajada
de claudicaciones, odios y rencores en que los valores humanistas y los
derechos humanos son conculcados por el poder, la desidia, la vulgaridad, el
sálvese quien pueda y la ambición que pujan por destruir la civilización e
incluso al planeta. La Santa Biblia y el Quijote son dos libros esenciales que
trazan un camino hacia el futuro que tenemos que construir y legar a nuestro
hijos, nuestros nietos y a todos los que vienen detrás de nosotros.
El Jueves Cervantino en que participé
fue un esfuerzo pequeño y grande, pequeño por lo limitado de su asistencia y
grande por todo lo que removió la conciencia de quienes lo vivimos. En mi
criterio, quedamos tácita y moralmente comprometidos con la efeméride
quijotesca y cervantina que en este Cuarto Centenario estamos conmemorando, de
la que los Jueves de la Embajada se hicieron con gran acierto eco y caja de
resonancia sobre nuestra cultura compartida y nuestra conciencia de justicia,
amor a la humanidad y la paz sobre la tierra. Albricias por el maestro José
Antonio y su quijotesca y cervantina campaña que todos deberíamos cooperar
para extenderlas más allá de los
claustros eruditos, universitarios e intelectuales hacia el pueblo y la
recuperación de los valores éticos y ciudadanos que tanto necesita nuestra
Cuba, nuestra América y nuestro mundo contemporáneos. Así lo pienso y así lo
expreso con mis respetos por el pensamiento diferente y sin querer ofender a
nadie en particular.
Publicado en el periódico Por Esto! de
Mérida, Yucatán , México, Sección de Opinión, el miércoles 4 de mayo del 2016.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=475760
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