jueves, 29 de agosto de 2019

EL PAIS DE ESPAÑA ,LLAMA GOLPE A LA AUTONOMIA UNIVERSITARIA O A LA GARCIA AROCHA DECISION DEL TSI



El País de España, llama golpe a la autonomía universitaria o a la García Arocha, decisión del TSJ


Eligio Damas

 
            En esta lucha, que mucho tiene de irracional y hasta parece como infantil, ¡vainas de muchachito malcriado!, la oposición extremista, está atrapada en una deforme interpretación del cuadro internacional, el cual percibe como una lucha entre el bien y el mal y específicamente entre un supuesto comunismo y la democracia, representado el primero por Rusia y China y la segunda por Trump, con toda la carga xenófoba, racista y de violencia que este porta y el nacional, según lo cual, como resultado de lo primero, Venezuela estaría atrapada en el comunismo de Maduro y en consecuencia por una feroz dictadura.
            Ayer, en mi propia casa, donde desde hace un tiempo un grupo de vecinos nos reunimos intentando crear un Consejo Comunal, lo que hasta ahora tiene tintes de kafkiano, una joven muy participativa y positiva, influida por esas ideas de la oposición extremista, en un momento de “descanso” en la tarea que desarrollamos, introdujo el tema de la “política” y se desató contra el gobierno y, como trabajadora que es dijo un promontorio de cosas que casi todos los presentes convalidamos, pero en un momento dado calificó a Maduro de cosas horrendas y de “dictador feroz”.
           Como suelo decir, quizás porque privilegio mi condición de maestro, aborrezco por demás eso de hacer política metiendo embuste. Quien eso hace, si está consciente, sabe no tiene la verdad y entonces lucha con la mentira como arma, con todo lo que esto comporta. Mi joven amiga, debo decirlo por nobleza, no está mintiendo, estrictamente hablando, pues se limitaba a repetir la prédica que a ella llega de políticos que desprecian la verdad.
           Por eso y “muchas cosas más”, me sentí tentado a intervenir en el asunto, pese era el anfitrión y obligado a mantener las más cordiales relaciones, lo que pudo implicar hacer silencio ante aquel infortunado comentario.
            ¿Sabes bien, amiga mía, lo que es una dictadura? Creo que no. ¿Sabes que si en Venezuela hubiese una dictadura, yo no te hubiera permitido hacer ese comentario en mi casa, el mismo que sueles hacer y en este espacio que da para la calle y con el tono de voz que lo hiciste? Si fuese como dices, inmediatamente cualquiera, en mi caso, te bota de su casa, no por el juicio que te has formado del presidente y aquí expresado a voz en cuello, sino porque con eso le comprometes y haces sujeto que le detengan contigo y hasta todos los demás que aquí están y  suframos las consecuencias que se derivan cuando eso pasa en una dictadura.
         Sabes bien que aquí, entre nosotros, hay militantes del Psuv, defensores del gobierno  y segura estás, que por haber dicho eso, nada te va a pasar, como no te ha pasado antes, porque cosas más graves que esas se dicen por la televisión y se escriben en los diarios. Y esto sucede, porque aquí no hay dictadura. Hay un gobierno incompetente, nadando en un mar de errores y hasta inconsecuencias, por las cuales pagamos todos, como que el salario no nos alcanza para vivir y carecemos de elementales servicios como el de salud y que en este sector tengamos casi 20 días sin recibir el servicio de agua potable. Pero no hay dictadura. Como para que a uno no le allanen la casa sólo por no ser partidario del gobierno y haber cometido indiscreciones, hasta simples como la de hablar mal del mismo en público y por haberle encontrado libros de Aquiles Nazoa y hasta Andrés Eloy Blanco, lo que titulaban de literatura subversiva, se lo lleven hasta para un campo de concentración, no sin antes torturarle con sadismo. Eso, para que lo sepas, lo hacen las dictaduras y eso, no sólo hizo Pérez Jiménez, sino también Betancourt y Leoni, para dejarlo hasta aquí.
            Retomé esto para escribirlo, como lo estoy haciendo, porque anoche revisando la prensa hallé la noticia en Panorama de Maracaibo, según la cual el TSJ resolvió que las universidades autónomas venezolanas, en un plazo de seis meses, deben llamar a elecciones. Lo que me pareció muy bien, pues lo que en cuanto a eso sucede es por demás insólito y hasta antidemocrático, como que la señora García Arocha, rectora de la UCV, muy “democráticamente”, lleva un poco más de veinte años usurpando ese cargo en nombre de la democracia.
           Inmediatamente la prensa internacional se hizo eco de la noticia, como el diario El país, de Madrid, generalmente inclinado a favor del factor opositor más extremo de Venezuela, tanto como el ABC de la misma ciudad. El primero de los nombrados, en primer plano comento de la siguiente manera, La crisis política e institucional que vive Venezuela este 2019 se bifurca en un nuevo frente de lucha. El Supremo, controlado por Nicolás Maduro, dictó una polémica sentencia que obliga a realizar elecciones con nuevas reglas para renovar las autoridades de las universidades nacionales, consideradas por años un bastión opositor a la revolución bolivariana. Esto supone un golpe a la autonomía democrática de la que gozan estas instituciones y que está consagrada en la Constitución.”
         El País asume la noticia como mi joven amiga, inexperta, pero eso sí bien intencionada. Pero como el diario español bien sabe lo que dice si mintió y dijo que eso constituye un rudo golpe a la autonomía, cuando se intenta corregir dos garrafales errores y hasta abusos de la burocracia universitaria, que si conforman un atentado verdadero a la autonomía. Por haberse intentado corregir, en los tiempos de Chávez, una aberración antidemocrática, que vuelve al autonomía un asunto de élites, como que el voto de un profesor vale en un porcentaje sustancialmente superior al de un estudiante y cualquier otro miembro de la comunidad, las autoridades universitarias entre ellas la señora García Arocha introdujeron un recurso en contra del intento renovador y democratizador, lo que llevó a la paralización de todo proceso electoral hasta tanto eso quedase resuelto. Con esto las autoridades vieron prolongados indefinidamente sus mandatos, tanto que la mencionada señora en la UCV ha reinado “democráticamente” por dos décadas.
           Como la resolución del TSJ no sólo llama a elecciones en un plazo de seis meses y de conformidad a la nueva ley, según la cual los votos tienen el mismo valor, lo que significa la democratización del proceso y el derecho a elegir, las viejas autoridades contrarias a eso, quizás temiendo pudiera significar el fin de sus viejos privilegios, lo que no luce verdadero, tomando en cuenta la correlación de fuerzas que pareciera prevalecer dentro del movimiento estudiantil de ahora, el universo más nutrido, pero también por las viejas andancias y derroteros, han optado, como al principio considerar lo que es justo y democrático, como una manifestación de agresión a la autonomía universitaria. Es la misma mentira, la de la dictadura para justificar la ilegalidad y los abusos propios.
             El País, como lo hace cualquier político, justifica la presencia de los rectores de las universidades autónomas en esos cargos por casi 20 años, particularmente la que más tiene dolientes, como la señora García Arocha, “en la política de obstaculización judicial del funcionamiento de estas instituciones que inició Hugo Chávez en 2009, cuando comenzaron a suspenderse todos los comicios estudiantiles alegando inconstitucionalidad de la Ley de Universidades”.  Es pues, según el diario español, “Curpa e´Chávez”, que eso haya sucedido y lo que más, les preocupa que la sentencia del TSJ venga “con una coletilla que vislumbra un nuevo conflicto: de no realizarse los comicios en el lapso previsto, los cargos quedarán vacantes y podrían quedar a disposición de quienes nombre el gobierno de forma interina.”
            “El País” quiebra lanzas por una autonomía en la cual una élite universitaria se comporte como propietaria de la institución, tanto que pretende continuar dándole valor insignificante el movimiento estudiantil y demás miembros de la comunidad ajenos a la élite. Y además pretende que esta se alce contra una disposición democrática del TSJ, que goza del respaldo de las mayorías nacionales por su alcance, al margen de las debilidades que pudieran atribuírsele a ese organismo, y de paso que la autoridad usurpada, ejercida ilegalmente por años, se alce contra el Estado. Tanto que ve como una ilegalidad que en caso que en plazo fijado no se produzcan esas elecciones, el Estado opte por nombrar autoridades transitorias que se encarguen de hacer cumplir el mandato del TSJ. Olvida El País, que la autonomía universitaria en Venezuela, sigue sustentada absolutamente por el aporte de los venezolanos todos a través del Estado.
            La prédica es la misma. En Venezuela hay una dictadura y en consecuencia ilegal y siendo ese el cuadro, entonces se justifica el golpe, la invasión y hasta todo exceso de violencia. Porque la legalidad es un estorbo para quienes quieren deshacer al país y no tomar en cuenta la opinión de las mayorías. Así como en las universidades autónomas, pese la composición de la población estudiantil dentro de ellas ha variado, se insiste en igualar democráticamente el valor de los votantes. Son conductas atávicas y clasistas. Y siempre con la mentira por delante.

Libre de virus. www.avast.com

lunes, 26 de agosto de 2019

o por la obsolescencia y el burocratismo. Un análisis filosófico. publicado en UNICORNIO, Por Esto!   
Sun, Aug 25, 2019 12:41 pm
Felix Sautie Mederos (felixsau@enet.cu)To:you Details
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A LA ATENCIÓN DE FRANK
Cambiar lo necesario, comenzando por la obsolescencia y el burocratismo. Un análisis filosófico
cheguevara22

La espiritualidad prohibida No. 504


De lo que he visto, de lo que he vivido, de lo que pienso y creo



Félix Sautié Mederos

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Reconocer el movimiento en la naturaleza y en la sociedad implica una concepción realmente científica de interpretación de las realidades en que estamos insertados, porque desde cualquier punto de vista con que nos planteemos el análisis del mundo en que vivimos, necesariamente nos vamos a topar con el movimiento como factor determinante de todo dentro de lo cual estamos enfrascados y nos rodea, incluyendo la existencia de nosotros mismos.
Porque vivir física y terrenalmente está determinado por un movimiento en el soma de células que nacen y células que mueren. Cuando en nuestro cuerpo son más las que mueren que las que nacen, morimos físicamente, nuestra materia se descompone y espiritualmente pasamos a formar parte de un plano más elevado, donde todo es energía, incluyendo a Dios como centro de toda la energía universal. La causa es que en lo interno dentro de nosotros se detiene el corazón que ha estado en movimiento; y como consecuencia, se detiene la circulación de la sangre que no es otra cosa que un movimiento en flujo de la sangre por la red de arterias y venas que se extiende por todo el cuerpo; elemento esencial de la vida. Los especialistas en anatomía y los médicos podrán explicar mejor estos síntomas y sus resultados físicos. Definitivamente para mí, desde el punto de vista filosófico y sociológico, me bastan estos aspectos explicativos a que me refiero de hechos internos como fundamento material de lo que pretendo decir.
En resumen, como efecto existencial de estos movimientos corporales negativos, cuando son mayoritarios todo se detiene entonces para nuestra existencia terrenal, y espiritualmente pasamos a otro plano de la realidad universal, donde considero que la energía es lo básico.
La sociedad no es un ente existencial extraño. La sociedad implica también un movimiento similar al de los seres vivos que la componen y que se suceden en el tiempo para mantenerla viva. El tiempo es una categoría filosófica identificativa creada por los seres humanos que mide el movimiento que constituye la vida. En el espacio sideral, en realidad el tiempo no existe tal y como lo entendemos nosotros, pero eso es tema para otro trabajo. En consecuencia, quiero expresar que la sociedad posee en sus adentros un conjunto de fuerzas internas que de acuerdo con sus clasificaciones básicas se definen como:
– factores positivos y facilitadores del desenvolvimiento y del cambio (movimiento) de la sociedad en su conjunto;
– factores negativos o retardatarios del desenvolvimiento y del cambio (movimiento) de la sociedad en su conjunto.
– factores neutros que casi siempre determinan un estancamiento de la sociedad de que se trate.
Estos factores componentes no son nada extraño a la vida, son parte natural e intrínseca de la misma. Al respecto, la Ley suprema del movimiento de la naturaleza, de la sociedad e incluso de la vida en sí misma, es la Ley de causa-efecto, que dinamiza a los factores que componen la naturaleza y la sociedad. Los pone en movimiento por el contrapunteo muchas veces dramático de los efectos con sus causas determinantes. Entonces podemos expresar que los problemas se conocen por sus consecuencias (efectos) y se resuelven a partir de la actuación sobre sus causas. Aquí está una esencia fundamental del análisis que me propongo plantear en este capítulo.
En esta dinámica existencial, el contrapunteo entre los factores positivos y facilitadores con los factores negativos retardatarios que en muchas ocasiones actúan en complicidad con los factores neutros, determinan en una específica ecuación existencial al movimiento, que cuando avanza y/o se estanca puede llegar a detenerse para proyectarse hacia la muerte física de la vida en sociedad. Las galaxias, las estrellas y los astros del Universo hasta lo que conocemos hoy, se encuentran en un movimiento constante que determina los estadios básicos de nacimiento, desarrollo y muerte, lo que constituye el ciclo existencial que encontramos en la naturaleza, la sociedad y la existencia ya sea de personas y/o de animales.
Comprender y tener muy en cuenta las esencias básicas de esta dialéctica filosófica es el instrumento fundamental de que deberíamos valernos para analizar el accionar existencial con que debemos desempeñarnos en lo que significa nuestro peregrinaje por la vida, que en lo físico tiene siempre previsto un final en el que la materia que compone nuestro cuerpo físico se descompone y transforma en el polvo que somos, tal y como se les expresaba antes de Vaticano II, en el Miércoles de Cenizas, a los feligreses al imponerles las cenizas en la frente, cuando se dice “Acuérdate hombre que polvo eres y en polvo habrás de convertirte”. (Génesis 3,19).
Los practicistas, en sus expresiones simplistas y superficiales, son reacios a las reflexiones filosóficas profundas y consideran innecesarios y que su reconocimiento en los análisis sociales de estos fundamentos que planteo produce pérdidas de tiempo cuando se parte de ello. Por lo cual su actuación en la sociedad por lo general se convierte en esquemática y da razón de ser al dogmatismo, elementos que apertrechan conceptual y prácticamente de manera decisiva a las burocracias de diversa índole que aparecen insertadas en el seno de la sociedad en cuestión. Cuba no es una excepción, ni ningún otro país del mundo, de estas esencias básicas del movimiento, que es la vida en la naturaleza y específicamente la sociedad. Actualmente los dogmáticos y burócratas en nuestra nación presentan un frente único sutil pero vigente a pesar de todo en la sociedad cubana contemporánea, que se opone a los cambios que son necesarios.
Debo decir que los que nunca se han planteado analizar intrínsecamente este concepto vivencial, en su quehacer cotidiano chocan con una realidad social en movimiento, viva y activa que los abarca, dentro de la cual quieran o no se desenvuelve la existencia terrenal. En consecuencia, puedo afirmar que todo lo que está vivo en la naturaleza en su movimiento en lo interno de sí mismo con que existe porque cuando no hay movimiento es porque ha muerto, se encuentra afectado por factores internos facilitadores del cambio, que implican y/o facilitan su avance en espiral en contrapunteo permanente con factores retardatarios que intentan retrasarlo para revertirlo o detenerlo en definitiva, lo que crea un entorpecimiento perenne que debe ser enfrentado si se quiere avanzar hacia el desarrollo; esto es necesario tenerlo muy presente en la Cuba de hoy. Son esos factores retardatarios, que muchas veces no son otra cosa que la expresión del burocratismo, el dogmatismo y el autoritarismo, los que en mi opinión no deben ser parte de lo que algunos entienden como la continuidad. Tampoco y mucho menos se encuentran implícitos en el concepto de continuidad planteado por las nuevas generaciones que han asumido los timones de mando de la sociedad.
Así tenemos que las dialécticas del cambio permanente, que han movido el avance de la humanidad hacia estadios superiores desde sus albores hasta el presente, son el resultado de un enfrentamiento contrapuesto entre los factores facilitadores del cambio y los factores retardatarios que intentan detenerlos en el tiempo. Factores retardatarios que cuando se logran mantener tal y como nos puede suceder en la actualidad en que vivimos un punto de inflexión decisivo en nuestro país antillano pueden llegar al desgaste mayoritario que implica la transformación negativa y/o la muerte muchas veces lenta de la sociedad en cuestión. Eso, en definitiva, constituye una verdad implícita de la vida de la sociedad en su constante movimiento, entre lo que la impulsa y lo que la retarda. Esto hay que saberlo identificar para entender las realidades en que estamos inmersos y poderlas enfrentar decisivamente más allá de las consignas abstractas que algunos prefieren y no se cansan de repetir con el sesgo conservador que los caracteriza.
Considero que vivimos un momento histórico culminante característico de un estadio histórico que ya termina, en el que tenemos en juego a la república misma, en mi criterio muy personal, por causa principal del criminal bloqueo que Mr. Trump intensifica en su política de jaque mate a la Revolución cubana. En tales circunstancias, quiero añadir, además, que los que están detenidos en el tiempo y son esencialmente conservadores se han convertido en un conjunto de factores retardatarios del cambio que implica el perenne movimiento de la vida y en especial de la sociedad, cuyos efectos de conjunto pudieran ser devastadores en nuestro presente y el futuro que tenemos por delante. Ello sucedería si no tomamos conciencia y actuamos decidida y masivamente, ante las miradas pasivas o escapistas de los que intentan mantenerse neutros fuera de cualquier implicación porque el hastío y la desesperanza se han anidado en su ser interior. A tales efectos, nuestra acción podría ser determinante para evitar la ingobernabilidad y el fracaso de la sociedad en su conjunto que el imperialismo desea para nuestra Revolución.
En mi criterio, estamos ante una realidad conceptual, que más allá de cualquier implicación económica y/o política de la índole de que se trate, es muy importante tomarla en consideración, a partir de que está determinando una realidad existencial compleja que por días puede llegar a hacerse insoportable con los efectos dañinos en grado extremo de un bloqueo a Cuba reforzado por la Administración Trump. Entre otras cuestiones básicas, esta específica situación existencial requiere verdaderamente de un cambio radical de mentalidad de todos los cubanos sin excepción, que comienza como ya he planteado otras veces por el cambio de cada uno en su individualidad, dirigido a enfrentar el egoísta “sálvese quien pueda”, que día a día se extiende en nuestros ámbitos sociales contemporáneos no solo en Cuba.
El factor conciencia posee en todo esto un papel relevante en cualquier circunstancia de la vida en sociedad y es muy especialmente determinante cuando aparecen y/o se manifiestan puntos de inflexión, como el que estamos viviendo en la actualidad, ya sea porque se deba a factores internos o externos, incluso en muchas ocasiones independientes de nuestra voluntad específica.
Planteo con este basamento filosófico este tema, de cuyos aspectos esenciales ya he escrito en otras ocasiones, porque conceptualmente lo considero muy importante y muy necesaria su comprensión en la actualidad que estamos viviendo. En su exposición me muevo dentro de los límites de referencias que son propios al concepto básico de continuidad con que actúa el relevo que es necesario por Ley de vida que actualmente realizan las nuevas generaciones formadas por la Revolución cuando reciben los timones de mando de la sociedad entregados de manos de la generación histórica de la Revolución. Lo hago con la seguridad de que el proceso histórico iniciado en La Demajagua, que alcanzó un triunfo básico con el proceso de la Revolución triunfante de Fidel, será continuado sin claudicaciones por las actuales generaciones subsiguientes que la Revolución cubana ha formado.
En mi opinión, que el concepto básico y esencial que planteó Miguel Díaz-Canel en su primera intervención como presiente de los Consejos de Estado y de Ministros fue conciso, impactante y definitorio para que nadie pudiera albergar duda alguna: SOMOS CONTINUIDAD, NO RUPTURA. Una continuidad de fidelidad básica a los conceptos esenciales de la Revolución cubana definidos explícitamente en el legado que nos dejó Fidel, en donde no se incluyen los dogmatismos retardatarios del cambio en la sociedad:
Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender los valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.
Muy a pesar de lo que expreso al respecto del relevo de las nuevas generaciones formadas por la Revolución, aparece efectivamente insertado en nuestra sociedad contemporánea un dogmatismo triunfalista, burocrático, conservador y acrítico que constantemente intenta presentar a Cuba como una excepción extraordinaria al respecto sin contraposición entre los factores posibilitadores del cambio y los retardatarios a que me he estado refiriendo (contradicciones no antagónicas e incluso antagónicas en toda su extensión conceptual).
En consecuencia, tenemos que, de conjunto, aunque no se quiera ver así, el país se encuentra inmerso en estos contrapunteos entre los factores facilitadores del movimiento que producen el cambio y los factores retardatarios de la sociedad. En este sentido, estos factores se materializan en las acciones, así como en la voluntad política específicamente en las personas que formamos parte de nuestra sociedad del momento.
Lo determinante actualmente para los cubanos y cubanas, en mi opinión muy personal, pues, constituye el cambio de mentalidad, incluyendo al cambio de las personas oficialmente implicadas en la gobernabilidad que no sean capaces de cambiar para convertirse en factores facilitadores del movimiento. Me refiero a una necesidad existencial que considero imprescindible, que es necesario desmitificar del contrapunteo enemigo/amigo para verla conceptualmente inscrita en los ámbitos del movimiento que determina las dialécticas de la vida y de la naturaleza. Es en esas circunstancias que se requiere perder el miedo a los cambios que son lógicos y naturales en el desenvolvimiento de la vida en sociedad y enfrentar decisivamente a las burocracias que intentan detenerlo todo a los efectos de que con el tiempo que trascurra cada vez sean más lejanos los cambios necesarios. Considero que es imprescindible identificar y tener muy en cuenta estas circunstancias y estrategias negativas para actuar en consecuencia y seguir adelante rumbo al futuro.
El nuevo Gobierno de las generaciones formadas por la Revolución, con Miguel Díaz-Canel a la cabeza, ha retomado con esencial fundamento y creatividad propia –como corresponde a la dialéctica del tiempo– el método de Fidel de ir a las masas, de escuchar sus criterios, de actuar en consecuencia y exigir el cumplimiento por todos los que tienen que servir a la población. Eso día a día se puede comprobar, pero también se puede comprobar que hay presente una burocracia enquistada que se resiste a los cambios necesarios y que se manifiesta esencialmente como parte constitutiva básica de los factores retardatarios que se mueven a lo interno de la sociedad, que es imprescindible derrotar.
Por otra parte, quiero expresar que aquello de que los revolucionarios no renuncian es un importante concepto cuando se refiere a mantenerse en la lucha por la Revolución, pero que cuando se refiere a los cargos y responsabilidades que tienen que asumir en el concepto de servidores públicos, entonces es distinto porque lo correcto y lo ético es renunciar cuando no se pueden asumir con toda responsabilidad, cuando se cometen errores básicos o cuando la edad y/o la salud nos lo impiden. En este orden de cosas tenemos que hace años el comandante Sergio del Valle, quien fuera ministro del Interior, nos dio un ejemplo esencial al respecto, pues cuando la enfermedad se le presentó renunció. Y Fidel como siempre ha sido abanderado del ejemplo, cuando sintió la muerte cercana renunció a todos sus cargos y repartió sus tareas entre sus más cercanos compañeros de lucha, confiando a Raúl Castro su hermano del alma y compañero de armas durante toda la Revolución, la conducción esencial de la Revolución en lo adelante.
Para finalizar, quiero recordar que el Che en su carta de despedida para marchar a la lucha de otros pueblos del mundo nos legó un documento ejemplarizante de cuál ha de ser la actitud de un revolucionario ante las circunstancias de la vida. En mi opinión su estudio es de fundamental importancia porque forma parte esencial de su legado conceptual. Cito textual:


Año de la Agricultura. Habana
Fidel:
Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos. Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.
Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución Cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío.
Hago formal renuncia de mis cargos en la dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.
Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en tí desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente claridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.
Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.
Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y de dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos… y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.
Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para tí. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario Cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.
Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.
Hasta la victoria siempre. ¡Patria o Muerte!
Te abraza con todo fervor revolucionario
Che
Para terminar por el momento con este tema que considero de esencial importancia, quiero reiterar una vez más que así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a opinar, con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.

Continuará.
Finalmente, les reitero mi correo electrónico con el propósito de que puedan trasmitirme dudas, criterios, opiniones y preguntas: fsmederos@gmail.com
Publicado en el Semanario UNICORNIO de Por Esto! y en la Sección digital de Especiales del periódico Por Esto! de Mérida, Yucatán México el domingo 25 de agosto del 2019.

domingo, 25 de agosto de 2019

CAMBIAR LO NECESARIO

o por la obsolescencia y el burocratismo. Un análisis filosófico. publicado en UNICORNIO, Por Esto!   
Sun, Aug 25, 2019 12:41 pm
Felix Sautie Mederos (felixsau@enet.cu)To:you Details
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A LA ATENCIÓN DE FRANK
Cambiar lo necesario, comenzando por la obsolescencia y el burocratismo. Un análisis filosófico
cheguevara22

La espiritualidad prohibida No. 504


De lo que he visto, de lo que he vivido, de lo que pienso y creo



Félix Sautié Mederos

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Reconocer el movimiento en la naturaleza y en la sociedad implica una concepción realmente científica de interpretación de las realidades en que estamos insertados, porque desde cualquier punto de vista con que nos planteemos el análisis del mundo en que vivimos, necesariamente nos vamos a topar con el movimiento como factor determinante de todo dentro de lo cual estamos enfrascados y nos rodea, incluyendo la existencia de nosotros mismos.
Porque vivir física y terrenalmente está determinado por un movimiento en el soma de células que nacen y células que mueren. Cuando en nuestro cuerpo son más las que mueren que las que nacen, morimos físicamente, nuestra materia se descompone y espiritualmente pasamos a formar parte de un plano más elevado, donde todo es energía, incluyendo a Dios como centro de toda la energía universal. La causa es que en lo interno dentro de nosotros se detiene el corazón que ha estado en movimiento; y como consecuencia, se detiene la circulación de la sangre que no es otra cosa que un movimiento en flujo de la sangre por la red de arterias y venas que se extiende por todo el cuerpo; elemento esencial de la vida. Los especialistas en anatomía y los médicos podrán explicar mejor estos síntomas y sus resultados físicos. Definitivamente para mí, desde el punto de vista filosófico y sociológico, me bastan estos aspectos explicativos a que me refiero de hechos internos como fundamento material de lo que pretendo decir.
En resumen, como efecto existencial de estos movimientos corporales negativos, cuando son mayoritarios todo se detiene entonces para nuestra existencia terrenal, y espiritualmente pasamos a otro plano de la realidad universal, donde considero que la energía es lo básico.
La sociedad no es un ente existencial extraño. La sociedad implica también un movimiento similar al de los seres vivos que la componen y que se suceden en el tiempo para mantenerla viva. El tiempo es una categoría filosófica identificativa creada por los seres humanos que mide el movimiento que constituye la vida. En el espacio sideral, en realidad el tiempo no existe tal y como lo entendemos nosotros, pero eso es tema para otro trabajo. En consecuencia, quiero expresar que la sociedad posee en sus adentros un conjunto de fuerzas internas que de acuerdo con sus clasificaciones básicas se definen como:
– factores positivos y facilitadores del desenvolvimiento y del cambio (movimiento) de la sociedad en su conjunto;
– factores negativos o retardatarios del desenvolvimiento y del cambio (movimiento) de la sociedad en su conjunto.
– factores neutros que casi siempre determinan un estancamiento de la sociedad de que se trate.
Estos factores componentes no son nada extraño a la vida, son parte natural e intrínseca de la misma. Al respecto, la Ley suprema del movimiento de la naturaleza, de la sociedad e incluso de la vida en sí misma, es la Ley de causa-efecto, que dinamiza a los factores que componen la naturaleza y la sociedad. Los pone en movimiento por el contrapunteo muchas veces dramático de los efectos con sus causas determinantes. Entonces podemos expresar que los problemas se conocen por sus consecuencias (efectos) y se resuelven a partir de la actuación sobre sus causas. Aquí está una esencia fundamental del análisis que me propongo plantear en este capítulo.
En esta dinámica existencial, el contrapunteo entre los factores positivos y facilitadores con los factores negativos retardatarios que en muchas ocasiones actúan en complicidad con los factores neutros, determinan en una específica ecuación existencial al movimiento, que cuando avanza y/o se estanca puede llegar a detenerse para proyectarse hacia la muerte física de la vida en sociedad. Las galaxias, las estrellas y los astros del Universo hasta lo que conocemos hoy, se encuentran en un movimiento constante que determina los estadios básicos de nacimiento, desarrollo y muerte, lo que constituye el ciclo existencial que encontramos en la naturaleza, la sociedad y la existencia ya sea de personas y/o de animales.
Comprender y tener muy en cuenta las esencias básicas de esta dialéctica filosófica es el instrumento fundamental de que deberíamos valernos para analizar el accionar existencial con que debemos desempeñarnos en lo que significa nuestro peregrinaje por la vida, que en lo físico tiene siempre previsto un final en el que la materia que compone nuestro cuerpo físico se descompone y transforma en el polvo que somos, tal y como se les expresaba antes de Vaticano II, en el Miércoles de Cenizas, a los feligreses al imponerles las cenizas en la frente, cuando se dice “Acuérdate hombre que polvo eres y en polvo habrás de convertirte”. (Génesis 3,19).
Los practicistas, en sus expresiones simplistas y superficiales, son reacios a las reflexiones filosóficas profundas y consideran innecesarios y que su reconocimiento en los análisis sociales de estos fundamentos que planteo produce pérdidas de tiempo cuando se parte de ello. Por lo cual su actuación en la sociedad por lo general se convierte en esquemática y da razón de ser al dogmatismo, elementos que apertrechan conceptual y prácticamente de manera decisiva a las burocracias de diversa índole que aparecen insertadas en el seno de la sociedad en cuestión. Cuba no es una excepción, ni ningún otro país del mundo, de estas esencias básicas del movimiento, que es la vida en la naturaleza y específicamente la sociedad. Actualmente los dogmáticos y burócratas en nuestra nación presentan un frente único sutil pero vigente a pesar de todo en la sociedad cubana contemporánea, que se opone a los cambios que son necesarios.
Debo decir que los que nunca se han planteado analizar intrínsecamente este concepto vivencial, en su quehacer cotidiano chocan con una realidad social en movimiento, viva y activa que los abarca, dentro de la cual quieran o no se desenvuelve la existencia terrenal. En consecuencia, puedo afirmar que todo lo que está vivo en la naturaleza en su movimiento en lo interno de sí mismo con que existe porque cuando no hay movimiento es porque ha muerto, se encuentra afectado por factores internos facilitadores del cambio, que implican y/o facilitan su avance en espiral en contrapunteo permanente con factores retardatarios que intentan retrasarlo para revertirlo o detenerlo en definitiva, lo que crea un entorpecimiento perenne que debe ser enfrentado si se quiere avanzar hacia el desarrollo; esto es necesario tenerlo muy presente en la Cuba de hoy. Son esos factores retardatarios, que muchas veces no son otra cosa que la expresión del burocratismo, el dogmatismo y el autoritarismo, los que en mi opinión no deben ser parte de lo que algunos entienden como la continuidad. Tampoco y mucho menos se encuentran implícitos en el concepto de continuidad planteado por las nuevas generaciones que han asumido los timones de mando de la sociedad.
Así tenemos que las dialécticas del cambio permanente, que han movido el avance de la humanidad hacia estadios superiores desde sus albores hasta el presente, son el resultado de un enfrentamiento contrapuesto entre los factores facilitadores del cambio y los factores retardatarios que intentan detenerlos en el tiempo. Factores retardatarios que cuando se logran mantener tal y como nos puede suceder en la actualidad en que vivimos un punto de inflexión decisivo en nuestro país antillano pueden llegar al desgaste mayoritario que implica la transformación negativa y/o la muerte muchas veces lenta de la sociedad en cuestión. Eso, en definitiva, constituye una verdad implícita de la vida de la sociedad en su constante movimiento, entre lo que la impulsa y lo que la retarda. Esto hay que saberlo identificar para entender las realidades en que estamos inmersos y poderlas enfrentar decisivamente más allá de las consignas abstractas que algunos prefieren y no se cansan de repetir con el sesgo conservador que los caracteriza.
Considero que vivimos un momento histórico culminante característico de un estadio histórico que ya termina, en el que tenemos en juego a la república misma, en mi criterio muy personal, por causa principal del criminal bloqueo que Mr. Trump intensifica en su política de jaque mate a la Revolución cubana. En tales circunstancias, quiero añadir, además, que los que están detenidos en el tiempo y son esencialmente conservadores se han convertido en un conjunto de factores retardatarios del cambio que implica el perenne movimiento de la vida y en especial de la sociedad, cuyos efectos de conjunto pudieran ser devastadores en nuestro presente y el futuro que tenemos por delante. Ello sucedería si no tomamos conciencia y actuamos decidida y masivamente, ante las miradas pasivas o escapistas de los que intentan mantenerse neutros fuera de cualquier implicación porque el hastío y la desesperanza se han anidado en su ser interior. A tales efectos, nuestra acción podría ser determinante para evitar la ingobernabilidad y el fracaso de la sociedad en su conjunto que el imperialismo desea para nuestra Revolución.
En mi criterio, estamos ante una realidad conceptual, que más allá de cualquier implicación económica y/o política de la índole de que se trate, es muy importante tomarla en consideración, a partir de que está determinando una realidad existencial compleja que por días puede llegar a hacerse insoportable con los efectos dañinos en grado extremo de un bloqueo a Cuba reforzado por la Administración Trump. Entre otras cuestiones básicas, esta específica situación existencial requiere verdaderamente de un cambio radical de mentalidad de todos los cubanos sin excepción, que comienza como ya he planteado otras veces por el cambio de cada uno en su individualidad, dirigido a enfrentar el egoísta “sálvese quien pueda”, que día a día se extiende en nuestros ámbitos sociales contemporáneos no solo en Cuba.
El factor conciencia posee en todo esto un papel relevante en cualquier circunstancia de la vida en sociedad y es muy especialmente determinante cuando aparecen y/o se manifiestan puntos de inflexión, como el que estamos viviendo en la actualidad, ya sea porque se deba a factores internos o externos, incluso en muchas ocasiones independientes de nuestra voluntad específica.
Planteo con este basamento filosófico este tema, de cuyos aspectos esenciales ya he escrito en otras ocasiones, porque conceptualmente lo considero muy importante y muy necesaria su comprensión en la actualidad que estamos viviendo. En su exposición me muevo dentro de los límites de referencias que son propios al concepto básico de continuidad con que actúa el relevo que es necesario por Ley de vida que actualmente realizan las nuevas generaciones formadas por la Revolución cuando reciben los timones de mando de la sociedad entregados de manos de la generación histórica de la Revolución. Lo hago con la seguridad de que el proceso histórico iniciado en La Demajagua, que alcanzó un triunfo básico con el proceso de la Revolución triunfante de Fidel, será continuado sin claudicaciones por las actuales generaciones subsiguientes que la Revolución cubana ha formado.
En mi opinión, que el concepto básico y esencial que planteó Miguel Díaz-Canel en su primera intervención como presiente de los Consejos de Estado y de Ministros fue conciso, impactante y definitorio para que nadie pudiera albergar duda alguna: SOMOS CONTINUIDAD, NO RUPTURA. Una continuidad de fidelidad básica a los conceptos esenciales de la Revolución cubana definidos explícitamente en el legado que nos dejó Fidel, en donde no se incluyen los dogmatismos retardatarios del cambio en la sociedad:
Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender los valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.
Muy a pesar de lo que expreso al respecto del relevo de las nuevas generaciones formadas por la Revolución, aparece efectivamente insertado en nuestra sociedad contemporánea un dogmatismo triunfalista, burocrático, conservador y acrítico que constantemente intenta presentar a Cuba como una excepción extraordinaria al respecto sin contraposición entre los factores posibilitadores del cambio y los retardatarios a que me he estado refiriendo (contradicciones no antagónicas e incluso antagónicas en toda su extensión conceptual).
En consecuencia, tenemos que, de conjunto, aunque no se quiera ver así, el país se encuentra inmerso en estos contrapunteos entre los factores facilitadores del movimiento que producen el cambio y los factores retardatarios de la sociedad. En este sentido, estos factores se materializan en las acciones, así como en la voluntad política específicamente en las personas que formamos parte de nuestra sociedad del momento.
Lo determinante actualmente para los cubanos y cubanas, en mi opinión muy personal, pues, constituye el cambio de mentalidad, incluyendo al cambio de las personas oficialmente implicadas en la gobernabilidad que no sean capaces de cambiar para convertirse en factores facilitadores del movimiento. Me refiero a una necesidad existencial que considero imprescindible, que es necesario desmitificar del contrapunteo enemigo/amigo para verla conceptualmente inscrita en los ámbitos del movimiento que determina las dialécticas de la vida y de la naturaleza. Es en esas circunstancias que se requiere perder el miedo a los cambios que son lógicos y naturales en el desenvolvimiento de la vida en sociedad y enfrentar decisivamente a las burocracias que intentan detenerlo todo a los efectos de que con el tiempo que trascurra cada vez sean más lejanos los cambios necesarios. Considero que es imprescindible identificar y tener muy en cuenta estas circunstancias y estrategias negativas para actuar en consecuencia y seguir adelante rumbo al futuro.
El nuevo Gobierno de las generaciones formadas por la Revolución, con Miguel Díaz-Canel a la cabeza, ha retomado con esencial fundamento y creatividad propia –como corresponde a la dialéctica del tiempo– el método de Fidel de ir a las masas, de escuchar sus criterios, de actuar en consecuencia y exigir el cumplimiento por todos los que tienen que servir a la población. Eso día a día se puede comprobar, pero también se puede comprobar que hay presente una burocracia enquistada que se resiste a los cambios necesarios y que se manifiesta esencialmente como parte constitutiva básica de los factores retardatarios que se mueven a lo interno de la sociedad, que es imprescindible derrotar.
Por otra parte, quiero expresar que aquello de que los revolucionarios no renuncian es un importante concepto cuando se refiere a mantenerse en la lucha por la Revolución, pero que cuando se refiere a los cargos y responsabilidades que tienen que asumir en el concepto de servidores públicos, entonces es distinto porque lo correcto y lo ético es renunciar cuando no se pueden asumir con toda responsabilidad, cuando se cometen errores básicos o cuando la edad y/o la salud nos lo impiden. En este orden de cosas tenemos que hace años el comandante Sergio del Valle, quien fuera ministro del Interior, nos dio un ejemplo esencial al respecto, pues cuando la enfermedad se le presentó renunció. Y Fidel como siempre ha sido abanderado del ejemplo, cuando sintió la muerte cercana renunció a todos sus cargos y repartió sus tareas entre sus más cercanos compañeros de lucha, confiando a Raúl Castro su hermano del alma y compañero de armas durante toda la Revolución, la conducción esencial de la Revolución en lo adelante.
Para finalizar, quiero recordar que el Che en su carta de despedida para marchar a la lucha de otros pueblos del mundo nos legó un documento ejemplarizante de cuál ha de ser la actitud de un revolucionario ante las circunstancias de la vida. En mi opinión su estudio es de fundamental importancia porque forma parte esencial de su legado conceptual. Cito textual:


Año de la Agricultura. Habana
Fidel:
Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos. Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.
Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución Cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío.
Hago formal renuncia de mis cargos en la dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.
Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en tí desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente claridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.
Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.
Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y de dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos… y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.
Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para tí. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario Cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.
Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.
Hasta la victoria siempre. ¡Patria o Muerte!
Te abraza con todo fervor revolucionario
Che
Para terminar por el momento con este tema que considero de esencial importancia, quiero reiterar una vez más que así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a opinar, con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.

Continuará.
Finalmente, les reitero mi correo electrónico con el propósito de que puedan trasmitirme dudas, criterios, opiniones y preguntas: fsmederos@gmail.com
Publicado en el Semanario UNICORNIO de Por Esto! y en la Sección digital de Especiales del periódico Por Esto! de Mérida, Yucatán México el domingo 25 de agosto del 2019.