Sr. Rubio:
Más allá del partido que represente cada político que está en campaña, más allá del candidato y de lo que creamos mejor para el futuro a nivel personal, creo que todo hombre debe tener valores, credibilidad y sobre todo tiene que tener vergüenza en la cara. A mi modo de ver Ud no tienen ninguna de estas cosas, a juzgar por su actitud variable e insegura, hoy sé que hubiera sido el presidente más débil y pusilánime de la historia de Estados Unidos, lo mejor que pudo hacer fue retirarse de la campaña como lo hizo, incluso antes de pelear.
Me da mucha pena como cubano y como latino, Sr. Rubio, que Ud apoye públicamente al Sr. Trump, cual carnero que sigue el cencerro de su partido llamando a una falsa unión. Me apena que defienda ahora la campaña de Trump y su discurso, que no ha cambiado en nada, solo es la prolongación del mismo discurso que lo desprestigió, de todas las maneras posible , no solo a Ud, si no también a su familia; que lo humilló públicamente y dejó en evidencia su poca preparación y aptitud para el cargo al que aspiraba, algo que siempre le quedó muy grande.
Marco Rubio y Donald Trump en la campaña
Los políticos no se deben a un partido y a sus intereses, los políticos están para representarnos, o sea, para que lo entienda mejor, Ud es nuestro empleado y permítame decirle como lo veo yo, que soy una persona neófita en estos asuntos; pero que poseo algo que Ud y todo político desea más que nada, el voto. Ud, Sr. Rubio, luce desesperado, cual niño malcriado al que le quitan un caramelo y se lo sostienen en el aire, tentándolo a saltar y a hacer piruetas para alcanzarlo; y llora y perretea con tal de conseguirlo.
No se puede pretender ganar a toda costa, Sr., un político de vocación debe velar por su pueblo, debe tener integridad, la frente en alto y sobre todo debe tener verdad en sus palabras y a Ud, no le creo nada.
Asco me dan estas primarias republicanas, asco me da como miente sin pudor, como trata de manipular a los votantes diciendo todo lo contrario a lo que decía apasionadamente hace apenas unas cuantas semanas, ¿recuerda? Cuando decía tener argumentos “contundentes” y los defendía con “pruebas” en el circo romano del debate, intentando demostrar que Trump, era lo peor del mundo. Déjeme recordarle que hablaba de ese mismo, Sr. anaranjado, con cabellos maiceros que hoy pretende convencerme que es el perfecto para gobernarme.
Perdone mi atrevimiento en darle un consejo: No se arrastre tanto para tener poder, no se regale para que lo consideren en la dupla como Vicepresidente, así se ve desde acá y ojalá este equivocado, porque si eso pasara, sería la prueba fehaciente que también existen prostitutas en la política.
Respete nuestra inteligencia, por favor. La política de hoy no es la misma de los 60′, no somos los cubano-americanos de hoy, los que se convencen con alaridos anti-castrista y promesas pedorras e irrealizables. Queremos mucho más, actualice su agenda, Sr. Rubio, nosotros queremos gobernantes que se puedan mirar a los ojos y ver que hay verdad en ellos, necesitamos creer que un mundo mejor es posible, necesitamos políticos que escuchen y sientan respeto por quienes los ponemos en el poder, como le dije hace un segundo y no lo olvide, ustedes son nuestros empleados y ya que trabaja para mí me atrevo a decirle lo que veo en sus ojos, Sr. Rubio, en sus ojos solo se refleja un Mega-ego que ocupa los espacios del corazón y el cerebro, enardecido por ansias de poder y prepotencia.
Por cosas como esta, es que cada día perdemos la fe en la política y reinan los politiqueros, la corrupción y la apatía, haciendo que las personas no salgan a votar. Pero le digo una última cosa, ese no será mi caso, yo si saldré a votar para garantizar que nada de lo que Ud dice representar sea electo pues siento en lo mas profundo de mi ser que votar por la mentira es traicionar los sueños que me trajeron aquí y quizás Ud este dispuesto a traicionar sus ideales; pero yo no, yo prefiero seguir aferrado a la esperanza.
Miami 06/02/16
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