martes, 27 de marzo de 2012

? PORQUE RAZON ENTORPECER EL DIALOGO?

¿Por qué razón entorpecer el diálogo?







Crónicas cubanas


Félix Sautié Mederos




Cuando esta crónica se publique estará arribando a Santiago de Cuba SS el Papa Benedicto XVI. Quizás entonces, se habrán intensificado aún más las pasiones desatadas de quienes quisieran condicionar esta visita, tratando de hacer prevalecer sus criterios al respecto de cómo debería conducirse. Algunos se manifiestan como si no tuvieran en cuenta que el Papa es una persona con capacidad de entendimiento, conciencia y opiniones propias a partir de su probada capacidad intelectual además de su alta investidura religiosa e incluso estatal. Posiblemente también se habrá intensificado aún más la represión a los que piensan diferente, la que he estado rechazando en la medida de mis posibilidades con mis opiniones expresadas de frente y plenamente identificado, con respeto y sin caer en los insultos que a nada conducen.



He rechazado también las actitudes de quienes desde un bando u otro, intentan trancar cualquier alternativa pacífica e incluso atacan con virulencia los planteamientos de reconciliación y reencuentro entre cubanos, como si quisieran tierra arrasada.


No he caído en la ingenuidad de juicio que algunos atribuyen a los que nos regocijamos por la visita pastoral del Papa Benedicto XVI a Cuba con motivo del año Jubilar en que se conmemora el 400 aniversario de la aparición de la imagen de la Virgen de la Caridad, Patrona y Reina de Cuba, por petición expresa en 1915 de los veteranos de las guerras de Independencia. Decir que la visita del Papa es pastoral no implica negar su carácter político que lógicamente adquiere debido a su condición de Jefe del Estado de la Santa Sede y a que la Iglesia es un “poder moral” exponente del Evangelio de Jesucristo que además de todo su significado teológico deviene una acción política que no forma parte de lo temporal porque tiene que ver con el establecimiento del Reino de Dios, algo que tampoco alcanzan a comprender muchos de los que se están manifestando ocasionalmente cargados de odios y desconsideración hacia los que somos creyentes; sin entender tampoco el concepto “pueblo de Dios” (definición de Iglesia según el concilio Vaticano II) que está “del lado de la libertad: la libertad de conciencia, la libertad de religión” al decir del propio Benedicto XVI.



Por demás quisiera añadir que en la ocupación de la basílica menor de la Virgen de la Caridad en La Habana, a la que asisto regularmente, se equivocaron de lugar y de cura, porque es un espacio místico de peregrinaje popular de quienes movidos por su fe acuden a la Virgen de la Caridad; en tanto que el padre Roberto, en sus homilías y acción pastoral, constantemente denuncia injusticias, así como agravios actuando a favor del pueblo de pie. Los que no lo conocen, deberían informarse sobre sus actitudes cargadas de hambre y sed de justicia. ¿Por qué razón tratar de desprestigiarlo? Eso esta oscuro y no da buen olor.


Hay quienes tampoco han perdido la oportunidad para sacar a relucir sus viejas discrepancias con la Iglesia Católica, validadas por el hecho de sus errores como institución humana a lo largo de una extensa historia que ya transcurre por su tercer milenio. Los estados nacionales y las diversas entidades de la sociedad en el mundo han experimentado avances y retrocesos en la medida que la civilización se ha ido desarrollando, lo que deberíamos evaluar con honradez y objetividad.


En mi criterio muy personal, con el mayor respeto a cualquier opinión diferente, lo que está al orden del día con esta visita es la posibilidad de un diálogo Iglesia –Estado al más alto nivel posible, que constituye una ocasión propicia para plantear problemas concretos y procurar una mediación positiva. Ahora bien, para que sea posible ese diálogo sin dejar a un lado las discrepancias o coincidencias que van a decirse, lo primero es reconocer y respetarse en sus personalidades jurídicas y posiciones específicas. Comprendo que dadas las circunstancias eso resulta muy complejo y verdaderamente difícil, pero vale la pena intentarlo. ¿Por qué razón entonces, tratar de poner en el Papa determinadas palabras antes de que comience el diálogo,

complicándolo todo, sin esperar a que los hechos se manifiesten?



Antes del diálogo o en medio del diálogo subsisten dos posibilidades; una que se haga un alto para conversar y la otra que se continúe con las contingencias. Ese es un problema de “real politik” que deberíamos tomarlo en consideración, tratando de coadyuvar a favor que se realice el diálogo. Aquí es en donde resultan improcedentes las provocaciones, las posiciones recalcitrantes y el continuismo del uso de la fuerza y de las violencias contra los que piensen diferente. Los que ponen la “carreta delante de los bueyes” y actúan al ritmo del adagio que plantea “palos porque bogas y palos porque no bogas”, en mi opinión personal aumentan las complicaciones de por sí ya existentes y procuran que el diálogo fracase.


No estoy de acuerdo con esas posiciones como no estoy de acuerdo con que se digan mentiras por nadie en absoluto, ni que se tergiversen los hechos y se intercambien insultos. Como cubano además, me hiere profundamente que en el diferendo de nuestros problemas se planteen posiciones exhibiendo de fondo la bandera norteamericana. Eso lo han divulgado los cables de las agencias de noticias internacionales (AFP) en su entrevista al líder de los ocupantes de la Iglesia de la Caridad. Nunca he negado mi historia, mis aciertos, mis errores, ni mis posiciones a favor de un socialismo participativo y democrático. Quisiera recordar a los críticos impertérritos de todo lo que no concuerda con sus específicas opiniones que realmente no es igual escribir desde Centro Habana que desde Madrid, Miami o Panamá como lo hacen algunos, a quienes les respeto sus opiniones y criterios porque nunca los he menospreciado ni mucho menos insultado; aunque no tengo que aceptar a pie juntillas todo lo que expresan y realizan.



Hay que decir que muchos se conducen con la tranquilidad que no van a ser molestados por escribirlo o hacerlo; y, me pregunto,¿Por qué razón entorpecer la posibilidad de abrir el diálogo, que por algo tendría que comenzar? Así lo pienso y así lo afirmo.


E-Mail: fsautie@yahoo.com



Publicado en el periódico Por esto! de Mérida , Yucatán , México, el martes 27 de marzo del 2012.



http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=156580

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