sábado, 13 de abril de 2013

CARCELES CUBANAS : SILENCIO FRENTE A VERDADES COMO TEMPLOS

PUBLICADO POR Hector Garcia Soto

 

Cárceles cubanas: silencio frente a verdades como templos. (#Cuba ,#Miami,#Madrid)

Norelys Morales Aguilera.- Pocos países pueden abrir a la prensa sus prisiones como lo hace Cuba, a pesar de la intensa y sostenida campaña mediática sobre el tema, que ahora silencia verdades como templos.
No pueden mostrar de tal modo sus cárceles Estados Unidos o España que intentan dar lecciones de democracia a la Isla, mientras se suceden acusaciones de todo tipo contra la situación de sus penales, incluido el violador de derechos humanos en Guantánamo. Menos se puede hablar de cárceles justas para los palestinos o para los colombianos, por no extender el listado.

Ni abusos ni torturas recibe la población carcelaria cubana, como pudo comprobar la prensa nacional y extranjera acreditada en la Isla este martes 9 de abril, y como doy fe de haber visitado meses atrás la cárcel de mujeres de Santa Clara.
Acompañados por funcionarios del Ministerio del Interior, los periodistas visitaron, informó Efe, dependencias como una galería de celdas, el Hospital Nacional de Reclusos, los pabellones para los encuentros conyugales de los presos o las zonas de encuentro de los internos con sus familiares. [1]
Frente a las críticas que las cárceles cubanas reciben sistemáticamente de organismos internacionales de derechos humanos tendenciosos, los responsables del centro defendieron que el sistema penitenciario de la isla se basa en “principios humanísticos” y que es prioritaria la reinserción social de los reclusos mediante el trabajo, los programas educativos y la capacitación laboral.
El director del Combinado del Este, teniente coronel Roelis Osorio, afirmó que un 83,4 por ciento de los presos cubanos que cumplen su condena logran reinsertarse en la sociedad y solo un nueve por ciento reincide.
Según sus datos, un 47,2 por ciento de los presos en Cuba realiza algún tipo de trabajo remunerado de acuerdo a las tarifas salariales del país; un 52,1 por ciento recibe instrucción educativa y un 53,2 por ciento participa en talleres para capacitarse en un oficio.
La participación en esos programas, así como la buena conducta, permite además la reducción de las condenas que contempla el sistema penal cubano.
“El humanismo es nuestro principio rector, las personas están privadas de libertad pero no de sus derechos”, declaró a Prensa Latina el coronel Osmani Leyva, segundo jefe de la Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior. [2]
Según Leyva, esa postura gubernamental se expresa a partir del respeto a la integridad física de los internos y de su acceso al trabajo, el estudio, la atención médica, la alimentación, la comunicación con sus familiares, las condiciones de vida dignas y el ejercicio libre de la religión que practiquen, entre otros derechos.
De acuerdo con cifras oficiales, Cuba, con una población de unos 11,2 millones de habitantes, tiene en la actualidad 57.337 presos, un número muy inferior a la cifra de entre 70.000 y 80.000 presidiarios que maneja la fraudulenta Comisión Cubana de Derechos Humanos.
Los corresponsales, informó Reuters, hablaron con los reos, tuvieron acceso a las celdas y vieron sus actividades laborales, deportivas y culturales, en momentos en que el Gobierno aplica una serie de “programas de reinserción social a los reclusos”. [3]
La población carcelaria cubana con un 2 por ciento de jóvenes y tres de mujeres se inserta en un sistema penitenciario avanzado y justo, con variados programas con la población penal como el Tratamiento Diferenciado a los Jóvenes Reclusos, Programa Audiovisual, para el desarrollo de las bibliotecas en las prisiones, para el desarrollo de cursos de Enfermería, Trabajo socialmente útil, para el desarrollo del deporte, y el Proyecto Reincorporación. [4]
“Apenas entre el siete y el nueve por ciento de los reclusos están en prisión provisional”, apuntó el coronel Osmani Leyva Ávila segundo jefe de la dirección general de establecimientos penitenciarios del país, en respuesta a una pregunta de Cubadebate. [5]
Y, según su opinión, ello obedece al rigor del sistema judicial cubano en el procesamiento de los expedientes delictivos y a la baja tasa de delitos en Cuba, en comparación con los otros países de América Latina.
“Este dato puede leerse de esos dos modos porque la tendencia es completamente contrapuesta, en comparación con Latinoamérica, en muchos de cuyos países permanecen encerrados hasta el 90 por ciento de las personas, sin ser procesadas.”
Son verdades como templos que comprobaron periodistas nacionales y extranjeros, aunque los medios del capital hayan silenciado el suceso que reportaron los corresponsales desde La Habana.
Notas

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