Hartazgo
latinoamericano frente al neoliberalismo
HEDELBERTO LOPEZ BLANCH
La Revolución Cubana
está en pie tras 60 años de bloqueo estadounidense porque existe una ideología
muy sólida, una meta que es el socialismo renovándose constantemente y la
unidad entre pueblo y Gobierno, afirmó el destacado periodista argentino Carlos
Aznárez
por Hedelberto López
Blanch
Carlos Aznárez ha
ejercido el periodismo durante más de 30 años como redactor en los diarios
Noticias, La Razón, Sur, Página 12 y las revistas Crisis y Fin de Siglo. Hace dos
décadas fundó y se desempeña como director de la revista impresa y del sitio
web Resumen Latinoamericano, y con su pluma en ristre desnuda las fake news
que aparecen en los medios de prensa occidentales. Conversé con él a propósito
de la situación que vive hoy la América Nuestra.
-¿Cómo definiría el
reciente golpe de Estado contra Evo?
-Indiscutiblemente lo
ocurrido en Bolivia forma parte de un plan perfectamente diagramado desde las
usinas del imperio, en el que se logró meter en el escenario principal de los
últimos comicios que dieron la victoria a Evo a ese apéndice de las políticas
de Washington en el continente que es la OEA. Queda claro que Luis Almagro jugó
un papel meritorio en este desenlace. Primero simuló «respaldar» la legalidad
de la votación, entrando en aparente contradicción con los fascistas de Santa
Cruz, y luego apuró la auditoria para legalizar el golpe
cívico-policial-militar y dar luz verde para que el dúo Camacho-Mesa y sus
huestes asesinas descargaran su brutalidad acostumbrada.
El imperio no podía
soportar que un presidente indígena hubiera puesto a Bolivia de pie como nadie
antes, que su economía estuviera a la cabeza del continente y que su pueblo más
humilde por primera vez fuera incluido en la vida social y política. Pero además,
el plan imperial necesitaba cortar de raíz una política exterior independiente
y reivindicadora de las mejores tradiciones del nacionalismo popular
latinoamericano, anticolonial y antipatriarcal. De ahí la necesidad de
mentir sobre un fraude que solo existió para la OEA, o la apuesta por
desencadenar una ofensiva racista, supremacista y fascista tan emparentada con
las iglesias pentecostales y la ideología de Donald Trump.
Aprender de estas
experiencias será importante para que esta tragedia boliviana dure el menor
tiempo posible.
—¿Y qué opina sobre
lo que ocurre hoy en América Latina?
—Estas rebeliones que
ocurren actualmente en Puerto Rico, Haití, Argentina, Ecuador, Perú, Chile y
Panamá evidencian que los pueblos están
hartos de las políticas neoliberales. Siempre digo que el neoliberalismo se
expresa con brutalidad en lo económico y que para mantenerse necesita de la
represión, y eso es lo que estamos viendo.
La gente no tolera
más las políticas de ajuste que han saqueado sus salarios y provocado la
pérdida de sus puestos de trabajo (400 000 en Argentina), o la embestida contra
cuanto lograron algunos gobiernos progresistas y hasta contra las conquistas
históricas de la clase obrera.
En síntesis, frente a
las políticas neoliberales la dignidad de los pueblos ejerce su autodefensa y
la gran pelea se gana en las calles, no en los parlamentos, ni en las
elecciones que a veces se pierden por la traición de los políticos.
—¿Cómo analiza los
nuevos Gobiernos en México y el próximo en Argentina?
—Hoy hay una vía, la
de la rebelión en la calle, y otra, la de las urnas, mediante la cual se
eligieron hombres progresistas como Andrés Manuel López Obrador y Alberto
Fernández, que son una alternativa al neoliberalismo salvaje en México y
Argentina. Claro, esos procesos tienen ciertas limitaciones pues mantienen el
capitalismo, aunque lo humanizan y suavizan y lo que pueda ocurrir en ellos lo
dirá la vigilancia de los pueblos. Yo sigo diciendo que quiero el socialismo
para mi país, creo en la revolución.
—¿Qué efecto ejercen
en los pueblos los medios de comunicación de la derecha?
—Los medios
hegemónicos juegan un papel fundamental como estandarte de la invasión,
colonización y restauración conservadora, al presentar el discurso del invasor
como algo que te va a salvar de los problemas y al final es todo lo contrario.
Para enfrentarlos hemos ido generando nuestros propios medios y lenguaje
periodístico. Somos muchos en el continente los que a partir de los adelantos
tecnológicos, las redes y los celulares adquirimos la posibilidad de
contrarrestar esos discursos con la verdad, con la cobertura de los ataques que
sufren los pueblos. Si no hubiera medios alternativos como Telesur, golpes como
el de Honduras, o las represiones en Chile y Ecuador no saldrían a la luz pública.
—¿Qué piensa sobre
Cuba, en estos momentos en que se recrudece el bloqueo económico y financiero
estadounidense?
—El pueblo cubano
siempre ha resistido el bloqueo con valentía y mucho coraje. No es casual, un
bloqueo de esa magnitud solo se resiste con ideología y garantizándole las
cosas fundamentales a la población: salud, educación, alimentos, seguridad.
Creo que el Gobierno revolucionario con Fidel, con Raúl y actualmente con
Díaz-Canel, siempre lo ha entendido y ha tratado de minimizar los efectos del
bloqueo en la población a pesar de que es brutal. Cuando llegas a Cuba te das
cuenta de la proeza que realiza este pueblo para tratar de superarlo o
minimizarlo. Ahora es más de lo mismo con la nueva vuelta de tuerca que ha dado
la administración de Donald Trump. Pienso que Cuba ha vencido y va a vencer con
la fuerza y la unidad de su pueblo, y si hay algo que garantiza que esta
Revolución esté aun en pie, después de 60 años, es que existe una ideología muy
sólida, una meta que es el socialismo renovándose constantemente y la unidad
entre el pueblo y el Gobierno. Es algo que los pueblos latinoamericanos debemos
meternos en la cabeza, que sin la unidad de la izquierda es muy difícil vencer
a esta derecha voraz contra la que peleamos.
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