sábado, 31 de marzo de 2018

OPUS HABANA

Somos herederos fundacionales de La Habana
El también director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales dio a conocer que el nuevo reto en la capital será hacer revivir al teatro Campoamor, una edificación «de tanta historia para Cuba y para La Habana».
El 19 de marzo de 1828, la primera edificación de estilo neoclásico de la ciudad de La Habana ya estaba culminada. Aquel monumento hecho a semejanza de los antiguos templos greco-romanos perpetuaría en sus entornos y a su interior, la ceremonia fundacional de la villa de San Cristóbal de La Habana.
Con motivo de conmemorarse el 190 aniversario de la inauguración de esta obra conocida por todos los habaneros y visitantes como El Templete, el Doctor Eusebio Leal Spengler, a los pies de sus simbólicas columnas y a la sombra de la ceiba que evoca aquella ceremonia fundacional, se refirió a la importancia de este sitio de extraordinario valor para los capitalinos.

«En el momento en que toda la América estaba convulsionada por la revolución bolivariana, en el momento en que toda la América estaba en el proceso de crear y de nacer nuevas naciones resultó que se levantó este edificio, ponderando el carácter pacífico de La Habana, omitiendo y velando discretamente lo que sería su inmediato porvenir. Un porvenir de sedición, un porvenir de inquietud intelectual y culta; un porvenir que en la Universidad, en el Seminario, en los círculos del pensamiento, articuló el sueño de lo que Eduardo Torres Cueva ha llamado «el sueño de lo posible: la existencia de una nación, de una patria, de un país nuestro».

En el sitio fundacional de la villa de San Cristóbal de La Habana, el Historiador de la Ciudad afirmó que el advenimiento de sus 500 años el próximo noviembre de 2019, ha sido motivo de inspiración y fuerza para realizar notables obras sociales y de restauración en la capital cubana.

«La celebración de esa fiesta y la vocación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana de conmemorar y celebrar algo tan importante como el medio milenio de una de las ciudades más antiguas del nuevo mundo, de una ciudad que ha acumulado tanta historia no solamente en arquitectura, no solamente en memoria que sería lo intangible, lo inmaterial, sino también acontecimientos de todo orden que han contribuido a hacer grande a la nación cubana. Es por eso que a lo largo de este año y del que viene trabajaremos denodadamente en lo que nos corresponde: la restauración de los monumentos, la conservación del patrimonio de la ciudad. Ese es nuestro deber, no es solo La Habana Vieja, la ciudad es toda porque La Habana tiene muchos centros históricos, este es verdaderamente el centro inicial, el punto de partida», aseveró Leal.

En este sentido, el Doctor Eusebio Leal se refirió a algunas de las obras más importantes que acomete la Oficina del Historiador en la actualidad. Entre ellas, la restauración y el traslado de la estatua del Mayor General Calixto García afectada recientemente tras el paso del huracán Irma; la culminación de las obras en el Capitolio Nacional consideradas por el Historiador «de suma importancia porque supone la puesta a prueba de nuestra capacidad de construir, de reconstruir, de restaurar y de hacerlo bien».

Asimismo, el también director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Ciudades Patrimoniales dio a conocer que el nuevo reto en la capital será hacer revivir al teatro Campoamor, una edificación «de tanta historia para Cuba y para La Habana».

Escuelas, viviendas, bibliotecas, centros para diferentes públicos etarios, entre otras muchas se sumarán al empeño de hacer de La Habana, una ciudad antigua pero cada vez más viva, labor impulsada por el primer Historiador de la Ciudad, el Doctor Emilio Roig de Leushering y continuada por Leal.

«A eso nos dedicamos con pasión. Y es así que podemos venir hoy al Templete, el lugar de fundación de La Habana, y considerarnos herederos generacionales de los fundadores de la ciudad, considerarnos herederos en nombre de todos los cubanos», concluyó.
Maria Karla Villar Mora
Habana Radio
Imagen superior: El Templete, primera edificación de estilo neoclásico de la ciudad de La Habana y lugar de la fundación de la villa San Cristóbal de La Habana. Imagen inferior: El Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal Spengler, explica a la prensa la importancia de tal edificación y algunos detalles sobre las obras de restauración en el Centro Histórico con vistas al 500 aniversario de la ciudad.
 
Más allá de la locura y la cordura
«A la memoria del loco más cuerdo que haya conocido jamás (...)», expresa  el doctor Luis Calzadilla en la dedicatoria a su libro Yo soy el Caballero de París.
Bajo de estatura, pero de fornida personalidad, el doctor Luis Calzadilla Fierro (La Habana, 1947) no pone reparos para la foto y me comenta con desenfado: «Hay cosas que todavía no sabemos sobre el límite entre la cordura y la locura». Me ha recibido en los bajos de su consulta, sita en Amargura esquina Aguiar, donde radica el Centro Comunitario de Salud Mental de La Habana Vieja. Coincidentemente es una fecha significativa para la trayectoria profesional de este reconocido maestro de la psiquiatría cubana: 11 de julio. Un día como este, pero de 1985, murió el más célebre de sus pacientes: José María López Lledín, conocido como «El Caballero de París».
«A la memoria del loco más cuerdo que haya conocido jamás (...)»,  expresa Calzadilla en la dedicatoria del libro que escribió para reconstruir la vida del famoso orate, combinando testimonios, entrevistas y algo primordial: la experiencia del contacto humano. Esta le permitió diagnosticar a López Lledín como un ejemplo de parafrenia, mientras otros colegas lo consideraban un esquizofrénico paranoide: «La paranoia es una historia bien contada; la esquizofrenia, un lenguaje simbólico y hermético, y la parafrenia, un mito poético».
El libro acaba de ser publicado por primera vez en Cuba, pues las dos ediciones anteriores salieron en España y pronto se agotaron. Escrito con soltura y amenidad, enseguida atrapa al lector en dos planos simultáneos: la reconstrucción de la vida de su protagonista por boca de terceros y los ejemplos de su delirio imaginativo. La premisa ética de la relación médico-paciente, se enuncia desde el prefacio: «Hay informaciones que guardaré para siempre porque el Caballero no me autorizó a revelarlas».

Usted es un psiquiatra con una fuerte formación en antropología social y cultural, aunque esté mayormente implicado en la clínica. ¿Influyó su visión cultural en el diagnóstico de El Caballero de París?

Por supuesto, al punto que puedo decirte que Lledín no necesitaba ningún psiquiatra. Recuerdo la primera vez que durmió en el Hospital, a donde había sido llevado por su estado físico deplorable. A la mañana siguiente se armó un revuelo tremendo porque había desaparecido. Las sábanas de su cama estaban tan lisas como la noche anterior. Creíamos que se había fugado, hasta que por fin lo encontramos gracias a la suspicacia de otro demente. Estaba durmiendo plácidamente debajo de la cama, envuelto en papel periódico.

En cierta medida, los locos eran ustedes.

Exactamente. La cultura es muy importante para la comprensión de síntomas, síndromes o trastornos mentales. El psiquiatra debe tener muy en cuenta el comportamiento cultural del paciente para tratar de determinar si está influyendo en la manifestación que trata de evaluar. Como habíamos internado al Caballero de París, ya dábamos por sentado que se había escapado, cuando también cabía que estuviese asustado o que prefiriese dormir en el suelo, acostumbrado como estaba a vivir en la calle. Quiero decir: tan importante es la influencia cultural en el paciente, como la influencia cultural en el psiquiatra.

¿Cuánto influyeron los estudios de José Ángel Bustamante en su interés por la psiquiatría transcultural?

Entre los psiquiatras cubanos que he conocido, me sobrarían los dedos de las manos para señalar a quienes se han interesado seriamente por la relación entre psiquiatría y cultura. Por supuesto, Bustamante es el primero de ellos. Recuerdo su visita a mi pueblo natal, cuando ya era vicepresidente de la Academia de Ciencias. Estábamos en un corte de caña y él comenzó a preguntarle la charada a Lázaro, un retrasado mental que tenía una gran memoria mecánica y podía identificar todos sus números: uno, caballo; dos, mariposa; tres, marinero... y así hasta cien.
 Fue un mediodía de 1966, si no recuerdo mal, que en el Hospital Oncológico esperábamos una clase y se me acercó un amigo y compañero de curso, Narciso Calles Bajos, para preguntarme si deseaba integrar el primer grupo de alumnos ayudantes de la asignatura Psicología Médica, bajo la tutela de Bustamante. Nos reuníamos con el profesor, por las noches, en el sótano de una sala de clínica del Hospital Calixto García.
Ciertamente, allí debió nacer mi interés por la psiquiatría transcultural, tal y como Bustamante la definió, entendiéndola como el estudio de las variantes que a los cuadros psiquiátricos imponen los factores culturales. Dentro de ese corriente se enmarca mi trabajo sobre una secta de espiritistas de cordón, una modalidad ritual que nada más existe en Cuba y que algunos atribuyen incluso a los primeros indocubanos.
 
Más allá de la locura y la cordura ¿Considera que su libro sobre el Caballero de París es una contribución a la historiografía de la psiquiatría?

Cuando le dije a Lledín que estaba escribiendo un libro sobre él, se puso muy contento y me auguró que ganaría mucho dinero. Todavía lo estoy esperando (sonríe). Pero ya en serio: creo que cualquier aproximación historiográfica a los enfermos mentales permite dilucidar la manera en que el contexto sociocultural influye en la construcción de los parámetros usados por los psiquiatras para comprender los límites entre locura y cordura. El Caballero de París padecía un delirio de grandeza, crónico, de mecanismo imaginativo, que determinó su conducta. El contenido fantasioso de ese delirio está coloreado por la época y la cultura. De hecho, puede decirse que el propio Lledín contribuyó a que se tejieran historia y leyenda alrededor de su figura hasta convertirlo en el más famoso personaje popular cubano del siglo XX.

Usted cuenta que recuperó la cordura a punto de morir y le hizo algunas confesiones. ¿Por qué sucede ese tipo de fenómeno?

Tal fue el destino de Don Quijote: que acreditó su ventura/morir cuerdo y vivir loco, según reza el epitafio que ideó para su tumba el bachiller Sansón Carrasco. Hay cosas que todavía no sabemos sobre el límite entre la cordura y la locura. Creo que las grandes respuestas a la psiquiatría las darán en el futuro las neurociencias.

¿Qué es lo que más recuerda de López Lledín?

Su dignidad, sin dudas.
                 
 Argel Calcines
Editor general de Opus Habana

?COMO HICISTES PARA SOBREVIVIR?

Lela Sanchez




¿Cómo hiciste para sobrevivir?

De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de seguridad

, ni bolsas de aire...
Ir en la parte de atrás de una camioneta,con baranda baja, era un

 paseo especial y todavía lo recordamos.

Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura

a base de plomo.

No teníamos tapas con seguro contra niños en las botellas de 

medicina, gabinetes, puertas...

Cuando montábamos bicicleta no usábamos casco, ni protectores de

rodillas.

Tomábamos agua de la manguera del jardín y no de una botella de

agua cara que dicen que es mineral...

Gastábamos horas y horas construyéndonos carritos de chatarra 

los que tenían la fortuna de tener calles inclinadas los echaban a 
andar cuesta abajo y en la mitad se acordaban que no tenían frenos.

Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del

anochecer.

No teníamos celular... así que nadie podía saber donde estábamos,

y eso… era impensable.

Nos cortábamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente,

 pero nunca hubo una demanda por estos accidentes. Nadie tenía la
 culpa sino nosotros mismos.

Comíamos bizcochitos, pan y mantequilla, tomábamos bebidas con

 azúcar que no tenían marca comercial y nunca teníamos exceso de
 peso porque siempre estábamos jugando, o mejor, "mataperreando".
..
Compartíamos una bebida entre cuatro... tomando en la misma 

botella y nadie se moría por esto,Nunca oímos de cólera,giardia o
cualquiera de esas No teníamos PlayStation 3; 4  o mil,  canales de
televisión en cable, ipods, iphones, computadoras,  Internet...
Sino que TENÍAMOS AMIGOS.


Salíamos, nos subíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa

del amigo, tocábamos el timbre o sencillamente, entrábamos sin 
tocar y allí estaba y salíamos a jugar.

¡En el mundo cruel ¡Sin un guardián permanente! ¿Cómo hacíamos?
Algunos estudiantes no eran tan brillantes como otros y cuando

perdían un año lo repetían. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo,
ni había gran crisis familiar, nadie tenía dislexia ni problemas de
atención, ni hiperactividad, simplemente repetía y tenía una segunda 
oportunidad.

Teníamos libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades...y aprendimos

a manejarlos.

La gran pregunta es ¿Cómo hicimos para sobrevivir, y sobre todo 

para. ser las grandes personas que somos ahora?

¿Eres tú uno de esa generación?


Si lo eres, entonces envía este mensaje a tus conocidos de tu misma

generación o a gente más joven para que sepa como éramos antes...
.
Seguro dirán que éramos unos aburridos pero.....

¡COÑO, ÉRAMOS MUY FELICES!"

jueves, 29 de marzo de 2018

BOLTON ES UN DESASTRE PARA NUESTRO PAIS



Jimmy Carter: «Bolton es un desastre para nuestro país»

La sustitución del general Herbert R. McMaster, por Bolton ha causado conmoción por el belicismo desaforado del nuevo titular

 

Autor:

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Juventud Rebelde
 

WASHINGTON, marzo 28.— «Quizá uno de los peores errores cometidos por el presidente Trump desde que está en el cargo haya sido nombrar a John Bolton», criticó el expresidente estadounidense Jimmy Carter la designación del conocido halcón de política exterior como Consejero de Seguridad Nacional.
«Bolton es un desastre para nuestro país», agregó Carter en una entrevista concedida a USA Today, y afirmó que se trata de un « personaje belicoso» que ha estado «promoviendo una guerra con Corea del Norte durante mucho tiempo e, incluso, un ataque a Irán y fue uno de los protagonistas en organizar la decisión de invadir Irak».
La sustitución del general Herbert R. McMaster, por Bolton ha causado conmoción por el belicismo desaforado del nuevo titular, recordó HispanTV.
Por lo que Carter, al ser interrogado sobre qué consejo le daría a Trump sobre Corea del Norte, contestó: ¿Quieres decir otro además de despedir a John Bolton? Ese sería mi primer consejo».
El expresidente dijo que le preocupaba que los instintos de halcón de Bolton tendrían una influencia letal sobre Trump. Carter también expresó inquietud por la serie de salidas de alto perfil en la administración, reseñó el sitio Politico.
Mientras la entrevista del exmandatario demócrata circula online, el twitter del Presidente republicano volvía a «encenderse» con una publicación de este jueves, cuando Trump subrayó que la Segunda Enmienda a la Constitución, que garantiza el derecho a portar armas, «nunca será derogada por mucho que a los demócratas les gustaría ver que esto suceda».

martes, 27 de marzo de 2018

TEODORO, EL COCHERO CARAQUEÑO. ¿Y QUÉ DEL ALCALDE, GOBERNADOR Y PROTECTOR


ELIGIO DAMAS

            No sé si es valedero llamar esta la pregunta de las ochenta mil lochas. La duda  no está montada por lo que la locha fue, un octavo del viejo bolívar de plata,  que pudiera inducir a alguien pensar nada vale o valía, desconociendo que entonces un dólar sólo costaba 3.35 de ellos, sino por los funcionarios sugeridos en el título, quienes parecen estar jugando al escondido, la candelita o comportándose como fantasmas que sólo aparecen en noches oscuras y rincones sombríos. Alguien pudiera pensar que la pregunta no tiene validez. Pues diría que únicamente es valedera al aludir al gobernador y otro, tan iluso o leal como el primero, pensará en el Alcalde y hasta el “Protector”, así con mayúscula, aunque de este no creo nadie espere nada, vista las “glorias” pasadas..
               Pero, aunque no está señalado en la pregunta, también está envuelto en esto el ex alcalde de Guanta Jonathan Marín. Y pensando en él, no asumo la pregunta con el valor de las lochas, sino en toda la madeja de telaraña, como una manera de recordar a Elías Jaua, tendida cual chinchorro a lo largo de la playa, para ocultarle, pase desapercibido y no forzarlo a decir todo cuánto oculta. Porque si alguna vez ha tenido validez aquella expresión, “se fue con la cabuya en la pata”, es en esta huída de Marín, tanto que si a alguien se le ocurre halar esa cabuya puede encontrar en ella amarrado muchas cosas y personas. Quizás por esto mismo hay como un acuerdo tácito en dejar eso en el baúl de los recuerdos y esté bajo una pesada lápida.  Porque, no es ajeno pensar dejó muchas cosas atrás y hasta cómplices que seguramente siguen donde antes estaban. No es de creer que al irse dejó sólo un lazo de viento que se espantó con una ráfaga que se le vino encima.
          ¿Acaso su manera de escaparse o irse, como prefiera el lector, que sugiere? ¿Algo distinto a una huída azarosa por temor a la justicia o posibles represalias?
                En caso de Marín, la pregunta pertinente no es esa, la de “¿dónde anda su alma o su voluble espíritu?, sino más bien ¿en qué quedarán sus cosas y sus vínculos?   ¿Tendrá el susodicho algún dios que le prodigue tanta sombra, como la oscuridad necesaria para que nadie pueda verle? 
               Lo que sí es asombroso cómo se desapareció Marín, logró penetrar los espacios del olvido, pese sus infantiles excusas, el anormal procedimiento que usó para irse dejando atrás todo, hasta su “liderazgo revolucionario”, como un cura a quien metieron obligado en el seminario y en éste nadie pudo convencerle. Pero dejó, al irse, a la iglesia desolada y su feligresía mirándose las caras. Sus íntimos o cómplices, ruegan que de él nadie se acuerde, no por él, sino los demonios que pudiera desatar. Pero más asombra, como quienes si deberían recordarlo, es su deber, parecen haberlo borrado de su memoria. El baúl, de roble grueso, duro como la roca, tiene una cerradura indestructible.
            Por la Constitución, otras leyes y recientes elecciones, uno sabe que en Barcelona hay un alcalde. Hasta creo, si mi memoria no es mala, se llama Luis José Marcano. Vino de Caracas, como en los tiempos coloniales, enviado a encargarse del gobierno en estas tierras abandonadas y habitadas por gentuza. Justo como cuando a Emparan, en 1810, le enviaron a Caracas, desde Cumaná, a encargarse de la Capitanía General de Venezuela. Hay un gobernador, del bando opositor, un señor cuyo nombre no me acuerdo en el momento de escribir esto y ya esto es todo un discurso. Por esto, que el gobernador de Anzoátegui es opositor, le ganó al del gobierno nacional,  hay un personaje designado como “Protector” del Estado, porque arriba suponen que el gobernador nos dejará en el abandono; es decir, el “Protector” estará en sus funciones presuntamente para hacer lo que antes no hizo cuando fue gobernador. Estará con nosotros, valiéndose de omnipresencia, a protegernos como para que el actual primer gobernante del Estado, no haga lo mismo que él ya hizo, nada.
             El alcalde lleva meses en el cargo, casi tantos como quien funge de gobernador. Pero pese eso, el ciudadano por el estado de las calles, la abundante basura, inseguridad, es decir toda la cotidianidad de la gente, no se ha enterado todavía que ellos existen. Pero hay más un silencio cuajado, denso, como que no hay nade que decir.
            Porque si existen deben ser fantasmas que, como suele suceder, sólo salen en las noches oscuras y se materializan solamente ante un caminante o personaje solitario. Son apariciones fugaces, por eso pocos les ven. Casi todo el mundo ignora ambas existencias y si a alguien le salen no espantan, sino más bien asombran. Como me sucedió una noche avanzada, bajo una luz casi mortecina, en una esquina de Sabana Grande; me “salió” Teodoro, llegando él y yo, desde y con direcciones distintas en una esquina,  en su coche tirado por dos caballos, un viejo recuerdo de la Caracas de antaño. Nunca había escuchado de su existencia y no era mucho el tiempo que vivía en aquella ciudad. Me quedé embobado, perplejo cómo y quién de repente hubiese viajado violentamente en retroceso y llegado al pasado. Menos mal que el amigo que esa noche me acompañaba no era como yo, un carajito provinciano, sino un caraqueño de pura cepa, quien me calmó diciéndome:
        -“Tranquilo, no es un fantasma, es simplemente Teodoro”.
        Y me habló del personaje que aún recorría aquellos espacios de la ciudad paseando generalmente parejas de enamorados. Ese mismo a quien Billo Frómeta escribió aquella canción llamada ¡Epa Teodoro!”. Era un personaje real, material, copiado del pasado y de la era romántica. Luego ya entrado en la ciudad, intimidado con ella, varias fueron las veces, siempre en madrugadas friolentas y casi oscuras, pude encontrarme con Teodoro.
            Todo sigue igual como antes o, para decirlo mejor, pues el venezolano lo supone, toda empeora. Pinte el lector el cuadro que le dicta no su imaginación sino la propia realidad de su entorno y así andamos en estos pueblos orientales y hasta quizás peor, sobre todo en Barcelona, que tiene gobernador,  alcalde y hasta “Protector”, recién entrenados o entrando. El primero de AD, llamado Barreto Sira, al fin me acordé, casi catorce horas después, tal es su marca y trascendencia; el segundo y más el tercero, del PSUV o de la “revolución”.
            ¿Y cómo son los tres?
            Igualitos, tanto que parecen uno solo, un trio de fantasmas que, para verles y escuchar sus quejidos, hay que madrugar y posarse en el rincón más oscuro. Y Jonathan Marín, como tan “protegido”, pese haber sido alcalde de Guanta, también parece lo mismo, solo un fantasma y lo que es más, de alguien quien nunca existió. Y los cómplices de éste, sus “protectores” al mismo tiempo,  no ruegan al señor nadie lo devuelva a la vida o la memoria de quien debe investigarlo, sino andan  con el puño derecho metido en el bolsillo correspondiente, apretando la llave que aquello pudiera abrir.
             


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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 3/24/2018 01:04:00 p. m.

¿PRESIDENTE DE CANTV PODRÍA PRESTAR ATENCIÓN A ESTE HUMILDE RECLAMO? NADIE

¿Presidente de CANTV podría prestar atención a este humilde reclamo? Nadie leerá esto pero escrito está
ELIGIO DAMAS

            Por lo que sucede a muchos que viven en mi sector y unos cuantos que conmigo se han comunicado de varias partes del país,  después que publiqué en aporrea, el 01-02-18, es decir, hace ya un mes, un artículo titulado “Yo también me quejo, Presidente de CANTV y es de usted la culpa”, he llegado a la conclusión que el gobierno, el presidente Maduro, para mejor decirlo, está rodeado de enemigos de hecho, que pudieran ser simplemente gente que nada les importa o tiraron la toalla, pero siguen en el cargo porque es “una buena nota” y quienes deben hacerlo no los supervisan por ningún medio y por ende no tienen la menor idea qué pasa allí.. A mi denuncia, decir que le hicieron caso omiso, es como demasiado delicado, pero lo digo así para no usar una expresión pertinente pero muy pedestre;  optaron por ignorarla por completo, que es una usual forma de resolver los problemas, darlos por inexistentes.  Algo así como “no te des por enterado”.
            Para los fines consiguientes, como diría un abogado, pongo el enlace para corroborar la denuncia anterior, me refiero, como saben a la del 01-02-18. https://www.aporrea.org/actualidad/a258718.html
           Cuando publiqué ese artículo ya tenía tres meses o más sin servicio telefónico por fallas de CANTV como allí se explica. Lo que quiere decir que ya han transcurrido casi cinco meses y a este servidor y a muchos vecinos del área donde vivo, la empresa telefónica no se ha dignado tomarnos en cuenta. O para mejor decirlo, por haber decidido que no existimos. Pero lo más curioso, como dije esa vez, es que cada cierto tiempo, se me envía un mensaje solicitándome que debo pagar la renta para no arriesgarme a perder el servicio. Para evitarme inconvenientes, pese no tenerlo  de telefonía fija y tampoco de internet, religiosamente acudo al punto a pagar, aun cuando allí no me dan comprobante porque dicen no tener papel, pero pago. Pero esto servirá para dejar constancia de mis razones, por si en cualquier momento mi línea o número desaparece por falta de pago y aparece en posesión de otro.
          Como también dije allí, en ese artículo, un vecino no exactamente de mi urbanización, pero más o menos cerca, quien también escribe por aporrea, sin que él y yo lamentablemente tengamos la misma percepción del mundo, había antes expuesto por este medio, cómo a él y sus vecinos cercanos les tenían incomunicados telefónicamente, me entusiasmé e hice lo mismo, con la intención de reforzarlo e intentar que  a ellos, a mis vecinos más cercanos y por supuesto a mí, CANTV nos tendiese la mano.
           Por lo que sé, afortunadamente al vecino quien también se quejó por aporrea, CANTV le contactó y en tiempo breve le resolvió el problema. Al parecer tuvo suerte que su reclamo llegó donde era necesario y pertinente, tanta que no sólo atendió su reclamo sino a unos cuantos del área donde reside. Celebro lo que pasó con él, pero lamento no haya podido ayudarnos, lo que hubiera sido maravilloso por lo que concierne a la solidaridad humana.
            Pero como es costumbre vieja en Venezuela aquello de “quien no llora no mama”, y a mi reclamo no le hicieron caso alguno y en vista que la masa pareciera no estar para bollos, vuelvo a repetir mi lamento.
             No voy a extenderme más, pues lo que pudiera decir, ya lo dije en el artículo por el cual dejé el enlace. Espero que alguien con respeto por la gente y le preocupe algo sentirse feliz de servir y  con la obligación de atender este reclamo, que no es sino de un derecho ciudadano, se sienta tentado a cumplir con su deber. Para ser más preciso, vivo en la ciudad de Barcelona, cercano al área del cuartel Bacaraza. Mi número telefónico lo dejaré con la gente de Aporrea, en espera que a alguien esto pueda interesar. Pero no dejaré de decir que la mejor manera de ganarse a la gente es servirle bien y es malo tratar con indiferencia a quien de uno necesita y más cuando eso entra en los derechos de las gentes y en nuestras obligaciones.
             Dije esto último porque la conducta de CANTV, que en cierta forma ya está expuesta en lo que dije arriba, de cómo trata a los usuarios y hasta la discriminación injustificada y sin sustento, no conduce sino a generar más inconformidades y no creo sea eso lo que buscan el presidente de la empresa telefónica y su gente. No creo que eso mismo piense y sienta el presidente Maduro. Si así fuese, no sería político. Más bien por serlo, le incomode enterarse de estas cosas.
             Abajo está mi correo electrónico y como ya dije, el número telefónico estará en Aporrea.


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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 3/24/2018 03:22:00 p. m.