De Martí y el naciente imperialismo
Por: El Duende
Traducido desde el más allá por Max Lesnik
Un día como hoy, 28 de enero del año 1853 nació en La Habana José Julián Martí Pérez . Un hombre entero y sencillo como sus versos de poeta sensible, que se ganó con su sacrifico mortal en Dos Ríos el honroso título de “Apóstol” de todos los cubanos.
Pero Martí es más que un insigne patriota cubano, porque su lucha redentora era por algo más que la independencia de su patria oprimida por el poderío colonial español, puesto que ya Martí, con su pupila insomne de genio político estudioso del mundo de su época , veia el peligro que amenazaba a los pueblos del continente americano con el surgimiento del fenómeno imperialista que se estaba gestado en la ya torcida joven república norteamericana, los Estados Unidos de América, la patria de Lincoln y Washington convertida por ambición expansionista en águila rapaz imperial.
En su carta-testamento dirigida a su amigo mejicano Manuel mercado el 18 de mayo de 1895- un día antes de su muerte fatal- dice Martí con palabra clara y alertadora cual es la razón de su sacrificio y lucha.
Expresa el apóstol : “Puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin. Las mismas obligaciones menores y públicas de los pueblos, —como ese de Vd. , y mío,— más vitalmente interesados en impedir que en Cuba se abra, por la anexión de los imperialistas de allá y los españoles, el camino, que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América al Norte revuelto y brutal que los desprecia, —les habrían impedido la adhesión ostensible y ayuda patente a este sacrificio, que se hace en bien inmediato y de ellos. Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas. Y mi honda es la de David”.
Palabras proféticas del Martí más que cubano, latinoamericano, hombre universal. Hoy es Venezuela como antes lo fueron México, Santo Domingo, Guatemala, Chile, Haití, Cuba, Nicaragua, Panamá, Granada o cualquiera otra tierra americana que sea de su interés dominador imperial.
No es Donald Trump. Eso sería una falsa y simple explicación producto de la ignorancia o pura conveniencia política. La historia lo enseña claro: es el imperialismo norteamericano que tiene en el ADN de nación su razón de ser y su vocación de dominio y agresión imperial.
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