Dieciséis médicos cubanos que desertaron del programa de ayuda al sistema de salud en Venezuela y que hoy se encuentran viviendo en países de América del sur se han prestado a la infame tarea de manchar el nombre de Cuba diciendo que a ellos se les obligó por sus jefes de misión a negarle asistencia médica a aquellos pacientes venezolanos a su cuidado que no fueran chavistas y que no estuvieran dispuestos a votar por el Presidente Nicolás Maduro en las elecciones celebradas en ese país el 20 de mayo del año 2018 en las que resultó ganador el actual mandatario venezolano.
Las infames acusaciones fueron publicadas en el diario The New York Times y reproducidas en toda sus extensión por el diario El Nuevo Herald de Miami con una entrevista hecha al Senador Marco Rubio en las que este político cubanoamericano asume el papel de tutor y “padrino” de estos médicos desertores a los que se les ha ofrecido en pago por sus calumniosas declaraciones contra Cuba, unas Visas especiales para viajar a Estados Unidos en condición de “perseguidos políticos”.
La mentira tiene piernas cortas y para decirlas hay que tener mucho cuidado, sobre todo cuando se dice una calumnia detrás de la otra como sucede en este caso, puesto que afirmar que se obligó a estos médicos desertores hacer tales acciones de muñidores electorales en favor del candidato Nicolás Maduro en las elecciones del año 2018, es una absoluta incongruencia puesto que según el decir de la oposición venezolana las elecciones del 20 de mayo del año 2018 fueron de antemano un fraude electoral orquestado por el gobierno bolivariano por lo que no se hacía necesario utilizar a los médicos cubanos en función de muñidores electorales.
¿Con cuál de las dos infames mentiras se quedan? Porque una desmiente a la otra. Si hubo fraude electoral en las elecciones venezolanas del año 2018 no había razón para usar a los médicos cubanos en funciones que desdicen del honor de su condición de profesionales de la medicina.
La última infamia contra Cuba ha quedado al descubierto. ¡ Sórdida actitud de estos médicos desertores por una Visa americana! Pero más pronto que tarde se descubre a un mentiroso que a un cojo. Digo yo.
Y Hasta la próxima entrega de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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