Crónicas Cubanas
Encuentro, diálogo y acuerdo…:“No se
preocupe Eminencia que el bien que se hace nunca se pierde…Roberto Méndez”
Félix Sautié Mederos
Queridos
lectores de Crónicas Cubanas, dejando a un lado dolencias y prescripciones
facultativas el pasado viernes 16 de junio del 2017 me fui hacia el Centro
Cultural Padre Félix Varela ubicado en el edificio del antiguo Seminario San
Carlos en donde se sembraron las semillas fundantes de nuestra nacionalidad y
nuestra República. No podía hacer oídos sordos a la amable invitación recibida
hace algunos días de participar en la presentación del nuevo libro del Cardenal
Jaime Ortega Alamino sobre las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos que
culminaron con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Para
este anunciado encuentro se me presentaban incentivos muy importantes tales
como adquirir el libro y que me lo autografiara el Cardenal en persona, porque
es un testimonio extraordinario para nuestra Historia e incuso en mi criterio
muy significativo para el momento que estamos viviendo, en especial por los
últimos acontecimientos perpetrados por el Presidente Donald Trump, ese mismo
día, en contra de todo lo que ya se ha avanzado en las relaciones entre Estados
Unidos y Cuba.
También
fueron incentivos muy importantes la oportunidad de escuchar directamente la
intervención del destacado intelectual católico Roberto Méndez, director de la
Revista Palabra Nueva, quien estuvo a cargo de la presentación, así como las
del propio Cardenal Jaime Ortega dado su autoría y el hecho de haber sido uno
de los principales facilitadores de esa histórica negociación en función de lo
que expresa con sus propias palabras en el preámbulo del libro, que cito
textual: “…el Papa Francisco me había llamado a ser parte de algo que
constituyó , en mi vida de cristiano y de sacerdote, la más inesperada y hermosa
experiencia de Dios: ver y palpar el amor de Dios que abría corazones y unía
voluntades Y eso lo agradezco también al Santo Padre. En suma, inspirado en la
acción conciliadora entre Cuba y Estados Unidos del Papa Francisco, deseo poner
en manos de ustedes un pequeño tratado sobre este Pastor, que fiel a Dios
misericordioso, y visto de cerca en su quehacer discreto y humilde, ha sido
capaz de conquistar el corazón de los hombres. Es también un modo de invitarlos
a todos a creer en el poder salvador y convocante del amor cristiano”.
En
otra parte del texto en cuestión insiste Jaime Ortega en la mediación de
Francisco en función de los designios del Dios Trino y único, cuando explicó
que a la pregunta suya al Papa: “Santidad ¿qué lo llevó a usted a pensar en mí
como colaborador suyo en este acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos?...”
La respuesta de Francisco resultó espontánea y no se hizo esperar: “¡Fue una
inspiración de Dios!”.
Expresa
pues el Cardenal al respecto del asunto un testimonio muy sentido y en mi
criterio dramático: “Me sorprendió la respuesta. Yo esperaba una palabra suya
apoyada en nuestra fe eclesiológica: el papel del obispo en la Iglesia, o de un
cardenal como colaborador cercano del Papa, pero me llamó la atención escuchar
del Santo Padre una respuesta remitida a Dios como inspirador directo de su
actuación.”; Por otra parte, quiero añadir además el juicio que expresa el
propio Cardenal Ortega al respecto de la respuesta de Francisco: “Sí, la fe del
Papa en la acción providencial de Dios es la misma fe del santo pueblo fiel de
Dios, presente en todo tiempo y lugar, y de modo notable en la religiosidad del
pueblo latinoamericano. Es la fe de mi vida sacerdotal y cristiana desde mi
primer encuentro con Cristo. El Papa en esta búsqueda de acercamiento entre
Estados Unidos y Cuba, estaba actuando, desde los inicios de su intervención,
bajo la inspiración de Dios”.
Por
el momento, no continúo con el contenido del libro que da para un ensayo sobre
el análisis de lo que expresa y la intencionalidad de su autor al escribirlo y
publicarlo. Lo importante, en mi opinión, que recomiendo a los lectores de
Crónicas Cubanas es conseguirlo, leerlo y atesorarlo como un libro de cabecera
propio de la época actual, que según expresa textualmente el autor del prólogo
Monseñor Angelo Becciú, sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano,
cercano colaborador del Papa Francisco y quien también fue Nuncio Apostólico en
Cuba hace algunos años: ”El autor nos invita a seguir los caminos de la
misericordia y reconciliación a que nos llama el Santo Padre y de los que él
mismo nos da ejemplo, saliendo al encuentro de los alejados y reuniéndolos como
hace el Buen Pastor con sus ovejas. Esto se hace posible en esta bella historia
entre Cuba y Estados Unidos en la que el Papa Francisco logró acercar a dos
pueblos separados, por medio del encuentro y el diálogo”
Para terminar esta crónica quiero citar las palabras finales del presentador del libro Dr. Roberto Méndez, en las que recoge certeramente la aciaga situación del momento, dado lo anunciado por el Presidente Trump ese mismo día en contra de todo lo que ya se ha avanzado en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba: “La historia siempre inquieta cambia a veces las circunstancias, a veces parece contradecirnos… y no se preocupe su Eminencia porque el bien que se hace siempre queda”
Finalmente
quiero decir que estoy muy de acuerdo con lo que también expresó el Dr. Roberto
Méndez en el sentido de que este es un libro para conservar y estudiar porque
es muy valioso para la espiritualidad de nuestro tiempo; y añadiría yo que
constituye además una eficaz herramienta para enfrentar lo que se nos viene
encima por causa de las amenazas de Donald Trump. Así lo pienso y así lo
expreso en mi derecho a opinar, con mis respetos para el pensamiento diferente
y sin querer ofender a nadie en particular.
Publicado
en el periódico Por Esto! , Sección de Opinión, de Mérida Yucatán México el
domingo 18 de junio 2017.
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