Primaria de Florida
Por Lorenzo Gonzalo, 13 de enero del 2012
De acuerdo a la opinión más generalizada, incluyendo la de los radicales y moderados del ala derecha estadounidense, el candidato presidencial por el Partido Republicano Mitt Romney, lleva una buena delantera sobre el resto de los aspirantes de ese Partido.
Aunque debemos esperar la Primaria Segunda que tendrá lugar en el estado de Florida, donde se enfrentará a un gran conglomerado latino que posiblemente le pida explicaciones sobre su criterio enfático sobre el derecho a despedir empleados sin consideraciones aparentes y sobre su apoyo a las deportaciones de los indocumentados, los chances de que alcance el 40% de los votos de ese sector en esta Primaria, no parece imposible. Más difícil será obtener ese mismo porcentaje dentro de los grupos independientes.
En la Primaria la maquinaria política es decisiva para ganar, pero en las generales las cosas son diferentes. En los que respecta a los latinos, estos son más proclives a los beneficios sociales y si bien Romney tiene el buen antecedente de Massachussets, donde introdujo una reforma de salud que terminó garantizando seguros para todos, sus criterios laborales e incluso su insistencia en rechazar una solución justa para los más de 10 millones de indocumentados existentes en el país, lo hacen detestable a la mayoría de los independientes y los afiliados demócratas. Estas posiciones son las que igualmente le ocasionarían dificultades cuando se enfrente a estos últimos en la campaña por las elecciones de noviembre si resultase electo candidato por su Partido.
En Florida, confrontará esas inconveniencias y específicamente en el Sur deberá lidiar doblemente con el voto del sector cubanoamericano.
A este sector deberá enfrentarlo primeramente en la Primaria y luego como contendiente en las elecciones generales si llegara a ser el candidato para representar a su partido en noviembre.
Su lucha se dividirá entre la estrategia que usará en el Norte y la que aplicará en el Sur, donde el electorado presenta características diferentes por la concentración latina, aunque deberá cortejar a los latinos de Orlando y del resto de esa área central.
En el norte de Florida los aspectos que señalamos lo alejan del conservadurismo que aún domina gran parte de la militancia republicana, pero también está su creencia mormona en una zona bautista y presbiteriana. Estas religiones son más exigentes que la católica o la judía a la hora de considerar la elegibilidad de un candidato público. Otra cosas es el posible choque que podría provocar con los capitalistas puros que abundan en las filas de esa militancia, por cuanto Romney es un fuerte crítico de la banca a la cual le achaca toda la culpa de la burbuja financiera que provocó la crisis comenzada entre el año 2007 y el 2008. Esos serán algunos de los aspectos a lidiar, amén de los golpes bajos que son típicos durante esas contiendas y que se usan desde comienzos del siglo XIX, llegando a convertirse en un arma de combate destructiva.
Ahora bien, en el Sur está la influencia cubanoamericana, con mayor concentración en el Condado Miami Dade pero con bastante influencia sobre los latinos de Tampa.
Estos votantes que posiblemente estén parejos en número con los que han engrosado las filas del Partido Demócrata, están movidos por el tema cubano, especialmente en lo que se refiere a sus derechos de viajar a la Isla, enviar dinero y en última instancia incluso, poder recibir sus cheques de retiro si vivieran allí, de la misma manera que lo reciben quienes viven en otros países.
La inteligencia con que el equipo de Romney maneje estos aspectos podrá lograr una mayor participación de esos cubanos quienes en general, como el resto perteneciente a otras filiaciones, están cansados de que les hablen de derrotar al gobierno de Cuba o dificultarles la vida a los ciudadanos de aquel país.
Habría que ver qué podría tener mayor fuerza: si la elaboración de una estrategia racional de acuerdo a las nuevas circunstancias surgidas con la proliferación de viajes a Cuba, los cambios que allí se están operando bajo una nueva dirección política y social o los intereses irracionales de una maquinaria política dirigida por gente fanática como los Diaz Balart, Ileana Ross, Marco Rubio, David Rivera y otros.
Esta confrontación con el ala cubanoamericana, estará presente también para el Partido Republicano en unas elecciones generales, donde probablemente sea Mitt Romney su candidato. Pero es importante que el discurso anticubano al uso al que estarán obligados los aspirantes como único modo de no romper con una maquinaria política dominada por fanáticos, no sea visualizado como un mensaje que afectará el poco derecho que tienen hoy los cubanos emigrados para visitar la Isla. Es difícil pero deberán hacer malabares para obtener algún resultado.
Esta estrategia quizás no sea tan imprescindible durante la Primaria Republicana, pero definitivamente requerirá de una laboriosa tarea para competir en las generales.
Las maquinarias políticas son clave para la producción de votos, porque elaboran múltiples estrategias que aplican por distritos, le hacen historias a las personas mayores de edad y les dicen lo que quieren escuchar, ofrecen transportaciones en las áreas pobres para conducir votantes a las urnas en fin, siempre esas maquinarias son imprescindibles y generalmente esenciales para ganar la contienda electoral en Estados Unidos.
No obstante, aunque esos procedimientos tienen resultados muy favorables en las elecciones generales, la maquinaria no aplica dicha táctica de igual modo durante las Primarias porque ningún candidato aceptaría ese tipo de trampas entre ellos.
Ahora bien, en el tema de Cuba, del cual nadie se puede desprender en su sano juicio en unas elecciones en el Estado de Florida, porque los cubanos dominan el escenario político, ocupan la mayoría de las posiciones públicas y constituyen más de la mitad del total de latinos que viven en el área, los candidatos deberán ser muy cuidadosos tanto en las Primarias como en las elecciones generales.
Es de esperar que en el juego de las primarias al que se enfrentan en estos momentos los aspirantes a la candidatura presidencial republicana, la maquinaria política juegue el papel fundamental y el resto de los temas que pueden ser cruciales para obtener una mayoría de votos en las elecciones generales, se traten con criterios perspectivos, es decir se vayan elaborando desde ahora y se utilicen para ir diseñando las estrategias de la gran contienda.
Los criterios antisociales de Romney, favoreciendo el despido casi indiscriminado, sin proceso ni beneficio alguno, de aquellas personas que se “consideren” incapaces para el desempeño de sus labores, su oposición al Dream Act y sus criterios de seguros privados de salud obligatorios, no serán de peso para impedir su elección. La maquinaria política del Sur de Florida está dominada por los capos tradicionales de una política que ha sido cubanizada a contrapelo del resto de las etnias latinas, de los negros, los sajones y del resto de las nacionalidades que aquí conviven y ellos, los tradicionales con una larga experiencia de picardía tramposa, apoyan a Mitt Romney. Por consiguiente no creemos que éste candidato tenga muchas dificultades para que resulte el aspirante electo para la representación de su Partido, como ya lo fue en la Primera Primaria de New Hamshire.
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