La Danza de los Millones
- Max Lesnik
- 14 marzo, 2017
- 0
- Destacados, Réplica
Vivimos en un mundo loco. A un pelotero le pagan 50 millones de dólares por jugar en las Grandes Ligas mientras un profesor universitario apenas gana para vivir decorosamente, como un “reguetonero” de mal ganada fama que apenas sabe leer y escribir ni en inglés ni en español, le firman contrato por un millón de dólares por cantar una canción de propaganda turística para el Estado de La Florida.
El reguetonero que recibió el millón es calvo de bola de Villar y le dicen de apodo artístico “Pitt Bull” porque muerde duro y tiene cara de perro. El que le dio el millón también es calvo de cabeza con brillo y se llama Rick Scott, Gobernador de La Florida. Entre esos dos calvos quedó la cosa y nadie salió a la palestra a decir que eso era un chanchullo que se había hecho malgastando el dinero de los contribuyentes del gobierno estatal.
Me dicen que se le perdido respeto al dinero y por lo que se ve, eso es más cierto que el sol sale todos los días. Pero como la luz del sol parece que alumbra más a unos que a otros, también los millones no son para todos los hijos de Dios sino casi siempre para los más pícaros y audaces que le han cogido la vuelta a eso que se llama “capitalismo salvaje”.
Los talentos de la cultura poco o mal resultan pagados. Escribir buena literatura, con contadas excepciones como el colombiano García Márquez, que ganó un Nobel con sus “Cien Años de Soledad”, no tiene comparación con el tal “Pitt Bull”, pero el calvito reguetonero con pegar cuatros alaridos en el escenario de un coliseo , gana más dinero que todos los cultos talentos de la literatura universal de nuestros días.
Razón parecía tener aquel General de Franco Millán Astray que cuando la Guerra Civil Española hizo famosa su frase : ¡Que viva la muerte y que muera la inteligencia! Y que viva la ignorancia. ¿Por qué no?
Les habló para Replica de Radio-Miami su director Max Lesnik.
PINCHE AQUI EL AUDIOLA DANZA DE LOS MILLONES
No hay comentarios:
Publicar un comentario