DESDE UN LUGAR TAN REMOTO COMO SANTIAGO DE CUBA.
En unos 20 días que estuve de visita en la República federativa de Guyana pude observar un fenómeno que creo necesario escribirlo en este trabajo qué pienso ha de ser de beneficio para todo aquel que lo lea. Debo decir que pude observar en este país sudamericano y a la vés caribeño, que una gran cantidad de cubanos que lleban a la tarea de encontrar mercaderías para a su regreso a Cuba venderlas de puerta a puerta, de contacto a contacto, y así suplir las necesidades que el cubano tiene de adquirir calzados, ropa interior y otros menesteres necesarios para el uso diario de las familias cubanas en sus hogares. Una cosa que me llamó la atención fue que habían cubanos de diferentes provincias de La Isla inclusive de Pinar del Rio, las Villas, matanzas, Camagüey, Granma, y aún desde Guantánamo y Santiago de Cuba.
Imágenese usted el inicio de ese viaje si se hace en tren desde Guantánamo a la ciudad de La Habana o de Santiago en tren o en cualquier otro medio de transportación lo que esto significa, el tiempo en gastos y incomodidades que este viaje sugiere e impone con todo ello estos cubanos residentes en esas tierras del oriente cubano,quienes hacen esa travesía gastando su dinero hasta llegar a la ciudad de La Habana, coger su avión vía Panamá o vía Aruba para llegar a la distante nación en Suramérica de Guyana, para comprar sus mercaderías. Obviamente en Cuba se pone un gravamen a lo que pudiera venderse, el estado conoce fehacientemente que el viaje de los cubanos a Guyana está motivado única y exclusivamente en este caso, para comprar las mercaderías y dejan pasar a estos compradores sabiendo de antemano que cerrar a los proveedores de aquellas cosas que el cubano no encuentra en las tiendas estatales de las diferentes provincias cubanas seria negativo.Así pues desde la remota Ciudad de Santiago de Cuba salen los vendedores para comenzar su viaje de ida y regreso.
Quién puede dudar de este espíritu empresarial del cubano. Quién puede negar que ellos están abasteciendo a gran parte de la población quien puede negar que ellos tienen el derecho consustancial a poder negociar porque nunca explícitamente han renunciado a ese derecho.
Así pues, bueno sería que el estado cubano de una vez ya determinara que esa forma de comercio es lícito y es saludable para la nación. Porque seguir empeñados en un capricho que impide el desarrollo normal y necesario de un país en lo concerniente a la economia.? Porque darle lugar a los chinos y a los extranjeros a que hagan comercio en Cuba mientras el propio cubano que vive en Cuba tiene que salir a buscar mercadería y venderla escondida siempre con el peligro de que le pueda ser decomisado todo aquello que adquirió en Guyana o que adquirió en Haití o que adquirió en Panamá o que fue recibido de familiares en los Estados Unidos. Señores llamemos a la cordura y analicemos de una vez y para siempre que la economía necesita un nuevo toque y una visión diferente para que los problemas sean resueltos. No metamos la cabeza como el avestruz bajo la tierra y miremos dónde está la solución a los problemas económicos de Cuba. No están en reuniones de especialistas donde se gastan miles y miles de dólares reuniones. Está en una sola decisión, soltar las riendas que impiden el libre desarrollo del comercio individual y la pequeña empresa. Esta sera la solución a los problemas que tiene Cuba en su abastecimiento.
Imágenese usted el inicio de ese viaje si se hace en tren desde Guantánamo a la ciudad de La Habana o de Santiago en tren o en cualquier otro medio de transportación lo que esto significa, el tiempo en gastos y incomodidades que este viaje sugiere e impone con todo ello estos cubanos residentes en esas tierras del oriente cubano,quienes hacen esa travesía gastando su dinero hasta llegar a la ciudad de La Habana, coger su avión vía Panamá o vía Aruba para llegar a la distante nación en Suramérica de Guyana, para comprar sus mercaderías. Obviamente en Cuba se pone un gravamen a lo que pudiera venderse, el estado conoce fehacientemente que el viaje de los cubanos a Guyana está motivado única y exclusivamente en este caso, para comprar las mercaderías y dejan pasar a estos compradores sabiendo de antemano que cerrar a los proveedores de aquellas cosas que el cubano no encuentra en las tiendas estatales de las diferentes provincias cubanas seria negativo.Así pues desde la remota Ciudad de Santiago de Cuba salen los vendedores para comenzar su viaje de ida y regreso.
Quién puede dudar de este espíritu empresarial del cubano. Quién puede negar que ellos están abasteciendo a gran parte de la población quien puede negar que ellos tienen el derecho consustancial a poder negociar porque nunca explícitamente han renunciado a ese derecho.
Así pues, bueno sería que el estado cubano de una vez ya determinara que esa forma de comercio es lícito y es saludable para la nación. Porque seguir empeñados en un capricho que impide el desarrollo normal y necesario de un país en lo concerniente a la economia.? Porque darle lugar a los chinos y a los extranjeros a que hagan comercio en Cuba mientras el propio cubano que vive en Cuba tiene que salir a buscar mercadería y venderla escondida siempre con el peligro de que le pueda ser decomisado todo aquello que adquirió en Guyana o que adquirió en Haití o que adquirió en Panamá o que fue recibido de familiares en los Estados Unidos. Señores llamemos a la cordura y analicemos de una vez y para siempre que la economía necesita un nuevo toque y una visión diferente para que los problemas sean resueltos. No metamos la cabeza como el avestruz bajo la tierra y miremos dónde está la solución a los problemas económicos de Cuba. No están en reuniones de especialistas donde se gastan miles y miles de dólares reuniones. Está en una sola decisión, soltar las riendas que impiden el libre desarrollo del comercio individual y la pequeña empresa. Esta sera la solución a los problemas que tiene Cuba en su abastecimiento.
Leonides panton Amador Amador.
Agencia de periodismo Independiente Cintinental Mexico-Usa
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