sábado, 31 de marzo de 2012

?ES CUBA UN ESTADO PATROCINADOR DEL TERRORISMO?

progresosemanal.com



Alvaro F. fernandez
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.¿Es Cuba un estado patrocinador del terrorismo? Hablemos en serio, Departamento de Estado
Miercoles, 28 March 2012 08:28 John Adams, brigadier general retirado del Ejército de EE.UU., y David W. Jones Share | .Por John Adams, brigadier general retirado del Ejército de EE.UU., y David W. Jones

Tomado de The Hill

En 1979 el Departamento de Estado de EE.UU. comenzó a designar como Estados Patrocinadores del Terrorismo a países que “repetidamente han brindado apoyo a actos de terrorismo internacional”. En la actualidad, cuatro países se encuentran en la lista: Irán, Siria, Sudán y Cuba.

¿En serio? ¿Cuba?

Cuba fue agregada a la lista en 1982 debido a su apoyo a los rebeldes comunistas en África y Latinoamérica en las décadas de 1960 y 1970.

Luego de regresar de un largo viaje investigativo a Cuba, donde nos reunimos con funcionarios diplomáticos de países clave de Europa y Latinoamérica, la Sección de Intereses de EE.UU. y funcionarios del gobierno cubano, hemos llegado a la conclusión de que sencillamente es ilógico y contraproducente mantener a Cuba en la lista. Hay poca o ninguna evidencia de que Cuba brinde apoyo al terrorismo, y la evidencia además demuestra que lleva más de 20 años sin hacerlo.

Después de terminar la Guerra Fría, muchos en la comunidad de inteligencia llegaron a la conclusión de que Cuba ya no era una amenaza de seguridad nacional para Estados Unidos. El Informe del Departamento de Estado acerca del Terrorismo por Países en 2008 declaraba que Cuba “ya no apoya activamente la lucha armada en Latinoamérica y otras partes del mundo”. El mismo informe declaraba además: “Estados Unidos no posee evidencia de lavado de dinero relacionado con el terrorismo o actividades de financiamiento del terrorismo en Cuba”

El informe de 2009 declaraba: “No hay evidencia de apoyo financiero directo para organizaciones terroristas por parte de Cuba en 2009”. El informe del Departamento de Estado en 2010 declaraba: “El gobierno y los medios oficiales cubanos condenaron públicamente actos de terrorismo por parte al-Qa’ida y sus afiliados”.

¿Tiene algún sentido mantener a Cuba en la lista, más de dos décadas después de los hechos citados en la lista original?

Entonces, ¿por qué el Departamento de Estado mantiene a Cuba en la lista?

La justificación parece ser que “el gobierno cubano continuó dando refugio seguro a varios terroristas”, según el Informe de 2008 acerca del Terrorismo por Países.

Examinemos la evidencia.

Primero, el Departamento de Estado alega que Cuba ofrece refugio seguro a terroristas de España. El hecho de que un puñado de ex miembros de la organización Patria Vasca y Libertad –más comúnmente conocida por el acrónimo ETA en español (*)– viven en Cuba según un acuerdo bilateral firmado hace décadas con el gobierno español. España ha declarado públicamente su apreciación por la disposición de Cuba de aceptar a estos individuos y ha mantenido que esto aumenta su capacidad para enfrentarse más eficazmente al grupo. La policía española incluso mantiene una pequeña presencia en Cuba.

Segundo, el Departamento de Estado alega que miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupos rebeldes colombianos, mantienen una presencia en Cuba. El hecho es que Cuba no ha apoyado al ELN en más de 20 años. Es más, el gobierno colombiano declaró públicamente que Cuba ha desempeñado un papel útil al facilitar conversaciones de paz con los rebeldes, según un informe del Servicio de Investigaciones del Congreso en 2007.

El informe del Departamento de Estado en 2010 se hace eco del informe de 2009 en el sentido de que “no hay en la actualidad evidencia de apoyo financiero directo o material” a las FARC.

Además de la ausencia de evidencias que apoyen la inclusión en el listado, hay razones convincentes para que Cuba sea eliminada de esa lista:

La presencia cubana en la lista daña la credibilidad de EE.UU. con casi todos nuestros aliados clave y nos enfrenta a todos los países de Latinoamérica, los cuales consideran que la lista es caprichosa y motivada políticamente.
Dificulta nuestra capacidad para trabajar con aliados para facilitar contactos cuyo objetivo es la reconciliación con grupos rebeldes, como las FAR.
La política de EE.UU. daña los esfuerzos de cooperación con Cuba en importantes asuntos norteamericanos de seguridad nacional, incluyendo el contrabando transnacional humanos, de narcóticos y de armas, así como de desastres medioambientales.
La política norteamericana hace daño a nuestros negocios y a nuestros trabajadores al brindar una justificación para continuar el embargo comercial a Cuba que destruye puestos de trabajo.
Sobre todo, mantener a Cuba en la lista del Departamento de Estado socava los esfuerzos norteamericanos en la más extensa –y verdadera– lucha contra el terrorismo.
Por todas estas razones, es hora de que Estados Unidos termine esta contraproducente e hipócrita política y elimine a Cuba de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.

(*) Nota del Traductor: Aunque en español se usan comúnmente las siglas ETA (Euskadi Ta Askatasuna), en realidad están en euskera (lengua vascuence).

John Adams es presidente de Guardian Six Consulting LLC, una firma de asesorìa de seguridad nacional. David Jones es cabildero federal en Washington.

Carlos Saladrigas habla de la emigración cubana en La Habana

Carlos Saladrigas habla de la emigración cubana en La Habana

LO QUE EL PAPA VIO EN CUBA

Publicado por Enrique Artalejo

From: Carlos Alberto Montaner


LO QUE EL PAPA VIO EN CUBA


Carlos Alberto Montaner


Cientos de millones de personas vieron al papa en Cuba, oyeron sus discursos y contemplaron lo que allí sucedió. Cada uno de esos testigos, como es natural, percibió la visita de manera diferente. Ahora lo interesante es saber cuál fue la percepción del papa y de su entorno. Esto es lo que he podido averiguar por medio de fuentes eclesiásticas, entre otras, que desean mantenerse en total anonimato. Alguna de esas fuentes estuvieron muy cerca del Santo Padre.


Primero. A Benedicto XVI le sorprendió el inmenso contraste entre el recibimiento mexicano --alegre, libre, multitudinario y espontáneo--, en medio de una ciudad viva y económicamente vibrante, y las crispadas ceremonias cubanas, evidentemente controladas por la policía política, celebradas en un país empobrecido hasta la miseria, precedidas por centenares de detenciones. El espectáculo horrendo de un joven salvajemente golpeado por un policía disfrazado de camillero de la Cruz Roja le tocó el corazón al papa y se interesó personalmente por su destino. Al fin y al cabo, el pobre hombre sólo había gritado “abajo el comunismo”, versión popular de lo que él mismo había dicho al salir de Italia cuando declaró que el marxismo era una ideología fracasada a la que había que enterrar.


Segundo. Al papa y a su séquito les pareció lamentable que Raúl Castro pronunciara en Santiago de Cuba el clásico discurso estalinista de guerra fría con que intentaba justificar la dictadura. Esperaban un mensaje de cambio y de esperanza, no de reiteración de las líneas maestras del régimen. Ese texto, junto a los discursos que pronunciaron el canciller Bruno Rodríguez y el vicepresidente a cargo del sector económico, Marino Alberto Murillo, los convencieron de que Raúl Castro está mucho más interesado en mantenerse anclado en el pasado que en preparar un futuro mejor para los cubanos.


Tercero. Comprobaron, con dolor, que la petición del anterior papa, Juan Pablo II, durante su visita de hace 14 años, encaminada a que los cubanos perdieran el miedo, había sido inútil. Salvo unos cuantos centenares de demócratas de la oposición, permanentemente acosados y golpeados, y a veces encarcelados, ésa es una sociedad podrida por el miedo. Pero la manifestación de miedo que más les intrigó no fue la de los opositores, sino la de los aparentes partidarios. Conocieron muy de cerca el doble lenguaje y eso los aterró. Cuando hablaban a solas con los funcionarios, estos se manifestaban abiertos, tolerantes y deseosos de reformas profundas que abarcaran el terreno político. Uno, en privado, hasta llegó a admitir que eran necesarios el multipartidismo y las elecciones libres para que la sociedad realmente avanzara hacia la modernidad, aunque los comunistas perdieran el poder. Pero, tan pronto se sumaba otra persona a la conversación, o aparecían los periodistas, retomaban el discurso ortodoxo más inflexible y estalinista, repitiendo el guión oficial sin excluir una sola coma. Era un espectáculo muy penoso.


Cuarto. El papa y su comitiva confirmaron lo que ya intuían: la Iglesia cubana está escindida en dos líneas clarísimas: la del cardenal Jaime Ortega, contemporizador hasta el extremo colaboracionista de pedirle a la fuerza pública que desalojara un templo ocupado por unos feligreses que deseaban protestar contra la dictadura, a sabiendas de que serían detenidos y seguramente maltratados, y la de obispos como Dionisio García, quien fue ingeniero antes de ordenarse como sacerdote, mucho más firme en su rechazo al régimen cubano. Mientras Jaime Ortega se queda en el ámbito de la compasión por algunas víctimas del gobierno (evidentemente no de todas), Dionisio (aun cuando sigue siendo amigo del Cardenal) y otros sacerdotes, como el famoso cura José Conrado Rodríguez, párroco en una iglesia de Santiago de Cuba, están convencidos de que no habrá alivio ni reconciliación entre los cubanos hasta que ese régimen no sea pacíficamente sustituido por una verdadera democracia que tome en cuenta las opiniones de toda la sociedad y no solamente la de un puñado de ultracomunistas enredados en las telarañas del pasado.


Quinto. El papa comprobó que su contemporáneo Fidel Castro –tienen la misma edad—está en peores condiciones físicas y mentales que él. Encontró a un ancianito físicamente desvalido, mentalmente errático y con graves dificultades para comunicarse. Está liquidado. El papa, que es un hombre bueno, oró por él. Ésa es la costumbre cristiana.



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RENE GONZALEZ LLEGO A LA PATRIA

De: Froilan y Adys
Asunto: Fw: Llegó René González a la Patria
Publicado por: "Hector Garcias"
Fecha: viernes, 30 de marzo, 2012 21:52

Llegó René González a la Patria
30 Marzo 2012 16 Comentarios

Minutos después del mediodía de este viernes, arribó a la Patria, en visita privada y familiar, el Héroe de la República de Cuba, René González Sehwerert, uno de los Cinco luchadores antiterroristas cubanos condenados injustamente a cumplir largas sanciones de privación de libertad en cárceles norteamericanas.
Como es conocido, después de haber sufrido 13 años de injusta prisión, René se encuentra bajo un régimen de libertad supervisada, por otros tres años, durante los cuales deberá permanecer en los Estados Unidos, lo cual constituye una sanción adicional.
El 24 de febrero pasado, René había presentado, a través de su abogado, una moción de emergencia ante la Corte para el Distrito Sur de Florida, en la cual solicitó que se le autorizara a visitar a su hermano gravemente enfermo en Cuba.
Casi un mes después, el 19 de marzo, la jueza Joan Lenard, quien ha estado a cargo del caso de los Cinco desde el inicio de su proceso judicial, autorizó el viaje de René a Cuba por 15 días, bajo un grupo de condiciones: la obtención de todos los permisos necesarios para viajar a Cuba por parte del Gobierno de los Estados Unidos, la entrega del itinerario detallado del viaje, su localización en Cuba e información de contacto en el país, así como el mantenimiento de comunicación telefónica sistemática con su oficial probatorio. Asimismo, la Jueza dejó claro que todas las condiciones de la libertad supervisada de René permanecen invariables y tiene que regresar a los Estados Unidos en cuanto se cumplan dos semanas, a partir de la fecha del viaje.
La decisión de autorizar el viaje de René se corresponde plenamente con las condiciones establecidas para su libertad supervisada, las cuales permiten que viaje a Cuba, previa aprobación del oficial probatorio o de la jueza.
Incluso, el propio Gobierno de los Estados Unidos, que se ha opuesto a todas las mociones presentadas por René para que se le permita tanto su regreso definitivo a Cuba como la visita temporal a su hermano, reconoció que las condiciones de su libertad supervisada no le prohíben viajar a nuestro país. Al respecto, ya desde el 7 de marzo del 2011, la Fiscalía argumentó que “los términos de la libertad supervisada de René no le impiden viajar a Cuba durante ese período… Nada le impedirá solicitarle a su oficial probatorio (o a la corte, si le es negado por este) un permiso para viajar a Cuba a visitar a su esposa, sus padres ancianos u otros”.
En la moción presentada por su abogado, René expresó que cumplirá con los términos establecidos para la visita y regresará a los Estados Unidos.
Pese a las condiciones impuestas, nuestro pueblo, con hondo respeto, le da la bienvenida a la Patria a nuestro querido René y no ceja en la lucha por su regreso definitivo junto a sus cuatro entrañables hermanos.
La Habana, 30 de marzo de 2012

jueves, 29 de marzo de 2012

REFLEXION

PUBLICADO POR: Hector Garcia Soto
Asunto: Reflexion

Reflexión de Fidel: Los tiempos difíciles de la humanidad
mar 28

Publicado por aucalatinoamericano

Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II…
El mundo está cada vez más desinformado en el caos de acontecimientos que se suceden a ritmos jamás sospechados.
Los que hemos vivido un poco más de años y experimentamos cierta avidez por la información, podemos testificar el volumen de ignorancia con que nos enfrentábamos a los acontecimientos.
Mientras en el planeta un número creciente de personas carecen de vivienda, pan, agua, salud, educación y empleo, las riquezas de la Tierra se malgastan y derrochan en armas e interminables guerras fraticidas, lo cual se ha convertido -y se desarrolla cada vez más- en una creciente y abominable práctica mundial.
Nuestro glorioso y heroico pueblo, a pesar de un inhumano bloqueo que dura ya más de medio siglo, no ha plegado jamás sus banderas; ha luchado y luchará contra el siniestro imperio. Ese es nuestro pequeño mérito y nuestro modesto aporte.
En el polo opuesto de nuestro planeta, donde se ubica Seúl, capital de Corea del Sur, el presidente Barack Obama se reúne en una Cumbre de seguridad nuclear, para imponer políticas relacionadas con la disposición y uso de armas nucleares.
Se trata sin dudas de hechos insólitos.
Personalmente no me percaté de estas realidades por simple casualidad. Fueron las experiencias vividas durante más de 15 años desde el triunfo de la Revolución cubana -tras la batalla de Girón, el criminal bloqueo yanki para rendirnos por hambre, los ataques piratas, la guerra sucia y la crisis de los cohetes nucleares en octubre de 1962 que puso al mundo al borde de una siniestra hecatombe-, cuando llegué a la convicción de que marxistas y cristianos sinceros, de los cuales había conocido muchos; con independencia de sus creencias políticas y religiosas, debían y podían luchar por la justicia y la paz entre los seres humanos.
Así lo proclamé y así lo sostengo sin vacilación alguna. Las razones que hoy puedo esgrimir son absolutamente válidas y aún más importantes todavía, porque todos los hechos transcurridos desde hace casi 40 años lo confirman; hoy con más razón que nunca, porque marxistas y cristianos, católicos o no; musulmanes, chiítas o sunitas; libre pensadores, materialistas dialécticos y personas pensantes, nadie sería partidario de ver desaparecer prematuramente a nuestra irrepetible especie pensante, en espera de que las complejas leyes de la evolución den origen a otra que se parezca y sea capaz de pensar.
Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II, un hombre a quien el contacto con los niños y los ciudadanos humildes del pueblo suscitaba, invariablemente, sentimientos de afecto.
Decidí por ello solicitarle unos minutos de su muy ocupado tiempo cuando conocí por boca de nuestro canciller Bruno Rodríguez que a él le agradaría ese modesto y sencillo contacto.
Fidel Castro Ruz
Marzo 27 de 2012

?POR QUE EL PAPA VISITA CUBA?

¿Por qué el Papa visita Cuba?
por Ronald León Núñez En Kaos en la red
Miércoles, 28 de Marzo de 2012 15:01
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La dictadura castrista se inclina ante el Papa
Benedicto XVI realizó su primera visita como jefe de la Iglesia católica a México y Cuba. Este hecho, cargado de objetivos políticos, nada tiene que ver con una inocente visita pastoral, como falsamente afirman desde el Vaticano y los gobiernos de esos países.
No podría ser de otra forma, mucho menos tratándose de Joseph Ratzinger, antiguo jefe de la moderna inquisición, que se destaca por sus recalcitrantes posiciones de ultra derecha, misóginas y pro imperialistas.
En suelo mexicano, la visita papal coincidió con la proximidad de las elecciones, a realizarse el próximo 1 de julio, demostrándose un claro apoyo del líder católico al presidente Felipe Calderón (con quien se entrevistó en privado) y, en consecuencia, a Josefina Vázquez Mota, candidata del oficialista Partido Acción Nacional.
Por otra parte, el momento de la visita de Joseph Ratzinger se da cuando el Senado mexicano debate una reforma constitucional que afecta a la laicidad del Estado y donde la Iglesia católica pretende profundizar la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, la propiedad eclesial de medios de comunicación masiva, además de abrir un espacio mayor para la intromisión de los sacerdotes en asuntos públicos.
La estadía del Papa, además, ocurrió en medio de protestas protagonizadas por víctimas de los abusos sexuales que cometiera el fundador de la Legión de Cristo, padre Marcial Maciel, las cuales fueron no fueron recibidas por Ratzinger. Hecho nada casual pues, en 1999, fue el actual Benedicto XVI quien se opuso a la investigación de las denuncias.
Elogios en el marco de un acuerdo

La actual visita de Ratzinger a Cuba no es casual, como tampoco fue aquella que realizó su antecesor, Juan Pablo II, en 1998. Su misión, más que celestial, tiene claros objetivos terrenales, definidos por los intereses del imperialismo.
Hace 14 años, rumbo a la Habana, Karol Wojtila fue entrevistado mientras viajaba en su avión oficial. Cuando le pidieron una definición de la revolución cristiana y la marxista-leninista, el anterior Pontífice católico respondió que la primera significaba la “revolución del amor” mientras que, “por el contrario”, la otra era “la revolución del odio, de la venganza, de las víctimas”. El pasado 19 de marzo, también en un avión, Benedicto XVI opinó sobre el marxismo diciendo que: “Hoy es evidente que la ideología marxista en la forma en que fue concebida no se corresponde ya con la realidad”. Enfatizó que “el comunismo no funciona” y, sosteniendo que “si no es posible construir cierto tipo de sociedad, entonces se necesita encontrar nuevos modelos”, ofreció la “ayuda” de la Iglesia para que la que “en un espíritu de diálogo que evite traumas y sirva para hacer avanzar a la sociedad [cubana]” (El País). Pensar que todavía existen aquellos que creen que las “visitas pastorales” del Papa son “apolíticas”.
La dictadura cubana, por su parte, no mezquinó elogios ni escondió su regocijo por la visita de “Su Santidad”. Poco antes de la llegada del Papa, donde Raúl Castro le dio una “calurosa bienvenida” y le expresó que“Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia” (Granma digital), Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, afirmó en conferencia de prensa que “Las relaciones entre la Santa Sede y Cuba han tenido un desarrollo ininterrumpido y son muy favorables” y destacó las coincidencias entre el estado cubano y la Iglesia católica, diciendo:

“La Santa Sede ha asumido posturas que Cuba comparte, en particular, en la búsqueda de la globalización de la solidaridad, y del ejercicio de los derechos humanos para todos los seres humanos. En la lucha contra la pobreza, contra la exclusión, en la búsqueda de un orden internacional democrático y equitativo. En particular, el Gobierno cubano comparte con la Santa Sede sus posiciones tradicionales en defensa de la paz, en oposición a la guerra; frente a las amenazas de guerra. En la preservación de la especie humana frente a la existencia de enormes arsenales nucleares o del cambio climático que ponen en peligro la supervivencia de la humanidad” (Granma digital, publicado el 24/03/2012).
Muchos activistas de izquierda, de forma honesta, se cuestionan cómo puede ser que los hermanos Castro, defensores de lo que sería el último bastión socialista, reciban con tantos honores al máximo exponente de una de las instituciones secularmente más contrarrevolucionarias de las clases dominantes.
Con toda razón, muchos se preguntan cómo, para los Castro, la Iglesia católica ahora devino en una institución defensora de la paz mundial, de la solidaridad, de los derechos humanos y que lucha contra la pobreza en el marco de buscar un “orden internacional democrático y equitativo”. De igual forma, muchos luchadores y luchadoras socialistas deben estar perplejos al ver cómo, frente a los ataques al marxismo-leninismo que hace el Papa, los Castro responden haciéndole elogios y convocando compulsivamente a las personas para asistir a su prédica.
¿Quién cambió? ¿La Iglesia Católica o la dirección castrista? Para nosotros, el cambio se dio en la dirección castrista, que condujo el proceso de restauración del capitalismo en la isla y, en ese marco, ahora precisa de un acuerdo con el imperialismo, incluidos personajes tan siniestros como Benedicto XVI. El objetivo es avanzar en la inserción total de la nueva Cuba capitalista en el mercado mundial. Por más difícil que resulte, es necesario ver que existe un acuerdo contrarrevolucionario entre el Papa y la dirección castrista, visando a la profundización del papel de Cuba como semi colonia del imperialismo mundial, dando el mensaje de que las puertas de Cuba hace tiempo están abiertas al capital imperialista.
Unidos en la represión a la disidencia
Expresión de este acuerdo, fue la represión conjunta de las fuerzas represivas del régimen de los Castro y la propia jerarquía católica de la isla a las manifestaciones reivindicando libertades democráticas que se dieron antes de la visita papal.
El 14 de marzo, un grupo de disidentes que pretendía entregar una carta al Papa a fin de que este presione en favor de derechos democráticos (libertad a los presos políticos, libertad de viajar y acceso a la información), ocupó la iglesia Nuestra Señora de la Caridad de La Habana. Como respuesta, el propio cardenal cubano Jaime Ortega llamó a la policía para desalojar a 13 disidentes que se encontraban dentro del mencionado templo.

La Iglesia católica de Cuba calificó ese movimiento como “ilegítimo e irresponsable”. El comunicado de la Arquidiócesis de la Habana, manifestó que “esta es una estrategia coordinada y planeada por grupos en diferentes regiones del país. Fue organizado, aparentemente, para crear situaciones críticas antes de la visita del Papa Benedicto XVI” (Agência Estado).
En el mismo sentido se manifestó el ministro Rodríguez: “Quienes pretendan obstaculizar esta visita apostólica con manipulaciones políticas fracasarán (…) porque Su Santidad encontrará en Cuba a un pueblo (…) que escuchará a Su Santidad con profundo respeto y civismo” (Granma digital).
El lunes 26 de marzo, día del arribo de Benedicto XVI, grupos disidentes denunciaron la prisión “preventiva” de al menos 150 opositores políticos, de los cuales 15 serían Damas de Blanco (AFP). El Papa anunció, otro hecho nada casual, que no tiene previsto reunirse con cualquier grupo disidente durante su estadía.
Esta mutua consonancia entre el Vaticano y la dictadura de los Castro en Cuba tiene que ver, como señalamos, con la necesidad que tiene el gobierno cubano de mostrarse ante el mundo como completamente abierto y asimilado a las reglas de la economía mundial capitalista. La dictadura castrista tiene la intención de validar sus medidas, de mostrarse confiable y sumisa al orden internacional imperialista. Por eso se arrodillan para besar el anillo de Pontífice inquisidor y ex miembro de las juventudes hitlerianas.
El trasfondo es la restauración

La cuestión de fondo es que Cuba ha dejado de ser un estado obrero burocratizado para, a partir de la década del noventa, pasar a ser un estado capitalista con un régimen político dictatorial.
Este proceso comenzó en la década de los setenta, cuando el manejo burocrático de los ex estados obreros metió a esas economías en una crisis crónica, producto de la aplicación de la teoría anti-marxista del socialismo en un solo país y de la coexistencia pacífica con el imperialismo, que desarrolló y aplicó el stalinismo a nivel mundial.
Para salir de esa crisis, lejos de avanzar por el camino de impulsar la revolución internacional, todas las burocracias stalinistas, entre ellas la dirección castrista con el propio Fidel a la cabeza, pasaron a aplicar una política de desmonte de las bases esenciales del estado obrero.
De este modo, en los noventa, lo venía siendo un proceso cuantitativo dio un paso cualitativo. Tras una serie de medidas, desaparecieron los pilares del estado obrero: la propiedad estatal de los principales medios de producción, el plan económico centralizado por el estado y el monopolio del comercio exterior. Es así que Cuba ha vuelto a ser un estado capitalista, de la mano de la propia dirección castrista, al ordenar su economía alrededor de la ley capitalista del valor y de la búsqueda de la ganancia privada, colocando las riquezas y sectores estratégicos del país al servicio de la expoliación imperialista.
En el marco del sistema capitalista restaurado, Raúl Castro avanza actualmente en la aprobación y aplicación (como en cualquier otro país capitalista) de duros planes de ajuste que pretenden que sea la clase trabajadora la que pague por la crisis económica mundial de los ricos.
Este plan, como es conocido y fue aprobado por VI Congreso del Partido Comunista Cubano, pretende despedir 500.000 trabajadores estatales (10 % de la fuerza laboral del país). Otras medidas tienen que ver con la clausura de comedores populares subsidiados y el fin de la libreta de entrega de productos alimenticios básicos, un componente de mucho peso en la canasta familiar de los sectores más pobres. En este sentido también se encuentra el anuncio de que la educación y la salud púbicas dejarán de ser universalmente gratuitas y el permanente ataque al de por sí bajísimo valor del salario, que oscila entre una mayoría que gana el equivalente a 10 ó 15 dólares mensuales hasta una minoría que alcanza los 35 ó 40.
El Papa no viene sino a apuntalar este plan de ajuste que impulsa la dictadura castrista, la cual, al mismo tiempo, precisa apoyarse en la autoridad contrarrevolucionaria de la Iglesia católica para ser aceptada sin retaceos en el concierto de las naciones.
Es así que, elogiando las medidas de los Castro, el jefe de la Iglesia Católica destacó que Cuba“ya está mirando el mañana”. Dicho esto, el Pontífice fue más allá y pidió a los cubanos que“luchen por construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre” (Clarín).
Raúl Castro, por su parte, en sus palabras de bienvenida aseguró que el país “seguirá cambiando todo lo que deba ser cambiado”.

El propio cardenal de Cuba confirma en varios sentidos la restauración capitalista, al responder la diferencia entre la Cuba de décadas anteriores y la que ahora visita Benedicto XVI: “Hay nuevas estructuras en el Gobierno; ha habido un cambio presidencial hace cuatro años con nuevos ministros y funcionarios. Se ha iniciado una reforma económica de importancia en cuanto al cultivo de la tierra, la construcción de viviendas, el crédito, la compra y venta de casas y automóviles, la creación de pequeñas empresas privadas…” (El País).
En el marco de esta nueva Cuba, la Iglesia católica viene avanzando en ganar más espacios, partiendo de que ya consiguió que le permitan construir un nuevo seminario y transmitir las más importantes misas a través de la televisión nacional. Atrás han quedado los años en que el anterior estado obrero cubano se declaraba ateo. La realidad, aunque sea duro de aceptar, es completamente otra.
La tarea central

Desde la LIT-CI repudiamos el acuerdo contrarrevolucionario que tiene Ratzinger, agente con sotana del imperialismo, con la dirección castrista. De la misma forma repudiamos toda la política económica de hambre y al servicio de la penetración creciente del capital imperialista europeo y norteamericano, que impulsa la dictadura de los Castro apoyándose en la represión brutal y la inexistencia de libertades democráticas para la clase trabajadora en la isla.
No existe tarea más importante en Cuba que luchar contra estas medidas y la dictadura capitalista que las aplica, medidas que el Papa fortalece envenenando a la población con el conocido mensaje de pasividad y resignación cristiana.
En Cuba, cuna gloriosa del que fuera el primer estado obrero de América Latina, está planteada una nueva revolución anticapitalista, socialista, que parte de la toma del poder por la clase obrera. La justa lucha por las libertades democráticas (libertad de información, expresión, organización y manifestación, etc.), debe estar al servicio del combate estratégico para construir un estado obrero asentado en el régimen de la dictadura revolucionaria del proletariado, el cual sólo será posible con la destrucción del actual estado capitalista cubano y el régimen de los Castro.
Ultima modificacion el Miércoles, 28 de Marzo

TOMAS WENSKI EN LA HABANA

Thomas Wenski en La Habana
Por Lorenzo Gonzalo, 29 de marzo del 2012


“Hoy es evidente que la ideología marxista en la forma en que fue concebida no se corresponde ya con la realidad”.

Estas palabras del Papa Benedicto XVI, son una verdad que por desconocimiento o política de algunos, han sido tergiversas.

Ya hicimos mención al hecho, pero dado que el Obispo de Miami Thomas Wenski, a propósito, por ligereza o quizás por los prejuicios que muchos aún conservan respecto a la realidad económica y social, sobre todo de las teorías de análisis surgidas con las aportaciones de Karl Marx o los mismísimos aportes de la Encíclica Rerum Novarum de León XIII, mal interpretó estas palabras.

Nadie en su sano juicio y con total honestidad, desprejuiciado de las doctrinas creadas alrededor de los primeros grandes pensadores de las ciencias económicas, se atreve a asegurar hoy que el “mercado es una mano invisible” que se encarga de regular la economía.

De igual manera, ningún pensador, teórico, o economista de ciencias sociales, insiste hoy en que el mercado debe ser eliminado por ser el causante de los males sociales existentes y de las grandes crisis económicas.

Desde el surgimiento de la gran empresa quedó demostrado que el mercado no funcionaba de ninguna de las dos maneras. Incluso, el economista británico premio Nobel de Economía, Ronald Coase demostró con su Teorema de Coase, los costes de transacción y el funcionamiento de la economía, que el mercado no es un fenómeno autónomo que por sí solo se encarga de resolver los problemas causados por los errores, el egoísmo y la avaricia humana. Esta última es una conducta que, si no es concomitante a hombres y mujeres, tiene fuertes bases en la supervivencia del ser y parece presentarse como algo naturtal.

A partir de estas aportaciones, la economía en su expresión más pura, comenzó a considerar Mercado y Empresa como soluciones alternas para alcanzar una apropiada organización.

Los planteamientos originales que sentaron las bases para entender los fenómenos económicos, provienen tanto de pensadores e innovadores como Adam Smith y David Ricardo por un lado, como de Karl Marx y de los teóricos del Siglo XIX autodenominados socialistas, por el otro, se mezclan a nivel de la ciencia y la academia. De hecho Marx partió de algunos aportes de Adam Smith y concluyó finalmente bautizando el proceso errático de abandonar el mercado a la famosa “mano invisible”, como capitalista, de aquí que llamó Capital a su inconclusa obra cumbre. En el proceso de entrelazarse, se acentuaron los problemas políticos que lo confundieron y despedazaron, hasta el punto de retardar el hallazgo de soluciones objetivas para garantizar el funcionamiento económico, el cual no es solamente producir, sino distribuir proporcionalmente a los esfuerzos.

Los prejuicios introducidos por los poderes centrales, tanto los defensores del llamado mundo capitalista como los soviéticos que pretendieron de un tajo reconvertir la economía como si esta naciera del carácter absoluto de la voluntad humana y no a la inversa, han detenido el proceso del pensamiento ponderado y de las aplicaciones objetivas de ciertas normas en la dirección del Estado y la organización económica.

Estos prejuicios parecen estar presentes en el pensamiento del Obispo de Miami Thomas Wensky, de acuerdo a sus palabras en la Catedral del La Habana con motivo de la visita del Papa a esa capital.

Diciendo que repetía las palabras del Santo Pontífice cuando éste se dirigía a México, interpretó el decir de su Santidad como que el “marxismo es una ideología caduca”. En la realidad el Papa hablaba de Cuba y fue claro y Sabio, cuando dijo que el marxismo en la “FORMA que fue concebida no se corresponde con la realidad”.

No vamos a explicar cómo la política y la lucha por las áreas de influencia de las grandes naciones contribuyeron a distorsionar la economía y los aportes de grandes pensadores, tanto los denominados capitalistas como de los llamados socialistas.

Evidentemente el Obispo Wensky se dejó llevar por la representación política que le corresponde como prelado de Miami, una ciudad donde subsiste una comunidad católica que no ha logrado sobreponerse a sus enfrentamientos del pasado con el gobierno provisional revolucionario.

No obstante, sería bueno que los fieles católicos cubanos, tanto quienes viven en la Isla como aquellos emigrados a otros países, recuerden las palabras de despedida del Papa Benedicto XVI, como también es importante que los cubanos en general recuerden su mensaje:

“La hora presente reclama de forma apremiante que en la convivencia humana, nacional e internacional, se destierren posiciones inamovibles y los puntos de vista unilaterales que tienden a hacer más arduo el entendimiento e ineficaz el esfuerzo de colaboración. Las eventuales discrepancias y dificultades se han de solucionar buscando incansablemente lo que une a todos, con diálogo paciente y sincero, comprensión recíproca y una leal voluntad de escucha que acepte metas portadoras de nuevas esperanzas”.

El Obispo Wensky estuvo a la altura de su posición cuando apoyó sin reparos la visita del Papa a Cuba, viajando con gran parte de su feligresía para oficiar misa allí, donde esta feligresía tiene sus recuerdos y el fundamento cultural que en parte los define.

Sólo le faltó ese detalle de desenterrar “posiciones inamovibles y los puntos de vista unilaterales que tienden a hacer más arduo el entendimientos”.

Si la verdad estuviese de un solo lado ya la pobreza se hubiera eliminado en el mundo, habrían menos crisis y el ser humano fuera un poco mejor.

No es hora de descalificar al contrario, aunque tampoco es hora de ceder ante uno mismo.

EL AMOR SIGUE ESPERANDO0000000000000000

Iglesia Católica, Disidencia Cuba encuentro

El amor sigue esperando

En principio la Iglesia católica es la única confesión religiosa coronada por un Estado independiente: el Vaticano, con guardia y servicio de inteligencia incluidos
Manuel Cuesta Morúa, La Habana | 27/03/2012 11:14 am
“Si Dios conmigo, ¿quién contra mí?” Dejo el número del versículo de la Biblia como tarea. Porque Mateo 5: 10 dijo en otro: “bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” y Corintio 3: 17 recalca: “El Señor es el espíritu y donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad”. Dios parece estar así, según estos y todos los versículos de la Biblia, del lado del hombre genérico, protegiéndole en razón de la justicia con el fin supremo de la libertad. La pregunta es: ¿está también del lado del hombre y la mujer específicos? Desde la Biblia lo está.
Parece sin embargo que el Dios administrado les abandona. Al menos en Cuba. De donde concluyo que si los cubanos necesitan la religión, necesitan además otra jerarquía. Más temerosa de Dios que de los hombres.
Lo sucedido con los miembros del Partido Republicano de Cuba debe tener pocos precedentes en la historia de la iglesia mundial y en la historia propia de la Iglesia cubana. En un país donde la mayoría de las iglesias posluteranas han hecho su elección preferencial por el poder, donde la profunda religiosidad de origen afro no logra extraer aún todas las consecuencias cívicas de su legado africano y donde, pese a los esfuerzos del laico Dagoberto Valdés en el espacio civil y del laico Oswaldo Payá en el ámbito político, no ha cuajado todavía una teología de la libertad ―no de la liberación― que sistematice, desde las vigorosas fuentes cristianas, la autonomía de la persona humana frente al poder, muchos ven en la Iglesia Católica el recinto de acogida de quienes no han pasado, como el elefante por fin lo hizo, por el ojo de la aguja.
Pero la Iglesia católica en Cuba intenta reinventarse como se fundó: de la mano del emperador, tachando los versículos molestos de la Biblia. Porque fue precisamente la Iglesia histórica la que instituyó lo que más tarde sería el derecho de asilo en los Estados modernos. De ella nace el refugio para todos sin distinción de origen, basado en la igualdad de los seres humanos que primero proclamaron los estoicos, y que el cristianismo derivó hacia la igualdad de todos ante Dios.
Las consecuencias de este derecho al refugio se concretan en dos hechos: la Iglesia no reconoce status humano superior al que otorga Dios, y a la casa de este no están invitados los ejércitos profanos. Se funda así una tradición que ha tenido en las iglesias de América Latina los mejores ejemplos y que consiguió en el salvadoreño Oscar Arnulfo Romero un mártir ejemplar.
Sobre aquella doble condición: la de todos iguales ante Dios y la de los ejércitos en los umbrales fue que surgió la institución sagrada de proteger: al delincuente que huye de la justicia, al perseguido que corre delante de la venganza, al menesteroso que busca techo y alimento, y al que simplemente busca la paz interior que real o supuestamente proporciona Dios. En el límite, Jean Valjean: el ladrón, el delincuente, el de Los Miserables de Víctor Hugo, quien atrapado en plena faena de sustracción de bienes ajenos por el cura que le daba albergue, es invitado por este a completar su valija con otros objetos que había olvidado o simplemente no había visto.
¿La lección? Dios convence del mal obrar a través de otros caminos más elevados. Al final, Jean Valjean regresa, arrepentido, y devuelve lo robado.
No hay en la tradición católica entrega a la justicia de los hombres sino ejercicio paciente e interior para lograr de los hombres la conducta moralmente recta. Menos, invitación a la policía para restituir el “orden” del templo: un “orden” quebrado pacíficamente. Eso fue realmente inconcebible, y tendrá consecuencias para la Iglesia católica en ese largo plazo en el que esta sitúa siempre su estrategia.
Y la pérdida de sentido estratégico que precisamente viene manifestando la Iglesia es de manual. Este caso es casi un paradigma de esa mala actuación que provoca la falta de nervios. Consecuencia, por cierto, de otros pasos erráticos.
Si se observan detenidamente el tipo de demandas de los 13, su background político y su spirit psicológico habría sido relativamente sencillo negociar con ellos y obtener ganancias netas en el orden que más debería interesar a la Iglesia católica: en el moral. Lo que habría fortalecido su poder, imagen y autoridad negociadores frente a quienes creen que ella puede servir de mediadora y frente a quienes dudan de su capacidad para negociar algo a favor del futuro de todos los cubanos. Visto a luz de semejante pifia, la Iglesia católica estaría dando la razón a quienes entrecomillaron su negociación humanitaria con el Gobierno a propósito de los ex prisioneros políticos y las Damas de Blanco. Ningún mediador medianamente serio llama corriendo a una de las partes del conflicto para que le resuelva un entuerto con la otra parte: y por la violencia.
Previo a este supremo error del negociador la Iglesia había cometido dos errores de bulto. Primero publicar lo que pareció un editorial en el periódico Granma, que no es un periódico nacional y sí un órgano de un partido político. Esto daña la percepción pública de autonomía que necesita una institución independiente. Segundo, cortar el agua, el baño y los alimentos a hijos e hijas “descarriados” de Dios. El humanismo de la Iglesia, que se muestra mejor frente a los que viven en “pecado”, sale roto de una manera que pocos podían anticipar. Los enemigos del clero ―pese a mis críticas reiteradas no creo contarme entre ellos― siempre le recordarán que durante un par de días de marzo de 2012 ella le negó el pan a sus hijos.
Tengo la impresión de que la Iglesia, además de por el nerviosismo, se decide a actuar bajo cierto estímulo de la corriente de opinión predominante. La mayoría de los actores cívicos, políticos, observadores y líderes de opinión compitieron por ver quién condenaba mejor y más pronto la acción de los 13. En la base de esta condena está una idea compartida que, sin embargo, no responde a los datos de la realidad. La idea es que la Iglesia no es política y que por lo tanto ésta no se ejerce en sus predios.
Esto no es verdad contrastando los hechos. En principio la Iglesia católica es la única confesión religiosa coronada por un Estado independiente: el Vaticano, con guardia y servicio de inteligencia incluidos. Y no conozco ninguno Estado que no haga política. Segundo, su tradición es la de una problemática y reticente separación entre religión y Estado. De hecho hay Estados que nunca han logrado esta separación como son todos los islámicos y, en el mismo occidente, como son los casos de Gran Bretaña e Israel. Tercero, su tradición latinoamericana, en todo el siglo XX, es la de involucración perfecta, a la derecha y a la izquierda, en los asuntos políticos. Con un estilo específico si se quiere, pero bien adentro del derrotero posible de los Estados y fuerzas sociales; y esto pese a ser minoría en muchos lugares. Quinto, allí donde la realidad política toca a los valores fundamentales, a contar entre ellos la dignidad humana, la Iglesia incide a través de su énfasis en estos valores; y como se sabe hay situaciones, escenarios y modelos políticos que dependen completamente de su negación. En estos la política aparece como puja y juego de significados humanos y sociales. Finalmente, aunque no es la última consideración posible, la Iglesia está obligada a negociar, en términos prosaicamente políticos, allí donde no logra construir o reconstruir todos los espacios y ámbitos que cree tener a partir de su legitimidad reconocida.
La Iglesia católica cubana viene haciendo política en todos estos niveles desde su misma fundación, y nunca ha dejado de hacerlo si quiere seguir siendo iglesia universal. De hecho, cuando se niega, por ejemplo, a reconocer y a mantener una interlocución pública y sistemática con otros actores en la sociedad civil lo hace basado en un análisis y cálculo políticos. Su demanda de paciencia a estos implica también un razonamiento político: la visión de que quizá no sea este su momento.
En última instancia, es totalmente falso que la religión y la política sean incompatibles. Para bien o para mal, el cristianismo no terminó su obra cuando logró introducir sus valores en el comportamiento, las justificaciones y el tipo de convicciones que fundamentan la política en occidente. Ella, la religión, también tiene intereses en el aquí y en el ahora que la proyectan en la política de un modo altamente visible; incluso en las democracias.
Por esa razón es falso el argumento de que la Iglesia no es espacio para la política: una misa a Hugo Chávez es una jugada política bien situada en el camino del poder dentro de Cuba. A no ser que, con las excepciones debidas en cada momento, se circunscriba el concepto de Iglesia a sus vetustos edificios y se saque de él, por ejemplo, a las publicaciones Espacio Laical y Palabra Nueva: dos órganos políticos si los hay, que se venden o distribuyen en aquellos edificios. La Iglesia sigue haciendo política como en el Medioevo: secreta, tras bambalinas, sin transparencia, en las alturas, no necesariamente de altura, y desde su condición minoritaria. Última condición esencial para jugar mejor en la trastienda, donde desafortunadamente se hace todavía la política real, porque así no tiene que responder a la presión de amplias bases católicas que le malograrían de algún modo el juego.
Aquel argumento no tiene por tanto validez empírica ni moral. Responde en cambio a una visión del espacio como fuero especial, lo que tiene cierto viso antidemocrático. La política se hace hoy en Wall Street, en los templos, en las casas, en los baños, en los parlamentos, en las calles y donde quiera que haya ciudadanos inquietos y con vocación pública. La democratización es exactamente eso: la ruptura de las barreras digamos que medievales que confinan el ejercicio político a espacios circunscritos u ordenados por los arquitectos que los conforman. Solo cierta reserva que aún queda en nuestra cultura autoritaria puede seguir sacralizando y definiendo los espacios donde se puede hacer esto, aquello o lo otro. Al final, esta visión solo favorece a quienes ven en el Estado y en los espacios que este concede los únicos lugares apropiados para la política. Volvemos así, involuntariamente, al autoritarismo y las mediaciones establecidas por los intereses. Lo que exactamente quiere el Gobierno cubano cuando nos invita a seguir los canales establecidos. Visto desde los espacios tradicionales del quehacer político, no habría lugar para el ejercicio ciudadano y plural de la política si al mismo tiempo consideramos legítimas las profundas exigencias de democratización que se hacen actualmente en el mundo. Todos los rincones van siendo necesarios.
Puesto en términos lógicos. Si se nos dice que un espacio específico no es para la política, se nos está indicando que la política no tiene espacios. Algo que dramáticamente revelaron los 13 con la ocupación de una iglesia, y que muy bien sabemos y sufrimos todos los demócratas cubanos. Por el contrario, si se puede hacer política en un espacio concreto, es porque esta es posible en cualquiera, lo que conduce por vía natural a maximizar aquel donde la política es más eficaz. Como sucede en las democracias. En ellas, a veces, el espacio se llama iglesia. Entonces, ¿en las democracias sí y en las autocracias no?
En esta perspectiva me extrañó sobre manera la condena a los 13. Ante todo porque su ocupación fue pacífica. Es cierto que el talante con el que se presentaron no les ayuda a forjar la mejor de las imágenes. Ese es, no obstante, el precio de la democratización: la entrada en la ciudadanía política de los sans coulottes. Lo opuesto es no hacer la distinción necesaria entre legitimidad e ilustración. El supuesto que vale para el cristianismo: todos los hombres son iguales ante dios, vale para la política democrática: todos los hombres y mujeres se igualan en su condición ciudadana. Todo lo demás puede llevarnos indirectamente hacia una suerte de democracia capacitaria, que reintroduce al aristócrata en nombre de la democracia.
Al no entender que los cambios en Cuba ponen de relieve las demandas altamente sociales de una cultura laicizada de varias maneras, la Iglesia pierde de vista que para su labor espiritual no basta con la liturgia y el acercamiento crítico al poder, es también necesario conectar la Biblia con actores sociales concretos. Probablemente por esta desconexión profunda tomó la decisión bien extraña de actuar en contra de su propio interés estratégico, pisando el acelerador y rompiendo la única sacralidad del templo: la que impide a ejércitos profanos entrar a su interior. Y donde el Gobierno podía haber ganado un tanto histórico, negándose a meter uniformados en la Iglesia, decide repetir su actuación de los años 60. Cierto que esta vez invitado.
Ello coloca a la jerarquía católica ante un dilema: o alcanza su completa legitimidad desde la conciliación o la logra desde el conflicto de valores. Como expresé en otro lugar, ambas legitimidades son posibles pero no ofrecen las mismas oportunidades de cara al futuro. Solo la última es la que permite fundar una capacidad mediadora en la medida en que facilita colocarse al centro, equilibrando el juego, y ligeramente por encima de las partes, teniendo como eje orientador aquellos valores en conflicto. La única manera de obtener autoridad moral: el poder público de la Iglesia.
Cualquiera sea o haya sido su decisión final en términos de futuro, los católicos deben tener claro que a su Iglesia se le juzga por su pretensión universal y fundamentadora de las posibilidades del hombre. Las críticas, a la cubana, no han hecho más que comenzar. Muchos esperan de tal modo que sus actitudes respondan a sus miras. A fin de cuentas, si según ella todos somos hijos de Dios, suponemos que no sea solo para la misa. Está en juego la posibilidad de que los niños de los padres que así lo quieran puedan decir algún día: seremos como Jesucristo.


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martes, 27 de marzo de 2012

EUSEBIO LEAL

PUBLICADO POR: Hector Garcia Soto

Eusebio Leal



Por Ivonne Albelo Medina

Al visitar La Habana se percibe una mezcla de expresiones religiosas que al decir del Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, constituye una fortaleza de la identidad cultural del cubano, que se reconoce en los colores, las comidas, el respeto a las lealtades y en la fe.

A propósito de la visita del Papa Benedicto XVI a la Isla, Eusebio Leal ofreció declaraciones exclusivas a Radio Rebelde.

Hace unos días el Cardenal Jaime Ortega, Arzobispo de La Habana, dijo que el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica viene a Cuba respondiendo un deseo de corazón, en su opinión ¿qué trascendencia tiene esta visita a la isla?.

En primer lugar el Papa viene accediendo a una invitación del Presidente de los Consejo de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro y de la Conferencia Episcopal Cubana, de Obispos Católicos de Cuba. Yo pienso que tiene una gran importancia porque en el caso de este Pontífice ha hecho muy pocas visitas al exterior, en relación con su predecesor, que estuvo en Cuba hace ya varios años y que dejó una huella de simpatía y de particular afecto de él hacia el pueblo cubano, acción que fue correspondida como explicó la nota publicada en el periódico. El Santo Padre será recibido con el respeto y la hospitalidad que su alta investidura como Jefe Supremo de la Iglesia Católica tiene, y al mismo tiempo subraya una vez más el carácter de libertad de religión y de culto que existe en nuestro país.

Como han manifestado distintos líderes de otras confesiones cristianas o no cristianas la visita es bienvenida y es un hecho positivo para un país como Cuba, extremadamente positivo.

Se ha demostrado que en Cuba coexisten diferentes creencias religiosas, ¿cree Ud. que esta mezcla pudiera considerarse como una fortaleza de nuestra identidad cultural?

Son expresiones de la espiritualidad del pueblo cubano que responde a las distintas influencias culturales que fundaron o que forjaron la nacionalidad. Lo que sí creo firmemente es que la fe de los cubanos se manifiesta desde elementos muy sencillos, que pudiéramos llamar animistas, los que tienen fe en el agua, en la naturaleza; los que por pertenecer a sociedades fraternales consideran la existencia de un ser supremo por sobre todas las cosas, hasta aquellos que tienen una fe estructurada en forma de religión.

La palabra religión viene de un vocablo griego que quiere decir religar, atar lo que en un momento oportuno está desatado, es restablecer una relación entre el hombre y el que cree su salvador, entre el hombre y una divinidad, eso conforma un cuerpo de ideas; los distintos elementos que conforman la sociedad cubana tienen expresiones muy disímiles sobre cuál es ese cuerpo de ideas, algunos la identificaron con su propio panteón de la tierra de origen.

El pueblo español muchas veces se cree que es una cultura hermética, cristiana, católica, porque esa es la imagen que nos llega de la conquista. Exactamente igual ocurre con los pueblos de origen africano, todos llevamos a África en nuestra sangre, y sin África no se puede explicar a Cuba, no es que los africanos hayan hecho un acto de simulación para sobrevivir, sino que se produjo un sincretismo como dijo Fernando Ortiz, se produjo una sobreposición de lo que ellos identificaron, o creyeron más próximo a sus propias divinidades y a su propio culto, eso se tradujo en expresiones muy auténticas de la fe popular cubana, de ahí que siempre exista esa especie de dualidad que se reconoce en los colores, en las comidas, en la forma expresión, en el respeto a las lealtades, a la naturaleza, etc.

Las instituciones religiosas ubicadas en el Centro Histórico de La Habana tienen un programa social muy amplio, ¿a su juicio todas esas acciones constituyen una expresión de respeto y cooperación con las instituciones de gobierno en esta posición humanista de la Revolución cubana?

El Estado cubano es un Estado laico, en su constitución refleja el respeto a todas las manifestaciones religiosas de los ciudadanos. En el Centro Histórico existe una pluralidad admirable, yo siempre digo que es una expresión de un ecumenismo real. Es un poliedro de expresiones de fe, lo cual me parece excelente, y todas ellas viven en concordia con las instituciones del Estado, sobre todo con aquellos aspectos de la obra social y humanitaria que desde la Oficina del Historiador se lleva a cabo como parte del proyecto de restauración del Centro Histórico, a nadie se le pregunta cuál es su fe cuando llega con una dolencia o un problema.

Se dice que la Caridad es amor y justicia. ¿Asocia Ud. esos vocablos a lo que representa para el pueblo la Patrona de Cuba?

A mí me parece que sí, porque la Virgen aparece hace 400 años en un contexto social complejo; aparece en el oriente de Cuba, en la zona más feraz y más representativa- pienso- de la naturaleza de nuestro país entre sus diversas expresiones de oriente a occidente; pero oriente, el lugar por donde sale el sol tiene un alto significado para Cuba. Que sea un hallazgo en el mar, subraya el carácter de la isla, el carácter del archipiélago, además de haber sido encontrada por unos pescadores: indígena, negro, españolizados ya en la lengua, pero representantes de la diversidad cultural y étnica que conforman la nacionalidad cubana.

Si tratamos de dividir esos elementos, terminaremos proclamándonos cada uno descendiente de un vientre diferente, el único vientre real es Cuba.

El otro elemento importantísimo es que la Virgen es una Virgen mestiza, expresa la realidad de Cuba, una realidad que ya entonces en un horizonte pretérito se hacía verdad: somos una nación mestiza de la sangre de la cultura, debemos enorgullecernos de eso. Por último, de las tres grandes virtudes teologales, la fe es muy importante, pero San Pablo decía que si tienes una fe tremenda y no tienes caridad, es como una campana rajada, algo que no tiene sentido; la esperanza es muy importante, es grande, porque es el fruto del comportamiento del hombre, es fruto de su trabajo, de su confianza en el porvenir; el hombre no está derrotado, es una criatura creada para triunfar, para vivir.

Pero la Caridad es como la plenitud, tiene que haber justicia primero y caridad siempre. Entonces esa imagen, esa Virgen mestiza que aparece en el mar en medio de una contingencia natural como la tempestad o el ciclón, caracteriza al pueblo cubano y eso de que se haya bordado en su vestido el escudo de la nación tiene un significado porque en años de lucha, de peregrinación, de violencia por alcanzar la libertad y la abolición de la esclavitud ella ha estado allí en el Cobre.

En ese lugar está perfectamente clara la institución esclavista; un sitio donde convivían los esclavos e indígenas, la comunidad autóctona, donde se realizaba el trabajo de extraer el cobre, que es también como un metal mestizo- no es el oro, ni plata, tiene un brillo distinto, un brillo de fuego . La Virgen, a mi juicio, representa todo eso, que haya sido compañera del pueblo libertador; que haya sido reclamado su patrocinio por un grupo de Generales del Ejército Libertador encabezados por Jesús Rabí, un predicador en su juventud. Todo esto tiene una serie de simbologías; los símbolos juegan un papel importante en la historia, son una expresión de la poesía y sin la poesía no se pueden explicar los misterios.

Finalmente, es posible que durante la visita apostólica del Papa Benedicto XVI se oficialice la condición de Venerable al Padre Félix Varela, ¿sería en este caso un acto de justeza?

Es un rumor que viene y creo que el padre Varela tiene todas las cualidades. Nosotros llamamos venerable a los ancianos, a los justos, a los que sean dignos de veneración en el mundo civil. Ahora, en el mundo religioso fue un hombre que se consagró a los pobres, a los inmigrantes; que murió en un grado de sobriedad impresionante. El hombre que había publicado “El Habanero”, el profesor de filosofía, el catedrático en derecho constitucional, tiene una connotación muy grande para Cuba, ya en el siglo XIX, en San Agustín-donde estaba su tumba- lo consideraron “el santo de los cubanos” y Martí sintió por él una especial reverencia, respeto y veneración. De todas formas, a veces los procesos de beatificación son muy largos, hay quienes esperan siglos por un milagro. Yo pienso que el milagro de Félix Varela, el milagro del padre Varela es Cuba.

(Tomado de Radio Rebelde)

http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/03/24/eusebio-leal-la-caridad-es-como-la-plenitud-tiene-que-haber-justicia-primero-y-caridad-siempre/

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Lic. Rosa Cristina Báez Valdés "La Polilla Cubana"
Moderadora Lista Cuba coraje, Coord. Red Social Hermes para Cuba y A. Latina y miembro fundador de la Red de Trincheras Amigas

? PORQUE RAZON ENTORPECER EL DIALOGO?

¿Por qué razón entorpecer el diálogo?







Crónicas cubanas


Félix Sautié Mederos




Cuando esta crónica se publique estará arribando a Santiago de Cuba SS el Papa Benedicto XVI. Quizás entonces, se habrán intensificado aún más las pasiones desatadas de quienes quisieran condicionar esta visita, tratando de hacer prevalecer sus criterios al respecto de cómo debería conducirse. Algunos se manifiestan como si no tuvieran en cuenta que el Papa es una persona con capacidad de entendimiento, conciencia y opiniones propias a partir de su probada capacidad intelectual además de su alta investidura religiosa e incluso estatal. Posiblemente también se habrá intensificado aún más la represión a los que piensan diferente, la que he estado rechazando en la medida de mis posibilidades con mis opiniones expresadas de frente y plenamente identificado, con respeto y sin caer en los insultos que a nada conducen.



He rechazado también las actitudes de quienes desde un bando u otro, intentan trancar cualquier alternativa pacífica e incluso atacan con virulencia los planteamientos de reconciliación y reencuentro entre cubanos, como si quisieran tierra arrasada.


No he caído en la ingenuidad de juicio que algunos atribuyen a los que nos regocijamos por la visita pastoral del Papa Benedicto XVI a Cuba con motivo del año Jubilar en que se conmemora el 400 aniversario de la aparición de la imagen de la Virgen de la Caridad, Patrona y Reina de Cuba, por petición expresa en 1915 de los veteranos de las guerras de Independencia. Decir que la visita del Papa es pastoral no implica negar su carácter político que lógicamente adquiere debido a su condición de Jefe del Estado de la Santa Sede y a que la Iglesia es un “poder moral” exponente del Evangelio de Jesucristo que además de todo su significado teológico deviene una acción política que no forma parte de lo temporal porque tiene que ver con el establecimiento del Reino de Dios, algo que tampoco alcanzan a comprender muchos de los que se están manifestando ocasionalmente cargados de odios y desconsideración hacia los que somos creyentes; sin entender tampoco el concepto “pueblo de Dios” (definición de Iglesia según el concilio Vaticano II) que está “del lado de la libertad: la libertad de conciencia, la libertad de religión” al decir del propio Benedicto XVI.



Por demás quisiera añadir que en la ocupación de la basílica menor de la Virgen de la Caridad en La Habana, a la que asisto regularmente, se equivocaron de lugar y de cura, porque es un espacio místico de peregrinaje popular de quienes movidos por su fe acuden a la Virgen de la Caridad; en tanto que el padre Roberto, en sus homilías y acción pastoral, constantemente denuncia injusticias, así como agravios actuando a favor del pueblo de pie. Los que no lo conocen, deberían informarse sobre sus actitudes cargadas de hambre y sed de justicia. ¿Por qué razón tratar de desprestigiarlo? Eso esta oscuro y no da buen olor.


Hay quienes tampoco han perdido la oportunidad para sacar a relucir sus viejas discrepancias con la Iglesia Católica, validadas por el hecho de sus errores como institución humana a lo largo de una extensa historia que ya transcurre por su tercer milenio. Los estados nacionales y las diversas entidades de la sociedad en el mundo han experimentado avances y retrocesos en la medida que la civilización se ha ido desarrollando, lo que deberíamos evaluar con honradez y objetividad.


En mi criterio muy personal, con el mayor respeto a cualquier opinión diferente, lo que está al orden del día con esta visita es la posibilidad de un diálogo Iglesia –Estado al más alto nivel posible, que constituye una ocasión propicia para plantear problemas concretos y procurar una mediación positiva. Ahora bien, para que sea posible ese diálogo sin dejar a un lado las discrepancias o coincidencias que van a decirse, lo primero es reconocer y respetarse en sus personalidades jurídicas y posiciones específicas. Comprendo que dadas las circunstancias eso resulta muy complejo y verdaderamente difícil, pero vale la pena intentarlo. ¿Por qué razón entonces, tratar de poner en el Papa determinadas palabras antes de que comience el diálogo,

complicándolo todo, sin esperar a que los hechos se manifiesten?



Antes del diálogo o en medio del diálogo subsisten dos posibilidades; una que se haga un alto para conversar y la otra que se continúe con las contingencias. Ese es un problema de “real politik” que deberíamos tomarlo en consideración, tratando de coadyuvar a favor que se realice el diálogo. Aquí es en donde resultan improcedentes las provocaciones, las posiciones recalcitrantes y el continuismo del uso de la fuerza y de las violencias contra los que piensen diferente. Los que ponen la “carreta delante de los bueyes” y actúan al ritmo del adagio que plantea “palos porque bogas y palos porque no bogas”, en mi opinión personal aumentan las complicaciones de por sí ya existentes y procuran que el diálogo fracase.


No estoy de acuerdo con esas posiciones como no estoy de acuerdo con que se digan mentiras por nadie en absoluto, ni que se tergiversen los hechos y se intercambien insultos. Como cubano además, me hiere profundamente que en el diferendo de nuestros problemas se planteen posiciones exhibiendo de fondo la bandera norteamericana. Eso lo han divulgado los cables de las agencias de noticias internacionales (AFP) en su entrevista al líder de los ocupantes de la Iglesia de la Caridad. Nunca he negado mi historia, mis aciertos, mis errores, ni mis posiciones a favor de un socialismo participativo y democrático. Quisiera recordar a los críticos impertérritos de todo lo que no concuerda con sus específicas opiniones que realmente no es igual escribir desde Centro Habana que desde Madrid, Miami o Panamá como lo hacen algunos, a quienes les respeto sus opiniones y criterios porque nunca los he menospreciado ni mucho menos insultado; aunque no tengo que aceptar a pie juntillas todo lo que expresan y realizan.



Hay que decir que muchos se conducen con la tranquilidad que no van a ser molestados por escribirlo o hacerlo; y, me pregunto,¿Por qué razón entorpecer la posibilidad de abrir el diálogo, que por algo tendría que comenzar? Así lo pienso y así lo afirmo.


E-Mail: fsautie@yahoo.com



Publicado en el periódico Por esto! de Mérida , Yucatán , México, el martes 27 de marzo del 2012.



http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=156580

ROMPE ISRAEL CON EL CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS

Israel rompe con el Consejo de Derechos Humanos

Tel aviv, 26 de marzo.— El gobierno de Israel cortó sus relaciones con el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en represalia a la decisión de este organismo de abrir una investigación sobre los asentamientos de colonos israelíes en Cisjordania.

La decisión fue dada a conocer este lunes por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, quien anunció que el canciller israelí, Avigdor Lieberman, ordenó a la delegación diplomática de Ginebra que corte "cualquier tipo de contacto" con este Consejo de la ONU, refiere Russia Today.

Además, las autoridades sionistas prohibieron ilegalmente la entrada en la zona a la comisión de investigación creada por el organismo mundial.

"No vamos a permitir que los miembros del Consejo de Derechos Humanos visiten Israel. Nuestro embajador ha recibido instrucciones de ni siquiera contestar las llamadas telefónicas", advirtió un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores en declaraciones bajo condición de anonimato al diario israelí Haaretz.

El Consejo aprobó el jueves pasado la decisión de enviar una misión investigadora para examinar la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania y en la parte oriental de Jerusalén, en una resolución que condena dicha actividad.

FIDEL Y LA RELIGION

PUBLICADO POR:
Dario Alberto Zuniga
CHILEMUNDO

Fidel y la Religión





En 1985 comenzó un famoso diálogo entre Fidel Castro y el fraile dominico Frei Betto, que aparecería en el antológico Fidel y la Religión , “ un libro que tuvo un impacto muy fuerte porque quitó el prejuicio de los comunistas y el miedo de los cristianos, creó puentes en dos orillas de un mismo río”, diría Betto.

La primera vez que un líder comunista en el poder hablaba positivamente de la religión, frente a unos planteamientos provocativos.

Fidel Castro ofrece revelaciones sobre su formación personal y discute con sinceridad su visión sobre la religión. El resultado fue una extraordinaria reconciliación entre religión y revolución.

Fidel señala: “ Hay 10.000 veces más coincidencias entre el cristianismo y el comunismo que entre el cristianismo y el capitalismo ”.

Y Frei Betto coincide en que “ las sociedades socialistas que crean mejores condiciones de vida para su gente están inconscientemente cumpliendo con lo que nosotros, hombres de fe, consideramos el proyecto histórico de Dios ”.


En ocasión del segundo viaje del Papa Benedicto XVI a América Latina, a México y Cuba, reproducimos algunos momentos del diálogo entre Fidel Castro y Frei Betto, en l985.

Allí está la carta de libertad de la religión en el socialismo cubano, admitiéndose que ésta también puede contribuir a cambiar la realidad, revolucionar un país, derribar la opresión e implantar la justicia.


Lo cual hace afirmar a Frei Betto: “ Lo que falta a los obispos cubanos es una teología que les permita entender el socialismo como una etapa imprescindible en el camino hacia el Reino de Dios ”.



“ En Medellín, en 1968, empezaron muchos cambios en la Iglesia en nuestro continente; la Iglesia se acercó más a los pobres… y yo acostumbro a decir que más que lo que la Iglesia hizo en opción por los pobres, por fuerza de la represión, los pobres hicieron opción por la Iglesia, o sea, buscaron en la Iglesia un espacio para mantenerse organizados, articulados, conscientes y actuantes ”. (Frei Betto)

“Tú expresas realmente con mucha belleza que los pobres invadieron la Iglesia. Yo creo que el dolor de los pobres invadió la Iglesia, la tragedia inenarrable de esas masas invadió la Iglesia. Creo que el grito de dolor llegó a la Iglesia, llegó, sobre todo, a los pastores que estaban más cerca del rebaño, que podían oír más de cerca sus gritos, sus dolores, sus sufrimientos”. (Fidel Castro)

“Usted dijo una vez que quien se distancia de los pobres se distancia de Cristo. No sé si usted, posiblemente, tenía conciencia de que esta frase no solamente es una frase muy famosa, yo diría que es el fundamento de toda la Teología de la Liberación. Mas, en esta frase, usted coincidió con una frase de Juan Pablo II en su encíclica Laborem Exercens, que trata del trabajo humano, en que reafirma que la fidelidad de la Iglesia a Cristo se verifica por su compromiso con los pobres”. (Frei Betto)

"… En una ocasión, efectivamente, dije una frase que puedo reiterar hoy, ésa que tú mencionaste: quien traiciona al pobre, traiciona a Cristo… Siempre hicimos lo posible para que no se pudiera desarrollar ningún sentimiento antirreligioso en la Revolución, por una cuestión de principios, por respeto a las creencias y porque son realidades las religiones y los sentimientos religiosos.” (Fidel Castro).


Pablo Mora


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DE JUAN PABLO II A BENEDICTO XVI

PUBLICADO POR: Hector Garcia Soto

Martes, Marzo 27, 2012 Semana: 22/Mar - 28/Mar/2012 Buscar
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Alvaro F. fernandez
Editor Unase a nuestro boletin semanal

Miercoles, 21 March 2012 12:01 Jesús Arboleya Cervera Share | .Por Jesús Arboleya Cervera

LA HABANA - Aunque Juan Pablo II se caracterizó por desplegar un proselitismo itinerante que lo llevó a muchos países del mundo, y Cuba fue uno de los últimos, en el caso de Benedicto XVI será el tercero de los visitados en América Latina.

Este interés por Cuba pudiera parecer desmedido, si se le compara con los dos gigantes latinoamericanos que ha visitado con anterioridad. Vale entonces que intentemos descifrar las razones, ya que, al margen de cuáles sean nuestras creencias religiosas o afinidades políticas, de la sabiduría acumulada por la Iglesia católica, todos tenemos mucho que aprender.

Ya se le mire como una suerte propiciadora de beneficios o un “fatalismo geográfico” que determinó muchas de sus desgracias, la verdad es que Cuba ha estado en el vórtice de los procesos políticos que dieron origen a la modernidad y ello ha determinado los perfiles de su historia, potenciando su importancia relativa en estos acontecimientos, sobre todo cuando tuvo lugar la Revolución cubana, la cual, en buena medida, condicionó la política estadounidense hacia la región, hasta convertirla en un referente indispensable.

Nada extraño ocurre cuando América Latina en pleno exige la participación de Cuba en la Cumbre de las Américas, como tampoco lo fue que la OEA la expulsara de su seno en 1962, ambas cosas han reflejado, en su momento, los procesos en curso, así como cambios en la correlación de fuerzas respecto a la hegemonía norteamericana.

América Latina ha cambiado extraordinariamente en el tiempo histórico que marcan estos dos momentos. En 1962, la exclusión o la solidaridad con Cuba, definía a los bandos en pugna, enfrascados en una lucha a muerte. Incluso cuando Juan Pablo II visitó la Isla, el país apenas tenía un espacio regional en las Cumbres Iberoamericanas, donde le recomendaban renunciar a la utopía del socialismo, para salvarse del aislamiento mundial generado por la debacle del campo socialista europeo y el desmantelamiento de la URSS.

Otra debacle, esta vez la del neoliberalismo, colocó de nuevo a Cuba como referencial de la resistencia posible y la actitud hacia el país sirvió tanto para atenuar conflictos domésticos – con alguna que otra demagogia incluida –, como para alentar nuevas alternativas, algunas de las cuales, al margen de sus diferencias con el modelo cubano, retomaron el socialismo como meta de organización de la sociedad.

En algunos casos, estas relaciones se han traducido en una colaboración muy activa y se han desarrollado intereses bilaterales a largo plazo que tienen un valor por sí mismos, en la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo humano. Quiero creer que incluso analistas y políticos sensatos de Estados Unidos comprenden que, bajo estos términos, la presencia cubana en América Latina aporta estabilidad a procesos sociales que tienden a resultar explosivos y, a la larga, ingobernables, como lo demuestra el caso de Haití.

Pero incluso no existiendo intereses bilaterales concretos, ni afinidad en los proyectos políticos específicos, la presencia de Cuba en los actuales procesos integradores de América Latina, constituye un ingrediente indispensable para establecer una posición de soberanía e independencia respecto a Estados Unidos, sin la cual, en las actuales circunstancias, la credibilidad de estos gobiernos queda puesta en duda.

En definitiva, resolver los problemas sociales más acuciantes, ensanchar el diapasón político latinoamericano y encontrar formas de cooperación regional, constituyen necesidades de todos, incluso de algunos sectores de las burguesías latinoamericanas, interesadas en ampliar sus opciones comerciales y financieras, más allá de los depreciados mercados de Estados Unidos y Europa.

Como puede apreciarse, Cuba no ha sido reacia a “abrirse al mundo”, como aconsejara Juan Pablo II, y es justo reconocer que la mayor parte del mundo también se ha abierto a Cuba, especialmente en América Latina. La excepción más notoria es Estados Unidos, pero parece que ni los papas pueden con la tozudez de los imperios.

En el plano doméstico cubano también muchas cosas, entre ellas las relaciones entre creyentes y no creyentes, han cambiado en el transcurso de estos años. Una generación no había nacido cuando se produjo la visita de Juan Pablo II y otra apenas puede recordar el acontecimiento. Sin embargo, han crecido sin los conflictos religiosos de antaño y hasta los mayores nos hemos acostumbrado a expresar creencias o negaciones divinas sin el temor al rechazo del otro. Incluso en el Partido Comunista hay católicos, protestantes y santeros confesos, mezclados con ateos convencidos, y la mayoría ahora nos preguntamos por qué alguna vez tuvo eso algo de malo.

Creo que después de muchísimos años, fue visto por primera vez el cardenal Jaime Ortega en la televisión cubana cuando anunció la visita de Juan Pablo II y las misas que Su Santidad celebró en Santiago de Cuba y La Habana también fueron las primeras en transmitirse de esa manera. Hoy es más frecuente la presencia de eventos y autoridades eclesiásticas de diversas denominaciones en los medios de difusión. Es cierto que la apertura informativa no es tan amplia como se quisiera, pero de eso se queja hasta el presidente Raúl Castro.

Mucha gente, católicos o no, acompañaron a la Virgen de la Caridad del Cobre por todo el país. Tal acto constituye una reafirmación de tradiciones históricas y culturales que se integran en nuestra propia nacionalidad y deben servir al bien de la nación. Por eso atañe a todos los cubanos, particularmente a la Iglesia católica, máxima responsable de difundir esta cultura desde que plantaron la primera cruz en un suelo al que llegaron por error y se quedaron para siempre. La visita de Benedicto XVI debe contribuir a este propósito.

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RECIBIMIENTO AL PAPA EN CUBA

PUBLICADO POR: Hector Garcia Soto

Palabras del Presidente cubano Raúl Castro al ofrecer la bienvenida en Santiago de Cuba a su Santidad Benedicto XVI.

Santidad:
Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia. Encontrará aquí a un pueblo solidario e instruido que se ha propuesto alcanzar toda la justicia y ha hecho grandes sacrificios.
De Martí aprendimos a rendir culto a la dignidad plena del hombre y heredamos la fraterna fórmula que seguimos hasta hoy: “con todos y para el bien de todos”.
Cintio Vitier, insigne intelectual y cristiano, escribió que “el verdadero rostro de la Patria… es el rostro de la justicia y de la libertad” y que “la Nación no tiene otra alternativa: o es independiente o deja de ser en absoluto”.
La potencia más poderosa que ha conocido la Historia ha intentado despojarnos, infructuosamente, del derecho a la libertad, a la paz y a la justicia. Con virtud patriótica y principios éticos el pueblo cubano ha hecho tenaz resistencia, sabiendo que ejercemos también un derecho legítimo cuando seguimos nuestro propio camino, defendemos nuestra cultura y la enriquecemos con el aporte de las ideas más avanzadas.
Sin razón, a Cuba se le calumnia, pero nosotros confiamos en que la verdad, de la que jamás nos apartamos, siempre se abre paso.
Catorce años después que el Papa Juan Pablo II nos visitara, el bloqueo económico, político y mediático contra Cuba persiste e, incluso, se ha endurecido en el sector financiero. Como aparece en el memorando norteamericano del 6 de abril de 1960, desclasificado décadas después, su objetivo sigue siendo (cito) “… causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Sin embargo, la Nación ha seguido, invariablemente, cambiando todo lo que deba ser cambiado, conforme a las más altas aspiraciones del pueblo cubano y con la libre participación de este en las decisiones trascendentales de nuestra sociedad, incluidas las económicas y sociales que en casi todo el mundo son patrimonio de estrechas élites políticas y financieras.
Varias generaciones de compatriotas se han unido en la lucha por elevados ideales y nobles objetivos. Hemos enfrentado carencias, pero nunca faltado al deber de compartir con los que tienen menos.
Sólo como demostración de cuánto se podría hacer si prevaleciera la solidaridad, menciono que en la última década, con la ayuda de Cuba se han preparado decenas de miles de médicos de otros países, se ha devuelto o mejorado la visión a 2,2 millones de personas de bajos ingresos y se ha contribuido a enseñar a leer y escribir a 5,8 millones de analfabetos. Puedo asegurarle que, dentro de las modestas posibilidades de que disponemos, nuestra cooperación internacional continuará.
Santidad:
Conmemoramos el IV Centenario del hallazgo y la presencia de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, que lleva bordado en su manto el escudo nacional.
La reciente peregrinación de la Virgen por todo el país, unió a nuestro pueblo, creyentes y no creyentes, en un acontecimiento de gran significado.
Le aguardan Santiago de Cuba, que ha sido protagonista de gloriosos episodios en la historia de luchas de los cubanos por su definitiva independencia y también el poblado del Cobre, donde la Corona española tuvo que conceder la libertad a los esclavos sublevados en las minas, ochenta años antes de la abolición de tan infame institución en nuestro país.
Nos satisfacen las estrechas relaciones entre la Santa Sede y Cuba, que se han desarrollado sin interrupción durante setenta y seis años, siempre basadas en el respeto mutuo y en la coincidencia en asuntos vitales para la Humanidad.
Nuestro gobierno y la Iglesia Católica, Apostólica y Romana en Cuba mantenemos buenas relaciones.
La Constitución cubana consagra y garantiza la plena libertad religiosa de todos los ciudadanos y, sobre esa base, el gobierno guarda buenas relaciones con todas las religiones e instituciones religiosas en nuestro país.
Santidad:
Hace casi veinte años que Fidel sorprendió a muchos al proclamar que “una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre” concluyó.
Hay crecientes amenazas a la paz y la existencia de enormes arsenales nucleares es otro grave peligro para el ser humano. El agua o los alimentos serán, después de los hidrocarburos, la causa de las próximas guerras de despojo. Con los recursos que se dedican a producir mortíferas armas, podría eliminarse la pobreza. El desarrollo vertiginoso de la ciencia y la tecnología no se encuentra al servicio de la solución de los grandes problemas que aquejan a los seres humanos. Frecuentemente sirven para crear reflejos condicionados o para manipular a la opinión pública. Las finanzas son un poder opresivo.
En vez de la solidaridad, se generaliza una crisis sistémica, provocada por el consumo irracional en las sociedades opulentas. Una ínfima parte de la población acumula enormes riquezas mientras crecen los pobres, los hambrientos, los enfermos sin atención y los desamparados.
En el mundo industrializado, los “indignados” no soportan más la injusticia y, especialmente entre los jóvenes, crece la desconfianza en modelos sociales e ideologías que destruyen los valores espirituales y producen exclusión y egoísmo.
Es cierto que la crisis global tiene también una dimensión moral y que prevalece la falta de conexión entre los gobiernos y los ciudadanos a los que dicen servir. La corrupción de la política y la falta de verdadera democracia son males de nuestro tiempo.
En estos y otros temas apreciamos coincidencia con sus ideas.
Frente a tantos desafíos, Nuestra América se une en su soberanía e intenta una integración más solidaria para hacer realidad el sueño bicentenario de sus Próceres.
Su Santidad podrá dirigirse a un pueblo de convicciones profundas que le escuchará atento y respetuoso.
En nombre de la Nación, le doy la más calurosa bienvenida.
Muchas gracias.

LOS ENORMES PELIGROS DEL CAMBIO CLIMATICO

PUBLICADO POR: Hector Garcia Soto

26-03-2012

Los enormes peligros del cambio climático
Kiribati un archipiélago que desaparece


Hedelberto López Blanch
Rebelión



El gobierno de Kiribati sabe que no tiene tiempo, o mejor dicho, comprende que le falta tiempo y recursos económicos para salvar su país. El mar se está tragando el territorio de sus 104 000 habitantes por la subida del nivel de agua impulsadas por el cambio climático.
La República de Kiribati esta formada por 33 islas en el océano Pacífico, los grupos insulares de Gilbert y Fénix, ocho islas del grupo Line y la isla Ocean o Banaba donde radica la capital, Tarawa. En total tiene una extensión de 811 kilómetros cuadrados.
Durante una reciente transmisión radial y televisiva, Filimoni Fau, secretario de Tierras y Recursos Minerales, anunció que su país se encuentra en negociaciones para comprar una zona de 20 kilómetros cuadrados en Viti Levu, la mayor y más montañosa de las islas del archipiélago de Fiji, con el fin de trasladar, en un futuro, a la población de Kiribati.
Ya desde 1989 un informe sobre el nivel del mar realizado por las Naciones Unidas, reveló que Kiribati era uno de los países que podría desaparecer completamente bajo el mar.
En los últimos años, los expertos han insistido en esa posibilidad, mientras sus gobernantes se han lanzado a buscar soluciones, todas muy costosas, para una nación que solo depende de la llegada de algunos turistas y la venta de pescado y copra (masa de coco).
Entre estas aparecen la de construir, solo como una solución temporal, un muro en las costas de las islas más pobladas para amainar la subida del mar; otra parece de ciencia ficción: albergar a los habitantes sobre una gigantesca plataforma flotante como las usadas por las compañías petroleras.
Centenares de personas que vivían en zonas bajas costeras ya han emigrado hacia otros países y se han convertido en los primeros refugiados climáticos, (estatus reconocido por ONU) motivado por el calentamiento global.
El ministro Kau explicó que aun no se ha llegado a un acuerdo para adquirir los terrenos, por unos 10 millones de dólares, propiedad de un conjunto de iglesias en Fiji, distante a 2 250 kilómetros de Tarawa.
Por su parte, el presidente Anote Tong, explicó en otra transmisión radio televisiva que si al final se logra el acuerdo, la población no será trasladada de una sola vez, sino que primero se necesitará “encontrar empleos, no como refugiados sino como inmigrantes con habilidades que ofrecer, gente que tiene un lugar en la comunidad, personas que no sean vistas como ciudadanos de segunda”.
Mientras las autoridades de Kiribati se devanan los sesos para tratar de resolver el grave problema, las noticias sobre el cambio climático a nivel mundial son cada vez más aterradoras.
Un estudio realizado por científicos del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) y del Departamento de Física de la Tierra II de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) publicado el pasado febrero en la revista Nature Climate Change, asegura que el casquete polar de Groenlandia es más vulnerable al calentamiento global de lo que se pensaba.
El artículo señala que el umbral de aumento del manto de hielo se sitúa entre 0,8 a 3,2 grados centígrados, con la mayor probabilidad estimada en 1,6 grados. Actualmente, el calentamiento global se sitúa ya en 0,8 grados por encima de los niveles preindustriales.
Alexander Robinson, investigador del Departamento de Física de la Tierra II y autor principal del estudio, explicó que el tiempo que transcurra antes de una pérdida sustancial del hielo de Groenlandia depende en gran medida del nivel de calentamiento que se alcance pues “cuanto más se supere el umbral, más rápido se fundirá el hielo”.
Con los parámetros existentes de emisiones de gases de efecto invernadero, la humanidad se enfrenta a mediano-largo plazo al aumento de la temperatura mundial cercano a ocho grados centígrados que provocaría la pérdida de una quinta parte de la superficie helada de Groenlandia en los próximos 500 años y su desaparición total en 2 000 años.
Robinson aclara que aunque parezca bastante el tiempo, en comparación con lo ocurrido en la historia de la tierra, se debe considerar rápido y ya se esta rozando el umbral crítico.
En la Cumbre sobre el cambio Climático de Durban, Sudáfrica, efectuada en diciembre pasado, no se consiguió obtener un marco legal sólido para obligar a los grandes emisores a cumplir sus compromisos y dejó para la próxima Cumbre, que tendrá lugar en Catar, en noviembre de 2013, la discusión sobre recortes de emisiones más ambiciosos.
Ese posible acuerdo, deberá ser adoptado en 2015 y entrar en vigor en 2020, y será conocido como un segundo periodo del Protocolo de Kyoto, que expira en 2012 y que ahora se prolongará hasta 2017 o 2020.
En Durban organizaciones ecologistas como Oxfam Irtermon y delegaciones de países en desarrollo criticaron la falta de un acuerdo sobre el tema, lo cual “tendrá dolorosas consecuencias para los pobres del mundo entero pues un aumento de la temperatura de cuatro grados centígrados supondrá la destrucción total para los pobres agricultores que sufrirán más hambre y pobreza”.
También esa cita dejó para Catar la captación del dinero necesario para nutrir el Fondo Verde para el Clima, que en 2020 debe proporcionar a los países más desfavorecidos, 100 000 millones de dólares anuales para hacer frente a los estragos. Pero todo ha quedado en el aire.
Mientras se prorrogan las medidas objetivas por parte de las naciones desarrolladas para detener el cambio climático, los desastres proliferan por toda la tierra: crecen los desiertos, se reduce la superficie cultivable en el planeta, escasean y aumentan los precios de los alimentos, se expanden las enfermedades, suben los índices de pobreza.
En un documental con argumentos científicos irrebatibles, el francés Yann Arthus-Bertrand señala que como Groenlandia se calienta rápidamente, el agua dulce de todo un continente fluye hacia el agua salada de los océanos. Su superficie contiene el 20 % de toda el agua dulce del planeta. Si se derrite el nivel del mar va a subir cerca de siete metros.
Docenas de islas y millones de kilómetros cuadrados de litorales están amenazados de quedar sepultados bajo las aguas.
El Efecto Invernadero es un fenómeno atmosférico natural que permite mantener la temperatura del planeta al retener parte de la energía proveniente del sol. El aumento de la concentración de dióxido de carbono proveniente del uso de combustibles fósiles, ha provocado la intensificación del fenómeno y consecuente aumento de la temperatura global, derritiendo los hielos polares y aumentando el nivel de los océanos.
Además, el hielo refleja una gran parte de la radiación solar hacia el espacio. Cuando el área cubierta por el hielo disminuye, más radiación es absorbida y se suma al calentamiento regional.
La actividad humana entre las que se destacan las industrias, calefacción, desfoliación, agricultura y transporte son causas principales del crecimiento de los gases invernadero (motivado en gran medida por el dióxido de carbono).
No solo las autoridades y los habitantes de Kiribati estan en la incertidumbre de perder sus hogares y hasta la patria, sino que también lo acompañan en esa tragedia sus similares de Islas Marshall, Tuvalu, Cocos, Tokelau, Nauru y otras en diferentes mares y océanos.
Hoy más que nunca, se necesitan poner en acción las palabras pronunciadas por el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro cuando en 1992, en la Cumbre sobre Medio Ambiente y Desarrollo realizada en Río de Janeiro señaló. “Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo”. Seamos sensatos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

domingo, 25 de marzo de 2012

DUDA GRAMATICAL

POR SUPUESTO QUE LO ENVIO UNA MUJER
ALICIA MONROY DE RODRIGUEZ

DUDA GRAMATICAL
-Un maestro explicaba que los sustantivos tienen género y se designan como masculino o femenino. La casa es femenino. El lápiz es masculino.
Un estudiante preguntó:
¿Cómo se debe decir, computadora o computador?
En lugar de dar una respuesta, el maestro dividió la clase en dos grupos:
varones por un lado y mujeres por el otro, y les pidió que decidieran si se debe denominar la computadora o el computador, es decir masculino o femenino.
Le pidió a cada grupo que fundamentaran su decisión en al menos 4 argumentos.

El grupo de los hombres decidió que la computadora debe ser, definitivamente, del género femenino (la computadora)
porque:


1- Casi nadie entiende su lógica interna.
2- El idioma nativo en que ellas se comunican entre sí es incomprensible para todos los demás.
3- Incluso los errores más pequeños se guardan en memoria
de largo plazo para su posible
revisión mucho tiempo después.
4- En cuanto usted tenga una, se encontrará gastando al
menos la mitad de su sueldo en accesorios para ella.

El grupo de las mujeres, sin embargo, concluyó que los
computadores deben ser masculinos (el computador) porque:

1- Para hacer algo con ellos, usted tiene que encenderlos.
2- Ellos almacenan muchos datos, pero todavía no pueden pensar por sí mismos.
3- Se supone que ayudan a resolver los problemas, pero la mayor parte del tiempo, ellos son el problema.
4- Apenas usted tenga uno, comprenderá enseguida que, si
hubiera esperado un poco más, podría haber conseguido otro mejor.

UNA OPINION SOBRE LAS DECLARACIONES DE SU SANTIDAD

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Una opinión sobre las declaraciones de Su Santidad. Presionan en EE.UU. por intercambio de Alan Gross por René González Chávez en La Habana: lo recibió Raúl Castro La Virgen sale del Cobre
.Una opinión sobre las declaraciones de Su Santidad.
Sunday, 25 March 2012 21:17 Manuel Alberto Ramy Share | .Borrador de un corresponsal

Una opinión sobre las declaraciones de Su Santidad.

Por Manuel Alberto Ramy

Marzo 25 de 2012

El marxismo, que no es más que un instrumento de análisis de la sociedad, fue condenado por la iglesia católica hace más de un siglo. Incluso la encíclica papal de León XIII, Rerum novarum (1891) puede asumirse como una respuesta, la primera por parte del papado, a dicha ideología ya en ciernes. Las diferencias ideológicas entre la doctrina católica y el marxismo, como teoría, son de vieja data.

La novedad, a la que me convocan varios lectores y amigos que me han pedido opinión, radica en las recientes declaraciones de Su Santidad Benedicto XVI con relación a su viaje a Cuba. En el avión papal viajaba la excelente periodista y vaticanista Paloma Gómez Borrero quien con una pregunta certera, y a partir de la respuesta de Su Santidad, desató algún que otro titular un tanto forzado.

En un momento de su respuesta (la entrevista está publicada en Progreso Semanal pero la reproduciré al final de estas notas), Su Santidad dice “Hoy es evidente que la ideología marxista, tal como fue concebida, ya no responde a la realidad. De esta forma ya no puede responder a la construcción de una nueva sociedad. ”

Benedicto XVI, además de haber sido el guardián de la fe durante el papado de Juan Pablo II, es un intelectual, teólogo y filósofo, que ha publicado una veintena de libros. Sabe del pensamiento desde su ideología y también del uso de las palabras precisas para expresarse.

La concepción “ya no responde a la realidad” –el ya deja abierta la interrogante de que pudo en algún momento responder a ella—y prosigue diciendo de “esta forma” está invalidada para la “construcción de una nueva sociedad”. “Esta forma”, pienso se refiere a la praxis del marxismo aplicado, que en buena medida implosionó en las exrepúblicas del campo socialista, las del llamado socialismo real.

Si estoy en los cierto no estamos ante una obligada reiteración de posiciones en el campo de las ideas, sino a la luz de lo vivido.

Sucede que Su Santidad viene a Cuba cuando nuestro país vive un momento crucial de su historia llamado de Actualización, que además de reformas del sistema socioeconómico vigente desde hace medio siglo, está tratando de borrar viejos esquemas de las praxis marxistas copiadas de la URSS. El papa que nos vista ahora no es el mismo papa que nos visitó hace 14 años. Pero tampoco llega a la misma Cuba, particular que conoce. Él arribará a una sociedad y a un país que vive un proceso tendiente a cambios sociales y económicos.

“En este proceso, que requiere paciencia, pero también la decisión, queremos ayudar en un espíritu de diálogo, para evitar traumas y para ayudar a lograr una sociedad fraterna y justa, con - para todo el pueblo, y queremos colaborar en este sentido”.

“Con esta visita se ha inaugurado una vía de colaboración y de diálogo constructivo, un camino que es largo y que exige paciencia, pero que va hacia adelante”, respondió el papa a la periodista

Estas palabras no significan solamente disposición hacia nuestro gobierno, entrañan un apoyo a la apuesta que por esa opción ha hecho la jerarquía católica cubana. Por esta decisión, la jerarquía cubana viene sufriendo los embates y presiones de poderosas fuerzas externas, principalmente de las administraciones de Washington. Dichas administraciones no concuerdan con las aspiraciones de realizar reformas conducentes a un nuevo modelo de convivencia interna capaz de excluir su dominio o en el que no prevalezca la adoración por el dinero, algo que en otro contexto mencionó el papa y sobre el que desearía fuese más contundente. (El marxismo fue una respuesta al entonces capitalismo emergente, hoy globalizado).

Dejando de lado a Washington, opino que uno de los posibles objetivos de los recientes hechos ocurrido en varias iglesias --además del clarísimo de poner en crisis las relaciones entre la el estado y la iglesia--, pudiera ser el de alterar el consenso existente dentro de la jerarquía nacional y voltearla hacia la confrontación.

“Es obvio que la Iglesia está siempre en el lado de la libertad: la libertad de conciencia, la libertad de religión. En este sentido [INAUDIBLE] contribuyen también los simples fieles en este camino hacia adelante”, dijo el papa.

Con delicadeza no puedo pasar por alto y lamentar que Su Santidad haya llamado “simples fieles” a quienes son la iglesia, esta no es más que la comunión de los fieles, los millones a escala mundial que comparten y practican la fe y las predicas del hijo de Dios y putativo del carpintero José y de María, la Virgen. Sin los simples fieles no habría iglesia, solo esqueleto institucional.

Progreso Semanal/ Weekly autoriza la reproducción total o parcial de los artículos de nuestros periodistas siempre y cuando se identifique la fuente y el autor.



Texto de rueda de prensa papal en ruta a México

Palabras textuales del Papa Benedicto XVI en su referencia a Cuba durante rueda de prensa a bordo del avión papal el viernes 23. La pregunta provino de una periodista identificada como Paloma Gómez Borrero. La transcripción viene de Radio Vaticana; la traducción es por Progreso Semanal.

PREGUNTA: Su Santidad, miremos a Cuba. Todos recordamos las famosas palabras de Juan Pablo II: "Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba". Han pasado 14 años, pero parece que estas palabras siguen siendo pertinentes. Como usted sabe, a la espera de su viaje, muchas voces de la oposición y defensores de los derechos humanos se hicieron sentir.

Su Santidad, ¿usted piensa retomar el mensaje de Juan Pablo II, teniendo en cuenta tanto la situación interna en Cuba como la situación internacional?

BENEDICTO XVI: Como ya he dicho, me siento en absoluta continuidad con las palabras del Papa Juan Pablo II, que siguen siendo de suma actualidad.

Con esta visita se ha inaugurado una vía de colaboración y de diálogo constructivo, un camino que es largo y que exige paciencia, pero que va hacia adelante.

Hoy es evidente que la ideología marxista, tal como fue concebida, ya no responde a la realidad. De esta forma ya no puede responder a la construcción de una nueva sociedad. Debe ser hallada en nuevos modelos, con paciencia y de manera constructiva.

En este proceso, que requiere paciencia, pero también la decisión, queremos ayudar en un espíritu de diálogo, para evitar traumas y para ayudar a lograr una sociedad fraterna y justa, con - para todo el pueblo, y queremos colaborar en este sentido.

Es obvio que la Iglesia está siempre en el lado de la libertad: la libertad de conciencia, la libertad de religión. En este sentido [INAUDIBLE] contribuyen también los simples fieles en este camino hacia adelante.