sábado, 7 de diciembre de 2013
MI MEDITACION HABANERA POR NELSON MANDELA
ATENCIÓN FRANK
MI MEDITACIÓN HABANERA POR NELSON MANDELA
CRÓNICAS CUBANAS.
Por Félix Sautié Mederos. fsautie@yahoo.com
La noticia de la muerte física de Nelson Mandela, me ha sorprendido
de viaje por la España de mis ancestros en donde me he encontrado con
dos mis hijos y tres nietos españoles que aquí viven y que son parte
de una diáspora familiar que habrá de acompañarme en lo que me queda
de vida en la tierra. Afirmo que son sólo una parte porque además de
ellos tengo 2 hijos y 2 nietos en los Estados Unidos y una hija en
Bruselas que por cierto espera una criatura que será mi décimo o
decima nieto(a). Cuando menciono a mi diáspora familiar, me refiero a
una triste impronta que afecta actualmente a muchas familias cubanas.
La mía presenta una dispersión que nos obliga a realizar encuentros
parciales cuando los podemos hacer, porque para muchos ni siquiera
eso. En tales circunstancias, nos es muy difícil que podamos pasar
todos juntos las festividades navideñas y de fin de año, porque somos
víctimas de un mundo de grandes migraciones que se han convertido para
Cuba en una significativa característica de estos tiempos, en los que
Mandela se alza como un paradigma de incalculable valor existencial
que junto con Mahatma Gandhi representan en vivo quizás los más altos
exponentes éticos y morales de los valores humanos esenciales que
deberían caracterizar al liderazgo político social de todos los
tiempos.
Quiero reiterar este criterio que he planteado en otras ocasiones
desde hace años; y lo afirmo de nuevo con emocionados sentimientos en
esta etapa muy significativa para Cuba en la que se manifiestan
grandes incertidumbres encontradas unas con otras que afectan a
nuestro presente y marcan sensiblemente el devenir del próximo 2014.
Reitero que lo expreso emocionadamente con unos sentimientos de
tristeza y sentida admiración que no puedo ocultar, los que quizás
signifiquen para algunos una sensiblería innecesaria a partir de sus
concepciones y esquemas dogmáticos, porque ellos se desenvuelven día a
día conforme a un autoritarismo vacío y deshumanizado como si
estuvieran ellos solos en medio de un bosque y no pudieran ver a sus
árboles, según reza una expresión muy popular en Cuba.
Quiero significar que comienzo mi meditación con una mención de mi
propia diáspora, porque necesariamente los sentimientos que me han
provocado la noticia, por cierto esperada, del deceso de un ser tan
especial como es Mandela, los experimento como si fueran la
manifestación de un dolor por el deceso de alguien de mi propia
familia dispersa por el mundo. La trascendencia de Mandela se ha
proyectado mucho más allá de las fronteras africanas de su Sudáfrica
para iluminar a toda la humanidad de esta aciaga época.
En cierta ocasión como testimonio personal de un agradable e
inesperado encuentro en una esquina de la conocida calle Obispo en La
Habana Vieja, con un compañero de muchos años que seguramente leerá
esta meditación habanera, escribí una crónica muy sentida en la que
expresaba que si a veces en la Historia es muy difícil saber empezar,
más difícil aún resulta saber terminar. En mi criterio ese es un
legado en el que Nelson Mandela nos ha dejado una lección magistral
insuperable. ¡Honor y Gloria eternos para Mandela!
Así lo he sentido y así lo expreso con mis respetos para las opiniones
diferentes y sin querer ofender a nadie en particular.
fsautie@yahoo.com
Publicado en Por Esto! el sábado 7 de diciembre del 2013.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=292536
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