Date: | Thu, Dec 22, 2016 12:14 pm |
En defensa del honor de Miami
- Max Lesnik
- 22 diciembre, 2016
Es cierto que Miami es una ciudad revuelta y brutal de imagen impresentable políticamente ante el mundo, pero también es verdad que no son todos los que están envueltos en esa política sucia de odio y venganza contra Cuba que propugna la extrema derecha del sur de La Florida a través de los medios de comunicación que ella controla y que conforma la mala prensa cloaca que dice ser- válgame Dios- objetiva, imparcial e independiente.
Si lo que escuchamos y leemos a través de esos medios- insultos difamaciones y mentiras flagrantes- es la buena prensa, habría que preguntarse queda para la mala prensa.
Hay que decir también por los fueros de la verdad que en Miami hay muchos miles de cubanos que no participan en actos callejeros de chusma vociferante que festeja y se regocija en grotesco carnaval anti-cristiano con la muerte de un adversario que no pudieron vencer en vida. Si vamos a los hechos, apenas no pasaron de 500 los que salieron a las calles de Miami a celebrar la muerte de Fidel en actos incivilizados que contempló el mundo horrorizado de tanta ignominia, una fiesta macabra que solo sirvió para indignar al pueblo cubano de la isla en sentido luto nacional y para retratar a Miami una vez más como la ciudad del odio y de la venganza incivilizada.
Murió Batista el dictador y no hubo fiesta por su muerte de parte de los que fuimos sus adversarios. Murió Jorge Mas Canosa el que fueran enemigo jurado de la Revolución cubana y NO hubo actos de regocijo en las calles cubanas. Murió el terrorista Orlando Bosch autor intelectual con Posada Carriles de la voladura del avión de Cubana en Barbados y tampoco hubo fiestas en La Habana. ¡Ahí está la diferencia!
Como fueron apenas unos cientos los incivilizados odiadores que de más de millón y medio de compatriotas que viven en el sur de La Florida, por eso salimos en defensa del honor del Miami decente y de los cubanos de vergüenza. Es que ni están todos los que son ni son todos los que están. Habría que decir: Pobre Miami, tan cerca de Cuba y tan lejos de la sensibilidad humana.
Les habló para Réplica de Radio-Miami su director Max Lesnik.
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