¡Gracias muchachos!... Hicieron historia
Con ocho medallas, Colombia hace historia y sella la mejor participación del país en unos Olímpicos.
Solo faltaba el oro. Llegó en unos pedales y en las piernas de Mariana Pajón. Gracias por hacer sonar, por segunda vez en la historia, el himno colombiano en unos Juegos Olímpicos.
Gracias, Carlos Mario Oquendo por levantarte dos veces del suelo de la pista de bicicrós y luchar en cada curva para llegar a la meta como un ganador.
Gracias a Catherine Ibargüen por tu sonrisa. Por tus zancadas en el triple salto. Por volar un centímetro más de gloria en el último momento. Por haber llegado más lejos, caer, coger un pucho de arena y tirarlo con rabia al suelo, como símbolo de autoridad, para después colgarte la medalla de plata.
Gracias, también, a Jackeline Rentería porque no te dejaste vencer por el llanto. Por sacar fuerzas, levantarte y triunfar. Por convertirte en una guerrera de bronce.
Gracias a Yuri Alvear por tener la llave perfecta para bañarte de bronce y por habernos regalado tus lágrimas de gloria en la colchoneta.
Gracias a Óscar Muñoz que a tus 19 años diste unas patadas, como si fueran las últimas.
Gracias a Rigoberto Urán por tus tenaces pedalazos con los que sorprendiste a Colombia y al mundo, y devolviste al país a la escena del ciclismo mundial.
Gracias a Óscar Figueroa porque cuando levantaste los 177 kilos hiciste que toda Colombia se uniera e hiciera fuerza contigo. Por hacernos sentir que todos nos habíamos colgado la medalla de plata.
Y les damos gracias a cada uno de los 104 colombianos que llegaron a Londres con el sueño de bañar de gloria a este país, que durante dos semanas se unió, celebró, gritó, lloró y, por momentos, olvidó la tristeza y los problemas. ¡Gracias muchachos! ¡Gracias!
Gracias, Carlos Mario Oquendo por levantarte dos veces del suelo de la pista de bicicrós y luchar en cada curva para llegar a la meta como un ganador.
Gracias a Catherine Ibargüen por tu sonrisa. Por tus zancadas en el triple salto. Por volar un centímetro más de gloria en el último momento. Por haber llegado más lejos, caer, coger un pucho de arena y tirarlo con rabia al suelo, como símbolo de autoridad, para después colgarte la medalla de plata.
Gracias, también, a Jackeline Rentería porque no te dejaste vencer por el llanto. Por sacar fuerzas, levantarte y triunfar. Por convertirte en una guerrera de bronce.
Gracias a Yuri Alvear por tener la llave perfecta para bañarte de bronce y por habernos regalado tus lágrimas de gloria en la colchoneta.
Gracias a Óscar Muñoz que a tus 19 años diste unas patadas, como si fueran las últimas.
Gracias a Rigoberto Urán por tus tenaces pedalazos con los que sorprendiste a Colombia y al mundo, y devolviste al país a la escena del ciclismo mundial.
Gracias a Óscar Figueroa porque cuando levantaste los 177 kilos hiciste que toda Colombia se uniera e hiciera fuerza contigo. Por hacernos sentir que todos nos habíamos colgado la medalla de plata.
Y les damos gracias a cada uno de los 104 colombianos que llegaron a Londres con el sueño de bañar de gloria a este país, que durante dos semanas se unió, celebró, gritó, lloró y, por momentos, olvidó la tristeza y los problemas. ¡Gracias muchachos! ¡Gracias!
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