COCHE TODAY
Douglas Bolivar
Me llegó una nota de prensa de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDDE, por sus siglas en español) relativa a los primeros resultados desde que se puso orden en el Mercado de Mayoristas de Coche. La resumo:
Se censaron los camiones provenientes de diferentes estados del país y se determinó el precio de compra del producto. El estudio arrojó que el 18% proviene del estado Lara, 16% Mérida, 15% Aragua, 7% Trujillo, 6% Miranda, 6% Yaracuy, 6% Carabobo y el resto representa un 26%”.
La nota apunta que diariamente se chequea el comportamiento de los precios, lo que ha permitido concluir que: “Para el 1 de septiembre, antes de la intervención de este mercado, el precio de la papa se ubicaba por kilo en 1.280 bolívares. Para el 26 de septiembre, después de la intervención, se ubicó en 400 bolívares, y a la fecha ya se ubica en 320”. Se añade que a la fecha la cebolla es vendida en Coche a 500 bolívares el kilo.
Topar con esta nota de prensa volvió a desatar mis demonios: ¡Este simple hecho constituye la piedra filosofal de la Revolución Bolivariana!
Paso seguido volé en imaginación: Coche le pasa diariamente (o semanal) su informe de precios al MinCi, que a su vez diseña una hojita con este ranking de precios (vieja idea) y la echa a volar por todos lados, incluso por el sistema de SMS de CANTV. @CocheToday. Siempre me acuerdo de aquella vez que Rodríguez Araque llegó y dijo: los precios en Venezuela siempre los han puesto los restaurantes.
Así como en las televisoras de casi todos los países tienen segmentos noticiosos sobre el comportamiento climatológico, en Venezuela deberíamos hacerlo con los precios. Hemos debido hacerlo siempre, pero en esta coyuntura es esencial.
Una herramienta poderosa de combate popular: la “verdad”. Mejor: la precisión. Repito: un segmento así en los informativos sí que sería parte de lo siempre anhelado: una política comunicacional.
A la nota de prensa de la SUNDDE le faltó suministrar precios del resto de los alimentos (que debe tenerlos) y otros datos tales como: cuántos camiones (o kilos) ingresan a la semana. El texto sí se atreve a llamar “productores” a todos los que arriman a Coche. Es un error que bien merece aplicarle contrainteligencia: quienes llegan a Coche con los rubros generalmente son mercaderes. Son especímenes que zamurean los alimentos cuando todavía no han sido cosechados. Ofrecen tres puyas a los verdaderos mártires: el campesinado.
Bien haría la SUNDDE es identificarlos en su censo. Suponemos que a cualquier mercader le resultará fácil contestar que el rubro con el que ha llegado es de su propia cosecha, como quien dice.
Lo digo por dos experiencias cercanas: un amigo que siembra melones en San Francisco de Tiznados (¡camarita Reinaldo Bolívar con la cola!) debe lidiar siempre con los camiones que en fila le llegan a “comprarle la cosecha”. A precio insólito, claro.
Y recientemente una integrante de la parentela presenció en un pueblito de Barinas la oferta que un camionero le hacía a un campesino por la siembra de auyama: 20 bolívares cada. No por kilo sino por unidad. Al sembrador le resultó mejor inversión darle de comer las auyamas a sus cochinos.
¿Por qué me alargo? Queriendo decir que todavía a 320 el kilo de papa y a 500 la cebolla se está produciendo un robo en Coche. Los precios verdaderos seguro son irrisorios.
Abundan los supermercados que venden la papa y la cebolla a mil. Y sobran las “ferias agrícolas populares” que se acercan a esos montos. Sea como sea: que la gente sepa cuánto vale cada verga al llegar a Caracas. Y que arme los berrinches procedentes, alegando siempre el conocimiento.
Otra cosa, por cierto: La Revolución Bolivariana debería crear un noticiero diario de todas las decisiones y acciones de Macri. ¡Qué deleite! Mostremos eso con entusiasmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario