PUBLICADO POR Hector Garcia Soto
Sucre, una estrategia de unión monetaria
Hedelberto López Blanch
(Publicado en Opciones, Rebelión, Ajintem)
Mientras monedas fuertes como el dólar y el euro sufren embates por la crisis económica mundial provocada en parte por las políticas de globalización neoliberal que las grandes potencias han impuesto al mundo, el sucre, una moneda virtual de intercambio utilizada por varios miembros del ALBA ha comenzado, poco a poco, a abrirse paso.
La crisis económica y política en que se ha desenvuelto la administración de Barack Obama, cuyo último capítulo resultó la lucha entre republicanos y demócratas para aumentar el techo de la deuda y evitar el impago de 9,6 billones de dólares, ha puesto nuevamente a pensar a muchos gobiernos en la importancia de separarse un poco más del dólar como moneda de intercambio.
A última hora, tras profundas tensiones, el Congreso aprobó elevarla. En caso contrario, Estados Unidos hubiera entrado en recesión con estremecimiento en los mercados financieros globales; caída del dólar respecto a otras monedas y más dudas sobre el billete verde como moneda de reserva internacional.
Asimismo, los graves problemas de endeudamiento público y fiscales en que cayeron naciones de la zona euro como Irlanda, Grecia y Portugal, las amenazas de que el mismo derrotero lo sigan España e Italia, han motivado desconfianzas en varios Estado en buscar refugio en la moneda euro para las transacciones comerciales.
China, Rusia, Brasil, Argentina, Sudáfrica, Corea del Sur, Malasia, Venezuela y otros países con economías importantes han estado trabajando en diversificar sus comercios con el uso de una canasta de monedas y así zafarse de las ataduras del dólar.
China y Rusia en noviembre de 2010 renunciaron al billete verde en las transacciones del comercio bilateral y comenzaron a usar sus propias divisas con la finalidad de proteger sus economías nacionales.
Ambas naciones utilizaban, especialmente el dólar, en sus intercambios pero desde la crisis financiera mundial, funcionarios chinos y rusos exploraron posibilidades para blindar a sus economías de los embates de una crisis a la cual aun no se le ve el fin.
Brasil y Argentina recurrieron al renmimbi (yuan) en sus transacciones directas con China, que alcanzan los 120 millones de dólares. Venezuela fue de los primeros en realizar su intercambio en esa moneda con la nación asiática, mientras Perú, Bolivia y Chile realizan gestiones en ese sentido. Una parte importante del comerio chino-indio se lleva a cabo mediante el yuan y la rupia.
Corea del Sur, Malasia, Belarús e Indonesia se han beneficiado con el uso del renmimbi en los negocios con China. En la lista de las naciones que buscan refugio en otras monedas aparecen Siria, Irán y en menor grado los países árabes petroleros.
Otro desafío de unión monetaria es el que estan llevando a cabo las naciones integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que instauraron el Sistema Unitario de Compensación de Pagos (SUCRE) para sus intercambios internos.
En 2010, Bolivia, Cuba, Ecuador y Venezuela comenzaron a realizar operaciones con el SUCRE, las cuales rondaron ese año los 40 millones de dólares.
La moneda virtual se posiciona entre el sector industrial y las pequeñas, medianas y grandes empresas y cooperativas de Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia, como una opción ágil, segura y confiable para el intercambio comercial, donde prima el respeto a la soberanía, complementariedad productiva y la solidaridad.
Un documento emitido por el Banco Central de Venezuela (BCV) asegura que se prevé para el segundo semestre de 2011, un aumento relevante en el número de operaciones y transacciones bajo ese sistema monetario.
Un dato de interés lo aportó recientemente el vicepresidente del BCV, Eudomar Tovar cuando señaló que entre 2010 y 2011 se incrementaron de seis a 77 los negocios mediante ese nuevo medio de pagos.
Tovar, además presidente del Consejo Monetario Regional (CMR) informó que el monto negociado para los primeros seis meses del 2011 se eleva a 144 millones de sucres lo cual augura que se cumplirá la meta para este año de 300 millones.
Para Tovar, el SUCRE ha tenido una buena acogida por parte de los sectores empresariales de los países que integran este mecanismo, pues reduce los costos de las transacciones, acorta los tiempos de pago, permite un ahorro de divisas y estimula una mayor oferta exportable.
Cada vez son más los productos que se agregan a los intercambios entre los que aparecen aceite crudo de palma, textiles, medicinas para consumo humano y veterinario, llantas, desperdicio de papel, plásticos, libros, neumáticos, atún pre-cocido, bobinas laminadas, urea, arroz, leche en polvo y vehículos automotores.
En Venezuela varias entidades fueron habilitadas para actuar como Bancos Operativos Autorizados del SUCRE, entre estos los estatales de Comercio Exterior, de Venezuela Industrial, del Tesoro y Bicentenario, así como el privado Banesco.
Por su parte, el Gobierno de Ecuador anunció que todo el comercio que realicen entidades públicas de su país con Venezuela será a través del SUCRE. Cuba desde el principio adoptó ese mecanismo y Bolivia marcha en el mismo objetivo.
Como afirmó el presidente bolivariano Hugo Chávez, el Sucre, junto al Banco del ALBA y el Banco del Sur, se encaminan hacia una nueva arquitectura financiera, alejada de los dictámenes del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. El desafío de integración esta en marcha y las alternativas surgen por doquier con miras a reducir la preponderancia del dólar en el comercio internacional.
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