jueves, 8 de septiembre de 2011

LA ONDA VERDE

ENVIADO DESDE MEXICO
ING. MILAGRO PEREZ



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LA ONDA VERDE
Sin comentarios...

En la fila del supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que
debería traer su propia bolsa de compras ya que las bolsas plásticas no eran
buenas para el medio ambiente.

La señora pidió disculpas y explicó: "Es que no había esta onda verde en
mis tiempos."
El empleado le contestó: "Ese es nuestro problema ahora. Su
generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio
ambiente."

Tenía razón -- nuestra generación no tenía esa onda verde en esos tiempos.

En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de
cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta
para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que
podían usas las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban. Pero no teníamos onda verde en nuestros tiempos.

Subíamos las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y
oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300
caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos cuadras.

Pero tenía razón. No teníamos la onda verde en nuestros días.

Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables.
Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía
sacudiéndose a 220 voltios -- la energía solar y eólica secaban verdaderamente
nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre
modelitos nuevos. Pero esa señora está en lo cierto: no teníamos una onda verde
en nuestros días.

En ese entonces teníamos una televisión, o radio, en la casa -- no un televisor
en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo (¿se
acuerdan?), no una pantallota del tamaño de un estadio.

En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas
eléctricas que lo hagan todo por nosotros.
Cuando empacábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos
periódicos arrugados para protegerlo, no plastoformos o bolitas plásticas.
En esos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para
cortar el pasto. Usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos
ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre
pistas mecánicas que funcionan con electricidad.

Pero ella está en lo cierto: no había en esos tiempos una onda verde.

Bebíamos de una fuente cuando teníamos
sed, en lugar de usar vasitos o botellas plásticos cada vez que teníamos que
tomar agua.
Recargábamos las plumafuentes con tinta, en lugar de comprar una nueva y
cambiábamos las hojillas de afeitar en vez de echar a la basura toda la
afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo.

Pero no teníamos una onda verde por entonces.

En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o un omnibus y los chicos iban
en sus bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un
servicio de taxi de 24 horas.
Teníamos un enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes para alimentar
una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para
recibir señales de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para
encontrar la pizzería más próxima.

Así que ¿no les parece lamentable que la actual generación esté lamentándose
cuán botarates éramos los viejos por no tener esta onda verde en nuestros
tiempos?

Envíele esto a otra persona
mayor a la que piense que le hace falta una lección sobre conservación del
medio ambiente de parte de un imberbe.
La Onda Verde

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