EN MEMORIA DE JOSE ANTONIO ECHEVERRIA
Por Comandante Armando Fleites
Cada generación, cada tiempo histórico, cada etapa o proceso de cambio presenta un prototipo y el máximo exponte de la generación del cincuenta fue José Antonio Jesús del Carmen Echeverría.
Provenía de una familia cristiana, profesaba la religión católica y era tanta su fe que el día martirologio glorioso encontró tiempo para confesarse y encomendarse a Dios.
Tenía un pensamiento democrático y un sentimiento de libertad que lo proyectaba cada día en defensa de su pueblo.
Conocí a José Antonio a través de mi inolvidable amigo el dirigente de la F.E.U. Alvaro Barba Machado, lo apoyé con el voto de la Facultad de Medicina en una elección empatada en 1954 que se resolvió mediante un concensus que llevó Germán Moré a la presidencia de la F.E.U.
Trabajé siguiendo sus orientaciones en el Tercer Congreso Nacional Estudiantil de Enseñanza Secundaria que se realizó en Mayo de 1954 en el Salón de los Mártires de la F.E.U., en La Habana. Apoyó el planteamiento de la Secretaría de Elaciones Exteriores de la F.E.U. que nosotros ocupábamos y también contó con el apoyo unánime de los estudiantes, done se condenó a todas las dictaduras y totalitarismo y especialmente al comunismo internacional y por ende el asociarse los estudiantes a los comunistas en la lucha contra la tiranía militar.
Posiblemente en el último viaje que dio a Cárdenas para visitar a su familia, lo acompañamos junto a Alvaro Barba y cuando llegábamos a esa ciudad el automóvil que él manejaba sufrió un pequeño accidente, el carro patinó dio varias vueltas, y cuando paró, José Antonio impávido levantó el brazo izquierdo y dijo: “Alfredito, pronto estaremos juntos”. Y entonces me dí cuenta que estábamos frente al cementerio, y que se dirigía a su hermano Alfredo que allí yacía y sentí que se consideraba un predestinado que presentía morir pronto.
El 10 de marzo de 1952 estando de vacaciones salió inmediatamente para La Habana hacia la colina universitaria para iniciar la lucha contra el cuartelazo militar .
Como Vice-Presidente de la Escuela de Arquitectura participó en todas las actividades universitarias y de la F.E.U. contra la dictadura, suscribiendo el “documento histórico de la F.E.U. condenando a la dictadura” , la marcha de las antorchas, la jura de la Constitución, las manifestaciones callejeras, y las protestas constantes de la juventud estudiantil .
Mas tarde ascendió por sus méritos a la Secretaría General de la F.E.U. Recordamos que la F.E.U. acordó erigir un busto a la memoria de Julio Antonio Mella, y los comunistas manipularon para que se colocase el busto en la explanada, fuera del recinto universitario. Para mas tarde llenarlo de lodo, indudablemente los mismos comunistas, lo que provocó la protesta estudiantil y la marcha hacia el “Monumento de los Estudiantes de Medicina” que culminó con el ametrallamiento y muerte del primer mártir universitario caído, Rubén Batista Rubio.
Su condena a la ingerencia trujillista en Cuba a través de los mandos militares, su presencia el 8 de mayo de 1955 ante el monumento de Guiteras en el Morrillo donde fue detenido, sus acciones en los carnavales y en el Stadium del Cerro, su lucha junto a los obreros, y la huelga azucarera de finales de 1956, en la que también estuvimos junto a nuestro hermano de lucha Fructuoso Rodríguez, huelga que por poco dar al traste con la dictadura, su éxito en el Congreso Estudiantil de Ceiland y su firma con Fidel Castro del Pacto de la Juventud Cubana en México determinó disputas y controversias por la actitud de Castro, y la fundación del Directorio Revolucionario Estudiantil el 24 de febrero de 1956 en el Aula Magna universitaria.
Respaldó a la Sociedad de Amigos de la República que encabezaba el mambí Don Cosme de la Torriente y su retiro de la misma cuando se dio cuenta que con la tiranía no había soluciones y entonces escribió una carta a la Sociedad donde mantenía la tésis revolucionaria y alentaba a los Partidos políticos a sumarse a la lucha insurreccional.
Acompañado del Comandante Rolando Cubela y Fructuoso Rodríguez marchó también a Costa Rica para rifle en hombro defender la democracia costarricense.
Carismático, humanista, valiente, humilde, patriota y cristiano, José Antonio Echeverría aún cabalga en Cuba como un Cid Campeador señalando a la juventud universitaria actual cual es el camino de su liberación y las últimas frases de su testamento político cuando dice “que es en definitiva la acción del pueblo civil y uniformado la que conducirá a la libertad”.ratifican ese camino.
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