--- El lun, 15/10/12, librorio guiz <reformas21@hotmail.com> escribió:
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La Reforma.
Auspiciado por la Fundación Cambio Cubano.
Trabajando por el Desarrollo Sostenible
Los derechos y el desarrollo
Viernes 12 de octubre de 2012 - 87 Año 2012
Martin Khor
El vínculo entre los derechos humanos, el desarrollo y la globalización fue el tema de una interesante discusión de tres días en el Foro Social anual del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas celebrado del 1 al 3 de octubre en Ginebra.
Fue una oportunidad para que movimientos sociales, ONG, especialistas en derechos humanos y gobiernos expresaran sus opiniones sobre cómo la gente común y las organizaciones sociales pueden ejercer su derecho al desarrollo en el contexto de la globalización y las numerosas crisis mundiales.
El derecho al desarrollo fue adoptado hace veintiséis años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, reconociendo la necesidad de superar los obstáculos internacionales y nacionales para alcanzar el desarrollo.
Los países del Sur invocaron el derecho al desarrollo en numerosas negociaciones internacionales, en especial en torno al cambio climático, el desarrollo sustentable y las cuestiones comerciales y financieras, en un intento por asegurar que los países desarrollados no les impongan obligaciones injustamente desmedidas.
Las organizaciones populares también están haciendo uso del principio del derecho al desarrollo para exigir que sus frutos sean compartidos equitativamente con las comunidades rurales, los obreros y consumidores, y que no sean solo o principalmente los dueños de las empresas quienes se beneficien.
Participé en el panel de apertura del foro sobre “desarrollo y globalización centrado en la gente”.
El presidente del foro, el embajador de Qatar, Alya Al-Thani, marcó el tema principal, en cuanto a que adoptar un criterio de desarrollo centrado en la gente, en un mundo globalizado, ayudará a que se respeten los derechos humanos en todo el mundo.
Johan Galtung, Rector de la Universidad de la Paz Transcend, expuso un argumento muy interesante: que en un mundo multipolar y en evolución es importante reconocer que hay una diversidad de modelos de desarrollo. Mencionó y describió brevemente las características de seis: el occidental liberal, el occidental marxista, el budista, el islámico, el japonés y el chino. El derecho al desarrollo no debería basarse exclusivamente en un modelo sino reconocer los modelos diferentes. También defendió que para lograr un desarrollo centrado en la gente, el impulso debe provenir de abajo, utilizando el principio ascendente.
La conclusión implícita del discurso de Galtung es que no sería saludable basar discusiones o negociaciones internacionales en la noción de que hay solo una vía de desarrollo, es decir, el modelo liberal occidental predominante. Por el contrario, deberían respetarse otras vías y modelos que tienen sus propios valores y nociones, y para evitar conflictos debería haber un reconocimiento internacional de su existencia y legitimidad.
Delphine Djiraibe, abogada del Centro Jurídico de Interés Público en Chad, reclamó una gobernanza democrática que permita que los beneficios de los recursos naturales se distribuyan equitativamente entre la gente. Poniendo a su país como ejemplo, dijo que los ingresos petroleros no beneficiaron a la mayoría de la población, que se empobreció, y en cambio el sector petrolero exacerbó los conflictos, por lo que es necesario rediseñar el uso y los beneficios de los recursos naturales.
La presidenta del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas, Myrna Cunningham, subrayó la necesidad de que el modelo de desarrollo respete los derechos de los pueblos indígenas. Y argumentó que debe reconocerse no solo los derechos de los individuos, que es la práctica usual de los derechos humanos, sino también los derechos colectivos, tal como se reconocen en la Declaración de las Naciones Unidas.
En mi intervención señalé que la globalización ha estado conduciendo la agenda del desarrollo y que ahora, a la luz de la crisis de la globalización económica, es tiempo de que sea el desarrollo el que conduzca a la globalización, y que, a su vez, esté regido por el principio de un desarrollo centrado en la gente.
Tanto en el presente como hacia el futuro, los países en desarrollo continúan haciendo grandes esfuerzos por cambiar su economía doméstica y ajustarla a sus necesidades de desarrollo, así como por reformar el orden económico mundial de manera que resulte favorable a sus intereses.
Las luchas por el derecho al desarrollo deben abarcar varios frentes, e incluir:
* La reforma de las finanzas mundiales y del sector financiero nacional y la recuperación del papel de las finanzas de manera que estén al servicio de la economía real.
* La reglamentación de las corrientes de capital de libre circulación transfronteriza y de peligrosos instrumentos financieros que han permitido la realización de acuerdos comerciales y de inversión que provocaron bruscas fluctuaciones en las corrientes de capital.
* El reconocimiento de las renovadas crisis económicas mundiales y sus efectos en los países en desarrollo, incluso prevenir una nueva crisis de la deuda y ofrecer financiamiento para compensar las conmociones en la balanza de pagos.
* El enfrentamiento de las crisis tanto del ambiente como del desarrollo sustentable, el seguimiento de la cumbre de Río+20, y el logro de una solución global a la crisis del cambio climático con igual énfasis en la acción ambiental, la equidad y el apoyo financiero.
* La formulación de la agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo, posterior a 2015, con acciones internacionales que favorezcan acciones nacionales para el desarrollo.
* La aplicación nacional de los derechos de las comunidades y la gente y la realización de las necesidades básicas y de los derechos al trabajo, la alimentación, la salud y la vivienda.
*Director ejecutivo de South Centre, una organización de países en desarrollo con sede en Ginebra, y fundador de la Red del Tercer Mundo
Fue una oportunidad para que movimientos sociales, ONG, especialistas en derechos humanos y gobiernos expresaran sus opiniones sobre cómo la gente común y las organizaciones sociales pueden ejercer su derecho al desarrollo en el contexto de la globalización y las numerosas crisis mundiales.
El derecho al desarrollo fue adoptado hace veintiséis años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, reconociendo la necesidad de superar los obstáculos internacionales y nacionales para alcanzar el desarrollo.
Los países del Sur invocaron el derecho al desarrollo en numerosas negociaciones internacionales, en especial en torno al cambio climático, el desarrollo sustentable y las cuestiones comerciales y financieras, en un intento por asegurar que los países desarrollados no les impongan obligaciones injustamente desmedidas.
Las organizaciones populares también están haciendo uso del principio del derecho al desarrollo para exigir que sus frutos sean compartidos equitativamente con las comunidades rurales, los obreros y consumidores, y que no sean solo o principalmente los dueños de las empresas quienes se beneficien.
Participé en el panel de apertura del foro sobre “desarrollo y globalización centrado en la gente”.
El presidente del foro, el embajador de Qatar, Alya Al-Thani, marcó el tema principal, en cuanto a que adoptar un criterio de desarrollo centrado en la gente, en un mundo globalizado, ayudará a que se respeten los derechos humanos en todo el mundo.
Johan Galtung, Rector de la Universidad de la Paz Transcend, expuso un argumento muy interesante: que en un mundo multipolar y en evolución es importante reconocer que hay una diversidad de modelos de desarrollo. Mencionó y describió brevemente las características de seis: el occidental liberal, el occidental marxista, el budista, el islámico, el japonés y el chino. El derecho al desarrollo no debería basarse exclusivamente en un modelo sino reconocer los modelos diferentes. También defendió que para lograr un desarrollo centrado en la gente, el impulso debe provenir de abajo, utilizando el principio ascendente.
La conclusión implícita del discurso de Galtung es que no sería saludable basar discusiones o negociaciones internacionales en la noción de que hay solo una vía de desarrollo, es decir, el modelo liberal occidental predominante. Por el contrario, deberían respetarse otras vías y modelos que tienen sus propios valores y nociones, y para evitar conflictos debería haber un reconocimiento internacional de su existencia y legitimidad.
Delphine Djiraibe, abogada del Centro Jurídico de Interés Público en Chad, reclamó una gobernanza democrática que permita que los beneficios de los recursos naturales se distribuyan equitativamente entre la gente. Poniendo a su país como ejemplo, dijo que los ingresos petroleros no beneficiaron a la mayoría de la población, que se empobreció, y en cambio el sector petrolero exacerbó los conflictos, por lo que es necesario rediseñar el uso y los beneficios de los recursos naturales.
La presidenta del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas, Myrna Cunningham, subrayó la necesidad de que el modelo de desarrollo respete los derechos de los pueblos indígenas. Y argumentó que debe reconocerse no solo los derechos de los individuos, que es la práctica usual de los derechos humanos, sino también los derechos colectivos, tal como se reconocen en la Declaración de las Naciones Unidas.
En mi intervención señalé que la globalización ha estado conduciendo la agenda del desarrollo y que ahora, a la luz de la crisis de la globalización económica, es tiempo de que sea el desarrollo el que conduzca a la globalización, y que, a su vez, esté regido por el principio de un desarrollo centrado en la gente.
Tanto en el presente como hacia el futuro, los países en desarrollo continúan haciendo grandes esfuerzos por cambiar su economía doméstica y ajustarla a sus necesidades de desarrollo, así como por reformar el orden económico mundial de manera que resulte favorable a sus intereses.
Las luchas por el derecho al desarrollo deben abarcar varios frentes, e incluir:
* La reforma de las finanzas mundiales y del sector financiero nacional y la recuperación del papel de las finanzas de manera que estén al servicio de la economía real.
* La reglamentación de las corrientes de capital de libre circulación transfronteriza y de peligrosos instrumentos financieros que han permitido la realización de acuerdos comerciales y de inversión que provocaron bruscas fluctuaciones en las corrientes de capital.
* El reconocimiento de las renovadas crisis económicas mundiales y sus efectos en los países en desarrollo, incluso prevenir una nueva crisis de la deuda y ofrecer financiamiento para compensar las conmociones en la balanza de pagos.
* El enfrentamiento de las crisis tanto del ambiente como del desarrollo sustentable, el seguimiento de la cumbre de Río+20, y el logro de una solución global a la crisis del cambio climático con igual énfasis en la acción ambiental, la equidad y el apoyo financiero.
* La formulación de la agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo, posterior a 2015, con acciones internacionales que favorezcan acciones nacionales para el desarrollo.
* La aplicación nacional de los derechos de las comunidades y la gente y la realización de las necesidades básicas y de los derechos al trabajo, la alimentación, la salud y la vivienda.
*Director ejecutivo de South Centre, una organización de países en desarrollo con sede en Ginebra, y fundador de la Red del Tercer Mundo
Cepal: Venezuela es el país que más disminuyó la desigualdad en la última década
Caracas, 04 Oct. AVN.- La presidenta de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, manifestó que Venezuela ha sido el país de la región que más ha disminuido la desigualdad en los últimos 10 años.
“La República Bolivariana de Venezuela tiene aspectos de su política social que han sido fundamentales, ha sido el país que más disminuyó la desigualdad en la última década, es decir la brecha entre ricos y pobres, el país que más cerró esta brecha fue sin dudas Venezuela”, dijo Bárcena este jueves en entrevista con Telesur.
La titular de la Cepal detalló que esto ha sido posible gracias a la aplicación de programas sociales, dirigidos principalmente a los sectores más vulnerables.
“Programas muy concretos, muy específicos, denominados las misiones, ahí tenemos mucho que aprender de cómo se puede lograr, yo diría, una política redistributiva”, añadió.
Destacó que “lo interesante es que esa política redistributiva ha sido sostenible en el tiempo. Creo que ha habido una muy clara definición, orientación y compromiso de parte de la República Bolivariana de Venezuela de lograr esta redistribución del ingreso y de lograr que ese cierre de brechas, de desigualdad se haya logrado”.
Durante el gobierno del presidente Hugo Chávez, en Venezuela se han puesto en marcha las denominadas misiones en materia de salud, educación, alimentación, seguridad, vivienda, entre otras, que han permitido a los más desfavorecidos acceder a todos los sistemas y servicios.
De acuerdo a datos de la Cepal el índice de Gini, método utilizado para medir la desigualdad en la distribución de los ingresos, de Venezuela es de 0,394.
Mientras más cerca de cero están los índices de Gini de cada país, más cerca se está de reducir totalmente la desigualdad.
“La República Bolivariana de Venezuela tiene aspectos de su política social que han sido fundamentales, ha sido el país que más disminuyó la desigualdad en la última década, es decir la brecha entre ricos y pobres, el país que más cerró esta brecha fue sin dudas Venezuela”, dijo Bárcena este jueves en entrevista con Telesur.
La titular de la Cepal detalló que esto ha sido posible gracias a la aplicación de programas sociales, dirigidos principalmente a los sectores más vulnerables.
“Programas muy concretos, muy específicos, denominados las misiones, ahí tenemos mucho que aprender de cómo se puede lograr, yo diría, una política redistributiva”, añadió.
Destacó que “lo interesante es que esa política redistributiva ha sido sostenible en el tiempo. Creo que ha habido una muy clara definición, orientación y compromiso de parte de la República Bolivariana de Venezuela de lograr esta redistribución del ingreso y de lograr que ese cierre de brechas, de desigualdad se haya logrado”.
Durante el gobierno del presidente Hugo Chávez, en Venezuela se han puesto en marcha las denominadas misiones en materia de salud, educación, alimentación, seguridad, vivienda, entre otras, que han permitido a los más desfavorecidos acceder a todos los sistemas y servicios.
De acuerdo a datos de la Cepal el índice de Gini, método utilizado para medir la desigualdad en la distribución de los ingresos, de Venezuela es de 0,394.
Mientras más cerca de cero están los índices de Gini de cada país, más cerca se está de reducir totalmente la desigualdad.
UNCTAD y sociedad civil coinciden contra políticas de austeridad e inequidad
2012-10-12
En una reunión celebrada en Ginebra el 27 de septiembre, los representantes de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil con actuación en materia de comercio y desarrollo reafirmaron su intención de continuar apoyando a la UNCTAD en la implementación del amplio mandato y del programa de trabajo aprobados en la UNCTAD XIII, celebrada en abril en Doha, Qatar. En el informe que brindó en la reunión sobre el trabajo de la UNCTAD y el estado de la economía mundial, Supachai destacó que la reforma de la gobernanza económica mundial es una cuestión crucial a definir en lo que resta hasta la próxima reunión ministerial, en 2016. Los países en desarrollo deberán tener mayor incidencia, pero también deberán asumir más responsabilidades, sostuvo. El asesoramiento sobre de políticas brindado por organizaciones internacionales podría librar a los países de pérdidas por billones de dólares, pero esos consejos no siempre se consideran evaluables y, por lo tanto, algunos donantes rechazan esa función, dijo el secretario general de UNCTAD. La cadena de valor en un nivel mundial debe ser considerada de modo de permitir a un país desarrollar su propia industria, crear empleos y diversificar su economía, y también es meritorio que los países abran más sus mercados a las importaciones a medida que amplían sus exportaciones, según Supachai, qien también valoró la calidad de las inversiones, por lo cual cada país debe diseñar su propia estrategia para catarlas. El funcionario alertó sobre los prejuicios aún existentes contra los modos de pensar poco convencionales y favorables a los enfoques conservadores, y pronosticó que el próximo año se verá una caída peor, dada tanto la inacción como la imposición de políticas inapropiadas. Es crucial comprender correctamente el estado de la economía mundial, y por eso es que la investigación y el análisis son tan relevantes en el fuerte mandato que se le asignó a la UNCTAD en la Conferencia Ministerial en Doha, agregó. En cuanto a la gobernanza de la UNCTAD, el secretario general explicó que la multiplicidad de participantes que definen su funcionamiento debe incluir a las ONG. El trabajo de apoyo fue fundamental para el éxito de la reunión en Doha, así como la declaración emitida por la sociedad civil, a la que calificó de sustancial. Por su parte, los representantes de la sociedad civil expresaron su reconocimiento por la labor de investigación y análisis que se presenta el Informe sobre el comercio y el Desarrollo 2012, que aborda las políticas de austeridad, las causas de la crisis financiera y las actuales normas comerciales actuales, entre otros asuntos. También lo consideraron su gran utilidad para los países menos adelantados, así como para explicar la situación. Además, urgieron a la UNCTAD a estar más presente a nivel regional y nacional, así como en el resto del sistema de la ONU en procura de coherencia en las recomendaciones de políticas en las diversas agencias. Por otro lado, sugirieron promover la participación de la UNCTAD en cuestiones comerciales, ayudando a los países en desarrollo "a cambiar las reglas económicas globales" y asesorándolos en sus acuerdos de asociación económica y comercial. El cambio de énfasis hacia el desarrollo sostenible con el nuevo marco de inversión fue muy apreciado por los representantes de la sociedad civil. Georgios Altintzis, de la Confederación Sindical Internacional (CSI), planteó aumentar los fondos asignados a las organizaciones de la sociedad civil para que participen en actividades de la UNCTAD, y también que la UNCTADy sus distintos departamentos tengan la potestad de consultar a los representantes de esos grupos para elaborar los principales informes. Con mayores fondos, la sociedad civil dispondría de más participación en las reuniones, e incluso podría asignársele condición de observadores en diferentes comisiones, y también mantener en funcionamiento el programa interinstitucional Servicio de Enlace con las Organizaciones no Gubernamentales (SENG) y la realización de consultas. Las organizaciones de la sociedad civil y no gubernamentales participantes en la reunión fueron la CSI (representada por Altintzis); la Red de ONG Árabes para el Desarrollo (Kinda Mohamadieh); Center for Economic and Policy Research (Deborah James); Initiatives for Dialogue and Empowerment through Alternative Legal Service (Tony Salvador); el Instituto del Tercer Mundo y Social Watch (ambas representadas por. Roberto Bissio); Public Citizen (Melinda St. Louis); Southern and Eastern African Trade Information and Negotiations Institute (Nathan Irumba); Third World Network (Sanya Reid Smith). Países en desarrollo no pueden evitar el enlentecimiento Tal como pronosticaron economistas de la UNCTAD, la austeridad fiscal y la contención de los salarios están debilitando aun más el crecimiento en los países en desarrollo sin que se alcancen las metas esperadas de reducir el déficit fiscal, crear empleos y renovar la confianza en los mercados financieros, según el Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2012. El estudio muestra que el crecimiento mundial cayó de 4,1% en 2010 a 2,7% en 2011. La UNCTAD prevé una nueva reducción en 2012, a niveles inferiores al 2,5% y de apenas 1% en los países desarrollados, una combinación de una nueva recesión en la Unión Europea y un crecimiento de alrededor del 2% en Estados Unidos y Japón. El informe sostiene que el aumento de la concentración del ingreso en unas pocas manos limita el potencial económico de las naciones al debilitar la demanda de bienes y servicios y reducir las posibilidades de educación y movilidad social de muchas personas, con lo que se estarían infrautilizando sus aptitudes y los posibles adelantos económicos. El informe indica que la experiencia reciente, especialmente en América Latina y otros países en desarrollo, apunta a que la fiscalidad progresiva y el aumento del gasto público, incluidos las transferencias sociales y el suministro de bienes y servicios esenciales a los grupos de bajos ingresos, pueden contribuir de manera determinante al proceso de crecimiento incluyente, y agrega que este enfoque reduciría la desigualdad del ingreso y ofrecería al mismo tiempo la posibilidad de incrementar la demanda que se necesita para que las empresas aumenten la inversión. No obstante, según el informe, los países en desarrollo siguen siendo vulnerables a la disminución de la demanda de sus exportaciones en las economías desarrolladas, algo que probablemente seguirá ocurriendo si se mantienen los programas de austeridad, y especialmente a medida que sus consecuencias se sientan más en Europa. Esta tendencia ya se refleja en el estancamiento de los volúmenes de exportación a los mercados de los países desarrollados y en la disminución de los precios de los productos básicos desde el segundo trimestre de 2011. El Informe sobre el Comercio y el Desarrollo de 2012 también sostiene que el paradigma de la flexibilidad del mercado de trabajo no solo no ha contribuido a reducir el desempleo, sino que tiende a acrecentarlo. Al apoyarse en la compresión salarial como principal instrumento para aumentar el empleo, esas reformas del mercado de trabajo hacen caso omiso de la importante contribución de la distribución de los ingresos al crecimiento de la demanda y la creación de empleo. Si la productividad en su conjunto crece sin un incremento proporcional en los salarios, a la larga la demanda no se adecuará al potencial productivo, al socavar la utilización de la capacidad, los beneficios y las inversiones, según el informe. Kinda Mohamadieh, directora de Programas de la Red de ONG Árabes para el Desarrollo, explicó que el informe destaca la importancia de reducir la desigualdad de ingresos como factor clave para lograr un desarrollo y un crecimiento económico sostenible, así como el desarrollo de los mercados locales. El estudio, agregó, recomienda reconsiderar las capacidades productivas de los países y sus políticas económicas y redistributivas, incluidos los impuestos progresivos y medidas para impulsar la demanda local. "Estas recomendaciones son de gran importancia para los países árabes, en proceso de cambios de liderazgo político, y que requieren de una amplia democratización y el restablecimiento de las políticas públicas", afirmó Mohamadieh. La experta consideró "sorprendente cómo todavía las instituciones financieras internacionales les piden a los países árabes que flexibilicen los salarios y la protección de los empleos para fortalecer las economías". Por su parte, el director de la División de Estrategias de Globalización y Desarrollo de la UNCTAD, Heiner Flassbeck, advirtió a la Asamblea General de la ONU el mes pasado que los gobiernos toman pasos "descarriados" que limitan y desaceleran la recuperación mundial. "Sé que a mis colegas economistas les gusta decir que nos encontramos en un momento crítico", dijo Flassbeck. "Pero esta vez es realmente cierto. Si nos fijamos en las medidas extraordinarias que los bancos centrales han tomado en los últimos dos años, y luego consideramos que la economía mundial continúa cayendo, persiste el elevado desempleo en los países desarrollados y en desarrollo, y la inversión sigue estancada, se comprende que vivimos tiempos realmente extraordinarios". Sources Comunicado sobe la reunion de Supachai con la sociedad civil |
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