La explosión
económica de Vietnam
Por
Hedelberto López Blanch
La
vertiginosa carrera de Vietnam a partir de la primera década de 1990 se ha
convertido en un ejemplo para muchos países en desarrollo en este duro bregar
de una economía mundial completamente globalizada.
El gobierno de Hanoi ha seguido al pie de la
letra el pensamiento del líder Ho Chi Minh cuando afirmó: "Seremos como el
pino y el ciprés, para ellos la tormenta es una oportunidad de mostrar su
fuerza y estabilidad".
La revista especializada The Economist indicó que la cifra básica que describe la situación en la
economía de Vietnam es un 6 % de crecimiento anual medio desde el año 1990: una
ficha "fuerte y a menudo subestimada".
Hanoi
tiene el segundo índice más alto de crecimiento constante en el mundo, después
de China, lo cual le ha permitido transformarse de uno de los países más pobres
del orbe a uno con ingresos medios.
En 2015 la
inversión extranjera directa creció en un 17,7 % y se estima que en el 2016 se
capten 4 500 millones de dólares que serán dirigidos al desarrollo industrial y
a las construcciones. La
cartera de negocios con otros países llegó a los 11.300 millones de dólares en
el primer trimestre del 2016.
Un factor determinante para el
desarrollo del país ha sido, innegablemente, su situación geográfica pues tiene
fronteras por mar y tierra con China, una de las principales naciones
económicas del mundo, además de la cercanía con los llamados tigres asiáticos:
Corea del Sur, Malasia, Indonesia, Tailandia, Filipinas y Singapur.
En 2014 se convirtió en el máximo exportador
de la Asociación
de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) a Estados Unidos, desplazando a otros
potenciales competidores de esa organización.
Para el país asiático resultó de gran
beneficio unirse desde 1995 a
la ASEAN , agrupación
integrada por Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Brunei,
Vietnam, Laos, Birmania y Cambodia.
Recientemente Hanoi aprobó la implementación del sistema de Ventanilla Única
Nacional y su conexión a la red común de la Asean , cuyo
objetivo es facilitar los trámites aduanales a través de los servicios
públicos online en todo el país, controlados por un sistema de despacho
automático.
Este sistema es un impulsor de la
eficiencia comercial en la región y posibilita el intercambio de datos sobre
empresas, agencias de transporte, mercaderías y gestiones estatales.
El país cuenta con una población
relativamente joven cuya edad promedio es
de 30,7 años mientras el gasto público en educación, se ubica muy por encima de
las cifras medias para el mundo con aproximadamente el 20 % del Producto Interno
Bruto (PIB) anual.
Esto permite que la cobertura para el
sistema educacional sea buena y se alcancen altos índices de graduados
profesionales en las diferentes especialidades. Por ejemplo, en una
clasificación educacional para las ciencias y las matemáticas, efectuada por la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), Vietnam ocupó el 12 lugar, mientras que Estados
Unidos quedó en el puesto 28.
Los logros de la nación han sido indetenibles pese a
la enorme destrucción en que quedó el país tras la derrota de los invasores
estadounidenses el 30 de abril de 1975. Las tropas norteamericanas bombardearon
indiscriminadamente fábricas, edificios de viviendas, puentes y destruyeron
casi toda la infraestructura.
Actualmente la alfabetización alcanza al 94,3 % de la población y la esperanza de vida
es de 72 años, una de las más altas de la región.
La pobreza se redujo de 58 % en 2003 a cerca del 12 % en
2015 y sacó de la miseria en menos de 20 años a más de 25 millones de personas.
El desempleo es uno de los más bajos del mundo que oscila entre 3 y 4 %.
Para el 2016, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) pronosticó que la economía
vietnamita crecerá 6,0 %, tasa inferior
a vaticinios previos, debido a la sequía en la altiplanicie occidental y en la
región del Mekong, unido a los bajos precios de las materias primas en el
planeta.
Para el 2017, el BAD estima que la
expansión económica será de 6,3 %.
La
manufactura creció en 16,6 % en productos como calzado, textiles, muebles,
bienes electrónicos y componentes de computadoras al aumentar la producción de plantas con
inversión extranjera; la industria petrolera estableció record en la
exportación del crudo por un valor de 5 650 millones de dólares que contribuyó
en un 30 % al presupuesto estatal. La producción se situó en 20 246 000
toneladas de crudo.
En el área de los servicios la mejoría
se debió al incremento del comercio interno, al crédito bancario y al aumento
del 25 % en la llegada de turistas.
En 2015 la
industria sin humo atrajo a 3 200 000 personas provenientes mayormente de China,
Japón, Surcorea, Estados Unidos, Francia, Malasia, Singapur y Tailandia. Se
espera que en 2016 la cifra se ubique en 3 500 000 visitantes.
También fueron sumamente importante las remesas de
vietnamitas en el exterior que alcanzaron 3 000 millones de dólares.
En el último semestre de este año, se elevará el
crecimiento económico motivado por nuevos flujos de inversión extranjera
directa, mayores exportaciones
y créditos, junto a una ligera recuperación de la agricultura, así como la
aceleración de entrega de capitales en programas de infraestructura.
Aunque
Vietnam aún se halla entre los países en vías de desarrollo, la meta que
plantean sus dirigentes es la de cruzar esa línea a partir del 2020 cuando
alcanzarán logros superiores como nación moderna e industrializada.
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