La
demo-sincracia económica de Macri
Por
Hedelberto López blanch
Días antes
de asumir la presidencia de Argentina, Mauricio Macri empezó a desmontar los
proyectos sociales que beneficiaban a la población y llamó a favorecer las
mismas leyes neoliberales que a finales de la década del siglo XX y principios
del 2000 pusieron en grave crisis económica al país.
Los logros
alcanzados por las administraciones Kirchner (Néstor y Cristina) desde 2003
cuando sacaron a la
Argentina de una de las crisis económico-sociales más
profundas de su historia, se han ido revertiendo con la aplicación de drásticas
medidas antipopulares.
A finales de
la década de 1980 Argentina el laboratorio más extremo de las políticas
neoliberales impuestas en la región. En el período del presidente Carlos Ménem
(1989-1999) se implantaron las directrices del Consenso de Washington a
instancias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Organización Mundial
del Comercio (OMC), referentes a priorizar el libre mercado y las
privatizaciones.
Ménem abrió
los servicios y la industria al capital extranjero y permitió la importación
indiscriminada de mercancías con lo cual la nación austral se dirigió hacia la
debacle económica pues la moneda argentina tenía el mismo valor del dólar y las
mercancías importadas eran más baratas que las nacionales lo cual afectaba a las
exportaciones. Buenos Aires sufrió un profundo déficit comercial, que se
remediaba con la venta de las entidades de producción y de servicios públicos.
Como consecuencia, la inversión extranjera disminuyó al no existir empresas para privatizar ni creación de nuevas industrias y servicios. De esa forma, se profundizó el endeudamiento comercial y público, se paralizó el país, lo que fue acompañado de masivas y prolongadas manifestaciones populares.
Los bancos dejaron de funcionar y congelaron el dinero de los acreedores, instaurándose el llamado corralito bancario. La deuda externa se elevó a 95 000 millones de dólares, el desempleo a más de 30 % de la población; el hambre y la miseria alcanzaron a la mitad de sus 38 millones de habitantes.
Como consecuencia, la inversión extranjera disminuyó al no existir empresas para privatizar ni creación de nuevas industrias y servicios. De esa forma, se profundizó el endeudamiento comercial y público, se paralizó el país, lo que fue acompañado de masivas y prolongadas manifestaciones populares.
Los bancos dejaron de funcionar y congelaron el dinero de los acreedores, instaurándose el llamado corralito bancario. La deuda externa se elevó a 95 000 millones de dólares, el desempleo a más de 30 % de la población; el hambre y la miseria alcanzaron a la mitad de sus 38 millones de habitantes.
Fue a partir
de 2003, cuando Néstor Kirchner llegó a la
Casa Rosada , (seguido cuatro años después
por Cristina) que el país comenzó a revertir la profunda crisis al aplicar una
nueva política económica.
En 2015 el
desempleo se ubicó solo en 7,8 % mientras la miseria afectaba a 6,5 %. Los
éxitos resultaban visibles.
El crédito
presupuestario del Ministerio de Desarrollo Social en 2003 era de 1 781
millones de pesos, y pasó en 2014 a 35 972 millones de pesos;
las pensiones asistenciales a 180 000 personas en 2003, llegaron en 2015 a 1 400 000 ciudadanos;
las madres de 7 hijos, que cobraban 150 pesos, pasaron a recibir 2 180 pesos, y
las pensiones de vejez e invalidez saltaron de 105 pesos, a 1 565 en ese período.
Más de 3 500 000 niños y adolescentes de 1 700 000 núcleos familiares (desocupadas o con salario mínimo) recibían ayuda del programa Asignación Universal por Hijo que estipulaba desde 2009 que cada menor debía asistir al colegio y mantener su calendario de vacunas y servicios de salud cubierto.
Más de 3 500 000 niños y adolescentes de 1 700 000 núcleos familiares (desocupadas o con salario mínimo) recibían ayuda del programa Asignación Universal por Hijo que estipulaba desde 2009 que cada menor debía asistir al colegio y mantener su calendario de vacunas y servicios de salud cubierto.
Con la reindustrialización
se expandieron los sectores automotriz, siderurgia, metalmecánica, software, lo
que permitió sustituir importaciones por más de 15 000 millones de dólares.
Ahora la situación cambia drásticamente. Según el Observatorio dela Deuda Social Argentina (ODSA)
la pobreza afecta al 29,8 %, o sea, 12 000 000 de personas; la educación se ha
convertido en un caos pues uno de cada dos adolescentes no concluye los
estudios de secundaria debido a que no tienen dinero para pagar la enseñanza o
deben trabajar en el sector terciario para ayudar a sus familias.
Ahora la situación cambia drásticamente. Según el Observatorio de
Como ocurre
siempre en el sistema neoliberal, las grandes mayorías son las afectadas y en
ese sentido Macri es un gran competidos. Hace pocos días el gobierno anunció
eliminar las pensiones por discapacidad a 70 000 personas.
Las
protestas estallaron de inmediato y miles de bonaerenses se concentraron en el
Obelisco frente a la Casa Rosada
para reclamar la restitución de sus derechos.
Mientras
esto sucedía, les fueron duplicados a los legisladores, jueces y fiscales, el
salario que reciben con incrementos para gastos de representación y pasajes
aéreos.
El
salario de bolsillo de los diputados subió a 8 200 dólares, equivalente a un
poco más de 15 salarios mínimos (537 dólares).
Según
el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que mide el índice de
pobreza nacional, el salario mínimo en Argentina está 360 dólares por debajo de
la canasta básica. Esto determina, como afirma ODSA, que 12 000 000 de
argentinos, se hallen en esa situación.
Para
continuar endeudando al país, el Gobierno colocó 2 750 millones de dólares
mediante un bono en dólares al inusual plazo de 100 años. La tasa de interés
fue de 7,125 % y el rendimiento de 7,9 %, anunció. Esta es la primera ocasión que
en Argentina que se hace una emisión de bonos a tan largo plazo.
Los expertos califican este sistema de deuda con el nombre de
"deuda eterna o perpetua" ya que el sistema requiere que el deudor se
vuelva a endeudar para pagar la vieja deuda y así en un espiral perpetuo.
El deudor ahogado por una deuda creciente se ve sometido cada
vez más a las condiciones que le impone el capital trasnacional como requisito
previo para autorizar una nueva deuda. El endeudamiento público es utilizado
como un engranaje del sistema de acumulación capitalista.
A su llegada al poder, Macri entregó 9 300 millones de dólares a
los Fondos Buitres, en posición opuesta al Gobierno de Cristina Fernández que
denunciaba lo injusto e irracional de esa deuda.
Para Macri, con sus más rancio sistema neoliberal, lo que
importa es el bienestar de las clases adineradas nacionales y extranjeras,
mientras que obreros y campesinos argentinos deberá pagar y sufrir su accionar.
Es la llamada demo-sincracia
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